viernes, 28 de diciembre de 2018

Año nuevo: El paso del tiempo

Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional: Salmo 90
Para ti, mil años son como un día pasajero, tan breves como unas horas de la noche. Salmo 90:4 (NTV)

Estamos a pocas horas de un año nuevo que viene como una página en blanco para llenarla con la historia de cada uno de nosotros. Me lo imagino como los lugares por donde anduve el año pasado caminando en el verano, pero ahora estamos en pleno invierno; anoche, después que nevó se creó un paisaje hermoso y sin huellas, pero, luego, yo camino sobre la nieve, y dejo mis huellas marcadas; así veo este nuevo año. Haremos historia en nuestro pasar por este nuevo año como en los anteriores. ¡Que el Padre nos ayude a cumplir con nuestra misión histórica a la luz de nuestro destino eterno con Él!

Moisés, el autor del salmo 90, compara la vida en la tierra con un día y sus horas, con una vigilia nocturna, con un torrente de aguas; la vida como un sueño, como un suspiro, como la hierba del campo. Moisés nos dice también: “Si las fuerzas nos ayudan podemos vivir setenta años, y aun llegar a los ochenta; pero no tiene sentido que vivamos tanto tiempo: esa vida de angustias y problemas pasa pronto, lo mismo que nosotros.” (Salmo 90:10 LBLA). Dios le dio a Moisés la bendición de vivir mucho más tiempo de lo que él mismo había pensado: “Era Moisés de edad de ciento veinte años cuando murió; sus ojos nunca se oscurecieron, ni perdió su vigor” (Josué 34:7, RV60).

Ciertamente, este tiempo nuestro “bíos”, que se mueve entre los extremos de la cuna y la tumba, pasa como el vuelo del águila. Nada existe tan fantástico ni tan irreal como el tiempo, el cual nos despierta a los manantiales de la vida y luego como dijo el poeta, “nos precipita a los ríos, que finalmente van a dar a la mar que es el morir…”.

En mi oficina de trabajo, en el templo de la iglesia que alquilamos, también alquilan a una guardería infantil y a una organización de ancianos entre los setenta y noventa años, de esta manera paso varias horas del día entre la alegría de los cantos infantiles y los cánticos nostálgicos de los ancianitos. Unos aprenden a vivir y los otros aprenden a morir. Es inevitable el paso del tiempo.

Andersen, el de los cuentos infantiles, decía que el tiempo pasa de tal forma que si no recordamos a Dios en nuestra juventud, puede que seamos incapaces de encontrarlo en nuestra vejez. En todo caso, para encontrarnos con Dios, siempre estamos a tiempo. Y ahora, cuando todavía puede usted encontrase con Dios, en estos últimos dás del año, ¿por qué no lo hace? Justamente, tuve el privilegio de encontrarme con Dios en mi juventud, y este año estaré cumpliendo 56 años en mi andar con JESÚS. ¡Esto lo digo con mucha humildad, no jactancia! Todavía me lleno de gozo al recordar aquellos primeros días de convertido con una nueva visión y pasión: ¡Hacer de mi andar con el SEÑOR la prioridad de mi vida! Cuando acepté el regalo de la Vida Eterna, obviamente, la Vida que nunca se acabará en JESÚS, le hice caso a Él y a sus palabras, cuando nos dice: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6, RV60). 

No intente en estos días, cuando en la cristiandad nacida de nuevo celebramos a JESÚS, desviarse con otras distracciones que el mundo nos ofrece. Justamente, JESÚS vino del cielo a la tierra para decirnos que el tiempo de Dios para la salvación del ser humano había llegado: “El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio” (Marcos 1:15, RV60), desde entonces, la tumba no es el final para el que tiene a JESÚS viviendo en él por el poder del Espíritu Santo (Apocalipsis 3:20). El mismo que engendró a JESÚS en el vientre de una virgen, el Espíritu Santo, es capaz de salvarnos y llevarnos a Dios a través de JESÚS, después de esta vida, porque, así lo afirmó el Hijo de Dios cuando dijo: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto vivirá” (Juan 11:25, RV60). ¿Quiere usted poseer esta vida también? Si usted necesita ayuda espiritual, escríbame a la dirección que está en el encabezamiento de este devocional. Entonces, digamos como Moisés: “Enséñanos a entender la brevedad de la vida,  para que crezcamos en sabiduría” (Salmo 90:12, NTV). De esta manera, como millones que hoy vivimos, no tendrá temor ante el paso del tiempo y decir: ¡Feliz Año Nuevo!

