miércoles, 27 de febrero de 2013

La naturaleza del amor (1)


Francisco Aular
faular@hotmail.com

El amor….no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor. 1 Corintios 13:4ª,5 (RV60)

San Agustín dijo: “Si callas, callarás con amor. Si gritas, gritarás con amor. Si corriges, corregirás con amor. Si perdonas, perdonarás con amor. Si está dentro de ti la raíz del amor, ninguna otra cosa sino el bien podrá salir de ti”. Agustín sin duda hablaba del amor “ágape”, el amor de Dios.
“Ágape” es la clase de amor que describe el apóstol Pablo en su famoso poema al amor, en primera a los Corintios, capítulo 13. Allí palpamos esta gran verdad: El apóstol no trata el amor como algo abstracto, ni pretende en sus quince inmortales frases, agotar todo lo que esta clase de amor puede hacer a favor del ambiente en que se desenvuelve, sin embargo, lo que dice, nos tiene aquí, enriqueciéndonos para poder proyectar esta clase de amor en lo que somos y hacemos en nuestra corta vida sobre esta tierra. Como decía aquel pensamiento que leí en mi juventud, y que lo entendí, más o menos así: “Pasaré por esta vida, solo una vez. Si hay una acción noble que deba hacer, o una palabra amable que deba decir. Haga yo esa acción, diga yo esa palabra, pues, pasaré por esta vida sólo una vez”. Salomón fue más directo y menos poético:Y todo lo que te venga a la mano, hazlo con todo empeño; porque en el sepulcro, adonde te diriges, no hay trabajo ni planes ni conocimiento ni sabiduría” (Eclesiastés 9:10; NVI).
El amor “no hace nada indebido”. La versión la Biblia en Lenguaje Actual, traduce: “no es grosero ni egoísta”. La clase de amor bíblico que estamos hablando, por naturaleza es cortés. La cortesía es arte que se puede aprender y cultivar; es como la diplomacia, pero cuando es producida por el amor, sale de adentro hacia afuera y no al contrario; el amor produce la cortesía, la simpatía la inspira, además, el respeto y la consideración por los otros, la guía. Vemos claramente, que la falta de amor es lo que lleva a una persona a ser tosca, grosera y mal educada. Orígenes, decía que el “amor es dulce” con todos. Lamentablemente, existen muchos líderes cristianos en los cuales el amor no se ve por ningún lado, al tratar con los demás; el símbolo de esos líderes no es la miel, sino el limón. Pero lo que nos quiere decir en apóstol es que el amor, no hiere, no causa sufrimiento, no busca el choque, sino la reconciliación, no hace muros, sino puentes. Esta cualidad del amor, no se veía en los destinatarios de la carta paulina a los corintios, por el contrario, los pleitos, los celos y las divisiones dentro de la iglesia de Corinto, revelaban tal grado de inmadurez en la conducta de sus miembros, que Pablo les escribió:Yo, hermanos, no pude dirigirme a ustedes como a espirituales sino como a inmaduros, apenas niños en Cristo. Les di leche porque no podían asimilar alimento sólido, ni pueden todavía, pues aún son inmaduros. Mientras haya entre ustedes celos y contiendas, ¿no serán inmaduros? ¿Acaso no se están comportando según criterios meramente humanos?” (1 Corintios 3:1-3; NVI). En efecto, el amor es opuesto a toda contención indigna, a las rivalidades, a las imposiciones de nuestro criterio sobre los demás. ¡El mundo sale ganando con las personas que verdaderamente amen y proyecten un carácter como el de JESÚS! Pues, todo lo hermoso y noble que pueda tener esta vida, nos viene por la naturaleza del amor.
Invitación:
¿Quieres poseer el amor “ágape” en ti? Te es necesario nacer de nuevo y ser salvo. La salvación es el regalo del amor de Dios por el pecador. Pero no se aplica al pecador en forma universalista o automática: “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 7:21; RV60). Es necesario hacer una decisión y una invitación para que el SEÑOR te perdone tus pecados, te salve y more en ti para siempre. Si has comprendido lo que hemos estudiado hoy, y nunca has hecho esta decisión, este es el preciso momento para aceptar este amor de Dios en tu vida, ¿te gustaría aceptar el regalo de la vida eterna en JESÚS, y confiar únicamente en Él para la salvación como dice su Palabra? Si es así, ora conmigo…
Oración:
Señor JESÚS, gracias por amarme, vengo ahora delante de ti sabiendo que soy un(a) pecador(a) y que Tú moriste por mí. Ahora mismo me arrepiento de todos mis pecados y recibo con todo gozo el regalo de tu salvación, y te confieso como mi Señor y Salvador. ¡Gracias JESÚS por esta salvación y ayúdame a serte fiel! Amén.[i]
Perla de hoy:
La verdadera amistad y la cortesía son amor en acción.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?
[i] Si has hecho esta oración con sinceridad y de corazón, eres salvo. ¡Bienvenido a la familia de Dios! Esto es apenas el comienzo de la verdadera razón de por qué, estás en la tierra. Si quieres unirte a mi grupo discipular en internet, y estudiar conmigo un material de discipulado inicial, escríbeme.


