jueves, 30 de diciembre de 2021

LA BREVEDAD DE LA VIDA

Francisco Aular
Lectura devocional: Salmos 90:1-10
Los días de nuestra edad son setenta años; Y si en los más robustos son ochenta años, Con todo, su fortaleza es molestia y trabajo, Porque pronto pasan, y volamos. Salmo 90:10 (RV60)
faular@hotmail.com

“Moreno voy a decir,
Según mi saber alcanza:
El tiempo sólo es tardanza
De lo que está por venir;
No tuvo nunca principio
Ni jamás acabará.
Porque el tiempo es una rueda,
Y rueda es eternidad;
Y si el hombre lo divide
Sólo lo hace en mi sentir,
Por saber lo que ha vivido
O le resta que vivir.”
(Martín Fierro, José Hernández, argentino)

Tengo delante de mí, el libro de poesía gauchesca de José Hernández: Martín Fierro; me río con las ocurrencias del Moreno y sus preguntas a Martín, el cual responde siempre tocando su inseparable guitarra. Al final del libro, el Moreno pregunta: “Respóndeme al momento-inquiere el Moreno en tanto rasguea su guitarra-: ¿Cuándo formó DIOS el tiempo y por qué lo dividió? Martín Fierro, se aclara la garganta, la pregunta es muy difícil, pero el cantor no se arredra, y nos habla de la brevedad de la vida, que ya citamos.

Por otra parte, el filósofo griego Aristóteles concebía el tiempo como una especie de círculo que se movía constantemente, pero que volvía a repetirse –de aquí la idea de la rueda, que el poeta José Hernández, pone en la respuesta de Martín Fierro-. Sin embargo, la concepción aristotélica, no satisface. La idea de la vida cíclica nos condena a la repetición fastidiosa, como lo afirma Alberto Camus: “Levántate, toma el autobús, come de nuevo, duerme; y así el lunes, el martes, el miércoles, el jueves, el viernes, el sábado. Siempre el mismo ritmo, continuamente la misma rutina. Queda ese tremendo “por qué” que nadie sabe contestar adecuadamente. Y a la mañana siguiente todo empieza de nuevo”. (El Extranjero).

Por otra parte, la Biblia nos plantea que la historia del ser humano sobre la tierra tuvo un Génesis y tendrá un Apocalipsis por eso Job, dice: “Mis días se van más veloces que una lanzadera, y sin esperanza alguna llegan a su fin.” (Job 7:6 RV60) Y Moisés afirma:

“Los días de nuestra edad son setenta años; Y si en los más robustos son ochenta años, Con todo, su fortaleza es molestia y trabajo, Porque pronto pasan, y volamos.” Por el motivo de la vida cíclica, muchos creen en una reencarnación hasta ser perfeccionados porque reconocen que este tiempo es imperfecto como lo somos los seres humanos.

Por el contrario, la Biblia propone la esperanza de la resurrección de entre los muertos de los cristianos nacidos de nuevo, con un cuerpo resucitado y perfecto para disfrutar una vida perfecta al lado de SEÑOR JESÚS: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá” (Juan 11:25 RV60). Desde luego, que frente a estas últimas horas de este año que ya se nos va, y la realidad inevitable que al despegar la postrera hoja del calendario de este año, y ver la hoja nueva del año que llega, nos preguntemos ¿Será este año el final de mi vida en esta tierra? ¿Se cumplirán en mí las palabras de Moisés al definir la brevedad de la vida: “como sueño”, “como la hierba que crece en la mañana…A la tarde es cortada y se seca”? Sin embargo, para el cristiano, el final de la vida no es un salto al vacío. Morir es depositarse en las poderosas manos de nuestro SEÑOR Resucitado y plenamente confiar en Su promesa: 

“No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.” (Juan 14:1-3 RV60).

Pues bien, mi tiempo con DIOS en el más allá, depende de lo hicimos con Él, en esta vida presente. Debemos tomar conciencia de la brevedad de la vida y del poco tiempo que disponemos para cumplir con el único propósito por el cual DIOS nos puso en esta tierra que es el de conocerlo a través de la Biblia, arrepentirnos de nuestros pecados y confiar únicamente en Él para la salvación de nuestras almas. 

El tiempo de DIOS “kairós” según la Biblia es la historia de las intervenciones del PADRE y el gran Regalo de Su gracia, amor, perdón y esperanza que Él nos ofrece para que nuestro tiempo humano “cronos”, se lo rindamos a Él, y vivamos aquí para Su gloria y honra. De allí que el apóstol Pablo nos aconseje: “aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.” (Efesios 5:16). Habrá un tiempo que nunca será perdido: Mi tiempo con DIOS frente al hecho de la brevedad de nuestras vidas como lo afirmó, Moisés.

Perla de hoy:
Mi tiempo con DIOS diariamente es mi única fuente para renovar mis fuerzas y para seguir adelante.

¡Feliz año 2022! Año de la Buena Voluntad de DIOS para ti y los tuyos!
¡Adelante, siempre adelante!


miércoles, 29 de diciembre de 2021

EL PASO DEL TIEMPO

Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional: Salmo 90
Para ti, mil años son como un día pasajero, tan breves como unas horas de la noche. Salmo 90:4 (NTV)

“Madre: esta noche se nos muere un año.
En esta ciudad grande, todos están de fiesta;
zambombas, serenatas, gritos, ¡ah, cómo gritan!;
claro, como todos tienen su madre cerca...
¡Yo estoy tan solo, madre,
tan solo!; pero miento, que ojalá lo estuviera;
estoy con tu recuerdo, y el recuerdo es un año
pasado que se queda”.
(Andrés Eloy Blanco, venezolano, “Las uvas del tiempo”.
Madrid, España 31 de diciembre de 1923).

