viernes, 4 de julio de 2025

EL DESAFÍO DEL SALMO 126 (1-2)

Perlas del Alma
Francisco Aular
Lectura devocional: Salmos 126
SÁBADO, 5 de julio de 2025
“Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sion,seremos como los que sueñan. 2 Entonces nuestra boca se llenará de risa,Y nuestra lengua de alabanza;Entonces dirán entre las naciones:Grandes cosas ha hecho Jehová con éstos.3 Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros;Estaremos alegres.4 Haz volver nuestra cautividad, oh Jehová,Como los arroyos del Neguev.5 Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. 6 Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla;Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.” (Salmo 126 RV60). 

LA INDEPENDENCIA DE nuestro país, nos coloca en la libertad terrenal; la independencia de la Palabra de DIOS, no hace libres y disfrutar la libertad celestial. El Salmo 126 nos habla de esta libertad, y como poder vivirla y compartirla. Así bajo la sombra prometedora de la cosecha de este Salmo 126, comencé el Primer Adiestramiento de la Marcha Evangelística (luego cambiado al nombre a Marcha Evangelizadora para estar a tono con el castellano). 

Aquella noche del lunes, 15 de agosto de 1977, y el templo de la Primera Iglesia Bautista de Barquisimeto, iniciamos con la oración. Los que allí estábamos éramos cuatro adultos: Francisca de Arias, Pablo Jorgez López, Jesús Bolívar, y quien esto escribe. Los demás eran jóvenes con un promedio de 18 años de edad. 

Llegamos allí con una pregunta en la mente y corazón a ¿quiénes DIOS usará como instrumento en Sus manos para iniciar este movimiento? Se había promovido ampliamente –pensaba yo- el evento. Sin embargo, solamente vinieron 25 jóvenes y cuatro adultos. A esto se añade que tampoco teníamos dinero para darles de comer y hogares para que ellos vivieran durante ese mes, por los pueblos y ciudades de la Carretera Nacional desde San Diego, Edo. Carabobo a las Tejerías, estado Aragua. Dependeríamos de las ofrendas que DIOS nos enviaría para realizarlo. 

Me entusiasma decir que, ¡DIOS lo hizo otra vez, nos alimentó y sobró! ¡Esos 29 que llegaron al Adiestramiento y los otros que llegaron en el transcurso de la Primera Macha. Al final, en septiembre, éramos 76 marchistas. Podemos decir: que en cumplimiento de la orden del SEÑOR: “Jesús los llamó: «Vengan, síganme, ¡y yo les enseñaré cómo pescar personas!”. (Mateo 4:19,NTV). 

¡Obedecimos, fuimos y nuestra barca se llenó de personas! ¡Así ha sido desde entonces!

Con humildad como organizadores, podemos decir que la Marcha Evangelizadora y aquellos 25 marchistas que comenzaron, cambiaron la historia de la evangelización en nuestra Convención Nacional Bautista de Venezuela! A los 48 años de aquel día, poco importa el nombre que le demos al movimiento de oración, evangelización y discipulado que sea capaz de ir por las casas, las plazas y las calles para llevar la Buena Noticia de Salvación. 

Como lo hemos dicho tantas veces, ningún método bíblico para alcanzar a los náufragos debe descartarse, ninguna estrategia debe echarse a un lado. 

Hasta aquel año, la evangelización personal no era un movimiento como lo es hoy. Ciertamente, el pueblo bautista venezolano como un homenaje a nuestro amado JESÚS, estaba siendo desafiando a hombres y mujeres, no solamente a recibir gente en nuestros templos, sino a ir por ellos por las calles, parques y casas. Estaba​mos lanzando el Salvavidas de la Salvación en las profundas aguas de la “corriente de este mundo: “En los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, (Efesios 2:2 RV60). 

¡Son 48 años marchando, lanzando el Salvavidas​ de la Salvación por Venezuela y el Mundo! Y practicando el Salmo 126:6. El Salmo de la cosecha evangelizadora: “Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla;Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.” 

¡Adelante, siempre adelante!

Oración:
PADRE ETERNO:
Gracias por enseñarnos que toda siembra, necesita, deseo de hacer tu voluntad, esfuerzo, compasión hasta las lágrimas; pero que si somos fieles, tendremos la gran cosecha. Ayúdame para seguir en marcha y enseñar a otros a marchar, en el nombre de JESÚS. Amen.
Perla de hoy:
La Marcha no es para contarla, sino para vivirla.
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