 

martes, 26 de febrero de 2013

Lo que es amor y lo que no es (2)


Francisco Aular
faular@hotmail.com

El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece. 1 Corintios 13:4 (RV60)

La pareja bella y prometedora que nos llegó a la iglesia me entusiasmó. Eran mis hijos espirituales, los había bautizado, casado y, también, había presentado al Señor su primer hijo. Pero un día me llamaron y me dijeron las palabras que considero, de las más dolorosas que un pastor puede oír: “¡Pastor, nos vamos de la iglesia!”, la razón, habían encontrado una iglesia más amorosa que nosotros, y ellos anhelaban un ambiente así. En realidad, nuestra congregación, a la que ellos y yo pertenecíamos, era un grupo de amados muy normales, ninguno era perfecto, pero los rasgos de una iglesia madura eran obvios, sin embargo, ellos no lo veían así. Como un padre al cual el hijo le da sus razones para irse de casa, los dejé marcharse y les prometí, que en cualquier circunstancia de la vida estaría a su lado. Desde mi primer pastorado pienso que las ovejas que el Señor nos da en este peregrinaje son producto de una decisión que Dios tomó desde antes de la fundación del mundo, y por lo tanto, puede que se termine la relación temporal, pero de alguna manera, nuestros lazos de filiación espiritual no terminan. Son eternos, porque allí empezaron.
¿Qué actitud realmente no es amor en una persona, en una familia o en una iglesia local? El apóstol Pablo responde: “el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece…”. La envidia es sentir pesar por los talentos, dones y bienes de los otros. Por eso, cuando la envidia llega a nuestros corazones, la vida espiritual decae, comienzan las comparaciones, los juicios y con ello, los celos, las contiendas, las divisiones y hasta el crimen. Hace muchos años, Salomón escribió: “Vi además que tanto el afán como el éxito en la vida despiertan envidias. Y también esto es absurdo; ¡es correr tras el viento!” (Eclesiastés 4:4; NVI). Más doloroso aún: El que siente envidia se hace daño así mismo. Escribiéndo Pablo a los gálatas, no se anduvo por las ramas, y les escribió: “Las obras de la naturaleza pecaminosa se conocen bien (…) envidia; borracheras, orgías, y otras cosas parecidas. Les advierto ahora, como antes lo hice, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios” (Gálatas 5:19,21; NVI).
Los cristianos nacidos de nuevo poseemos dos naturalezas, una es pecaminosa y la otra es divina. Dios estaría negando todos sus  principios espirituales y la libertad del ser humano, si nos obligara a amar así, por ello,  el amor “ágape” es una decisión personal, en la cual actúan el espíritu, la mente y la voluntad. Las emociones están lejos de esta clase de amor al momento de decidirse amar, aunque pueden venir luego, como resultado de poner el amor en marcha.
Claramente, tenemos que destacar lo que es  el amor “ágape”, el amor de Dios, el amor incondicional obrando en nosotros, los cristianos nacidos de nuevo: no tiene envidia. Generoso como Dios mismo, no envidia a otros lo que ellos posean, y si por circunstancias diversas los demás lo superan, no se irrita, ni se siente angustiado y desplazado, no es celoso de que otros lo superen y reciban la recompensa y la alabanza. Esta clase de amor “no es jactancioso, no se envanece”. Es humilde, no vanidoso, no ostentoso, ni deseoso de exhibir sus talentos o dones superiores o atraer admiración no merecida; el amor no es arrogante porque no considera a nadie inferior a él mismo, no se hincha con los halagos, ni se detiene ante la crítica; el amor no adopta “aires de grandeza” personal porque sabe que como todo ser humano es mortal. No tenemos que ir a ninguna parte a buscar este amor porque habita en nosotros desde que el Espíritu Santo lo derramó en nuestros corazones (Romanos 5:5). Lo que tenemos que hacer es mostrarlo en lo que somos y hacemos en cualquier parte en donde nos encontremos. ¡Manos a la obra!
Invitación:
¿Quieres poseer el amor “ágape” en ti? Te es necesario nacer de nuevo y ser salvo. La salvación es el regalo del amor de Dios por el pecador. Pero no se aplica al pecador en forma universalista o automática: “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 7:21; RV60). Es necesario hacer una decisión y una invitación para que el SEÑOR te perdone tus pecados, te salve y more en ti para siempre. Si has comprendido lo que hemos estudiado hoy, y nunca has hecho esta decisión, este es el preciso momento para aceptar este amor de Dios en tu vida, ¿te gustaría aceptar el regalo de la vida eterna en JESÚS, y confiar únicamente en Él para la salvación, como dice su Palabra? Si es así, ora conmigo…
Oración:
“Señor JESÚS, gracias por amarme, vengo ahora delante de Ti sabiendo que soy un(a) pecador(a) y que tú moriste por mí. Ahora mismo me arrepiento de todos mis pecados y recibo con todo gozo el regalo de tu salvación, y te confieso como mi Señor y Salvador. ¡Gracias JESÚS por esta salvación y ayúdame a serte fiel! Amén.[i]
Perla de hoy:
El en desierto de nuestra vida, Dios nos ofrece un oasis: Su amor.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?

