miércoles, 31 de octubre de 2018

¿Por qué DIOS es SEÑOR?

Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com        
Lectura devocional: Salmos 115:1-18

Mi inolvidable hermano Jesús Bolívar y yo, hicimos un viaje exploratorio para realizar una Marcha Evangelizadora por los andes venezolanos. Llegamos a Mérida, allí los misioneros estadounidenses Eugenio y Eva Kimler, fueron nuestros anfitriones.  Recién comenzaba la obra bautista en aquella ciudad. Nos invitaron a subir por el teleférico a la altura mas elevada de nuestro país Venezuela, el pico Bolívar (4.978 metros en la Sierra Nevada de Mérida). La misionera María Galíndez, nos guiaba. Mi amado hermano Jesús Bolívar, exclamaba sobre el paisaje: “¡Qué belleza, María y hermano Francisco, aquí se ve la mano de Dios!” Por fin llegamos al final de la ruta, estaba comenzando a nevar suavemente, y la montaña se encontraba salpicada de blanco por todas partes. María Galíndez y yo, vimos los saltos emocionados del hermano Bolívar, con su inseparable Biblia gigante, decía sin importar la cantidad de gente que lo veía, con lágrimas en sus ojos…¡gracias SEÑOR mío, cuán grande eres! María y yo, aprovechando aquel templo natural, nos unimos al hermano Jesús quien sacó de su Biblia, las letras de un himno y nos invitó a cantarlo con él e hicimos un trío improvisado y entonamos, el precioso himno: ¡Cuán grande es Él! Escrito por el pastor sueco, Carl Boberg en 1885: (HB#20, CBP, 1990).
I
SEÑOR mi Dios,
al contemplar los cielos,
el firmamento y las estrellas mil;
al oír tu voz en los potentes truenos
y ver brillar el sol en su cenit:
Coro:
Mi corazón entona la canción,
¡Cuán grande es Él, cuan grande es Él!
Mi corazón entona la canción,
¡Cuán grande es el Él!, ¡Cuán grande es Él.
II
Al recorrer los montes y los valles
y ver las bellas flores al pasar;
al escuchar el canto de las aves
y el murmurar del claro manantial:
III
Cuando recuerdo del amor divino
que desde el cielo al Salvador envió;
aquel JESÚS que por salvarme vino
y en una cruz sufrió por mi y murió:
IV
Cuando el señor me llame a su presencia,
al dulce hogar al cielo de esplendor,
le adoraré cantando la grandeza
de su poder y su infinito amor:

La amada misionera María Galíndez y el hermano Jesús Bolívar, ya están en la presencia de Dios, viviendo en plenitud celestial la cuarta estrofa de este himno tan amado por la Iglesia del SEÑOR, aquí en la tierra.

Debe ser claro para todo cristiano nacido de nuevo al menos una definición de la mayordomía cristiana y sus implicaciones como esta: es el “empleo responsable, bajo la dirección de Dios, de la vida, los talentos, el tiempo, y los medios materiales en la proclamación del evangelio y en el servicio cristiano. Al compartir el evangelio, la mayordomía encuentra su más elevado significado. La mayordomía esta basada en el reconocimiento de que todo lo que somos y tenemos viene de Dios como un depósito sagrado.” (Ideales bautistas).

Lo cierto es que la gracia del SEÑOR y nuestra responsabilidad humana e histórica, van juntos. El verdadero discípulo del SEÑOR, debe verse en este Salmo 115 del rey David. ¡Gracias al SEÑOR ya no andamos en la idolatría de este mundo!, frente a ídolos (vs.4-8), porque hemos depositado nuestra fe, confianza y esperanza únicamente en el SEÑOR nuestro Dios (9-16), hemos renunciado a la adoración y consulta a los muertos, horóscopos y fiesta de Halloween…(17,18) ¡Somos libres para servir al SEÑOR con todo lo que somos y tenemos! Entendemos bien las razones de nuestra verdadera mayordomía y a la pregunta:
¿Po qué Dios es SEÑOR? Respondemos con la Biblia en la mano:

1.   Dios es SEÑOR porque hizo los cielos y la tierra.
2.   Dios es SEÑOR porque Él ha dado la tierra a toda la humanidad.
3.   Dios es SEÑOR porque  Él es Dios de vivos y no de muertos (Marcos 12:27): Los muertos no pueden cantar alabanzas al SEÑOR porque han entrado en el silencio de la tumba.