Estamos a pocas horas de un año nuevo que viene como una página en blanco para llenarla con la historia de cada uno de nosotros. Me lo imagino como los lugares por donde anduve el año pasado caminando en el verano, pero ahora estamos en pleno invierno; anoche, después que nevó se creó un paisaje hermoso y sin huellas, pero, luego, caminé sobre la nieve, y dejé mis huellas marcadas; así veo este nuevo año. Haremos historia en nuestro pasar por este nuevo año como en los anteriores. ¡Que el PADRE ETERNO nos ayude a cumplir con nuestra misión histórica a la luz de nuestro destino eterno con Él!

Moisés, el autor del salmo 90, compara la vida en la tierra con un día y sus horas, con una vigilia nocturna, con un torrente de aguas; la vida como un sueño, como un suspiro, como la hierba del campo. Moisés nos dice también: “Si las fuerzas nos ayudan podemos vivir setenta años, y aun llegar a los ochenta; pero no tiene sentido que vivamos tanto tiempo: esa vida de angustias y problemas pasa pronto, lo mismo que nosotros.” (Salmo 90:10 LBLA). DIOS le dio a Moisés la bendición de vivir mucho más tiempo de lo que él mismo había pensado: “Era Moisés de edad de ciento veinte años cuando murió; sus ojos nunca se oscurecieron, ni perdió su vigor” (Josué 34:7, RV60).

Ciertamente, este tiempo nuestro “bíos”, que se mueve entre los extremos de la cuna y la tumba, pasa como el vuelo del águila. Nada existe tan fantástico ni tan irreal como el tiempo, el cual nos despierta a los manantiales de la vida y luego como dijo el poeta, Jorge Manrique (1440-1479), “nos precipita a los ríos, que finalmente van a dar a la mar que es el morir…”.

En mi oficina de trabajo, en el templo de la iglesia que alquilamos, también alquilan a una guardería infantil y a una organización de ancianos entre los setenta y noventa años, de esta manera paso varias horas del día entre la alegría de los cantos infantiles y los cánticos nostálgicos de los ancianitos. Unos aprenden a vivir y los otros aprenden a morir. Es inevitable el paso del tiempo.

Andersen, el de los cuentos infantiles, decía que el tiempo pasa de tal forma que, si no recordamos a DIOS en nuestra juventud, puede que seamos incapaces de encontrarlo en nuestra vejez. En todo caso, para encontrarnos con DIOS, siempre estamos a tiempo. Y ahora, cuando todavía puede usted encontrase con DIOS, en estos últimos días del año, ¿por qué no lo hace? 

Justamente, tuve el privilegio de encontrarme con DIOS en mi juventud, y en este año 2021 he cumplido 58 años en mi andar con JESÚS. ¡Esto lo digo con mucha humildad, no jactancia! Todavía me lleno de gozo al recordar aquellos primeros días de convertido con una nueva visión y pasión: ¡Hacer de mi andar con el SEÑOR la prioridad de mi vida! Cuando acepté el regalo de la Vida Eterna, obviamente, la Vida que nunca se acabará en JESÚS, le hice caso a Él y a sus palabras, cuando nos dice: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6, RV60). 

No intente en estos días, cuando en la cristiandad nacida de nuevo celebramos a JESÚS, desviarse con otras distracciones que el mundo nos ofrece. Justamente, JESÚS vino del cielo a la tierra para decirnos que el tiempo de DIOS para la salvación del ser humano había llegado: “El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio” (Marcos 1:15, RV60), desde entonces, la tumba no es el final para el que tiene a JESÚS viviendo en él por el poder del Espíritu Santo (Colosenses 1:27). 

El mismo que engendró a JESÚS en el vientre de una virgen, el Espíritu Santo, es capaz de salvarnos y llevarnos a DIOS a través de JESÚS, después de esta vida, porque, así lo afirmó el Hijo de DIOS cuando dijo: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto vivirá” (Juan 11:25, RV60). 

¿Quiere usted poseer esta vida también? Si usted necesita ayuda espiritual, escríbame a la dirección que está en el encabezamiento de este devocional. Entonces, digamos como Moisés: “Enséñanos a entender la brevedad de la vida, para que crezcamos en sabiduría” (Salmo 90:12, NTV). 

De esta manera, como millones que hoy vivimos, no tendrás temor ante el paso del tiempo y decir: ¡Feliz Año Nuevo!

Oración:
PADRE ETERNO:
¡Bendito sea tu Nombre por tu plan y el propósito que tienes en mente para el ser humano! Ayúdame a proclamar que hay esperanza en Aquel que nació en una cuna de paja para que nosotros viviéramos en el castillo de Su reino eterno. ¡Esta es la Navidad! En el Nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría. (Salmo 90:12, RV60)

¡Adelante, siempre adelante!

¡Feliz Año Nuevo bajo la Buena Voluntad de DIOS!

martes, 28 de diciembre de 2021

EN EL AÑO NUEVO: ¡SÉ COMO JESÚS!


Cuando vemos que el hijo se asemeja tanto en personalidad como en carácter al padre, decimos: “De tal palo, tal astilla”; en realidad, en la fe cristiana, el PADRE quiere que nosotros seamos en todo como Su HIJO JESÚS: “Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad” (Efesios 1:4,5 RV60). 