[i] Si has hecho esta oración con sinceridad y de corazón, eres salvo. ¡Bienvenido a la familia de Dios! Esto es apenas el comienzo de la verdadera razón de por qué, estás en la tierra. Si quieres unirte a mi grupo discipular en internet, y estudiar conmigo un material de discipulado inicial, escríbeme.

lunes, 25 de febrero de 2013

Lo que es amor y lo que no

 
Francisco Aular
faular@hotmail.com

El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece. 1 Corintios 13:4 (RV60)

Las iglesias son como los seres humanos nacidos de nuevo, y como tales, entes finitos con posibilidades infinitas. Esto lo comprobamos mejor al estudiar el caso de la iglesia de Corinto, fundada  por el apóstol Pablo y sus discípulos, el matrimonio Aquila y Priscila, según Hechos 18. Por lo general, el misionero que funda una congregación, deja también su marca, todo depende en que los miembros de la iglesia sigan sus consejos y su ejemplo, pero, en el caso que nos atañe, no fue así. Los hermanos de Corinto, que tuvieron el honor de ser fundados por el teólogo y misionero más grande que el cristianismo ha dado, se desviaron. Cuando una iglesia local pierde su razón de ser y hacer, pierde su esencia, porque el verdadero propósito al plantar una iglesia local en una comunidad, es ser la agencia del reino de Dios en esa comunidad para el cumplimiento del mandato de JESÚS: "Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo" (Mateo 28:19,20 NVI).
Por las dos cartas que el Apóstol le escribe a los corintios, nosotros aprendemos, que un verdadero misionero, nunca olvida a su rebaño. Lo que le preocupaba a Pablo de la situación de la iglesia de Corinto es que se hallase perturbada y dividida por la forma en que los dones espirituales se utilizaban. Aquel hombre de Dios, les explica que sin amor "ágape" -vale repetir otra vez, el amor de Dios viviendo en nosotros por el poder del Espíritu Santo-, los dones espirituales, aún los milagrosos, son estériles. Son puros esfuerzos humanos y nada más. Así surge, el precioso capítulo 13 de primera a los Corintios, un verdadero poema al amor, el cual hemos estado considerando en estos devocionales. En esta carta, Pablo señala magistralmente, lo que es y lo que no es el amor. Sin embargo, lo que Pablo dice constituye el panegírico más perfecto al amor que jamás se haya escrito. En sólo quince frases, sin desperdicio alguno, Pablo describe como trabaja el amor en una iglesia, en un matrimonio, en una familia porque tiene poder dado por el Espíritu Santo para transformar toda la vida humana.
Pablo nos dice: "El amor es sufrido…", en esta afirmación, niega lo que predica una secta en estos días: "¡Pare de sufrir!", por el contrario, la palabra griega que el Apóstol usa es "makrothymein", es la palabra que describe la actitud del cristiano frente al sufrimiento que nos causan los demás, la cual siempre significa la paciencia activa con las personas, y no con las circunstancias. "Crisóstomo decía que la palabra que se usa para describir a la persona que es ofendida, y que puede vengarse fácilmente, pero no lo hace. Describe a la persona que es lenta para la ira, y en este sentido se usa de Dios mismo en su relación con los seres humanos…Tal paciencia no es una señal de debilidad, sino de fuerza; no es derrotismo, sino el único camino a la victoria"[i]