¡Si vamos a hacer buenos mayordomos tenemos que hacerlo ahora para que Él reciba la honra y la gloria y  por medio de Su gracia, traer a muchos al reinado eterno con JESÚS, SEÑOR de señores al final de los tiempos!

Oración:
Amantísimo Padre Celestial:
¡Cuán grande eres! Con solamente ver lo que me rodea, sé que existes y andas conmigo, y como tu rey David, no dejo de alabar y bendecir tu nombre. ¡Toda la gloria, la majestad, el poder y la autoridad, son tuyos desde antes desde la eternidad pasada, en la eternidad presente y en la eternidad futura! ¡Ayúdame a reflejar tu gloria en todo lo que soy y hago para ti o para el prójimo que me rodea¡ En el nombre de JESÚS. Amén!

Mayordomía es el uso sabio de los recursos de Dios para hacer la obra que Él en Su gracia, me ordena.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?

martes, 30 de octubre de 2018

DIOS es Dueño de todo

Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com        
Lectura devocional: Salmos 24:1-10
La tierra es del SEÑOR y todo lo que hay en ella; el mundo y todos sus habitantes le pertenecen. Salmos 24:1 (NTV)

Mayordomía es la doctrina bíblica que nos enseña que Dios es Dueño absoluto de todo. En efecto,  la mayordomía es el uso de los recursos dados por Dios al ser humano para realizar las metas dadas por Dios porque Él es el legítimo Dueño de todo. ¡No se trata de nosotros se trata de Dios! Esto lo ilustramos mejor con la siguiente historia: El gran maestro Arturo Toscanini (1867-1957), en una ocasión, se puso delante de la orquesta y dijo: “¡Nada soy yo, Toscanini; nada son ustedes; Beethoven es todo!” Comprendió el gran músico que la función de aquella orquesta, el coro y la de él como director, era transmitir a los oyentes a Beethoven. En esa misma forma la Biblia nos presenta esta verdad práctica de la mayordomía, nos somos nosotros los dueños ni siquiera de nosotros mismos.  Así que todos aquí en la creación divina, debemos comprender de manera práctica como ser un mayordomo fiel… y serlo.

El rey poeta David, refleja en los Salmos la mayoría escritos por él, que creía que su propósito en la vida, era presentar la grandeza de Dios como Dueño absoluto de todo. De hecho, la mayordomía es la docrina que nos enseña que Dios es dueño de nosotros como seres humanos y debemos hacer que el mundo nos vea como simples administradores o mayordomos que debemos dar cuenta al final del día sobre como hemos administrado Su propiedad: “La tierra es del SEÑOR y todo lo que hay en ella; el mundo y todos sus habitantes le pertenecen.” Salmos 24:1 (NTV).

Que agradecido estoy al SEÑOR que me llevó a una iglesia con un pastor amoroso pero muy responsable como administrador o mayordomo  de los recursos de Dios, el finado Dr. Charles B. Clark. La primera lección de la mayordomía que recibí me dejo casi sin aliento, “Dios es Dueño absoluto de todo”…yo pensaba que el dinero que yo tenía en mi cartera era mío, también mi vida, mi voluntad, mi cuerpo, me alegraba de mi propia autonomía, “soy dueño de mi propio destino”… y un largo etcétera. “¡No, Fran todo es de Dios y algún día darás cuenta de tu mayordomía, sobre los bienes que Él entregó en tus manos!” ¡Qué gran verdad, decidí seguirla y allí prosigo!

