martes, 31 de mayo de 2022

¡BUENOS DÍAS, ESPERANZA! (2-2)

Francisco Aular
faular@hotmail.com
MIÉRCOLES, 1 de junio de 2022
Lectura devocional: 1 Corintios 13:1-13
Tres cosas durarán para siempre: la fe, la esperanza y el amor; y la mayor de las tres es el amor. 1 Corintios 13:13 (NTV)

“Esperanza es confiar, en que la voluntad de Dios siempre es mejor que nuestros planes”. Anónimo.

“Creo firmemente que, incluso en medio de los obuses que estallan y de los cañones que retumban, permanece la esperanza de un radiante amanecer”. Martin Luther King.

¡Buenos días esperanza! Eres la certeza que mostraré en esa eternidad futura, revestido de la gloria de DIOS con un cuerpo convertido en Su gloria y seré como Él es para siempre. Estaré alli rodeado de tres amigos inseparables: la fe, la esperanza y el amor: (1 Corintios 13:13)

 

¡Buenos días, esperanza! La Biblia dice: “Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo?”. (Romanos 8:24). ¡JESÚS es DIOS! Esperanza, tú me das la confianza para mantenerme en la fe, el amor y la humildad hasta contemplar la plenitud de mi salvación en la eternidad futura: “Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro (1 Juan 3:3).

¡Esperanza mantenme con el gozo y la pureza tuyas! 

 

¡Buenos días esperanza! Eres la certeza de la gloria de DIOS en mí: “a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria,” (Colosenses 1:27). Espero ese día de mi salto más allá de las nubes y del sol. Esperanza eres la certeza que mostraré en esa eternidad futura, revestido de la gloria de DIOS con un cuerpo convertido en Su gloria y seré como Él es para siempre. Hoy, me glorío en ti esperanza: “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios”. (Romanos 5:1,2).

¡Esperanza voy de tu mano hasta la gloria!

 

¡Buenos días esperanza! Acompáñame en mi marcha hacia lo eterno. Ven conmigo y dame fuerzas para no rendirme. Contigo mi vida será plena aún aquí en la tierra, a pesar de la enfermedad, las crisis que enfrentaré, tú estarás conmigo. Por ti, no marcho hacia la muerte; sino hacia la Vida.

“¿Por qué voy a inquietarme?

¿Por qué me voy a angustiar?

En Dios pondré mi esperanza,

y todavía lo alabaré.

¡Él es mi Salvador y mi Dios!”.

(Salmos 42:5, NVI).

¡Esperanza gracias por estar allí!

 

¡Buenos días esperanza! Sé que siempre estarás desde la eternidad presente a la eternidad futura. Acompáñame parto de aquí para ver a los que creyeron en JESÚS. Lo veremos cara a cara con la esperanza de la resurrección en la gloriosa mañana, cuando me levantaré desde mis restos para reinar con el SEÑOR JESÚS y contigo, la fe y el amor. Será un fabuloso mañana en un mundo perfecto:

“Entonces, cuando nuestros cuerpos mortales hayan sido transformados en cuerpos que nunca morirán, se cumplirá la siguiente Escritura:

«La muerte es devorada en victoria. 

Oh muerte, ¿dónde está tu victoria?

Oh muerte, ¿dónde está tu aguijón?” (1 Corintios 15: 54,55,NTV).

 

¡Esperanza ese día será nuestro triunfo final! 

 

¡Adelante, siempre adelante!

Oración:

SEÑOR AUTOR Y PADRE DE LA ESPERANZA:

¡Gracias por poner en acción con la esperanza que vive en mí por la mediación de tu amado HIJO JESÚS. Ayúdame a ser un ser humano lleno de ti para llenar este mundo, sin ti y la esperanza que vive en tus hijos verdaderos. En el nombre de JESÚS.

Perla de hoy:

El Cristiano verdadero es el ser humano que puede batallar y luchar y cada día al decir: ¡Buenos días, esperanza y dejar que ella nos ayude.

 

lunes, 30 de mayo de 2022

¡BUENOS DÍAS ESPERANZA! (1 de 2)

Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: 1 Corintios 13:1-13
Tres cosas durarán para siempre: la fe, la esperanza y el amor; y la mayor de las tres es el amor. (1 Corintios 13:13,NTV)

“La esperanza cristiana no teme ni se plantea el problema de que tal vez las promesas de Dios sean verdaderas. Es la confiada expectación de que no pueden ser nada más que la verdad”. Palabras griegas del Nuevo Testamento, William Barclay

¡Buenos días esperanza! Acompáñame en mi marcha hacia lo eterno. Ven conmigo y dame fuerzas para no rendirme.

 

¡Bueno días esperanza! Siéntate a mi lado que hablaré de ti para aquellos que no te han conocido. Esperanza ese día que llegaste a mi vida, me trajiste todo lo hermoso de la vida en la tierra, y desde aquí tengo la Vida Eterna. Desde entonces, siempre llegas a tiempo para alentarme en este viaje, en mi misión histórica y hacia mi destino eterno. Esperanza tú y el esperar me han sostenido en esos momentos oscuros: “Que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz a ustedes que creen en él, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo”. (Romanos 15:13). Esperanza, especialmente tú escuchaste los gritos de mi alma, y viniste. Hoy todo rebosa de gozo. Tú eres todo en todo. Esperanza eres una puerta abierta en el horizonte entre esta vida pasajera y la plenitud del reino porvenir. ¡Esperanza nunca me faltes!

 

¡Buenos días es esperanza! Contigo me he enfrentado a la vida y al mundo, y el optimismo me embarga: “En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo”. (Efesios 2:12). Esperanza eres una puerta abierta en el horizonte de esta vida pasajera. ¡Esperanza espero en ti con fe y amor!

 

¡Buenos días esperanza! Acompáñame en mi marcha hacia lo eterno. Por ti, no marcho hacia la muerte; sino hacia la vida. Gracias a ti, la muerte de un Cristiano no es un salto al vacío en la nada, ni una aniquilación definitiva. Morir, es apenas el umbral a la resurrección. Es apenas el esperar la gloriosa mañana en que me levantaré de mis restos para reinar contigo en un mundo perfecto, así será el triunfo final de mi esperanza: “Y no solo en esto, sino también en nuestros sufrimientos, porque sabemos que el sufrimiento produce perseverancia; la perseverancia, entereza de carácter; la entereza de carácter, esperanza. (Romanos 5:3,4). ¡Esperanza gracias por darme tanto!