Solamente DIOS tiene una respuesta para la salvación del ser humano, adoptarnos como Sus hijos y, ¡hacernos como su HIJO JESÚS! Pero esto no ocurre automáticamente en el ser humano, y por eso, necesitamos arrepentirnos de nuestros pecados, alcanzar el perdón de DIOS, y nacer de nuevo (Juan 3:3), y como bebés espirituales crecer, “hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” (Efesios 4:13 RV60). 

En efecto, como decía mi pastor Eusebio Pérez Domínguez: “Lo que no nace no crece”. ¡Parecernos a CRISTO no es una opción, si nacimos de nuevo es necesario que esa transformación se vea en nosotros! “El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo” (1 Juan 2:6).

Pues bien, ser como JESÚS es un riesgo, Él mismo lo dijo: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame” (Lucas 9:23 RV60). El Señor JESÚS nos exige un amor supremo y una lealtad a toda prueba, “tome su cruz cada día” suena muy suave hoy porque la cruz, para muchos de sus seguidores, ha venido a ser parte del vestuario, un adorno y nada más, o simplemente, un símbolo al cual algunos adoran. Pero en los días de JESÚS, la cruz era símbolo de vergüenza y muerte, así que ¡ese cristianismo ligero, como una dieta alimenticia que hoy en día se vive, no aparece en el Nuevo Testamento! 

JESÚS fue muy claro con sus discípulos, una y otra vez, él les dijo: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo” (Juan 16:33 RV60). El cristiano solamente encuentra paz a medida que crece, y en ese tránsito es probada su verdadera afiliación espiritual a través del sufrimiento, por la verdad, por las aflicciones, los problemas, las tentaciones, sus luchas, sus lágrimas, y aun, el martirio, pero sigue firme confiando en las promesas del Señor JESÚS, no mirándose a sí mismo; se parece a JESÚS en todo: ama como Él nos amó; perdona como él perdonó; y esa similitud, nos libra de llevar un cuaderno con las fallas de los demás y con lo que le han hecho para justificarse a sí mismo; no apela a la autoconmiseración que lo hunde en depresión, sino que pone toda su confianza en el Señor y Salvador JESÚS durante toda su vida en esta tierra; el verdadero discípulo de JESÚS sabe que su crecimiento hacia la madurez en Cristo no es una emoción pasajera, sino una decisión hecha con todas las fuerzas del espíritu, del alma y del cuerpo.

En fechas como ésta de fin del año, nos hacemos resoluciones para mejorar nuestro breve andar en esta vida, te propongo: en el Año Nuevo: ¡Sé como JESÚS!

Pues bien, recién llegado al SEÑOR JESÚS hace unos 58 años, cayó en mis manos un poema del Pastor Braulio Perez Marcio, titulado: “Ser como Jesús” que dice:

Yo quiero ser así como tú fuiste, 

un amparo en el goce y en la pena, 

un consuelo, Señor, en cada triste, 

y un perdón para cada Magdalena…

Yo quiero ser así… Un abnegado 

Para todo dolor que me taladre, 

para el hombre que llora, hermano amado, 

y para el hijo que padece, madre…

Quiero tener tu espíritu sereno, 

ser un prodigio de misericordia,

ser entre todas las maldades, bueno,

ser lazo de amor en la discordia…

Quiero aprender la cuesta del Calvario,

subir por ella como tú subiste

con valor silencioso y temerario…

¡Yo quiero ser así como tú fuiste! 


Oración:
PADRE AMADO:
Tú no quieres que yo sea un pequeño dios, sino que a través del sufrimiento de JESÚS, yo me parezca a Él; que a través de su resurrección, yo aprenda a confiar, que día tras día, el mismo poder que levantó a JESÚS de los muertos, está a mi disposición para vivir la vida cristiana en toda su plenitud. Gracias Señor por darme vida en JESÚS y hacerme tu hijo; ayúdame a ser como tu amado Hijo. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
Arriesgarnos a ser como JESÚS en todo lo que somos y hacemos, habla de quienes somos y a dónde vamos.


¡Feliz año 2022 para proclamar el año de la buena voluntad del SEÑOR para un mundo en crisis!

¡Adelante, siempre adelante!

 

 

lunes, 27 de diciembre de 2021

NAVIDAD: “SE HIZO POBRE SIENDO RICO” (2-2)

Francisco Aular

faular@hotmail.com

Lectura devocional: 2 Corintios 8:1-9

Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.2 Corintios 8:9 (RV60)

 

Se dice del libertador Simón Bolívar que la Biblia, era su libro preferido, especialmente los Proverbios; JESÚS fue una inspiración constante para el libertador venezolano. En una recepción que se le hizo en Ecuador, expresó su admiración por el HIJO de DIOS, al decir: “Jesús, fue la luz de la tierra, no quiso dignidades ni coronas en el mundo. Él llamaba a los hombres hermanos, les enseñó la igualdad, les predicó las virtudes civiles más republicanas y les mandó a ser libres porque los amonestó que debían de ser perfectos. No hay perfección en la servidumbre, ni moral en el letargo de las facultades de la humanidad.” (Simón Bolívar. Proclamas y discursos). 

Pues bien, Simón Bolívar es uno de los pocos seres humanos, que, siendo rico, se hizo pobre, y con su pobreza contribuyó a la riqueza de la libertad de los pueblos. ¡Eso ya es grande para un grande! 