Se cuenta que, nadie trató tal mal a Lincoln como en un señor llamado Staton. Lo llamaba el "astuto payaso", le puso el mote de "el gorila original" y decía que los cazadores de gorilas eran tontos al ir al África al tratar de capturar un gorila cuando podían encontrarlo tan fácilmente en Sprinfield, Illinois. Lincoln no contestaba. Por el contrario, cuando llegó a la presidencia, nombró a Stanton ministro de guerra porque era el mejor para ese puesto y desplegó hacia él toda clase de cortesía. Los años transcurrieron y llegó la noche en que la bala de un asesino acabó con la vida de Lincoln en un teatro. Condujeron a una pequeña habitación el cuerpo de Lincoln, allí estaba Stanton, y, contemplando el rostro de Lincoln, dijo entre lágrimas: "Aquí yace el más grande gobernante de hombres que ha conocido el mundo". La paciencia del amor había conquistado su victoria final.
Invitación:
¿Quieres poseer la paciencia en ti? Te es necesario nacer de nuevo y ser salvo. La salvación es el regalo del amor de Dios por el pecador. Pero no se aplica al pecador en forma universalista o automática: "No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos" (Mateo 7:21 RV60). Es necesario hacer una decisión y una invitación para que el SEÑOR te perdone tus pecados, te salve y more en ti para siempre. Si has comprendido lo que hemos estudiado hoy, y nunca has hecho esta decisión, este es el preciso momento para aceptar este amor de Dios en tu vida, ¿te gustaría aceptar el regalo de la vida eterna en JESÚS, y confiar únicamente en Él para la salvación como dice Su Palabra? Si es así, ora conmigo…
Oración:
"Señor JESÚS, gracias por amarme, vengo ahora delante de Ti sabiendo que soy un(a) pecador(a) y que Tu moriste por mí. Ahora mismo me arrepiento de todos mis pecados y recibo con todo gozo el regalo de Tu salvación, y te confieso como mi Señor y Salvador. ¡Gracias JESÚS por esta salvación y ayúdame a serte fiel! Amén.[ii]
Perla de hoy:
La victoria final nos llegará si dejamos que en nuestro carácter reine la paciencia.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?
[i] William Barclay, Comentario al Nuevo Testamento, Clie, 2008, p.640
[ii] Si has hecho esta oración con sinceridad y de corazón, eres salvo. ¡Bienvenido a la familia de Dios! Esto es apenas el comienzo de la verdadera razón de por qué, estás en la tierra. Si quieres unirte a mi grupo discipular en internet, y estudiar conmigo un material de discipulado inicial, escríbeme.


 

jueves, 21 de febrero de 2013

Alegría: la fuerza del amor (2)


Francisco Aular
faular@hotmail.com

Ustedes siguieron nuestro ejemplo y el de nuestro Señor, y aunque sufrieron mucho, recibieron ese mensaje con la profunda alegría que da el Espíritu Santo. 1 Tesalonicenses 1:6 (La Biblia en lenguaje actual)