 

¡Buenos días esperanza! Me has hecho sentir el gozo de ser un hijo de DIOS, por ello no caigo en melancolía ni en la desesperación. Sé que el gozo que me haces sentir como cristiano nacido de nuevo, me llevas en compañía de la fe y el amor y por ello, sé que nada es imposible para DIOS: “Sólo yo sé los planes que tengo para ustedes. Son planes para su bien, y no para su mal, para que tengan un futuro lleno de esperanza”. (Jeremías 29:11 RVC).¡Esperanza me llenas para ser vencedor!

 

¡Buenos días, esperanza! Eres hija de la gracia de DIOS en acción al descubrir la Vida Eterna en mí al recibir la salvación por el nuevo nacimiento. Esperanza me alienta saber que me llevaste a no solo ser una criatura de DIOS, sino Su hijo. Todo ello, producido por la Palabra y el ESPÍRITU SANTO al recibir el cielo como regalo de CRISTO. Esperanza, tú estabas conmigo aquel día que comprendí que no me gano el cielo por mis propios esfuerzos, sino que la recibimos gratuitamente por tus compañeros: la fe, el amor y tú: “Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia”. (2 Tesalonicenses 2:16). ¡Esperanza gracias por acompañarme siempre!

¡Adelante, siempre adelante!

 

Oración:

SEÑOR AUTOR Y PADRE DE LA ESPERANZA:

¡Gracias por poner en acción con la esperanza que vive en mí por la mediación de tu amado HIJO JESÚS. Ayúdame a ser un ser humano lleno de ti para llenar este mundo, sin ti y la esperanza que vive en tus hijos verdaderos. En el nombre de JESÚS. Amen

Perla de hoy:

El Cristiano verdadero es el ser humano que puede batallar y luchar y cada día al decir: ¡Buenos días esperanza y dejar que ella nos ayude!

 

¿QUIÉN APRETÓ EL GATILLO? (2 de 2)

Francisco Aular

perlasdelalma@gmail.com       

Lectura devocional: Efesios 4:26-32

Enójense, pero no pequen; no se ponga el sol sobre su enojo, ni den oportunidad al diablo. (Efesios 4:26,27) (NBLA). Busquen la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. Asegúrense de que nadie deje de alcanzar la gracia de Dios; de que ninguna raíz amarga brote y cause dificultades y corrompa a muchos.

Hebreos 12:14-15 (NVI)

 

La Biblia nos da la única solución

 

¡Salvemos al matrimonio y a la familia de su enemigo numero uno, la ira! Buscando la solución que nos da la Biblia. De una vez por todas, tenemos que entender que DIOS tiene un propósito en todo lo que ha hecho. ¡Su revelación está en la Biblia! Porque debemos recordar que “así como existen leyes naturales que rigen en el universo, también hay leyes espirituales que rigen nuestra relación con DIOS”. 

 

Con esto quiero decir que la Biblia nos dice que todo comienza con DIOS. Esta vida humana, no se trata de mí; sino de ÉL. En efecto la Biblia dice: “Porque todo, absolutamente todo en el cielo y en la tierra, visible e invisible…todo comenzó en Él y para los propósitos de Él” (Colosenses 1.16) Pero lo grande es que dice la Biblia que DIOS es amor, y nos ama en “gran manera”: “Porque de tal manera amó Dios al mundo…” Pero el pecado que vive en cada ser humano, nos separa de DIOS. El pecado nos impide conocer y experimentar el amor y el plan de DIOS, tanto para el individuo, como el matrimonio, la sociedad y las naciones. Un abismo existía entre un DIOS SANTO y el hombre pecador. 

 

A causa de su pecado, el ser humano estaba perdido en cuanto a su relación con DIOS. Por eso, vino JESUCRISTO a la tierra como la única provisión de DIOS para el pecador. Sólo a través de CRISTO quien es el regalo de la vida eterna (Vida Zoé), para el pecador, el ser humano, se ha reconciliado con DIOS. Así lo enseñó el SEÑOR JESUCRISTO: “Porque el Hijo del Hombre vino  a buscar y a salvar lo que se había perdido” (Lucas 19.10). El hecho de que JESUCRISTO, vivió. Murió y resucitó, nos garantiza que DIOS está agradado del sacrificio del SEÑOR JESUCRISTO por nosotros los pecadores. JESUCRISTO es nuestra única esperanza para salvación: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 1.14) 

 

Solo JESUCRISTO, nos salva de la ira

 

Nuestro lema es en estos días difíciles para la convivencia y armonía familiar por el dominio de la ira: “ni den la oportunidad al diablo”… Los recientes eventos de individuos llenos de ira causan tragedias como la de Texas con sus armas letales nos hablan claro al respecto. Así pues,  por lo general, lamentablemente son el fruto de raíces de amargura que comenzaron en la familia. Porque ciertamente un matrimonio y familia que siguen las directrices de DIOS que están en la Biblia, triunfa sobre la ira. 

 

¡En JESUCRISTO El enemigo, la ira, está vencido!

 

Esto es así, porque en efecto, en JESUCRISTO nacemos de nuevo; en JESUCRISTO crecemos día  a día. En JESUCRISTO podemos amar, respetar y perdonar. ¡No podrás vencer la ira solo! ¡Busca ayuda antes de que el enemigo te venza! Teniendo a JESUCRISTO, lo tenemos todo. Por ello, un individuo, un matrimonio y una familia que tiene una atmósfera hogareña que se respira “En el SEÑOR”. Será un ejemplo, en esta hora difícil, para la familia y mantendrá a raya la ira, minutos a minuto y días tras día. Por repetimos el enemigo numero uno de la familia. 

 

¡Ojo! El Nuevo Testamento habla en bien claro a los creyentes, nos está diciendo que aun a los discípulos, los cristianos nacidos de nuevo y que estamos en nuestras iglesias, debemos vestirnos con nuestra nueva naturaleza que DIOS nos ha dado y mostremos el fruto del Espíritu Santo en todo lo que somos y hagamos, es decir: “En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas”. (Gálatas 5:22,23,NTV). Como lo describió una gran mujer del Siglo de Oro de la poesía…

 

Nada te turbe, 

nada te espante, 

todo se pasa, 

Dios no se muda, 

la paciencia 

todo lo alcanza. 