Ciertamente, los libertadores humanos no pueden ir más allá de la libertad temporal para este mundo, pero libertad plena y espiritual que ocurre desde el aquí hasta el más allá, es otra cosa. En efecto, la verdadera libertad es llegar y traspasar el umbral de la eternidad y confiar para nuestra salvación y libertad eternos, únicamente, en la Persona maravillosa de JESÚS, porque Él y sólo Él, es la Vida eterna, como lo afirmo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” (Juan 14:6). Tan asombrosa afirmación, la anuncia una y otra vez: Jesús se dirigió entonces a los judíos que habían creído en él, y les dijo: —Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.” (Juan 8:31,32 NTV).  

Ahora bien, JESÚS, antes de venir a la tierra era inmensamente rico, pero no solamente en el sentido humano limitado y temporal, sino en el sentido absoluto de Su divinidad. A pocas horas antes de ir a la Cruz, JESÚS oró: “Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese.” (Juan 17:5 RV60).

 

¿Dónde estaba JESÚS, antes de venir en aquella primera Navidad? Ese lugar nosotros lo escribimos con cinco letras: Cielo. Pero lo describimos, como el lugar en donde JESÚS, era el Hijo del Rey, y disfrutaba todas las bendiciones que se encontraba a su paso cuando paseaba en carrozas por las bellezas inefables del cielo, los arcángeles, serafines y ángeles con sus vestiduras blancas, se quitaban sus coronas de oro para lanzarlas a su Príncipe; los habitantes de aquel lugar se asomaban haciendo un coro y entonando alabanzas, ninguno de ellos tiene arrugas en su frente, ni nunca han padecido de sufrimientos y mucho menos la muerte; allí todo es gozo, santidad y alabanzas, no existe la envidia, ni el rencor, todos se sienten iguales entres sus iguales; allí todo los jardines y frutas dan sus olores naturales porque la primavera y el verano, son eternos. ¡Todo allí es gozo y alegría inmensa porque el Príncipe es rico en poder!, Su voluntad es ley, y millones de seres angelicales dispuestos y disponibles eternamente para obedecerle. 

 

JESÚS era rico en posesiones porque todos los edificios eternos que brillan con el oro y piedras preciosas de que están hechos, son de Él; el Rey mismo le prometió: “Pídeme, y te daré por herencia las naciones, y como posesión tuya los confines de la tierra.” (Salmo 2:8); JESÚS, era rico en amor y misericordia, y por eso, cuando en el cielo se escuchó el primer “ay” por la caída del ser humano en pecado que le aleja del Paraíso, el mismo JESÚS, Príncipe del cielo, tenía todo el derecho al ser igual a DIOS, aferrarse y dejar condenado para siempre al ser humano al dominio y esclavitud de Satanás, quien había sido desechado y arrastrar con él a la condenación eterna al ser humano pecador. 

 

Sin embargo, JESÚS quien era Espíritu, y por lo tanto, no tenía un cuerpo humano, se ofreció como nuestro Redentor y venir a nuestro rescate: “Por eso, al entrar en el mundo, CRISTO dijo: “A ti no te complacen sacrificios ni ofrendas;    en su lugar, me preparaste un cuerpo; no te agradaron ni holocaustos   ni sacrificios por el pecado. Por eso dije: “Aquí me tienes como el libro dice de mí—. He venido, oh Dios, a hacer tu voluntad.”  (Hebreos 10:5,6 NVI).

 

Por eso, en Navidad al igual que en el Calvario, la voluntad de DIOS fue hecha, y ahora, tenemos el derecho de ser llamados “hijos de Dios”, si aceptamos el Regalo de la Vida eterna, a través de Aquel que “se hizo pobre, siendo rico” …

 

Perla de hoy:

Dios vino desde el cielo a morar con nosotros en una Navidad para que nosotros vayamos a morar con Él la eternidad.

 

¡Adelante, siempre adelante!

domingo, 26 de diciembre de 2021

NAVIDAD: "SE HIZO POBRE SIENDO RICO" (1-2)

Salutación

Francisco Aular

faular@hotmail.com

Lectura devocional: 2 Corintios 8.1-15

Navidad: “Se hizo pobre, siendo rico” (1)

Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos. 2 Corintios 8:9 (RV60)

 

Estaba viajando por la carretera 95 hacia Richmond en Virginia, Estados Unidos, iba escuchando un programa de radio evangélico, y entonces el predicador tomó, este versículo de Segunda a los Corintios, y le dio una vuelta a favor de la “teología de la prosperidad”, en donde también hizo pedazos a una sencilla regla de interpretación bíblica: “Sacar un versículo fuera de su contexto, es un pretexto.” El argumento del predicador citado era que JESÚS bajó del cielo para hacer ricos en bienes materiales a los pobres socialmente hablando. ¿Es esto así? 

 

Al contrario, Pablo el autor de esta Carta, está dando testimonio en todo el pasaje devocional de hoy, de la generosidad de los hermanos pobres de la Provincia de Macedonia: “que, en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad.” (2 Corintios 8:2 RV60) Una vez oí al famoso predicador Billy Graham, hablándonos de la generosidad de los hermanos de humilde condición en el Reino, con estas palabras: “No son las donaciones de los hermanos ricos, -que de vez en cuando nos llegan-, que sostienen nuestro ministerio…Sino el aporte constante, año tras año, de los hermanos que envían veinte dólares mensuales.” 

 

Ahora bien, desde que el ser humano pecó y fue echado del Paraíso, empezó a multiplicarse y esparcirse sobre la tierra, entre otras cosas, quedó establecida la gran controversia entre pobres y ricos, los que tienen menos envidiando a los que tienen más; éstos despreciando muchas veces y explotando a los pobres con el fin de ser más ricos. Los políticos utópicos han explotado esta situación a extremos increíbles. Los pobres sociales son la excusa para ir en contra de los ricos, y hasta citan a JESÚS con palabras fuera de contexto. Desde luego, ellos no saben que JESÚS, se hizo pobre, siendo rico; mientras que otros se hacen ricos, siendo pobres.