Ciertamente, Dios ha puesto ya 55 años en que empecé a practicar la mayordomía cristiana, después de aquella primera Campaña de Mayordomía en nuestra Misión Bautista Emanuel… y darle a Dios, lo de Dios. En este instante, mientras escribo, miro a mi alrededor nada más, y compruebo que todo lo que tengo, no me lo llevaré al salir. Por decirlo en alguna manera práctica, escucho el andar de mi preciosa esposa Mary en la cocina, ¿qué digo mía? No ella, es de Dios. Pienso y oro todos los días por otros tesoros amados que son míos, nuestros cuatro hijos y nueve nietos, ¿qué digo, nuestros? No, ellos son de Dios. De esta manera, el mayordomo tarde o temprano tendrá que concluir como un varón de Dios, llamado Job: «Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo estaré cuando me vaya. El SEÑOR me dio lo que tenía y el SEÑOR me lo ha quitado. ¡Alabado sea el nombre del SEÑOR!». (Job 1:21,NTV).
Oración:
Amantísimo Padre Celestial:
Aquí estoy SEÑOR inclinado ante tu grandeza y dándote las gracias por haberme enseñado desde joven que soy simplemente un administrador, un mayordomomo de todo de todo cuando me has dado. Ayúdame a seguir adelante esforzándome en tu gracia, hasta que escuche tu voz decirme: “Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra al gozo de tu Señor.” En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
Nada soy yo, nada somos: ¡JESUCRISTO es todo!
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?


lunes, 29 de octubre de 2018

“Da cuenta de tu mayodomía”

Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com      
Lectura devocional: Lucas 16:1-16
Entonces le llamó, y le dijo: ¿Qué es esto que oigo acerca de ti? Da cuenta de tu mayordomía, porque ya no podrás más ser mayordomo. Lucas 16:2 (RV60)

Mi madre de crianza era una buena mujer, le agradezco al SEÑOR que me puso bajo su autoridad a los nueve años, pero practicaba el cristia-paganismo, es decir iba a la iglesia tradicional en que habíamos nacido, pero ella dependía del ocultismo en todo lo que hacía; y desde luego, yo andaba con ella en esas prácticas. Un buen día conocí más de la Palabra de Dios, leyéndola en voz alta, escuhádola y dentro de la Oración Sacerdotal de JESÚS que se encuentra en Juan capítulo 17, el Espíritu Santo -bayo cuya convicción estaba en aquel momento- me llevó al versículo 20, donde JESÚS oró por Sus discípulos: “Más no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos.” Entonces se abrieron mis ojos y comprendí asombrado y conmovido que ¡JESÚS, había orado por mí también! ¡Esta verdad me ha sostenido desde aquel inolvidable 11 de abril de 1963!

Como todo aquel enfermo terminal que encuentra remedio para el mal que lo mataba, nada ni nadie me detenía de contar a todos mis familiares, compañeros de trabajo y mis amigos, mi nuevo nacimiento como hijo de Dios. Ustedes entenderán que mi madre de crianza, no pudo entender el cambio milagroso que el SEÑOR había hecho en mi vida. Sin entrar en muchos detalles, ella me dijo: “En esa iglesia te van a sacar dinero, y cuando te muera te enterrarán boca abajo…” Después de mi conversión, el Espíritu Santo me fue guiando en mi nueva vida y sabía que no podía vivir mi cristianismo, así que empecé a buscar iglesia para congregarme, fui a varias, y ahora entiendo que el SEÑOR me llevó de la mano a una congregación local, recién iniciada como Misión Bautista Emanuel. ¡Aquella iglesia sería mi hogar y mi familia grande los hermano de la Convención Nacional Bautista de Venezuela!