Quien a Dios tiene 

nada le falta. 

Sólo Dios basta.

(Santa Teresa de Jesús)

Oración:

PADRE ETERNO:

¡Gracias SEÑOR! Porque al darme la nueva vida, me has dado el secreto para librarme de la batalla contra mi ira, aun las que vienen de muy atrás porque tú has hecho una limpieza total en todo mi ser. Ayúdame a ser un instrumento de tu paz y amor en cualquier ambiente por dónde camine. En el nombre de JESÚS. Amén

Perla de hoy:

Sólo DIOS puede hacernos: “pronto para oír, tarde para hablar, tardo para la ira.”

domingo, 29 de mayo de 2022

¡POR FAVOR: REGÁLAME UNA ORACIÓN!

Salutación

Francisco Aular

faular@hotmail.com

Lectura devocional: Romanos 15: 23-30

Mis amados hermanos, les pido encarecidamente en el nombre de nuestro Señor Jesucristo que se unan a mi lucha orando a Dios por mí. Háganlo por el amor que me tienen, ese amor que el Espíritu Santo les ha dado. Romanos 15:30 (NTV)

 

Una exclamación que he oído desde niño es ¡qué rápido pasa el tiempo! ¡Esto es cierto, al menos desde la perspectiva humana! Tengo 59 años disfrutando de la aventura espiritual de la vida Zoé, la Vida Eterna al lado de mi familia espiritual en una iglesia local. Por 57 años consecutivos no dejé de congregarme, el abrazo, las palabras y aún el olor de cada hermano en CRISTO, viven en mí; nada es comparable con la vida presencial de la iglesia del SEÑOR. Porque ciertamente, la iglesia no es el templo; pero el templo o cualquier lugar en que la iglesia local, se reúne es indispensable para relacionarnos como lo dice la Biblia “unos a los otros”. 

 

En realidad, esta pandemia -cuyos efectos todavía padecemos- ha sacado lo mejor de todos nosotros en cuanto a la oración-, a la luz de Romanos 8:28 “Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de quienes lo aman y son llamados según el propósito que él tiene para ellos”. 

 

Por lo demás, he tenido a lo largo de mi vida la bendición de hermanos que me han regalado diariamente, al menos, una oración. Creo que mi tía Blasita de Sánchez fue la primera intercesora por mí; yo tenía 15 años en 1960 cuando en unas vacaciones la visité en mi pueblo Albarico, estado Yaracuy, Venezuela. 

 

Y mi tía Blasita, me dijo que me tenía en oración todos los días para que yo me convirtiera al evangelio del Reino, y con su hermosa voz me cantó el himno “La tierna voz del Salvador.” Tres años después yo vine a Cristo. Mi tía me había regalado sus oraciones, y DIOS la había oído.

 

Luego en los días del inicio de la Marcha Evangelizadora, conocí en el pueblo de El Palmar, estado Bolívar, a la anciana María Reina. Aconteció que ese viaje lo realicé una semana después de una gira por los estados de Florida y Texas, Estados Unidos, ¡el SEÑOR me bendijo con muchas decisiones de personas para CRISTO, en aquel viaje! 

 

Yo venía emocionado al ver cómo DIOS me había usado a mí, un hombre recién egresado del Seminario. Así que cuando el hermano Samuel Ramírez y yo llegamos al El Palmar, como a las once de la noche, la hermana María Reina había hablado con la hermana Juana Pulgar para que me llevara delante ella, sin importar la hora en que yo llegara. Así que nos fuimos a la casa de la hermana María Reina, y al ella sentir mi llegada –era casi ciega, pero tenía unos tabiques llenos de mis artículos del Luminar Bautista que alguien le leía- se levantó de su asiento y tocando mi cara con sus manos, me dijo: “Francisco, ¿qué te había ocurrido, en dónde estabas estas semanas pasadas que el SEÑOR no me dejó dormir y puso en mi corazón interceder por ti noche y día? Le conté en dónde había estado, lo que había hecho y las bendiciones recibidas. Nunca más la hermana María Reina y yo nos volvimos a ver en esta tierra; sólo allá en el cielo comprenderé y veré los alcances de su oración en mi vida, porque sé que mientras vivió, me regaló sus oraciones todos los días.

 

El bien recordado hermano Jesús Bolívar, discípulo y compañero de viaje, y quien integró como misionero voluntario el primer equipo del Departamento de Evangelización de la Convención Nacional Bautista de Venezuela, además era un hombre de oración, DIOS había hallado en el hermano Bolívar un corazón que oraba, y él había hallado al DIOS que le respondía sus oraciones. Un día de julio de 1979 estábamos preparándonos para viajar a Cali, Colombia porque allí celebraríamos la Primera Marcha Evangelizadora fuera de Venezuela, y era importante que todos los del equipo fuésemos. Nos reunimos para orar en casa del hermano Rafael Díaz y el hermano Bolívar pidió su turno para hablar y nos dijo: “Hermanos, yo no viajaré con ustedes a Cali, porque me pondré de rodillas en oración para sostenerlos en ese viaje.” Así fue. 

 

En aquellos años mientras viajé incesantemente por los países bolivarianos y otros países, cada vez que una persona venía a CRISTO, cada pastor e iglesia fortalecidos, yo sabía que había un hombre orando por mí y por mi ministerio, ¡porque Jesús Bolívar oraba y DIOS le respondía! Aquel hombre piadoso me regaló sus oraciones hasta que murió en 1994.

 

Desde los días del inicio de nuestra era cristiana, quizás no haya existido, otro hombre más grande que el apóstol Pablo después de JESUCRISTO, para el reino de DIOS, sin embargo, ante al desafío de viajar a España y otros lugares de Europa para llevar el Evangelio, él escribe desde Corinto a las iglesias de Roma, y este gigante del cristianismo, sólo hace una petición a sus hermanos, discípulos y amigos: “¡Por favor, regálenme una oración!”. ¡En eso andamos los unos a los otros!