 

En efecto, en este devenir de la vida y de las generaciones a través del tiempo del ser humano sobre la tierra, podemos ver que en el terreno social, ocurren las siguentes circunstancias: Primero, pobres que se han hecho ricos por haberles favorecido rápidamente la fortuna por muchas vías; segundo, ricos que han caído en la pobreza por razones inversas, lo perdieron todo; y tercero, ricos que han ayudado a personas pobres a subir de nivel social. Pero en Navidad por encima de todo lo que han hecho los comerciantes, encierra el hecho único de un gran suceso: JESÚS, “se hizo pobre, siendo rico” para enriquecer con Su pobreza a muchísimos desvalidos de la más pobre condición espiritual y social. Enre los cuales me siento.

 

Una buena manera de acercarnos a una verdadera exégesis o significado de este texto es la de verlo desde el punto de vista del costo de nuestra salvación. Desde tal punto de vista, ¿cuál es el costo de nuestra salvación?, ¿Cuánto le costó a DIOS nuestra salvación para darnosla completamente gratis, vale decir, por gracia?, y también ¿Cómo agradecerle a JESÚS lo que ha hecho por nostros los seres humanos pecadores?

 

Pero debemos responder primero otra pregunta: ¿Quién es JESÚS, el que nació humildemente en el pesebre de Belén?: “Entonces la Palabra se hizo hombre y vino a vivir entre nosotros. Estaba lleno de fidelidad y amor inagotable. Y hemos visto su gloria, la gloria del único Hijo del Padre.” (Juan 1:4 NTV) “El Verbo”, “la Palabra”, el Hijo de DIOS se hizo hombre, tomó con toda su plenitud la vida humana para darnos con toda su plenitud la vida eterna. 

 

Me quedo de una sola pieza de la manera como el Apóstol Pablo, describe a JESÚS: Cristo es la imagen visible del Dios invisible.    Él ya existía antes de que las cosas fueran creadas y es supremo sobre toda la creación porque, por medio de él, Dios creó todo lo que existe   en los lugares celestiales y en la tierra. Hizo las cosas que podemos ver   y las que no podemos ver, tales como tronos, reinos, gobernantes y autoridades del mundo invisible.    Todo fue creado por medio de él y para él. Él ya existía antes de todas las cosas    y mantiene unida toda la creación. Cristo también es la cabeza de la iglesia,    la cual es su cuerpo. Él es el principio,    es supremo sobre todos los que se levantan de los muertos.    Así que él es el primero en todo. Pues a Dios, en toda su plenitud,    le agradó vivir en Cristo, y por medio de él, Dios reconcilió consigo   todas las cosas. Hizo la paz con todo lo que existe en el cielo y en la tierra,    por medio de la sangre de Cristo en la cruz. (Colosenses 1: 15-20 NTV).

 

Decir que JESÚS dejó el cielo para venir a la tierra con la finalidad de darme riquezas materiales las cuales al final de esta vida temporal, se quedarán detrás de mí. Es por decir lo menos ¡una falta de respeto a la Majestad del HIJO DE DIOS! Como lo dijera Jim Elliot el mártir cristiano que murió en la selva ecuatoriana de manos de los indios aucas: “No es ningún tonto el que deja lo que puede perder por lo lograr lo que es eterno.” El verdadero propósito para servir a DIOS es la Cruz y una toalla, y no la riqueza, ni mucho menos la espada. 

 

Así el Apóstol nos pone este desafío el verdadero motivo para darle a DIOS nuestros diezmos, ofrendas, dones y aun la vida misma, es la gratitud: “Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.” (2 Corintios 8:9 RV60).

¡No tengas en poca cosa a Aquel que celebramos en esta Navidad! ¡JESÚS se dio por nosotros, y nosotros agradecidos nos debemos dar por completos a Él! Aquel que dijo: Mía es la plata, y mío es el oro —afirma el Señor Todopoderoso—.” (Hageo 2:8 NVI). Repetimos esta verdad, en Navidad: JESÚS, tomó con toda su plenitud la vida humana para darnos con toda su plenitud la vida eterna. En Navidad: “Se hizo pobre, siendo rico…”


¡Feliz Navidad Eterna con JESÚS en nuestra vida!

¡Feliz domingo del SEÑOR!

¡Adelante, siempre adelante!

viernes, 24 de diciembre de 2021

¡QUÉ BELLA HISTORIA!

Por Francisco Aular 

faular@hotmail.com

Lectura devocional: Lucas 2:8-20

Recuerden las cosas pasadas, aquellas de antaño; yo soy Dios, y no hay ningún otro, yo soy Dios, y no hay nadie igual a mí. Yo anuncio el fin desde el principio; desde los tiempos antiguos, lo que está por venir. Yo digo: Mi propósito se cumplirá, y haré todo lo que deseo. (Isaías 46:9-10 NVI)

La historia de la Navidad es la más preciosa que jamás se haya contado. Uno puede oírla vez tras vez, y no cansarse de oírla. Nuestros abuelos nos las contaron y también nuestros padres. Tengo dos poderosas razones para creer esta historia: El testimonio que dan las Sagradas Escrituras y mi propio testimonio. Le he servido al SEÑOR JESÚS por 58 años y Él ha estado a mi lado en una experiencia continua de bendiciones sin fin. ¡Millones de discípulos de JESÚS en el día de hoy, contamos esta bella historia, y así será hasta el final de esta breve vida humana! Hoy nos toca a nosotros contarla otra vez. Existe un poema anónimo que dice así:

 

Hace más de 2000 años, nació un hombre contrariamente a todas las leyes de la vida en una pequeña aldea y en un humilde pesebre, entre animales y pastores, hijo de una mujer del campo. Este hombre vivió en la pobreza (…) ni siquiera tuvo una piedra donde recostar su cabeza. Trabajó en un taller de carpintería hasta que tenía 30 años, entonces durante tres años fue un predicador viajero.