Así que cuando llegué a la Misión Bautista Emanuel, en el mes de agosto de 1963, en Caracas, fue por la voluntad de Dios. Aquella noche, El joven Luis Magín Alvarez Durán quien dirigía el Servicio y también recogió la ofrenda al SEÑOR, ¡yo puse un flamante bolívar en el plato de las ofrendas!... como había sigo monaguillo en la iglesia popular, y vi tantas veces a los ricos de mi barrio colocar tres centavos para Dios en el cepillo de las limosnas, supuse que yo los había superado y además no había caído en la trampa que me había advertido mi madre de crianza: “En esa iglesia te van a sacar el dinero”…

Tres meses de convertido corrieron rápidamente porque yo no dejaba de anunciar a JESÚS, y algunos familiares y amigos, también había venido al SEÑOR. ¡Qué gozo tan grande tenía al saber que había llegado a la familia de Dios! “Así que ahora ustedes, los gentiles, ya no son unos desconocidos ni extranjeros. Son ciudadanos junto con todo el pueblo santo de Dios. Son miembros de la familia de Dios.” (Efesios 2:19,NTV).

Los perlistas de muchos años, saben cuanto agradezco a mi Dios, por mi primera familia eclesiástica que el SEÑOR me dio como recién nacido por Su gracia. Ahora tenía que aprender tantas cosas de la Palabra de Dios, y por ello, me regaló también un gran pastor al misionero estadounidense Carlos B. Clark (1923-2017), y su preciosa familia compuesta por mi “mamá” Shirley y mis hermanos: Shirley, Judy, Carlos y Juan. Así las cosas, llegamos al mes de noviembre de 1963 y el pastor Clark, nos guió en lo que conocí como la “Campaña de Mayordomía Anual” Allí por primera vez, hace 55 años, comprendí que el SEÑOR quiere hacernos Sus mayordomos, es decir, comprender que Dios es el Dueño de todo lo que existe  y el ser humano, simplemente el administrador temporal de Su propiedad. Por eso la advertencia de la “parábola del mayordomo infiel”: Dios nos dice: “Da cuenta de tu mayordomía…”

“Entera consagración” fue el himno que aprendimos en aquel mes. En efecto, la poeta inglesa: Frances Ridley Havergal (1836-1879), lo expresó así:
I
Que mi vida entera esté
consagrada a ti, Señor,
que mis manos pueda guiar
el impulso de tu amor.
CORO:
Lávame en tu sangre, Salvador,
límpiame de toda mi maldad;
¡Traigo a tí mi vida, para ser, Señor:
tuya por la eternidad!
II
Que mis pies tan sólo en pos
de lo santo puedan ir,
y que a tí Señor, mi voz
se complazca en bendecir.
III
Que mis labios al hablar
hablen sólo de tu amor;
que mis bienes ocultar,
no lo pueda a ti, Señor.
IV
Que mi tiempo todo esté
consagrado a tu loor,
que mis labios al hablar,
hablen de tu amor.
V.
Toma, ¡oh Dios! mi voluntad,
y hazla tuya, nada más;
toma, sí, mi corazón,
y tu trono en él, tendrás.
(NHP#94,CVP,1975)

Oración:
Amantísimo Padre Celestial:
¡Qué descanso espiritual me produce saber que tú eres mi amado hacedor y dueño de quien soy y lo que tengo!¡Gracias SEÑOR por revelarnos la verdad de que nada trajimos a este mundo y nada nos llevaremos! ¡Ayúdame a ser un buen administrador de mis talentos y dones que poseo al ponerlos a tu servicio! En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
Ser buenos mayordomos o administradores de los bienes de Dios, es vivir una vida con propósito.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo? 

viernes, 26 de octubre de 2018

¡Fuera Halloween!

Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional: Efesios 6:10-20
Pues no luchamos contra enemigos de carne y hueso, sino contra gobernadores malignos y autoridades del mundo invisible, contra fuerzas poderosas de este mundo tenebroso y contra espíritus malignos de los lugares celestiales.  Efesios 6:12 (NTV)

La mayor parte del cristianismo moderno ignora por completo que ser cristiano nacido de nuevo, es al mismo tiempo ser enemigo del diablo y sus “gobernadores malignos y autoridades del mundo invisible…” ¡Son poderes que están gobernando actualmente en todo el mundo! Se habla de criminales que nos gobiernan físicamente pero es el “príncipe de este mundo” Satanás, su dios. Precisamente contra el  diablo que controla a este mundo y el verdadero Dios, las palabras del SEÑOR JESÚS, son actuales como nunca en la presente generación: “El propósito del ladrón es robar y matar y destruir; mi propósito es darles una vida plena y abundante.” (Juan 10:9,NTV). ¡Escoge entre JESÚS o Satanás!

Hoy citamos al apóstol Pablo desde su Carta a los Efesios. La imagen que el Apóstol da al cristiano nacido de nuevo, es la de un soldado que Dios le ha regalado una posición en Él, que no debe moverse hacia la derrota sino hacia la victoria, porque el SEÑOR mismo a través del Espíritu Santo, lo ha vestido con una armadura celestial: “Pónganse toda la armadura de Dios para poder mantenerse firmes contra todas las estrategias del diablo.” (Efesios 6:11,NTV). La asombrosa verdad que se desprende de la lectura devocional de hoy, es que vestidos con toda esa armadura y con la autoridad que JESÚS nos ha dando en la Gran Comisión y por el poder de Su resurrección, podemos decirle al mismísimo diablo: ¡Fuera Halloween!

¡Fuera Halloween! Porque estás en contra de la Palabra de Dios. En efecto, la Biblia es la Palabra de Dios, y prohíbe en forma clara, la consulta con los muertos, las practicas de la hechicería, la brujería, el satanismo y obviamente, celebraciones como Halloween: Cuando entres en la tierra que te da el Señor tu Dios, no imites las costumbres abominables de esas naciones. Nadie entre los tuyos deberá sacrificar a su hijo o hija en el fuego; ni practicar adivinación, brujería o hechicería; ni hacer conjuros, servir de médium espiritista o consultar a los muertos.” Deuteronomio 18:9-11, NVI).

¡Fuera Halloween! Porque este tipo de actividades diabólicas, va en contra del Primer Mandamiento: “Ama al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas.” (Deuteronomio 6:5,NTV). Usted nunca presenciará que en esta celebración de Halloween, se haga en el nombre del Altísimo, sino en la adoración al diablo y sus demonios.

¡Fuera Halloween! Porque va en contra de las enseñanzas de JESÚS. De hecho cuando JESÚS se enfrentó a Satanás durante 40 días en el desierto, y rechazó todas sus ofertas, diciéndole: “¡No, las Escrituras dicen!”…El diablo no le dejó y movió todos sus tentáculos en la religión, en la política, en el gobierno para llevarlo a la cruz. Pero en el encuentro con Satanás en el desierto, la enseñanza del SEÑOR JESÚS fue: “Las Escrituras dicen: “Adora al SEÑOR tu Dios y sírvele solo a Él.” (Lucas 4:8, NTV). Igualmente, el SEÑOR JESÚS, nos llama a una decisión firme frente al desafío satánico: “El que no está conmigo, a mí se opone, y el que no trabaja conmigo, en realidad, trabaja en mi contra.” (Mateo 12:30, NTV).

Usted puede decir, “la verdad es que yo sigo las costumbres de este país en donde he llegado y las de mi familia que vinieron antes, esta es su cultura. Josué un gran hombre de Dios, tuvo ese dilema y fíjate lo que nos dice: “Pero si te niegas a servir al SEÑOR, elige hoy mismo a quién servirás. ¿Acaso optarás por los dioses que tus antepasados sirvieron del otro lado del Éufrates? ¿O preferirás a los dioses de los amorreos, en cuya tierra ahora vives? Pero en cuanto a mí y a mi familia, nosotros serviremos al SEÑOR.” (Josué 24:15,NTV).