 

Desde ayer sábado, me estoy preparando para nuestra reunión en la iglesia hoy, y no he dejado de clamar por los que vendrán, por los que se les hace complicado venir tanto a nuestra iglesia como a las otras iglesias en el mundo…En este hora les regalo mis oraciones de todo corazón para que seas dócil al ESPÍRITU SANTO para que vengas o vayas a la reunión de la iglesia que te ha invitado. 

 

¡Feliz DOMINGO del SEÑOR para todos en todas partes!

 

¡Adelante, siempre adelante!

 

 

viernes, 27 de mayo de 2022

¿QUIÉN APRETÓ EL GATILLO? (1 de 2)

Francisco Aular

perlasdelalma@gmail.com      

Lectura devocional: Efesios 4:26-32

Enójense, pero no pequen; no se ponga el sol sobre su enojo, ni den oportunidad al diablo. (Efesios 4:26,27) (NBLA).

 

¿Qué es la ira?

 

Nuestro mundo arde en llamas, y el mismo diablo con sus legiones infernales, anda buscando a quienes devorar. La ira es su arma mortal. ¿Qué es la ira? El diccionario dice: Es “el sentimiento de enfado muy grande y violento."una ira sorda lo consumía". La ira es un pecado que se manifiesta de muchas maneras y por eso, su largo sinónimos: enojo, furor, cólera, disgusto, saña, indignación y furia.

 

¿Cómo surge y se extiende?

 

La ira es un destructor… que se manifiesta en nuestra naturaleza pecaminosa como seres humanos. La ira, surge de lo que la Biblia llama una ¨raíz de amargura¨: “Cuídense de que nadie deje de alcanzar la gracia de Dios; de que ninguna raíz de amargura, brotando, cause dificultades y por ella muchos sean contaminados”. (Hebreos 12:15,NBLA).

 

La ira apretó en gatillo, es el detonante inicial en todas las guerras del ser humano, entre las naciones. Así ha sido en toda la historia de la humanidad. ¡Cuidado tenemos líderes iracundos y en cualquier momento uno de ellos, puede apretar el gatillo!


Todavía un sentimiento de tristeza nos invade por los desastres de la ira acumulada. La ira disparó el gatillo en el pueblo de Uvalde, Texas el pasado martes 24 de mayo de esta semana. Cuando un joven de 18 años, lleno de ira, compró sus armas y salió en búsqueda de sus víctimas, niños de 8-10 años en una escuela primaria y asesinó a 19 niños y dos maestras. Sí, la ira apretó el gatillo. Este joven adolescente de origen hispano, se fue a la tumba, uno de los destinos a donde nos conduce la ira. Desde luego, ¡toda esta noticia rompe nuestros corazones porque somos padres y abuelos! Pero, ¡cuidado con la ira mal canalizada mata; bien canalizada pudiera, abrirse paso hacia el bien! Sin embargo, ¡cuidado! La ira, el enemigo destructor y anda suelto.

 

He dicho que la ira es una enemigo destructor y, la verdad es que: ¡Este destructor anda suelto! Se disfraza de todas maneras pero cuando menos nos damos cuenta aparece nuevamente. La ira es la causante de mujeres maltratadas; hombres maltratados y niños maltratados; La ira es uno de los pecados que todos los miembros de la familia podemos cometer y sus resultados pueden enviarnos a la cárcel, el hospital, el cementerio y al infierno. 

 

¿Quiénes podemos ser víctimas?

 

Vale la pena repetirlo, nadie en la familia escapa a la ira. El esposo se llena de ira, pierde el apetito y sale tirando la puerta, tras de sí, jurando no volver más a la casa. La ira hace que empuñe la botella para olvidar y vive en un círculo vicioso sin fin. La esposa se enoja y provoca la ira al esposo y a sus hijos, y se levanta un fuerte dolor de cabeza. El muchacho y la muchacha se disgustan y quiere hasta cambiarse el apellido, porque según dicen: “¡Sus padres no los entienden!” Hasta el bebé recién nacido se encoleriza y hace que todos en la casa, pierdan el sueño.

 

Fuego destructor

 

La Biblia dice: “La respuesta amable calma el enojo, pero la agresiva echa leña al fuego”. (Proverbios 15:1,NVI). La ira es el fuego interno que nos produce, remordimiento, el rencor y la venganza en el corazón humano. La ira promueve la discordia en la familia, daños contra la sociedad y atentados contra el estado. La ira, lleva su cizaña a la escuela y allí descarga su pistola o su rifle. Muy a menudo la ira acaba con el matrimonio porque se disuelve para evitar males mayores. Por la ira de un gobernante se rompen las relaciones comerciales con otras naciones.

 

Afilándose en la piedra del enojo no resuelto, el filo del cuchillo de la indignación corta las relaciones humanas, más antiguas. ¡Nadie puede decir estoy a salvo de este peligroso enemigo! Tiene mil vidas y un odio que usted consideraba muerto, puede resucitar en fracciones de segundos. 

 

¿Cuál es el resultado? 

 

Hoy contemplamos llenos de terror los noticieros y por estos medios nos enteramos de los crímenes más horrendos. Madres que asesinan a sus hijos. Padres que asesinan a sus hijos. Hijos que asesinan a sus padres. ¡Vean ustedes los crímenes contra las mujeres en varias ciudades latinoamericanas y en otras naciones del mundo!

 

La Biblia condena la ira. Las iglesias la denuncian y buscan soluciones bíblicas contra este flagelo que nos asedia, porque la ira ataca, asalta y mata. El Estado gasta millones de dólares intentando prevenirla. La ira no se sacia hasta no ver la destrucción, causando a las víctimas daños espirituales, mentales y físicos. Como todos los sabemos la ira tiene dos vías y perjudica tanto al que la recibe como al que la envía. Por cuanto la ira ha causado el ser humano dolor, confusión, sufrimientos y muertes. DIOS abomina la ira: “Deja la ira, y desecha el enojo; no te excites en manera alguna a hacer lo malo” (Salmo 37.8) Salomón lo expresó así: “Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad” (Proverbios 16.32).

 

 “Por esto mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse” (Santiago 1.19).

 

Sí mis amados: La ira apretó el gatillo.