No poseía riquezas ni influencias. Sus parientes eran gente común, no fue al colegio, ni tuvo preparación o educación alguna. Pero, durante su infancia provocó pánico a un rey y en su niñez dejó asombrados a sabios y doctores, caminó sobre las aguas como en el mismo pavimento y aquietó al embravecido mar. Sanó a las multitudes sin medicinas y no cobró nada por sus servicios..., de hecho, ha sido el único que ha podido dar vida a los muertos.

Este hombre no tenía otras credenciales que su  propia persona. Cuando era joven y por predicar sobre Dios, la opinión popular se volvió en su contra,  pasó  ante la farsa de un juicio siendo inocente. Sus mejores "amigos" huyeron... Uno lo negó y otro lo entregó en manos  de sus enemigos, que lo maltrataron, lo azotaron y golpearon hasta desfigurarle el rostro. Fue objeto de burla, además lo insultaron y escupieron; luego de enterrarle una corona de espinas, lo clavaron en una  cruz entre dos ladrones y mientras moría, sus verdugos echaban suertes sobre la única pieza de su propiedad..., su  abrigo. Al  morir  fue descolgado y puesto en una tumba prestada gracias a la caridad de un amigo.

Nunca  escribió un libro..., pero en todo el mundo no cabrían todos los libros que sobre Él se han escrito. Nunca fundó una escuela..., pero todas ellas juntas ni siquiera pueden jactarse de tener tantos estudiantes. Nunca escribió una canción…, pero Él ha provisto temas para más canciones que todos los compositores juntos. Nunca practicó la psicología, pero Él ha sanado más corazones quebrantados que todos los doctores juntos.

Una  vez  a  la semana en todo el mundo, las multitudes dejan todo para ir a las asambleas, cultos, reuniones para adorarlo; y en diciembre hasta los que no creen en Él celebran su Nacimiento. Este evento dividió en dos períodos nuestra historia. Casi 21 largos siglos han venido y se han ido..., pero Él sigue siendo la pieza central de la humanidad. Todas  las  guerras, ejércitos, reyes y grandes hombres han pasado, sin afectar la vida del hombre de manera tan poderosa como lo ha hecho aquella vida solitaria.

 

Por ello, la Natividad del SEÑOR JESÚS es la oportunidad que se nos presenta a los cristianos nacidos de nuevo de contar otra vez, la historia de la Salvación. Se nos manda a que, “recuerden las cosas pasadas, aquellas de antaño.” ¡JESÚS es el Centro de la historia! ¡Qué bella historia!

¿Cuál puede ser la respuesta de un corazón agradecido a ti por ese Regalo que nos has dado? Con Roberto Savage, frente a esta bella historia te canto:

    ¡Oh, cuánto le amo! 

      Y fiel, le adoro, 

      Él es mi vida, 

      ¡Mi Redentor!

      El Rey de gloria

      Vino a salvarme, 

      Y a revelarme, 

      Al Dios de amor.

 

Perla de hoy:

Para experimentar la Navidad o la Natividad eterna en el proceso de nuestra salvación, debemos llegar a conocer a JESÚS, Él es la Vida Eterna. 

¡Feliz Navidad!

¡Adelante, siempre adelante!

 

jueves, 23 de diciembre de 2021

¡JESÚS ES LA NAVIDAD!

Francisco Aular

faular@hotmail.com

Lectura devocional: Juan 3:1-17

Porque de tal manera amó Dios al mundo,

que ha dado a su Hijo unigénito, para que 

todo aquel que en él cree, no se pierda, 

mas tenga vida eterna. Juan 3:16 (RV60)

 

Desde hace muchos años, soy coleccionista de los boletines de las iglesias que he visitado, y como me encanta hacer los boletines, son de gran ayuda. De esta manera tengo delante de mí, un poema que me gusta, no conozco a su autora: Zaida C. de Ramón, pero le doy su crédito:

 

JESÚS es la Navidad

Zaida C. de Ramón

 

¡Con cuanto anhelo se espera

la época de Navidad!

“Hay que comenzar la fiesta;

es tiempo de celebrar.”

Sin saber por qué festejan,

sin conocer la verdad,

comienza la algarabía

de lo que NO es Navidad.

¡Qué triste la condición

que vive la sociedad!

Al mundo dan pleitesía

los que en tinieblas están.

Buscan llenar un vacío

con que nada llenarán.

Solo CRISTO satisface.

¡JESÚS es la Navidad!

La tradición con su engaño

A muchos suele atrapar.

Hacen todo por costumbre

sin siquiera razonar.

El que está en CRISTO se goza 

en espíritu y verdad.

Hay gratitud en el alma…

¡Cada día es Navidad!

Es Navidad vida nueva,

es dejar lo viejo atrás,

es empezar sin reservas

con JESÚS…Una amistad.

Si en verdad quieres gozarte,

si anhelas un cambio ya…

Dile que sí a JESUCRISTO

¡Haz de Él tu Navidad!