"¡Pare de sufrir!"-dice el gancho propagandístico de una secta latinoamericana-. Algunos de los directivos de esta secta han logrado su propósito, dejaron de sufrir al menos por falta de dinero, ellos han entrado al selecto club de los millonarios. Sin duda, la primera función de un buen mercadeo es dar a los consumidores lo que quieren. Ahora bien, ¿qué nos dice la Palabra de Dios, rectamente interpretada por más de dos milenios? JESÚS nos advirtió, y Él mismo modeló para nosotros, el hecho de que la vida humana, esta vida temporal, es una serie de conflictos, unos tras otros: "Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo" (Juan 16:33; NVI). A sus apóstoles, quienes habían visto morir crucificados a muchos enemigos del imperio romano, les dijo: "Dirigiéndose a todos, declaró: —Si alguien quiere ser mi discípulo, que se niegue a sí mismo, lleve su cruz cada día y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa, la salvará" (Lucas 9:23,24; NVI). En efecto, las agencias misioneras nos hablan de los miles de cristianos que en esta misma hora, en alguna parte del mundo, están sufriendo persecución, cárcel y muerte, por ello, ¡no y mil veces no!, la señal de una vida cristiana victoriosa no lo es una buena chequera, sino la cruz.
Pues bien, como la alegría es la fuerza del amor, el verdadero hijo de Dios saca fuerzas del amor y tiene una alegría que no se marchita, a pesar del sufrimiento: "Las dificultades que tenemos son pequeñas, y no van a durar siempre. Pero, gracias a ellas, Dios nos llenará de la gloria que dura para siempre: una gloria grande y maravillosa" (2 Corintios 4:17; La Biblia en lenguaje actual). El apóstol Pablo, uno de los grandes en nuestra fe cristiana, estaba preso en una fría y oscura cárcel romana, condenado a morir decapitado por el sanguinario Nerón, desde allí, escribe a sus hermanos en la fe, y es grandioso ver cómo el Apóstol saca fuerzas de su amor por el Señor y sus hermanos, y los exhorta: "¡Vivan con alegría su vida cristiana! Lo he dicho y lo repito: ¡Vivan con alegría su vida cristiana!” (Filipenses 4:4; La Biblia en lenguaje actual).
¡Este es el cristianismo de la gracia cara, no de la barata! De los doce apóstoles, incluyendo a Pablo, el último de ellos en el orden de llamamiento, sufrieron hasta lo indecible por llevar el glorioso evangelio por aquel mundo conocido, once murieron martirizados y solo Juan, como JESÚS lo había dicho, murió en la vejez, de muerte natural. Su apostolado no vino como resultado de los caprichos de una cúpula religiosa,  sino de los designios de Dios antes de que el mundo fuera. El punto es este: ¡Todos murieron con alegría!
He aquí, el testimonio de un cristiano que nació de nuevo en una cárcel, y cuya carta ha llegado hasta nosotros, dice así: "En un rincón oscuro, he encontrado alegría; en un lugar de amargura y muerte, he encontrado descanso. Mientras otros lloran, he encontrado risa; mientras otros temen, he encontrado fortaleza. Quién creería que en un estado de miseria he tenido gran placer, que en un rincón solitario y oscuro, he tenido una gloriosa compañía, y en las duras ataduras, perfecta paz…Todas estas cosas JESÚS me ha dado. Él está conmigo, me consuela, y llena de gozo. Me quita la amargura y me llena con fortaleza y consolación" (Hiran Almirudis. Antología de Homilías Bíblicas, volumen V, p. 66). Detrás de esta carta está el testimonio de un hombre que sacó alegría en medio del sufrimiento, porque la alegría es la fuerza del amor.
Invitación:
He dedicado mi vida, desde el día en que tuve mi encuentro con la verdad de Dios, a predicar este maravilloso descubrimiento: La salvación es el regalo del amor de Dios por el pecador. Pero no se aplica al pecador en forma universalista o automática: "No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos" (Mateo 7:21 RV60). Es necesario hacer una decisión y una invitación para que el SEÑOR te perdone tus pecados, te salve y more en ti para siempre. Si has comprendido lo que hemos estudiado hoy, y nunca has hecho esta decisión, este es el preciso momento para aceptar este amor de Dios en tu vida, ¿te gustaría aceptar el regalo de la vida eterna en JESÚS, y confiar únicamente en Él para la salvación como dice su Palabra? Si es así, ora conmigo…
Oración:
"Señor JESÚS, gracias por amarme, vengo ahora delante de Ti sabiendo que soy un(a) pecador(a) y que Tu moriste por mí. Ahora mismo me arrepiento de todos mis pecados y recibo con todo gozo el regalo de Tu salvación, y te confieso como mi Señor y Salvador. ¡Gracias JESÚS por esta salvación y ayúdame a sete fiel! Amén (Si has hecho esta oración con sinceridad y de corazón, eres salvo. ¡Bienvenido a la familia de Dios! Esto es apenas el comienzo de la verdadera razón de por qué, estás en la tierra. Si quieres unirte a mi grupo discipular en internet, y estudiar conmigo un material de discipulado inicial, escríbeme).
Perla de hoy:
La alegría del cristiano nacido de nuevo es JESÚS. Teniéndolo a Él, lo tenemos todo.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?