 

Oración:

PADRE DE LA GRACIA:

Gracias porque al abrirte mi corazón me llenas de tu gozo, paz, paciencia, humildad, fe y templanza. Te confieso que solo no puedo vercer la ira y acudo a ti para que me sanes, y yo, pueda ayudar a otros en este tiempo de angustia y dolor. En el nombre de JESÚS. Amén.

Perla de hoy:

El amor de DIOS derramado en nosotros, por Su Espíritu, nos ayuda hasta alcanzar la victoria sobre el gatillo de la ira.

 

miércoles, 25 de mayo de 2022

CANCIONES EN EL DOLOR

Francisco Aular

faular@hotmail.com

Lectura devocional: 

¿Cómo cantaremos la canción del SEÑOR en tierra extraña? Salmo 137:1-6 (LBLA)

 

En el hospital en donde me encontraba, tendido en una camilla por varias horas, esperando mi segunda hospitalización de aquel mes de enero de 2012, mientras me llevaban de un lado a otro para los exámenes de rigor, en el Servicio de Emergencias, veía el movimiento de médicos, enfermeras y técnicos, luchando con diversos tipos de casos; sentía que aquella era una zona, donde los hombres y mujeres de ciencia, luchan contra las enfermedades, con la satisfacción de rescatar a los enfermos que se encuentran entre la vida y la muerte. 

 

¡Allí no existe tiempo para otra cosa que no sea la atención a los enfermos! Veía a la enfermera jefa, creo que era de Haití, de unos cincuenta años, ella iba de un lado al otro, orientando a las enfermeras más jóvenes, atendiendo a los enfermos que ingresan y siguiendo y haciendo cumplir las órdenes de los médicos. 

 

El horario de trabajo allí, son de doce horas, y la enfermera tal vez, de la India que me atendía, no dejaba de vigilarme ni a mí, ni al monitor que marcaba los vaivenes de mi corazón. Me preguntaba a cada rato de mi situación y me traía medicamentos, así como alguna sábana o cobija para abrigarme. Mary, mi esposa y nuestros hijos Rubén y Mary Ruth, estaban allí. Más temprano había notado que Mary Ruth, nuestra directora de alabanza de la iglesia, había llegado trayendo consigo: La Biblia y el himnario. En el reloj de la pared, anunciaba que se acercaban las ocho de la noche, y le dije a mi familia: ¡Vamos a cantar! Mary Ruth buscó en el himnario mis himnos favoritos, y empezamos a entonarlos, entre ellos: En Jesucristo, el Rey de paz. Mary, con su voz de soprano, Mary Ruth contralto, Rubén bajo, y yo, desde mi dolor en la camilla, hice el tenor.  Obviamente no cantábamos con nuestras voces en alto volumen. Al oírnos.  Sentí que las bellas notas del himno salían de nuestro cuarto, pasaban por la División de Enfermería e igualmente se marchaban lejos por los pasillos y los otros cuartos. 

 

Me imaginaba que en alguna parte haría tanto bien, como nos hacía a nosotros entonarlos. De repente, dos personas entraron, y se pusieron a cantarlos con nosotros, cuando se acercaron, inmediatamente, las reconocí, eran la enfermera jefa y la enfermera que me atendía. La primera colocó uno de sus brazos por encima del hombro de Mary Ruth, nos hizo señas para que siguiéramos cantando, y exclamó, entre lágrimas: “¡Este canto era el himno favorito de mi abuela, y lo voy a entonar en nuestro idioma!” Eché una mirada a mi enfermera, y con sus brazos en alto lo cantaba en inglés. ¡Así que esa noche allí en hospital el SEÑOR fue alabado en español, francés e inglés! La enfermera jefa, abrazo y besó a Mary Ruth y nos expresó secándose las lágrimas: “¡Gracias por hacerme recordar al SEÑOR y a mi abuela que ya está con Él!” Las enfermeras salieron. Nosotros nos quedamos orando y agradeciéndole al SEÑOR, que ante la pregunta del salmista. Le respondimos, sí…Sí, se puede cantar en tierra extraña… Si se pueden entonar: Canciones en el dolor.

 

En Jesucristo, el Rey de paz

Fanny J. Crosby (1820-1915)

 Traducción Monfort Díaz                  

I

En Jesucristo, el Rey de paz

en horas negras de tempestad,

hallan las almas dulce solaz,

grato consuelo, felicidad.

Coro:

Gloria cantemos al Redentor

que por nosotros vino a morir;

y que la gracia del Salvador

siempre proteja nuestro vivir.

II

En nuestras luchas, en el dolor,

en tristes horas de tentación,

Cristo nos llena con su vigor,

Y da aliento al corazón.

III

Cuando luchamos llenos de fe

y no queremos desfallecer,

Cristo nos dice: “Siempre os daré

gracia divina, santo poder.”

(Himnario Bautista #323, EMH, 1997)

Oración:

PADRE SANADOR:

Imprégname del amor y la pasión de JESUCRISTO de tal manera que yo pueda honrarte y glorificarte por dondequiera que vaya. Ayúdame para inspirar a otros con ese mismo sentir. En el nombre de JESUS. Amén

Perla de hoy:

Cuando amamos al SEÑOR, lo alabamos y testificamos de Él en cualquier lugar en donde estemos. ¡Él hará el resto!

martes, 24 de mayo de 2022

EL CIELO PUEDE ESPERAR

Francisco Aular

faular@hotmail.com

Lectura devocional: Filipenses 1:12-30

Me siento presionado por dos posibilidades: deseo partir y estar con Cristo, que es muchísimo mejor, pero por el bien de ustedes es preferible que yo permanezca en este mundo.

Filipenses 1:23,24 (NVI).

 

Hace muchos años en inicio de mi ministerio pastoral en la Iglesia El Buen Pastor de Maracay, Mary y yo, llegamos a una casa en donde una mujer de 28 años, tenía un cáncer pulmonar muy avanzado. Al saber que yo era pastor, ella empezó a maldecir y entre sus palabras me pidió explicación: 

—¿Dígame usted por qué me estoy muriendo? ¿Tengo dos hijos pequeños, por qué tengo que morir? ¿Mi madre muy anciana, tiene que verme morir, siendo yo tan joven? ¿Mi esposo me abandonó al verme enferma, tiene alguna respuesta? 

