viernes, 31 de mayo de 2019

Cuando los hijos se van

Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional: Salmos 127-128
Que el Señor te bendiga continuamente desde Sión;
    que veas prosperar a Jerusalén durante toda tu vida. Que vivas para disfrutar de tus nietos. ¡Que Israel tenga paz! Salmo 128:5,6 (NTV)

En los Salmos 127 y 128, encontramos cuatro momentos o etapas principales por las que atraviesa una familia, estas son: La familia en su fundación, desde la boda a la llegada del primer hijo (Salmo 127:1,2); la familia y sus hijos emprendiendo juntos el camino de la grandeza familiar (Salmo 127:3-5); el tercer momento, la familia y el cumplimiento de su propósito, la Biblia es una escuela para padres (Salmo 128:1-3; y, finalmente la familia y el nido vacío (Salmo 128:4-6). Este es el tiempo cuando los hijos se van del hogar para formar el suyo propio. Desde luego es un tiempo nostálgico.

Mary y yo, en nuestro andar de más de 50 años de matrimonio, hemos vivido todos estos tiempos y solo nos resta el último momento del matrimonio Aular Dámaso -cuando nos toque salir respondiendo Su llamado para vivir con Él-. Sabemos que nuestro amado SEÑOR, estará allí porque Él es “Fiel y Verdadero.”

Hace varios años mientras escribía un sermón sobre el tema de los Salmos 127,128, también escribí un poema que nos describe la alegría, nostalgia y recuerdos del evento que he llamado:

Cuando los hijos se van
Que vivas para disfrutar de tus nietos.”
Salmo 128:4 (NTV)
Francisco Aular

Cuando los hijos se van
se queda el nido vacío…
Y nos dejan los recuerdos
de los momentos vividos.
Cuando los hijos se van
se van como los tuvimos,
como el regalo de Dios
que iluminó el camino.
Como flechas disparadas
que dan en el blanco mismo,
cultivados en el hogar
como una planta de olivo.
Cuando los hijos se van
a cumplir con su destino
buscamos en todo lugar…
Sus travesuras, sus gritos…
Allí crecieron en la fe
que con fe les infundimos:
Confianza en las Escrituras
que es el Libro de los libros;
que el cielo es un regalo
que comprara Jesucristo.
Cuando los hijos se van
nos quedamos sorprendidos
ojeando aquel álbum viejo
ver que no somos los mismos,
que el tiempo pasó veloz
como el fluir de los ríos;
como el brillar de las estrellas
en negras noches de estío.
Se sienten lágrimas tibias
entre suspiro y suspiro…
Que cumplimos la tarea:
¡Darle crianza a nuestros hijos!
Cuando los hijos se van
se queda un rosal marchito
que solo vuelve a brotar
con los hijos de los hijos…
¡Esos alborotadores
que nos movieron el piso!
Con solo verlos venir
sin pedir nuestro permiso.
Galopando en nueva historia
al cerrar nuestro capítulo…
Cuando los hijos se van
se queda el nido vacío…
Y nos dejan los recuerdos
De los momentos vividos.
Toronto, 22 de junio de 2012

Oración:
SEÑOR gracias por compartir con el ser humano el privilegio y responsabilidad de ser padres por tu gracia. SEÑOR, hazme brillar para que mis hijos y nietos, vean y encuentren el verdadero propósito de la vida. Dame constancia, pasión por ti, amor, fe y valor para sentirte en nuestro hogar primero, y después con mi familia, compartir que contigo, sí se puede. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
La formación del carácter de tus hijos y tus nietos en el futuro, depende de lo que hagas con Dios, Su Palabra y Su Iglesia, hoy.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?

jueves, 30 de mayo de 2019

La ira: enemigo número uno de la familia

Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com        
Lectura devocional: Efesios 4:17-32  
Sea quitada de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritos, maledicencia, así como toda malicia. Sed más bien amables unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, así como también Dios os perdonó en Cristo. Efesios 4:31,32.

¡Salvemos a la familia de su enemigo numero uno: la ira no resuelta bíblicamente!