 


 

miércoles, 20 de febrero de 2013

Alegría: La fuerza del amor


Francisco Aular
faular@hotmail.com

¡Vivan con alegría su vida cristiana! Lo he dicho y lo repito: ¡Vivan con alegría su vida cristiana! Filipenses 4:4 (La Biblia en lenguaje actual)

Hoy haré todo con la alegría que Dios puso en mí, el día en que nací de nuevo, porque el gozo o la alegría del cristiano nacido de nuevo es inseparable de la obra del Espíritu Santo: "Porque el reino de Dios no es cuestión de comidas o bebidas sino de justicia, paz y alegría en el Espíritu Santo" (Romanos 14:17; NVI). Una de las nueve cualidades que componen el fruto del Espíritu es la alegría en el cristiano, "…con gozo del Espíritu Santo" (1 Tesalonicenses 1:6; RV60). La Biblia dice que una de las características de los primeros cristianos era la alegría contagiosa que poseían: "Y los discípulos estaban llenos de gozo y del Espíritu Santo" (Hechos 13:52; RV60).
Hoy mostraré a quienes me rodean que no es el propósito de Dios que el ser humano viva una vida negativa, derrotada y miserable. Sé que algunos piensan que ser cristiano es vivir siempre con la cara larga, triste, siendo retraído y esperando morirse para ser feliz en el más allá. Contrario a esto, la Biblia afirma que Dios quiere que vivamos con alegría, una vida hasta lo máximo, hasta la plenitud. JESÚS dijo: "Yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia" (Juan 10:10b; NVI).
Hoy diré a los que me rodean que la alegría que ven en mí es la fuerza del amor de Dios en todo mi ser. Es un gozo que también está unido al hecho de que JESÚS es mi SEÑOR Y SALVADOR. ¡Qué hermoso es vivir para JESÚS y tener plena confianza en sus promesas!: "Les he dicho esto para que tengan mi alegría y así su alegría sea completa" (Juan 15:11; NVI). Por otro lado, la alegría del mundo es pasajera porque su propósito es distraerme, divertirme momentáneamente, y muy a menudo, esa alegría es producto de los placeres del mundo, del demonio, y de la naturaleza pecaminosa en todo ser humano.
Hoy me empino y extiendo mis brazos hacia el cielo en señal de gratitud a mi Dios eterno quien tuvo misericordia de mí. No merecía su salvación hace 50 años cuando vine a Él. Todavía esa salvación no la merezco, ni la mereceré, porque es un regalo que el Padre nos ha dado en JESÚS. Mucho menos merecía el hecho de que el Espíritu me diera dones y pusiera en mí cualidades desconocidas, como su amor a través del fruto del Espíritu Santo. Cualquiera sea la situación que me toque vivir en medio de un mundo que no tiene arreglo, en medio de los problemas y tempestades de la vida, no pierdo de vista lo que el SEÑOR me prometió: "En el último día, el más solemne de la fiesta, Jesús se puso de pie y exclamó: — ¡Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba! De aquel que cree en mí, como dice la Escritura, brotarán ríos de agua viva” (Juan 7:37,38; NVI).
Hoy me fijo en su promesa y tengo fuerzas para vivir en ella. No se me promete un riachuelo, ni un goteo, sino "ríos de agua viva", cuyas aguas, al compararlas, ni siquiera, la maravilla de las Cataratas de Niágara se le aproximan. No, yo no estoy aquí para andar quejándome por todo, y echar la culpa a otros por lo que me ha sucedido. No dejaré que nadie ni nada haga en mí una basura, que tape esa corriente de agua viva para otros.
Hoy dejaré que esos ríos de aguas vivas circulen a través de mí para calmar la sed de los demás seres humanos de mi generación. No lo haré en mis propias fuerzas, sino con la alegría que es la fuerza del amor.
Oración:
¡Gracias Padre Celestial por tu presencia constante en mi ser! Gracias porque estás aquí, ahora, conmigo. Gracias por tu amor derramado en mí por la presencia de tu Santo Espíritu. Gracias por la alegría desbordante que me produce tu amor. ¡Qué alegría saber que no estoy solo porque tu amor por mí es incondicional e infinito! Ayúdame, dame tu bendición y el valor de ser un testigo eficaz por dondequiera que vaya. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
La felicidad es nuestra cuando permitimos que la alegría de JESÚS sea por la fe en Él.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?

 

martes, 19 de febrero de 2013

Sin amor estoy en quiebra


Francisco Aular
faular@hotmail.com

Si no tengo amor, de nada me sirve darles a los pobres todo lo que tengo. De nada me sirve dedicarme en cuerpo y alma a ayudar a los demás. 1 Corintios 13:3 (La Biblia en lenguaje actual)
 