 

Desde luego yo, un recién graduado del Seminario, tenía algunas respuestas. Preferí callar. Ella no entendería una clase de apologética en su condición dolorosa. Ella necesitaba saber que había más allá del umbral de la muerte. Yo no estaba allí en esta ocasión para defender a DIOS, ¡algunas respuestas a esas preguntas solo DIOS, la sabe! Yo estaba allí para servirle en alguna manera. Así me ofrecí para llevarla al hospital, hacer algunas compras y diligencias si me necesitaban. Así fue,  ella vivió algunos meses, y recibió el regalo de la vida eterna. La vida zoé. Le compartí el discipulado inicial, le cantaba algunos himnos y desde luego, la Palabra de DIOS y las oraciones, de los hermanos de la iglesia y las nuestras la fueron transformando, y nuestros encuentros espirituales le abrieron el horizonte de la fe, tanto a ella como a su familia. Así estuvo lista para irse y descansar en los brazos eternos de nuestro DIOS. En una madrugada, su hermana me llamó, entre sollozos me dijo: 

—Pastor mi hermana se nos va…

Llegué, no podía respirar, me subí en su cabecera y la tomé en mis brazos. 

Sus últimas palabras, nunca las he olvidado: 

—“Pastor, nos vemos en el cielo”…


Las personas sabias, bíblicas y espirituales como lo fue el apóstol Pablo, saben que nuestra vida aquí es breve y vamos de paso. También lo dicho por el SEÑOR JESÚS, nos alienta: “En el hogar de mi Padre hay muchas viviendas; si no fuera así, ya se lo habría dicho a ustedes. Voy a prepararles un lugar.  Y, si me voy y se lo preparo, vendré para llevármelos conmigo. Así ustedes estarán donde yo esté. (Juan 13:2,3 NVI).


Sin duda Pablo sabía que su vida bíos, en medio de tantos sufrimientos se iba acabando en este mundo pasajero pero que su Vida Zoé, se iba perfeccionando cada día y ya había escritos a los corintios: “Por tanto, no nos desanimamos. Al contrario, aunque por fuera nos vamos desgastando, por dentro nos vamos renovando día tras día. Pues los sufrimientos ligeros y efímeros que ahora padecemos producen una gloria eterna que vale muchísimo más que todo sufrimiento. (2 Corintios 4:16,17, NVI)


Como sabemos el amado Apóstol, estaba preso, sentenciado a muerte. El Cristianismo apenas estaba empezando en un mosaico religioso diverso. Los muchos discípulos que Pablo había forjado y sus iglesias locales, esperaban que Pablo les siguiera instruyendo y escribiendo por muchos años más. De allí su declaración: “Me siento presionado por dos posibilidades: deseo partir y estar con Cristo, que es muchísimo mejor, pero por el bien de ustedes es preferible que yo permanezca en este mundo”. Filipenses 1:23,24 (NVI). 


En verdad, los que por tantos años le hemos servido al SEÑOR, debemos cuidarnos nuestra salud, la alimentación y la ejercitación física -no por miedo a la muerte-, sino para ayudar a otros que necesitan nuestras palabras de aliento siendo ejemplos de fe, amor esperanza, trabajo, visión y pasión…Por ello, tengo la certeza que ”partir y estar con Cristo es muchísimo mejor”, pero por seguir dando nuestro apoyo voluntario a la obra de DIOS en estos días, mientras tanto: El cielo puede esperar.


¡Adelante, siempre adelante!


Oración:

PADRE ETERNO:

Todos los que se invirtieron en mí y se han ido, me recuerdan mi propia muerte y se llevaron una parte de mi mismo. ¿Cómo deseo vivir el resto de la vida que me queda? Quiero servirte y consumirme en tu reino hasta el final. En el nombre de JESÚS. Amén.

Perla de hoy:

Nuestra despedida de este mundo es inevitable; pero la esperanza de que JESÚS, está preparando un lugar para nosotros, nos fortalece y alienta.

lunes, 23 de mayo de 2022

ANÁLISIS FINAL

Perlas del Alma
Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: Colosenses 3:18-28
Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres. Colosenses 3:23 (RV60)
 

El apóstol Pablo, magistralmente nos habla del análisis final al término de esta vida. ¿A quién le vamos a rendir cuentas al salir de aquí? ¿Qué hicimos con la vida que se nos dio? ¿De qué manera asumimos las diferentes tareas que nos fueron encomendadas? 

 

En realidad, el éxito o el fracaso en muchas de las actividades que emprendamos, dependerá de nuestra actitud ante las obligaciones contraídas, y de la pasión y entusiasmo que pongamos ante las demandas normales de la vida; dependerá del alma y del espíritu con que encaremos las actividades y el trabajo que debemos realizar. No podremos lograr algo significativo en esta vida sin sentir pasión por lo que somos y lo que hacemos, ¿cómo lo logramos? Norman Vincent Peale nos recomienda: “Piense apasionadamente, hable apasionadamente y llegará a ser una persona que siente pasión por la vida. La vida va a tomar un nuevo fervor, con intereses más profundos y mayor significado. Usted puede hablarse a sí mismo, pensar y actuar para tener entusiasmo, o falta de interés y monotonía o desdicha. Por el mismo proceso puede llegar a la inspiración, la emoción y a un nivel profundo de gozo”.

 

Ahora bien, JESÚS dijo: “…Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo” (Juan 5:17 RV60). ¡DIOS trabaja y nunca descansa! A la verdad, Él es DIOS. Nosotros debemos disfrutar nuestro descanso y reponer fuerzas, justamente por eso, el SEÑOR recomendó un día de reposo semanal. Sin embargo, si hacemos nuestra tarea como si fuera lo más importante de este mundo, podremos descansar al realizarlas. 

 

Creo sinceramente que no existe tarea humilde que no debamos realizar, si consideramos nuestro trabajo como indispensable para que todo lo demás funcione. Por ello, es muy útil tener una visión de la finalidad del trabajo que realizamos. 

 

Se cuenta que tres hombres trabajaban como albañiles en una catedral. Al primero de ellos se le preguntó qué estaba haciendo y respondió: -Construyo un edificio e ignoro lo que quieren hacer con él. Se le hizo la misma pregunta al segundo, y respondió: -Levanto unas paredes y me gano así el sustento de mi familia. Cuando se le preguntó al tercero, respondió con mucho entusiasmo: -¡Edifico una catedral, no la construyo para cualquiera, la considero la casa de DIOS, y me imagino a hombres, mujeres y niños llegando aquí para adorar al SEÑOR del cielo y de la tierra!