¡Este destructor anda suelto! Se disfraza de todas maneras pero cuando menos nos damos cuenta aparece nuevamente. La ira es la causante de mujeres maltratadas, hombres maltratados y niños maltratados. La ira es uno de los pecados que todos los miembros de la familia podemos cometer y sus resultados pueden enviarnos a la cárcel, el hospital, el cementerio y al infierno. Vale la pena repetirlo, nadie en la familia escapa a la ira. El esposo se llena de ira, pierde el apetito y sale tirando la puerta, tras de sí, jurando no volver más a la casa. La ira hace que empuñe la botella para olvidar y vive en un circo vicioso sin fin. La esposa se enoja y provoca la ira al esposo y a sus hijos, y se levanta un fuerte dolor de cabeza. El muchacho y la muchacha se disgustan y quiere hasta cambiarse el apellido, porque según dicen: “¡Sus padres no los entienden!” Hasta el bebé recién nacido se encoleriza y hace que todos en la casa, pierdan el sueño…La ira engendran el remordimiento, el rencor y la venganza en el corazón humano. La ira promueve la discordia en la familia, daños contra la sociedad y atentados contra el estado. La ira, lleva su cizaña a la escuela y allí descarga su pistola o su rifle. Muy a menudo la ira acaba con el matrimonio porque se disuelve para evitar males mayores. Por la ira de un gobernante se rompen las relaciones comerciales con otras naciones. Afilándose en la piedra del enojo no resuelto, el filo del cuchillo de la indignación corta las relaciones humanas, más antiguas. ¡Nadie puede decir estoy a salvo de este peligroso enemigo! Tiene mil vidas y un odio que usted consideraba muerto, puede resucitar en fracciones de segundos. ¿Cuál es el resultado? Hoy contemplamos llenos de terror los noticieros y por estos medios nos enteramos de los crímenes más horrendos. Madres que asesinan a sus hijos. Padres que asesinan a sus hijos. Hijos que asesinan a sus padres. ¡Vean ustedes los crímenes contra las mujeres en varias ciudades latinoamericanas y en otras naciones del mundo!

¡Salvemos a la familia de su enemigo número uno!

La Biblia condena la ira. Las iglesias denuncian y buscan soluciones bíblicas contra este flagelo que nos asedia, porque la ira ataca, asalta y mata. El Estado gasta millones de dólares intentando prevenirla. La ira no se sacia hasta no ver la destrucción, causando a las victimas daños espirituales, mentales y físicos. Como todos los sabemos la ira tiene dos vías y perjudica tanto al que la recibe como al que la envía. Por cuanto la ira ha causado el ser humano dolor, confusión, sufrimientos y muertes. Dios abomina la ira: “Deja la ira, y desecha el enojo; no te excites en manera alguna a hacer lo malo” (Salmo 37.8) Salomón lo expresó así: “Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad” (Proverbios 16.32) “Por esto mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse” (Santiago 1.19)

La Biblia nos da la única solución

 ¡Salvemos a la familia de su enemigo numero uno! Buscando la solución que nos da la Biblia. De una vez por todas, tenemos que entender que Dios tiene un propósito en todo lo que ha hecho. ¡Su revelación está en la Biblia! Porque debemos recordar que “así como existen leyes naturales que rigen en el universo, también hay leyes espirituales que rigen nuestra relación con Dios”. La Biblia nos dice que todo comienza con Dios. Esta vida humana, no se trata de mí; sino de Él. En efecto la Biblia dice: “Porque todo, absolutamente todo en el cielo y en la tierra, visible e invisible…todo comenzó en Él y para los propósitos de Él” (Colosenses 1.16) Pero lo grande es que dice la Biblia que Dios es amor, y nos ama en “gran manera”: “Porque de tal manera amó Dios al mundo…” Pero el pecado que vive en cada ser humano, nos separa de Dios. El pecado nos impide conocer y experimentar el amor y el plan de Dios, tanto para el individuo, como el matrimonio, la sociedad y las naciones. Un abismo existía entre un Dios santo el hombre pecador. El hombre estaba perdido en cuanto a su relación con Dios. Por eso, vino JESUCRISTO a la tierra como la única provisión de Dios para el pecador. Sólo a través de CRISTO quien es el regalo de la vida eterna para el pecador, el ser humano, sea reconciliado con Dios. Así lo enseñó el Señor JESUCRISTO: “Porque el Hijo del Hombre vino  a buscar y a salvar lo que se había perdido” (Lucas 19.10). El hecho de que Jesucristo, vivió. Murió. Fue sepultado; pero al tercer día resucitó, nos garantiza que Dios está agradado del sacrificio del SEÑOR JESUCRISTO por nosotros los pecadores. JESUCRISTO es nuestra única esperanza para salvación: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 1.14)