No estamos aquí para enderezar el mundo como sistema antagónico a Dios, por el contrario, tenemos que aprender a percibirlo tal y como es, y ayudar a los seres humanos a salir de ese sistema. ¿Cómo vamos a hacerlo? El amor es la respuesta. Pero, ¿cuál clase de amor? Veamos.
Durante los días en que el Apóstol escribió, existían tres palabras en el griego cuyo significado era amor, las tres han sido traducidas al castellano con el término "amor". El sustantivo eros y el verbo  eran, tenían que ver con la palabra para definir amor pasional, el amor entre sexos; es el amor físico, de allí viene erotismo, y que se define como la capacidad de excitar el deseo sensual. Este es el amor para inflar el ego, y busca solamente la satisfacción personal, la frase clave para este tipo de amor es: "Te amo si me das algo". No aparece esa palabra en el Nuevo Testamento.
Fileo o philia es el amor que denota calidez, intimidad y afecto para las personas más allegadas a nosotros, como la familia, amigos íntimos y, también, los hermanos de la iglesia philadelfia. La frase clave para este tipo de amor es: "Te amo porque…", sin embargo, el cristianismo necesitó una palabra que fuera mucho más allá de las emociones, y afortunadamente, el griego ya la tenía: ágape. Se diferencia del primero porque no busca lo suyo y del segundo porque no es el resultado de nexos familiares o gregarios. La frase clave es "Te amo a pesar de…", es un amor incondicional.
Pues bien, el cristiano nacido de nuevo está capacitado por el Espíritu Santo, para accionar este tipo de amor que surge de nuestra voluntad: "Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado" (Romanos 5:5; NVI). Dios produce en nosotros esta clase de amor, con el cual debemos amar a Dios y a nuestros semejantes, esto es el fruto del Espíritu Santo: "En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas" (Gálatas 5:22,23; NVI). ¡Son nueve virtudes que el Espíritu Santo produce en el cristiano nacido de nuevo! ¡Éstas, entre muchas otras, ya viven en nosotros! Pero tenemos que aprender a desarrollarlas y mostrarlas a medida que crecemos en JESÚS.
¡Dios nos ama! ¡Son las buenas noticias que nos trajo JESÚS! Nos ama con el mismo amor ágape señalado en 1 Corintios 13, llamado el capítulo del amor. Su amor no está condicionado por nuestra conducta: "Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros" (Romanos 5:8; NVI). Algunos piensan ser perfectos moralmente, antes de venir a Dios. Eso sería como no ir al médico hasta sanarse. Mi amado, mi amada, debemos ir a Dios tal como estamos y somos. No obstante esto, podemos estar seguros que una vez, nacidos de nuevo por la fe y la confianza en JESUS como nuestro Señor y Salvador, su gracia depositará en nosotros su Santo Espíritu, el cual derramará su amor en nuestros corazones para poder amar como Él ama.
Si no amo como Él ama, después de ser su hijo, estaría metido en un dilema: "Queridos hermanos, amémonos los unos a los otros, porque el amor viene de Dios, y todo el que ama ha nacido de él y lo conoce. El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor" (1 Juan 4:7,8; NVI). Si somos hijos de Dios, tenemos poder para amar por fe; si no amamos como Dios ama, no hemos sido salvos y en consecuencia estamos perdidos, en otras palabras: Sin amor estoy en quiebra.
Oración:
Amado JESÚS, creo en ti, mi Cristo, porque me llevaste hacia ti con el poder de tu infinito amor. ¡Creo en ti mi Señor y Salvador!, por tu amor al humillarte y tomar un cuerpo humano; por tus sufrimientos que no merecías; por la cuesta del Calvario que subiste y la cruz que padeciste, y por la victoria de la Resurrección. Creo que compraste un lugar para mí en el cielo, y en virtud de tu amor infinito, he puesto toda mi confianza en ti, me he arrepentido de mis pecados y flaquezas, y como un regalo, me diste tu perdón y salvación. Que yo sea ante todo, un monumento  andante de tu amor, hasta el día en que esté contigo para siempre. ¡Bendito seas Señor¡ Amén.
Perla de hoy:
Como hijos de Dios, todo lo que hagamos es amor en acción.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?


 

lunes, 18 de febrero de 2013

Amor es…


Mis amados todos:
Hoy es el “Día de la Familia” aquí en la provincia de Ontario, en donde vivo. ¡Gracias al SEÑOR!, porque la familia ocupa un lugar muy importante en la Biblia. ¡Antes que el gobierno!, ¡antes que el estado!, ¡antes que la escuela!, el matrimonio, y por extensión, toda la familia es la primera institución creada por Dios para que la sociedad pueda cumplir su misión histórica en el mundo. ¡Cuánto alabo a Dios!, porque en medio de un mundo secular e indiferente, los gobernantes de esta provincia hayan vuelto a sus raíces y exalten el valor fundamental de la familia. Como aquel gobernante libertador de Israel, digo: “Escojan ustedes a quien van a servir (…) pero yo y mi familia, serviremos al SEÑOR” (Josué 24:15). Por lo tanto, nos unimos a esa celebración y decimos a todos: ¡Feliz día de la familia!
Pastor y amigo,
Francisco Aular
faular@hotmail.com