 

Verá, cuando estudiamos los Evangelios, nos encontramos a Mateo y Lucas que hacen énfasis detallado del Nacimiento de JESÚS, pero Juan, enfatiza el propósito de la Navidad y nos dice que JESÚS es la Navidad. Encuentro cuatro razones de porqué JESÚS es la Navidad, que nos da en el versículo Juanino más famoso de todos, Juan 3:16. Veamos:

 

¡JESÚS es la Navidad! Porque señala la dimensión del amor de DIOS: “Porque de tal manera amó Dios al mundo…”

 ¡JESÚS es la Navidad porque Él es el Regalo de DIOS: “Que ha dado a su Hijo unigénito” …

¡JESÚS es la Navidad! Porque Él y sólo Él es la Salvación. “para que todo aquel que en él cree”…

¡JESÚS es la Navidad! Porque Él y solo Él es la Vida Zoé: “…no se pierda mas tenga vida eterna.”

 

Por lo tanto, el problema no es si debemos celebrar la Navidad o no porque no sea bíblica. La Natividad o la Navidad del SEÑOR, es el acontecimiento más celebrado por los ángeles, los pastores, los magos o sabios venido desde el oriente, y todos los piadosos que en ese tiempo amaban al SEÑOR y Sus profecías. En efecto, 70 profecías de Antiguo Testamento, de más 300 que convergen en JESÚS, se cumplieron en Navidad. Por ello, la Navidad no es meramente la celebración de una fecha. En realidad, ¡JESÚS es la Navidad!

 

Hoy estamos celebrando a JESÚS, y me detengo un momento como el escritor de estos devocionales para agradecerle su apoyo en oración y siguiéndolos por catorce años consecutivos. Mi gratitud es inmensa, y los nombres de varios de ustedes vienen a mi mente. Gracias por todo, y el que PADRE les conceda a todos un tiempo bueno y bendecido, recuerde teniendo a JESÚS en su vida, tiene en sí todos los tesoros eternos que el SEÑOR preparó para usted antes de la fundación del mundo. No lo dude porque todo la relacionado con el Mesías prometido en la Escritura, se cumple en JESÚS. Entre las doctrinas que recuerda la Navidad, está nuestra unión con CRISTO: “De modo que ustedes también están completos mediante la unión con Cristo, quien es la cabeza de todo gobernante y toda autoridad”. (Colosenses 2:10, NTV) ¡Teniéndolo a JESUCRISTO en la vida, lo tenemos todo! Como lo dice el poema:

Si en verdad quieres gozarte,

si anhelas un cambio ya…

Dile que sí a JESUCRISTO

¡Haz de Él tu Navidad!

 

“Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros.” (Mateo 1:21-23).

¡Venga ese abrazo!

¡Feliz NAVIDAD!

¡Adelante, siempre adelante!

miércoles, 22 de diciembre de 2021

EL MUNDO SIN NAVIDAD

Francisco Aular

faular@hotmail.com

Lectura devocional: Lucas 4:14-22

“¡Miren! ¡La virgen concebirá un niño!
Dará a luz un hijo, y lo llamarán Emanuel,
que significa “Dios está con nosotros”.

Mateo 1:23 (NTV)

 

Hace algún tiempo. Al levantarme de mi cama antes del amanecer, me sucedió lo que les contaré a continuación. Me asomé a la ventana de mi casa aquel 25 de diciembre, y recibí el impacto de no ver los adornos de Navidad en ninguna de las casas de mi vecindario. Descalzo todavía caminé rápido, pero con cuidado para no tropezar con los regalos que les habíamos dado a los niños, la noche anterior. ¿Qué raro juraría que por aquí habían quedado los juguetes anoche? 

 

Llegué a la sala, y el arbolito había desaparecido, no estaban colgadas tampoco en las paredes, ni en la chimenea, las campanitas y las estrellas doradas que habíamos puesto al final de noviembre, después del cumpleaños de Mary y que marca para nosotros, en la familia el inicio de la temporada navideña. La mesa del comedor estaba vacía y sin restos de la cena que habíamos celebrado, la noche anterior.

 

¿Guardaría mi esposa el pan de jamón, las hallacas y las nueces?  Allí estaban el cuatro, las maracas y la guitarra pero no estaba el himnario con los himnos de Navidad que habíamos cantado… Me alegró ver mi Biblia sobre la mesa del recibo. Me arreglé para salir a la calle. 

 

Todo lucía como un día normal de trabajo, cuando no es Navidad. Los adornos de las vitrinas habían desaparecido y la gente se ocupaba de sus labores normales. ¿Qué pasó hoy es Día de Navidad? Pensé. Caminé hacia nuestro templo en donde estaba mi oficina, pero no estaba allí. Tampoco estaba el templo católico ni el presbiteriano de la otra esquina. 

 

Me dirigí al vendedor de periódicos el señor Pedro García. Me reconoció y me dijo ¿Cómo está señor Francisco? ¿Qué raro siempre me dice pastor? Muy bien, señor Pedro, le respondí. No me llamo Pedro, me dijo.  Desde mis interrogantes, tuve el valor de decirle: ¡Feliz Navidad!... Como si fuera la primera vez que escuchaba ese nombre, respondió rápidamente: 

—Navidad, ¿qué es eso? Regresé rápidamente a mi casa, fui a mi biblioteca y todos mis libros cristianos habían desaparecido…

 

Sonó el timbre de la casa y era una joven que lucía tan sombría como la solicitud que la trajo a mi puerta: “Mi madre se está muriendo, por favor venga” … Tomé mi Biblia que tenía sobre la mesa del recibo y salí con aquella desconsolada hija a consolar también a su mamá. Llegué a la casa. 