Solo JESUCRISTO, nos salva de la ira

Nuestro lema es en estos días difícles para la conviencia y armonía familar es: ¡Salvemos a la familia! Porque ciertamente un matrimonio que sigue las directrices de Dios que están en la Biblia, triunfa. En efecto, en JESUCRISTO nacemos de nuevo; en JESUCRISTO crecemos día  a día. En JESUCRISTO podemos amar, respetar y perdonar. ¡No podrás vencer la ira solo! ¡Busca ayuda antes de que el enemigo te venza! Teniendo a JESUCRISTO, lo tenemos todo. Por ello, un individuo, un matrimonio y una familia que tiene una atmósfera hogareña que se respira “En el SEÑOR”. Será un ejemplo, en esta hora difícil, para la familia y mantendrá a raya minutos a minuto y días tras día, a la ira, el enemigo numero uno de la familia.

Nada te turbe,
nada te espante,
todo se pasa,
Dios no se muda,
la paciencia
todo lo alcanza.
Quien a Dios tiene
nada le falta.
Sólo Dios basta.
(Teresa de Jesús)
Oración:
Padre eterno:
¡Gracias SEÑOR! Porque al darme la nueva vida,me has dado el secreto para librarme de la batalla contra mi ira, aún las que vienen de muy atrás porque tú has hecho una limpieza total en todo mi ser. Ayúdame a ser un instrumento de tu paz y amor en cualquier ambiente por donde camine. En el nombre de JESÚS. Amén
Perla de hoy:
Sólo Dios puede hacernos: “pronto para oír, tarde para hablar, tardo para la ira.”
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?

miércoles, 29 de mayo de 2019

Cuando los viejos se van

Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional: Josué 24:14-31
 Después de  eso, Josué, hijo de Nun y siervo del Señor, murió a los ciento diez años de edad. Josué 24:29 (NTV)

Cuando el duelo nos visita

La muerte espiritual tuvo su entrada desde el mismo momento en que Adán y Eva la experimentaron al ser expulsados del paraíso celestial, y al declararse ellos enemigos de Dios. Luego de esto vino la muerte física, la cual ha sido un verdadero y doloroso misterio para el ser humano. Los filósofos griegos que ahondaron en muchas cosas de la vida, escribieron: “Cada uno de nosotros deja la vida cuando llega su último instante con el sentimiento de que apenas acaba de nacer”; algunos han dicho que “se empieza a morir cuando se nace”. Muerte significa, ante todo, separación, por ello está rodeada de sufrimiento, dolor y llanto. Cuando nacemos de nuevo “pasamos de muerte a vida” (Efesios 2:1,2).

¡JESÚS mató a la muerte!

La muerte, como separación espiritual entre Dios y el ser humano ha sido eliminada al llegar a nosotros la vida Zoé, es decir, ¡JESUCRISTO!: “Y este es el testimonio que Dios ha dado: él nos dio vida eterna, y esa vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida” (1 Juan 5:11,12. NTV). En el terreno espiritual de nuestra relación con Dios, ¡viviremos para siempre!, pero, todavía, como seres humanos, moriremos a esta vida humana que poseemos. Es innegable que la separación, como en toda despedida, habrá tristeza y lágrimas. ¡Pero tenemos todavía la esperanza viva de la resurrección, esta verdad nos sostiene! Especialmente, cuando los viejos se van: Y ahora, amados hermanos, queremos que sepan lo que sucederá con los creyentes que han muerto, para que no se entristezcan como los que no tienen esperanza. Pues, ya que creemos que Jesús murió y resucitó, también creemos que cuando Jesús vuelva, Dios traerá junto con él a los creyentes que hayan muerto” (1 Tesalonicenses 4:13,14. NTV).

Los primeros se van primero

¿Qué podemos decir cuando los abuelos se van? Ellos son el puente entre el pasado y el presente porque llegaron primero, y parece muy normal que se vayan primero. Aunque todo proceso de separación es doloroso y por ello, dejan ese vacío en el hogar pero en cierta manera, sus consejos y ejemplos, nos acompañarán. ¡Ese legado es para siempre!