Amor es…
Y andad en amor, así como también Cristo nos amó… Efesios 5:2 (RV60)
"/La gente de nuestro tiempo no sabe lo que es el amor/, /que vive perdiendo el tiempo, buscando y sin encontrar/. Coro: /Amor, es el  entregarse en alma y cuerpo a la humanidad/; /vivir siempre sirviendo sin que tu esperes algo para ti/".[i] Este es el himno del amor, el cual cantamos muchas veces en nuestras congregaciones. Sinceramente es uno de los muchos himnos latinoamericanos que Dios ha inspirado, y cuyas notas y letra nos cautivan desde la primera vez en que lo oímos. Estaré en deuda con este himno porque fue el lema de mi primer pastorado, aquí en Canadá, y nos hizo mucho bien cantarlo y vivirlo en aquellos años.
Claramente, descubrimos que está inspirado en ese gran himno al amor que el apóstol Pablo nos escribió hace ya dos mil años. Se encuentra en el capítulo 13 de primera a los Corintios, y para muchos estudiosos de la Palabra, este es el capítulo "más maravilloso de todo el Nuevo Testamento". Cada cristiano puede mostrar un carácter como el de JESÚS en todo lo que es y hace, así que, haremos muy bien, en ver las distintas facetas del amor de Dios en nosotros. Debo decir que he pasado toda una vida estudiando el tema, y no bastará el resto que me queda de días en esta tierra, para dilucidar y mucho menos practicar plenamente su significado.
Por otra parte, al entrarnos más y más en el tema del amor de Dios en nosotros hemos de estar conscientes de las siguientes verdades, respecto al amor: Primero, Dios nos ama: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3:16; RV60). Segundo, Dios nos ordena amar, no es una opción: "Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros" (Juan 13:34,35; RV60). Tercero, no podemos amar en nuestras propias fuerzas ni por motivos indignos: "Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad" (Mateo 7:22,23; RV60). Cuarto, cada cristiano nacido de nuevo está capacitado para amar como Él nos ama: "…porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado" (Romanos 5:5; RV60), y quinto, desde el principio hasta el fin, el cristiano vive por fe; entonces podemos amar por fe también: "Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él"  (Colosenses 2:6; RV60). Así que podemos cantar, amor es…
"/La gente de nuestro tiempo no sabe lo que es el amor/, /que vive perdiendo el tiempo, buscando y sin encontrar/. Coro: /Amor, es el entregarse en alma y cuerpo a la humanidad/; /vivir siempre sirviendo sin que tu esperes algo para ti/"
Invitación:
¿Quieres tener este amor de Dios en ti? Te es necesario nacer de nuevo y ser salvo. La salvación es el regalo del amor de Dios por el pecador. Pero no se aplica al pecador en forma universalista o automática: "No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos" (Mateo 7:21; RV60). Es necesario hacer una decisión y una invitación para que el SEÑOR te perdone tus pecados, te salve y more en ti para siempre. Si has comprendido lo que hemos estudiado hoy, y nunca has hecho esta decisión, este es el preciso momento para aceptar este amor de Dios en tu vida, ¿te gustaría aceptar el regalo de la vida eterna en JESÚS, y confiar únicamente en Él para la salvación como dice su Palabra? Si es así, ora conmigo…
Oración:
"Señor JESÚS, gracias por amarme. Vengo ahora delante de Ti sabiendo que soy un(a) pecador(a) y que Tu moriste por mí. Ahora mismo me arrepiento de todos mis pecados y recibo con todo gozo el regalo de tu salvación, y te confieso como mi Señor y Salvador. ¡Gracias JESÚS por esta salvación y ayúdame a serte fiel! Amén.[ii]
Perla de hoy:
Dios hace que su amor venga a nuestros corazones, para que hagamos una revolución de amor por dondequiera que vayamos.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?
[i] Jorge Clark Ramírez,  Himnario Bautista #304
[ii] Si has hecho esta oración con sinceridad y de corazón, eres salvo. ¡Bienvenido a la familia de Dios! Esto es apenas el comienzo de la verdadera razón de por qué, estás en la tierra. Si quieres unirte a mi grupo discipular en internet, y estudiar conmigo un material de discipulado inicial, escríbeme.