¡Fuera Halloween! Porque eres un estorbo al crecimiento espiritual de nuestra niñez. Nací y pasé mi niñez, entre creyentes y practicantes de la “magia blanca”. Pero en realidad: No existe tal división en el mundo espiritual, tanto la magia blanca como la magia negra es una actividad diabólica, por lo tanto, no hay brujas buenas y brujas malas. Toda la actividad demoníaca se disfraza y se oculta para ganar adeptos y así seguir en su reino de maldad que domina al mundo. Participar en esta actividad como algo infantil y meramente folklórico y disfrazarlos de  brujitas, diablitos y de muertos.  Esto lo podemos entender mejor cuando vemos a JESÚS y su trato especial para la niñez, sus discípulos quisieron impedir que los niños se acercaran al SEÑOR: “Pero Jesús dijo: «Dejen que los niños vengan a mí. ¡No los detengan! Pues el reino del cielo pertenece a los que son como estos niños». (Mateo 19:14,NTV).

De tal manera que en estos días, no nos quedemos sentados y asustados frente a la propaganda diabólica, sino que pongámonos nuestras armaduras y el nombre del SEÑOR exclamemos, avancemos, defendamos nuestra posición en Dios para ¡impactar, influir y vencer! Con la seguridad de nuestra salvación: “Sabemos que los hijos de Dios no se caracterizan por practicar el pecado, porque el Hijo de Dios los mantiene protegidos, y el maligno no puede tocarlos.” (1 Juan 5:18). ¡Aleluya!... con todo esto podemos decir: ¡Fuera Halloween!

Oración:
Bendito Padre Eterno:
Estoy vestido con la armadura que me has dado por lo tanto desde mi posición en ti, me pongo mi casco de la salvación, empuño la espada de la Palabra de Dios, aprieto el cinturón de la verdad, y la justicia de Dios es mi coraza y calzo mis pies con la Buena Nueva de salvación anunciando la paz de Dios por donde vaya, en esta hora levanto el escudo de la fe para detener las flechas encendidas del diablo contra mí y los míos. ¡Señor soy tuyo y venceré! En tu nombre echo fuera toda práctica ocultista porque te amo y te soy fiel. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
Dios solamente por Su gracia, nos ha regalado una posición en CRISTO, el poder de Satanás se estrellará contra el poder de la armadura que poseemos.¡Adelante, siempre adelante!
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento por obedecer?
¿Existe un pecado por evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?

jueves, 25 de octubre de 2018

¿Mentira o realidad?

Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com         
Lectura devocional: Deuteronomio 18:9-14
Cuando entres en la tierra que te da el Señor tu Dios, no imites las costumbres abominables de esas naciones. Nadie entre los tuyos deberá sacrificar a su hijo o hija en el fuego; ni practicar adivinación, brujería o hechicería; ni hacer conjuros, servir de médium espiritista o consultar a los muertos. Deuteronomio 18:9-11(NVI)

Si usted tiene delante de sí algún medio informativo que diga lo que está ocurriendo en el mundo entero, las última 24 horas o en las últimas semanas, verá que las noticias son tan aterradoras que usted puede preguntarse, si lo que nos está ocurriendo, es: ¿Mentira o realidad? ¡Ciertamente que el mismo infierno se abrió de par en par y el mismísimo Satanás anda por el mundo entero –su reino actual- haciendo el mal con gran furia y en gran escala! Porque uno de los recursos que emplea Satanás para “engañar, destruir y matar” es precisamente embaucar a este mundo entero y ¡hacerles creer que él no existe! Pero la Biblia nos advierte que el diablo es real y está activo como nunca porque sabe que estamos viviendo los últimos tiempos: Pero el terror vendrá sobre la tierra y el mar, pues el diablo ha descendido a ustedes con gran furia, porque sabe que le queda poco tiempo”. (Apocalipsis 12:12b,NTV).

