viernes, 8 de marzo de 2013

Mujer: ¡Eres valiosa!


Francisco Aular
faular@hotmail.com         

Mujer hacendosa, ¿quién la hallará? Su valor supera en mucho al de las joyas. Proverbios 31:10 (La Biblia de las Américas)

Mujer: ¡Eres valiosa! Porque Dios te ha hecho entre las más escasa y costosa de todas las joyas; eres el más sublime de los ideales con que un verdadero hombre sueña y espera. Mantén por encima de tu belleza física, tus modales gentiles y femeninos: Simplemente sé mujer.
Mujer: ¡Eres valiosa! Porque eres el corazón del hogar desde que naces y allí eres reina, eres el amor que resucita por el poder de tus lágrimas y la verdad de tus hechos dentro de tu pequeño reino; la razón se viste contigo para ser hermosa, y poner belleza en sus justos juicios; la justicia se tapa los ojos para no ver tu llanto cuando uno de tus seres queridos te ha fallado. Simplemente sé mujer.
Mujer: ¡Eres valiosa! Porque así como Dios pudo crear muchas cosas de la nada, a ti te creó del hombre, y conjuntamente con él, has hecho tu trabajo con amor, y por eso, puedes tomar la casa más humilde y convertirla en un reino, las ropas más pobres volverlas bellas, y hacer de la comida más sencilla, un banquete continuo. Nadie como tú para secar lágrimas con tus lágrimas; no te desanimas al repetir las actividades de cada día; el amor, el perdón y la oración son tus compañeros de viaje durante la vida, y por eso, Dios hace milagros contigo. Como Dios, tú sonreías en medio de los dolores de la maternidad, porque sabías que estabas dando a luz a un ser que con tus cuidados maternales tenía posibilidades infinitas de triunfar; en fin, haces un deleite de cada deber en el hogar. ¡Eres una verdadera mujer de Dios y con Él construyes un mundo mejor! Simplemente sé mujer.
Mujer: ¡Eres valiosa! Por ello, en esta hora, me uno a los hombres que desde la antigüedad han cantado para ti. Hoy es tu día: ¡Feliz día de la mujer! Te dedico este poema:
Romance a la mujer
Francisco Aular
Si quieres ser un rosal
que perfuma la ribera.
Si quieres ser manantial
que surte de agua fresca.
Si quieres ser como águila,
volar con tus fuerzas nuevas.
Si quieres ser como lluvia
bendición sobre la tierra.
Si quieres ser como el viento
que no conoce fronteras.
Si quieres ser esa mano
que mueve la cuna nueva.
Si quieres ser el consejo
que en el corazón se lleva.
Si quieres ser el lucero
que echa fuera las tinieblas.
Si quieres ser valentía
que ni el dolor remueva.
Si quieres ser la alegría
que vence toda tristeza.
Si quieres ser el motivo
en que se inspire el poeta.
Si quieres que te admiren
por tu mente y tus ideas.
Si quieres  ser una vida
que va dejando la estela.
Si quieres valer un precio
que sobrepasa el de las perlas.
Si quieres amar a Dios
Mucho más que a tu belleza.
Si quieres  como la hormiga
Ahorrar para lo que venga.
Si quieres ser lo que eres:
lo más bello del planeta.
Sólo sigue siendo tú: ¡Mujer!
Porque tu nombre encierra
misterio, amor y comprensión.
Las virtudes más excelsas:
Madre. Esposa. Hija.
Hermana. Nieta y Suegra.
Si quieres, encima, llevar el
dulce nombre de Abuela.
No detengas tu andar
hermoso como de reina.
De principio hasta el final
¡que viva la diferencia!
Por eso yo no me canso
de admirarlas y quererlas,
porque para eso Dios te hizo
del hombre, ¡su compañera!
© Manassas, VA, 8 de marzo de 2005
Oración:
Amado JESÚS, tú, que cambiaste la condición de la mujer rescatándola de la esclavitud, y de ser objeto de placer del hombre, la has elevado a las alturas dentro de tu plan para, con la sensibilidad que la acompaña, embellecer nuestras vidas y poner ese toque femenino tan esencial en las relaciones humanas. En este día oramos porque las mujeres tengan un conocimiento pleno de Ti y de tu gracia, para compartirla con las demás mujeres que no te conocen. Amén.
Perla de hoy:
La mujer es del tamaño de lo que ella haga de sí misma y de su feminidad.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?

 

 

 

 

 

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