 

Me senté al lado de la cama de aquella mujer para alentarla con las palabras de JESÚS. Abrí mi Biblia, pero me sorprendí de que terminara en Malaquías… ¡No había Nuevo Testamento! ¡JESÚS el MESÍAS, no había nacido! ¡No había un antes y un después de Su Encarnación! ¡No había Natividad del SEÑOR! ¡No existía la fe, la esperanza y el amor! ¡No había perdón! ¡No había salvación! ¡Reinaba el mal!  ¡No había paz! … Lo único que pude hacer, era lo que hacía rato quería hacer: ¡llorar desconsoladamente!... Y uní mi llanto al de las mujeres en medio de nuestra desesperación. ¡Estaba en esa angustia de un mundo sin JESÚS! ¡Un mundo sin Navidad!... Pero en eso, desperté. Afortunadamente, todo había sido una pesadilla… 

 

¡Entonces, en el Día de la Navidad, canté feliz aquel himno navideño para despertar a la familia, y luego, todos unidos lo cantamos! “Al mundo paz nació JESÚS” (HB #76, CBP)1994.

I

¡Al mundo paz, nació Jesús!

Nació ya nuestro Rey;

el corazón ya tiene luz,

y paz su santa grey,

y paz su santa grey,

y paz, y paz su santa grey.

II

¡Al mundo paz, el Salvador

en tierra reinará!

Ya es feliz el pecador,

Jesús perdón le da,

Jesús perdón le da,

Jesús, Jesús perdón le da.

III

Al mundo Él gobernará

con gracia y con poder;

a las naciones mostrará

su amor y su poder,

su amor y su poder,

su amor, su amor y su poder.

 

¡Feliz Navidad con JESÚS!

¡Adelante, siempre adelante!

 

martes, 21 de diciembre de 2021

JESÚS: LA CLAVE DE LA NAVIDAD (2-2)

Francisco Aular

faular@hotmail.com

Lectura devocional: Lucas 4:14-22

“El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos, a pregonar el año del favor del Señor.” (Lucas 4:18,19 NVI)

 

JESÚS es la Clave de Navidad porque en Él y solo en Él hay libertad y salvación

 

“Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos” … En el principio, nos dice la Biblia que el Creador nombró mayordomo o administrador al ser humano: “Luego Dios los bendijo con las siguientes palabras: «Sean fructíferos y multiplíquense. Llenen la tierra y gobiernen sobre ella. Reinen sobre los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que corren por el suelo»” (Génesis 1:28; NTV), sin embargo, un personaje siniestro llamado Satanás, enredó a nuestros primeros padres, los engañó porque esa es la especialidad de él, y les robó la administración de este mundo, y desde ese día todos los seres humanos no nacemos bajo la libertad del Paraíso de Dios, sino bajo la esclavitud de Satanás, el cual tiene a la humanos “muertos en sus delitos y pecados” (Efesios 2:1,2); los seres humanos estamos completamente ciegos sin Cristo: “en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios” (2 Corintios 4:4). ¿Qué hacemos con un muerto?, ¡o le damos vida o lo enterramos! JESÚS es la vida eterna y vino para darnos vida: “Yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10b); ¿qué hacemos con un ciego? Es maravilloso que podamos quitarle la venda y hacer que vea, eso es lo que hace JESÚS exactamente cuando viene a nuestras vidas: “Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos” …

 

JESÚS es la Clave de la Navidad porque Él y solo Él rompió las cadenas de nuestra condenación

 

“…a poner en libertad a los oprimidos” ... La Biblia dice: “Así es, un solo pecado de Adán trae condenación para todos, pero un solo acto de justicia de Cristo trae una relación correcta con Dios y vida nueva para todos” (Romanos 5:18; NTV), ¡JESÚS se hizo hombre! Se encarnó, esto es lo que llamamos la Natividad o Navidad del SEÑOR, ¡JESÚS es el Verbo de DIOS, la Palabra de DIOS! Como lo enfatiza uno de sus discípulos: “Entonces la Palabra se hizo hombre y vino a vivir entre nosotros. Estaba lleno de fidelidad y amor inagotable. Y hemos visto su gloria, la gloria del único Hijo del Padre” (Juan 1:14; NTV).

 

JESÚS: Es la Clave de la Navidad porque Él y solo Él es el Regalo de DIOS para los pecadores

 

“…a pregonar el año del favor del Señor.” Ciertamente, ¡cuán Buena Noticia nos trajo JESÚS al venir y morir por nuestros pecados!, pagó el precio delante del Padre y nos compró un lugar en el cielo, y ahora nos lo ofrece como un Regalo, por eso, pudo decir: “…Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6; RV60). Pasé muchos años de mi niñez y primera juventud pensando en ser lo suficientemente bueno para merecer ir al cielo, pero un día comprendí que DIOS me lo ofrecía como un Regalo en JESÚS: “Pues la paga que deja el pecado es la muerte, pero el regalo que Dios da es la vida eterna por medio de Cristo Jesús nuestro Señor” (Romanos 6:23; NTV).

 

¿Qué es Navidad? Es ternura ante el pasado, valor ante el presente, esperanza para el futuro. Es el deseo ferviente de que cada copa rebose con bendiciones ricas y eternas, y que todos los senderos conduzcan a la paz.” _Agnes M. Pharo. 

 

¡Solo JESÚS es la Clave de la Navidad y para llevarnos al Padre quien lleno de buena voluntad nos espera!

 

¡Feliz Navidad con JESÚS!

¡Adelante, siempre adelante!