De hecho, los acontecimientos de los últimos cincuenta años demuestran que la política, las ideologías, las religiones, la cultura, el humanismo, la postmodernidad  y aún el progreso científico y tecnológico, no nos han  conducido a una clase de Paraíso recobrado, por el contrario, estamos arrastrando la consecuencias del paraíso perdido, en el cual, nuestros primeros padres, cambiaron la verdad por la mentira, es decir, hicieron un mal negocio con Satanás, el padre del engaño y la mentira; desde entonces, nacemos, vivimos, nos reproducimos y morimos en su territorio. Desde esos comienzos de la humanidad, los seres humanos están “muertos en sus delitos y pecados” (Efesios 2:1,2); ciegos “en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios” (2 Corintios 4:4); nuestro hermano Pablo escribió a su discípulo lo siguiente: “que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizás Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él” (2 Timoteo 2:26 RV60). Con razón la Biblia dice: “Sabemos que somos de Dios, y que el resto de la gente en el mundo está dominada por el diablo” (1 Juan 5:19, La Biblia en lenguaje actual).

Tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo, Satanás, conjuntamente con sus “principados” y “potestades” son presentados como realidades con dos características principales: En primer lugar, como seres personales y espirituales; y en segundo lugar, influyen en los acontecimientos de la tierra. La pregunta que nos hacemos es ésta: todo esto de Satanás con sus potestades de maldad y los poderes que se les ha dado es ¿mentira o realidad? Dios prohíbe las prácticas del ocultismo con sus diferentes categorías: ni practicar adivinación, brujería o hechicería; ni hacer conjuros, servir de médium espiritista o consultar a los muertos. Si la Biblia, prohíbe tales practicas es porque son realidades espirituales que están en abierta competencia con las verdades divinas, y frente a ellas Dios nos pide que tomemos una decisión: “Yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal (…) escoge, pues, para que vivas” (Deuteronomio 30:15, 19). A los que prefieran seguir atados a los malos espíritus, a sistemas religiosos inventados por el hombre, o ideologías inundadas de practicas ocultistas, les dice: “Me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas rotas que no retienen agua” (Jeremías 2:13). La Biblia nos dice que el ser humano se apartó de Dios, pero en Su plan eterno y por Su misericordia, el Señor lo busca para salvarlo y sacarlo del río de la muerte y llevarlo al río de la vida. ¡Dios se ha propuesto hacer al ser humano parte de Su familia para que esté con Él para siempre!: “Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios” (Efesios 2:19). ¡Dios en estos últimos tiempos y conforme a Su plan eterno tiene grandes noticias para nosotros los seres humanos!

En efecto, JESÚS bajó del cielo a la tierra para llevarnos a Dios. Nosotros no podíamos salvarnos de las garras de Satanás y sus poderes. Pero debemos tener en cuenta esto: Ciertamente, Satanás es poderoso; pero Dios es Todopoderoso. Sí, es verdad los poderes de la maldad son grandes, y movieron a los gobernantes tantos políticos como religiosos para llevar a JESÚS a la terrible muerte de la cruz; pero precisamente allí, en la cruz, el Señor canceló la cuenta que nosotros los seres humanos no podíamos pagar por nuestra salvación, y nos compró con Su preciosa sangre un lugar en el cielo para nosotros: “Dios nos dio vida en unión con Cristo, al perdonarnos todos los pecados y anular la deuda que teníamos pendiente por los requisitos de la ley. Él anuló esa deuda que nos era adversa, clavándola en la cruz. Desarmó a los poderes y a las potestades, y por medio de Cristo los humilló en público al exhibirlos en su desfile triunfal” (Colosenses 2:13-15 NVI). ¡Existe, la libertad y esperanza solamente en CRISTO!

Oración:
Bendito Padre Celestial:
En esta hora te alabo por tu amor y misericordia, al darme el regalo de la vida eterna, por el cual, el triunfo de tu amado Hijo en la cruz es mi triunfo y hoy soy más que vencedor. Ahora, sé que el maligno no puede tocar sin tu permiso, nada de lo que me has dado. Mi gratitud es en el Nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
Aunque la existencia de poderes infernales es real, Dios cambia cualquier ataque de ellos, en triunfo.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?