 

En los años sesenta un joven de 19 años, actualmente el profesor Kent M. Keith escribió un poema, el cual llamó: “Los Mandamientos Paradójicos”. Luego fue traducido como “El análisis final”. Ese poema cayó en manos de una joven monja que tuvo el sueño de irse a la India para servir a DIOS entre los parias, los más pobres de aquella nación; hizo del poema parte de su visión. Aquella monja es la Madre Teresa de Calcuta. ¡Ya sabemos la historia! 

 

El análisis final

Kent M. Keith

La gente comúnmente es incomprensible, ilógica y egoísta.

Perdónalos de todas maneras.

Si eres amable, la gente podrá tildarte de egoísta y con motivos ocultos.

Sé amable de todas maneras.

Si eres un triunfador, ganarás algunos falsos amigos y algunos verdaderos enemigos.

Triunfa de todas maneras.

Si eres honesto y sincero, la gente podrá engañarte.

Sé honesto de todas maneras.

Lo que has invertido años en construir, alguien lo podrá destruir de la noche a la mañana.

Construye de todas maneras.

Si encuentras serenidad y alegría, ellos te podrán tener envidia.

Sé alegre de todas maneras.

El bien que puedas hacer hoy, la gente lo podrá olvidar mañana.

Haz el bien de todas maneras.

Dale al mundo lo mejor que tengas, y eso nunca será suficiente.

Da lo mejor que tengas de todas maneras.

Como ves, en el análisis final, es algo entre tú y Dios.

Nunca fue entre tú y ellos de todas maneras.

Oración:

PADRE ETERNO:

Soy una pieza de barro que tú diseñaste; tomé la forma que tu quisiste darme; trabajaste en mí antes de que el mundo fuese y todavía sigues moldeándome para que yo sea útil en tus manos y para los demás. Ayúdame SEÑOR a ser lo que tú quieres que sea. En el nombre de JESÚS amén. 

Perla de hoy:

Habrá un análisis final sobre lo que hicimos en esta tierra con la vida que DIOS puso en nosotros; trabajemos para Su honra y gloria en todo lo que hagamos. 

sábado, 21 de mayo de 2022

A ¿QUIÉN SERVIRÁS?

Salutación

Francisco Aular

faular@hotmail.com

“Pero si te niegas a servir al Señor, elige hoy mismo a quién servirás. ¿Acaso optarás por los dioses que tus antepasados sirvieron del otro lado del Éufrates? ¿O preferirás a los dioses de los amorreos, en cuya tierra ahora vives? Pero en cuanto a mí y a mi familia, nosotros serviremos al Señor.” Josué 24:15, (NTV)

 

DIOS hizo a los ángeles y a los seres humanos para el servicio de Su Hijo, JESÚS, al final de los tiempos, en la eternidad futura (Apocalipsis 5; 21) 

 

¡JESÚS es la Verdad! Y vino desde el cielo para que nosotros viéramos en ÉL, toda la plenitud divina; pero también y esto es lo principal vino para volvernos a DIOS, por medio del nacimiento espiritual, producido por la Palabra de DIOS y el ESPÍRITU SANTO: “Pero a todos los que creyeron en él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios. Ellos nacen de nuevo, no mediante un nacimiento físico como resultado de la pasión o de la iniciativa humana, sino por medio de un nacimiento que proviene de Dios.” (Juan 1:12,13, NTV)

 

Por esta razón todo verdadero discípulo de JESÚS, nace dos veces. El nacimiento biológico lo pone en la tierra; el nacimiento espiritual lo pone en el cielo. Vale decirlo otra vez: la vida humana es temporal, la vida espiritual es eterna. ¿Cuántos nacimientos tienes, cuántos celebras? Responder sinceramente, te llevará a elegir, nacer de nuevo. ¡Hoy es el día!

 

Ahora bien, aunque DIOS es Soberano y por lo tanto, nadie le dice lo que ÉL tiene que hacer, ni mucho menos cómo hacerlo. En efecto, DIOS en Su gracia infinita, se negó a tener en el cielo a los que no quieren ir allí. ¡Nadie irá obligado al cielo! DIOS, deja que seamos nosotros auxiliados por la Palabra de DIOS y el ESPÍRITU SANTO, los que escojamos, obedecerle y rendirnos a ÉL: “elige hoy mismo a quién servirás.”

 

Aquí en Calgary, en donde vivo, está haciendo un precioso día primaveral. ¡Un precioso domingo soleado para disfrutar! Me asomo a la ventana, doy gracias al Señor, allí están esos árboles a penas dos semanas atrás, parecían esqueletos listos para las chimeneas. ¡Pero hoy tienen vida que les vino desde el cielo! ¡Esos árboles, no eligieron tener esa vida es un regalo! De todas maneras es temporal, pronto vendrá el invierno y tendrán de nuevo apariencia de muerte, en vez de vida. ¡Los árboles no podrán hacer nada para cambiar su condición!

En cambio los seres humanos, tenemos la decisión de elegir o morir: “Acaso optarás por los dioses que tus antepasados sirvieron del otro lado del Éufrates? ¿O preferirás a los dioses de los amorreos, en cuya tierra ahora vives?”

 

Pues bien, hace ya 59 años, que la Palabra de DIOS me confrontó. En una preciosa tarde de abril de 1963, escogí servir al SEÑOR. Y desde entonces, JESÚS para mí, es mi todo. 

 

Ciertamente, me adelanto en decir avergonzado que todavía no soy como el SEÑOR quiere que sea; pero me esfuerzo cada día en Su gracia para serlo. DIOS me dejó medios de gracia para llegar a la madurez, entre ellos, la oración, la Biblia y la existencia de una iglesia local para dar mi apoyo responsable al adelanto del Reino de DIOS, en toda la tierra. 