Lo expreso mejor en un poema porque la poesía sale desde el alma, y nos habla al espíritu. Allí va…

Cuando los viejos se van
Francisco Aular
Toronto, 18 de julio de 2012
Permíteme proclamar tu poder a esta nueva generación, tus milagros poderosos a todos los que vienen después de mí. (Salmo 71:18b. NTV)
              I
Cuando los viejos se van
se produce tal vacío
que no lo pueden llenar
ni el llanto ni los suspiros.
Cuando los viejos se van
es como cerrar un libro
que nos enseñó a ser sabios
y quedamos de él, cautivos.
Cuando los viejos se van
se va aquel soplo divino
que produjo la partícula
que selló nuestro destino.
Cuando los viejos se van
para siempre cierra el ciclo:
Enamoramiento y boda,
la llegada de los hijos…
El arribo de los nietos,
y aquel amor infinito.
Cuando los viejos se van
se queda cuanto le dimos:
Honra, amor y respeto
como sus nietos e hijos.
Cuando los viejos se van
siempre decimos lo mismo:
“Se marcharon lentamente
que casi no lo supimos,
solo cabe recordarlos,
como si estuvieran vivos.”
                 II
Cuando los viejos se van
se va un pedazo de patria,
una parte de nosotros,
se va una porción del alma,
la parte de nuestra historia
celosamente guardada.
Cuando los viejos se van
nos dejan siempre grabadas
esa imagen de sus sueños,
las alas de la esperanza.
Y la herencia incorruptible
que los abuelos hablaban:
La fe firme en Jesucristo,
la confianza en la Palabra.
Que la asistencia a la Iglesia
nunca fuera descuidada…
Cuando los viejos se van
seguiremos sus pisadas
en esta vida cristiana:
Obedecer al Señor, con amor,
sin reservas y sin  retiradas.
Cuando los viejos se van
se produce tal vacío
que no lo puede llenar
ni el llanto ni los suspiros.

Oración:
PADRE Eterno:
No has hecho para ti y tu familia celestial, y nos diste un hogar y un familia para que nos transmitiera tu Vida y tus valores a través de nuestro padres del pasado, entre otros. ¡Gracias por los abuelos hoy los honramos en vida y en sus memorial! Ayúdamos para ser la familia terrenal que tú tuviste en mente al Crearnos. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
Las palabras y las acciones hablan mucho más a medida que envejecemos.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe  algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?

martes, 28 de mayo de 2019

¿Para qué sirve la familia?

Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional: Salmo 127
¿Para qué sirve la familia?
Los hijos son un regalo del Señor; son una recompensa de su parte. Los hijos que le nacen a un hombre joven  son como flechas en manos de un guerrero. ¡Qué feliz es el hombre que tiene su aljaba llena de ellos! Salmo 127:3,4 (NTV)

¿Cómo edificas a tu familia?

Charles R. Swindoll en su libro Afirme sus valores, comparte una bella ilustración a través de una leyenda, de lo que en esencia marcaría la pauta del segundo momento o etapa de la familia: “Entre las leyendas hay una que habla de un superintendente y mirón medieval, que preguntó a tres albañiles de una obra que estaban haciendo. El primero contestó que ponía ladrillos; el segundo describió su tarea de cómo edificar un muro; pero aquel que demostró verdadera estima por su trabajo fue el tercero, cuando dijo: “Estoy construyendo una gran catedral”. Haga la misma pregunta a dos padres cualquiera en relación con su papel en la familia y probablemente obtendrá el mismo tipo de contraste. El primero, puede que diga: “Estoy manteniendo a una familia”; pero el segundo vea las cosas de un modo diferente, y exprese: “Estoy criando hijos”. Aquel considera que su trabajo es poner pan en la mesa; pero éste, ve las cosas desde la perspectiva de Dios: está participando en la formación de vidas humanas.

¡Flechas en nuestras manos!

¡Qué precioso momento cuando llegan los hijos al hogar! “Los hijos son un regalo de Dios”. “Son como flechas en manos de un guerrero.” ¡Disparemos esas flechas hacia el blanco de la voluntad de Dios! Sin embargo, requerirá que nos concentremos en amarlos, guiarlos y educarlos para que sean hombres y mujeres de bendición tanto en la vida familiar, como en la eclesiástica, y en la sociedad. El hogar es el lugar apropiado para sembrar los valores que los harán seres útiles en medio de un mundo necesitado de lo puro y lo grande. En esta etapa tenemos muy poco tiempo para hacer de ese pequeñín, un monstruo o un  santo. De las instituciones que Dios ha creado para que los seres humanos puedan aprender sus deberes y derecho como: la familia, el estado, la escuela y la iglesia. ¡Nadie puede superar la familia en producir a hombres y mujeres de bien!