Sin embargo, esto no es algo pesado, nunca debe ser una carga, servir al DIOS por tanta gracia derramada sobre nosotros. En mi caso, es un deleite servirle a mi DIOS, es más no me imagino el día en que, por razones naturales, no pueda ir a congregarme con mis amados compañeros del Camino. Pero me gozaré en el hecho que en los límites de mi finitud como ser humano que soy, me he esforzado en la gracia de DIOS para obedecer cada día que he vivido en este cuerpo, lo que expresó Josué, poco antes de morir: “Pero en cuanto a mí y a mi familia, nosotros serviremos al Señor.”

 

Hoy te esperamos en la iglesia. No dejes de congregarte. Hoy estamos mucho más cerca que en los días de Josué de ver el cumplimiento de todas las cosas. Te hago cuatro preguntas: ¿Qué clase de matrimonio te gustaría tener? ¿Qué clase de familia te gustaría tener? ¿Qué clase de individuo te gustaría ser? ¿A quién servirás?¡La iglesia te ayudara a ser lo que quieras ser!

¡Feliz domingo del SEÑOR!

¡No te quedes en casa hoy! ¡Ven a la iglesia para cambiar, aprender, servir e impactar! 

¡Te espero!

¡Adelante, siempre adelante!

jueves, 19 de mayo de 2022

¡HOY ES MI TURNO!

¡Gracias mis amados todos por regalarme sus oraciones! Nuestras reuniones de la amada Convención Nacional Bautista de Canadá en Toronto…¡Nos hace exclamar DIOS es real! ¡Nada se puede comparar al ser parte de la extensión de Su reino en esta tierra, en la época más extraordinaria en que hemos vivido! ¡Adelante, siempre adelante!
Francisco Aular

perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional: Salmo 139:13-18
Tú creaste mis entrañas; me formaste en el vientre de mi madre. ¡Te alabo porque soy una creación admirable! ¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien! (Salmo 139:13-14, NVI)


¡Hoy es mi turno! Millones de seres humanos poblamos este planeta convulsionado, pero ninguno tiene mis huellas dactilares ni el ritmo de mi corazón. ¡Soy único! Hay promesas de éxito en la vida cristiana, y por ello soy un  vencedor a tiempo completo. Imposible contar los millones de personas que llegaron, vivieron y se fueron, ellos tuvieron esta vida como una asignación temporal, al igual que yo, pero ya su tiempo pasó. 

¡Hoy es mi turno! Y quiero aprovechar la brevedad de mi vida en pensar mejores cosas, decir mejores cosas y hacer mejores cosas: “Todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, en esto pensad” (Filipenses 4:8; RV60). DIOS está conmigo, no puedo perder. Por mi nuevo nacimiento he llegado a ser un hijo de DIOS; tengo su presencia en mí; mi vida tiene un propósito, y tengo paz con DIOS porque me ha perdonado todos mis pecados. Así que,  teniendo a JESÚS, lo tengo todo. 

¡Hoy es mi turno! Estoy completo en CRISTO, no tengo nada que buscar en este mundo pasajero y vanidoso, no tengo nada que perder, ya que “con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gálatas 2:20).  Mi vida y mi muerte están en las manos de DIOS; nada ni nadie puede separarme de DIOS, ¡ni yo mismo!... Eso explica por qué puedo contentarme cualquiera sea mi situación (Filipenses 4:11). Las circunstancias no me cambian, pero el SEÑOR y yo sí las cambiamos. No soy un termómetro que nada más registra la temperatura, sino un termostato que la cambia: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13 RV60).

¡Hoy es mi turno! Si el éxito de la vida humana consiste en conseguir lo que se desea, entonces JESÚS vino a mi rescate, me encontró y me salvó, para eso nací. Por ello, teniendo a CRISTO ya soy exitoso, mucho más de lo que me merezco. Si la felicidad es apreciar lo que se ha conseguido, entonces puedo decir que amo a JESÚS, Él y solo Él es el Comandante en Jefe de mi vida y viviré para su honra y gloria. 

¡Hoy es mi turno! Asumo mi realeza como hijo del gran Rey. Levanto mi frente y salgo a la conquista del mundo utilizando como arma el amor de DIOS que derramó en mi corazón (Romanos 5:5), hasta levantar un imperio para la gloria de DIOS. 

¡Hoy es mi turno! Soy un soldado de JESÚS: “Tú pues sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo” (2 Timoteo 3; RV60), por lo tanto: “Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado” (2 Timoteo 2:4; RV60). Ciertamente,  la vida humana es breve, pero la vida espiritual, que JESÚS da como un regalo es para siempre (Juan 10:10b); como dijo el gran misionero Jim Elliot: “No es ningún tonto el que cambia lo temporal por lo eterno”, pero hoy es mi turno para vivir ambas vidas con plenitud. 

¡Hoy es mi turno! Este paréntesis que ha abierto la eternidad a mi favor, lo cerraré con un extraordinario triunfo. Sé que no volveré a tener otro cuerpo como el que tengo en el presente. Conozco mi finitud, pero hoy es mi turno, DIOS por su gracia me puso aquí y haré que este cuerpo sea hueso de sus huesos: “Porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.” (Efesios 5:30, RV60).

¡Hoy es mi turno! Me levantaré desde las cenizas de mis derrotas y fracasos, una y otra vez: "Porque siete veces podrá caer el justo, pero otras tantas se levantará; los malvados en cambio se hundirán en la desgracia" (Proverbios 24:16; RV60). Porque todo lo puedo en Cristo; la victoria final me espera y no la haré esperar más, porque hoy es mi turno para triunfar. Pondré alas a la esperanza y con ella volaré a cumbres elevadas. 

¡Hoy es mi turno! Y tengo un destino eterno y una misión histórica que cumplir. No estoy aquí para consumir nada más, sino para dar y gastarme en lo que soy, un hijo de DIOS. Este momento histórico es único, no desperdiciaré ni un segundo de él. Soñaré grandes sueños. Me empinaré sobre ellos y simplemente: ¡Viviré! Porque: ¡Hoy es mi turno!

Oración:

Digno eres PADRE de mi alabanza en este día, gracias por permitirme ser el humano que has hecho de mí, y por hacerme un soldado de tu milicia; no puedo dividir mi lealtad y solo a ti serviré. En el nombre de JESÚS, amén.

Perla de hoy:

Cuando naces de nuevo, llega tu turno para disfrutar a plenitud de ser un hijo de DIOS.