Como criar hijos delincuentes

Pensando en esto de la responsabilidad de los padres en la buena crianza de sus hijos, está corriendo por la red del Internet, un escrito que editó el Departamento de Policía de Houston, Texas, cuyo título es “Como criar hijos delincuentes”, dice así:
1.   Déle a su hijo todo lo que pida. Pensará que tiene derecho a obtener todo lo que desea.
2.   Ríase cuando su hijo diga malas palabras. Crecerá pensando que el irrespeto es divertido.
3.   Jamás reprenda a su hijo por su mal comportamiento. Crecerá pensando que no existen reglas en la sociedad.
4.   Recoja todo lo que su hijo desordena. Crecerá creyendo que otros deben hacerse cargo de sus responsabilidades.
5.   Permítale ver cualquier programa de televisión. Crecerá creyendo que no hay diferencias entre ser niño y ser adulto.
6.   Dé a su hijo todo el dinero que pida. Crecerá pensando que obtener dinero es fácil y no dudará en robar para conseguirlo.
7.   Póngase siempre de parte de él, contra vecinos, maestros y policías. Creerá que lo que él hace siempre está bien y son los otros lo que están mal.
“Siguiendo estas instrucciones le garantizamos que su hijo será un delincuente y nosotros tendremos una celda lista para él.”

¿Para qué sirve tu familia?

Si alguien le pregunta que está haciendo de importante en su vida, responda: Estoy levantando una familia para la gloria de Dios, porque la Biblia dice: Los hijos son un regalo del Señor; son una recompensa de su parte.  Los hijos que le nacen a un hombre joven son como flechas en manos de un guerrero. ¡Qué feliz es el hombre que tiene su aljaba llena de ellos!
    No pasará vergüenza cuando enfrente a sus acusadores en las puertas de la ciudad. Salmo 127:3-5 (NTV).

Oración:
Amado Padre Celestial:
Tú diseñaste el matrimonio y la familia para que el ser humano sea feliz. Gracias te doy por mi familia e invoco tu bendición sobre cada familia y hogar en cualquier lugar, ya sea una choza, una cabaña, en las granjas o en las ciudades; haz que en cada hogar se sienta tu presencia e influencia bienechora. En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
Tener flechas no te hace un buen arquero, ni tener hijos un buen padre.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe  algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?

lunes, 27 de mayo de 2019

¡Cuida tu hogar y familia!

Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
LUNES, 27 de mayo de 2019
Lectura devocional: Salmo 127      
¡Cuida tu hogar y familia!
Si el Señor no construye la casa,
    el trabajo de los constructores es una pérdida de tiempo.
Si el Señor no protege la ciudad,
    protegerla con guardias no sirve para nada. Salmo 127:1 (NTV)
Otra vez, vengo con mi corazón lleno de gratitud al SEÑOR por habernos dejado las Sagradas Escrituras y en ellas encontrar la sabiduría divina que ha resistido la prueba y sinsabores de los tiempos. En efecto, los salmos 127 y 128, encontramos que toda familia pasa por cuatro grandes momentos o etapas: La familia en su fundación; la familia y sus hijos: la familia y el cumplimiento de su propósito; la familia y el nido vacío. No dudo que en todo este proceso, las tormentas de la vida, vengan con todo su ímpetu contra la primera institución creada por Dios. Sin embargo, el Creador de la familia, si lo buscamos como lo aconseja la Biblia, va con nosotros. Al fin y al cabo, Él creó la familia, Él sabe como llevarla hasta el final: “El temor del Señor es la base del verdadero conocimiento, pero los necios desprecian la sabiduría y la disciplina.” (Proverbios 1:7; NTV). ¡Cuida tu hogar y tu familia!
La Biblia es en realidad un libro para toda la familia que comienza con la razón fundamental que Dios tuvo en Su mente al crearla:Esto explica por qué el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su esposa, y los dos se convierten en uno solo.” (Génesis 2:24 NTV).
Siglos después, JESÚS, enseñó: “Como ya no son dos sino uno, que nadie separe lo que Dios ha unido.” (Mateo 19:6 NTV) ¡Todo matrimonio, todo hogar y toda familia es el milagro de Dios en unir a dos seres distintos en un solo ser! ¡Dos voluntades que sometiéndose a Dios, llegan a ser una sola voluntad! ¡Este es el primer gran momento de una familia y eso hay que celebrarlo! El amarse el uno al otro es algo personal pero el matrimonio es un proyecto colectivo que beneficiará a la sociedad. Por todo esto, el matrimonio bíblico, entre un hombre y una mujer, es siempre una ocasión feliz para resaltar lo que dice la Palabra del salmista:Si el Señor no construye la casa, el trabajo de los constructores es una pérdida de tiempo. Si el Señor no protege la ciudad,
 protegerla con guardias no sirve para nada. Es inútil que te esfuerces tanto, desde la mañana temprano hasta tarde en la noche, y te preocupes por conseguir alimento; porque Dios da descanso a sus amados.” (Salmo 127:1,2 NTV).
¡Ningún esfuerzo humano puede superar, lo que el Creador de la familia, está dispuesto a hacer y ha hecho, desde el principio de la historia de la humanidad¡ El matrimonio o la familia es como una pequeña ciudad, el salmista tiene en mente las ciudades de su época en que primero se construían los muros para protegerla y mantener fuera a los enemigos. Luego una vez terminados los muros, se entregaba al SEÑOR el cuidado de la ciudad, y se colocaban guardias en las cumbres de los muros para evitar la sorpresa de un ataque.
Un hombre y una mujer comienzan bien su empresa matrimonial cuando el fundamento del hogar es la obediencia a la Palabra de Dios, hacen la decisión radical de servirle a Dios como familia, pase lo que pase. “Pero en cuanto a mí y a mi familia, nosotros serviremos al Señor.” (Josué 24:15 NTV).
Si vas a comenzar un hogar y tienes en mente dedicarlo para la gloria de Dios, ¡ese es un hermoso proyecto al cual me uno de todo corazón! Ahora bien, si has tenido un hogar separado de la Palabra de Dios, nunca es tarde cuando hacemos a JESÚS el invitado de honor en nuestro hogar. Pongan a Dios en la prioridad más y elevada y Él hará maravillas con ustedes y su familia.
Siempre que voy a comenzar a predicar sobre el tema de la familia, hago una pregunta para “romper el hielo”: ¿Cuántos tienen familia? Como respuesta, ¡todos levantan sus manos afirmativamente! Pero aquí va otra al final: ¿Cuántos cuidan a su hogar y su familia? La respuesta que tengas, es muy importante, por lo tanto, sobre tus bienes más valiosos en este mundo: ¡Cuida tu hogar y tu familia!
Yo le serviré al SEÑOR  
Francisco Aular
“Por mi parte, mi familia
y yo serviremos al Señor.”
Josué 24:15 (NVI)
Si me pides un consejo
que mitigue tu vigilia,
únete al pueblo de Dios
y contigo: tu familia.
Sigue al Señor Jesucristo
el cual siempre nos auxilia.
JESÚS es la paz del cielo
y con Dios, nos reconcilia.
El hogar que tiene a CRISTO
De más nada, necesita.
No le faltará, el amor
ni el techo, ni la comida.
El tiempo pasa veloz
y con él se va la vida.
y al final solo nos queda
Dios y con Él, la familia.
En vano son tus esfuerzos
Si el Señor, no la edifica.
Ama y cuida a tu esposa
a tus hijos tenle estima.
Ellos son tu gran tesoro:
Ellos son tus flechas vivas.
Y así tú dirás también con
Josué en despedida:
“Yo le serviré al Señor,
y conmigo: ¡Mi familia!…”
Oración:
Amado Padre Celestial:
Tú diseñaste el matrimonio y la familia para que el ser humano sea feliz. Gracias te doy por mi familia e invoco tu bendición sobre cada familia y hogar en cualquier lugar, ya sea una choza, una cabaña, en las granjas o en las ciudades; haz que en cada hogar se sienta tu presencia e influencia bienechora. En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
Lo hemos oído, lo hemos predicado, hagamoslo una realidad: La familia que ora unida, permanece unida.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?