Oración:
Padre eterno:
¡Bendito sea tu Nombre por tu plan y el propósito que tienes en mente para el ser humano! Ayúdame a proclamar que hay esperanza en Aquel que nació en una cuna de paja para que nosotros viviéramos en el castillo de Su reino eterno. ¡Esta es la Navidad! En el Nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría. (Salmo 90:12,RV60)
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?

jueves, 27 de diciembre de 2018

Un año más

Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional: Jeremías 8:18-22
Pasó la siega, terminó el verano, y nosotros no hemos sido salvos. Jeremías 8:20 (RV60)

¡Feliz y bendecido Año Nuevo a todos en todas partes!

Estamos a horas del Año Nuevo 2019, desde luego permítanme un grito desde lo mas profundo de mi alma: ¡Gracias! A ustedes amados perlitas que día tras día reciben a sus Perlas del Alma en sus correos y otros por el blog:  http://perlistasoy.blogspot.com, Y desde luego también por Facebook… ¡Gracias por compartirlas con otros! Pudiera pasar un buen tiempo hablandóles de las personas que han venido a Cristo por esta medio, los que se han bautizado y la ayuda en la formación de nuevos grupos y a los plantadores de las nuevas iglesias. ¡Alabado sea el Señor por todo esto! ¡Ha valido la pena el esfuerzo, poner en la medida de nuestras fuerzas, un granito de arema en levantar el edifidicio del Señor y en aprender a sacar perlas de nuestros problemas, sufrimientos que como todo ser huamano, nos enfrentamos.

Pero volvamos al tema de hoy: Un año más.. En efecto, Jeremías, escribió en un tiempo difícil y predicó 12 grandes sermones pero la reacción negativa del pueblo contra el Profeta y el Mensaje de Dios que portaba condenaron a Judá a sufrir un cruel destierro de 70 años. Que enseñanza tan grande: Dios nos da  un tiempo para que vivamos, nos arrepintamos de nuestros pecados y nos encontremos con Él, alegorizando es como un año viejo que nos deja… Pero la misericordia de Dios, ¡es como un año nuevo de grandes oportunidades! Después de 70 años de castigo el Profeta Jeremías, promete que el pueblo del Señor retornará! Como siempre el amor inagotable del Eterno es manifiesto, la historia nos dice: ¡Que Israel tuvo un año nuevo con el Señor!

Delante de nosotros está el 2019, no sabemos lo que nos traerá, sin embargo, pueden ocurrir grandes cosas, entre ellas, nuestra salvación eterna. ¡Busca al SEÑOR con todo tu corazón y atiende a Su llamado! Esto digo mejor en un poema a continuación. Se los dejo:
Un año más
Francisco Aular
“Pasó la siega, terminó el verano,
 y nosotros no hemos sido salvos.”
Jeremías 8:20 (RV60)
I
Viejo año, ¡que raudo te vas!:
y no volverás a mi calendario,
ante lo inmenso de esta verdad,
como el Profeta, hago el comentario:
“Pasó la siega, terminó el verano,
y nosotros no hemos sido salvos.”
Viejo año, ¡no te vayas! ¡No te apresures!
Porque nosotros como todo humano,
al principio lloraremos tu ausencia, pero
un año más, es tiempo olvidado:
Dejas en mi rostro tus huellas…
y dejas mi cuerpo un poco gastado,
llenaste mis sienes de preciosa plata,
y dejaste sin fuerzas, mis manos…
¿Por qué vuelas siempre así tan veloz?
Tal vez, ni respondas a mi  comentario:
“Pasó la siega, terminó el verano,
y nosotros no hemos sido salvos.”
Pero no regresa lo que ya se fue,
no se puede deshacer lo andado.
Esta vida es solo un paréntesis de
la eternidad que Dios nos ha dado…
para que busquemos a JESÚS,
mientras pueda ser hallado…
JESÚS, es el camino, y la verdad y la vida.
Salvación nos ofrece como un Regalo.
Esta vida humana es tiempo fugaz,
que Dios ha prestado.
¿Qué triste será? Oírte decir,
cuando tu tiempo lo hayas gastado:
“Pasó la siega, terminó el verano,
y nosotros no hemos sido salvos.”
II
Tu misericordia es tan grande Señor
y amas en gran manera al ser humano,
que hoy llega a nosotros otra oportunidad:
que viene vestida de un Nuevo Año…
Tal vez, venga lleno de felicidad,
o de penas o risas de tiempos dorados…
¡Es un año más que me das Señor!
De ti ¿recibiremos lo bueno y no lo malo?…
En este momento escucho de nuevo,
la voz del Señor que exclama llamando:
“Pecador, ven a Cristo JESÚS
         y feliz para siempre serás,
que si tú le quisieres tener
         al divino Señor, hallarás.
         Ven a Él, ven a Él,
         Que te espera tu buen Salvador,
         Ven a Él, ven a Él
Que te espera tu buen Salvador” (1)
¡Oh Señor aquí estoy, me arrepiento
y acudo a tu dulce llamado!…
¡Gracias Señor por llenarme de ti
salvo soy, me has salvado!
Y ahora, un año más
es un tiempo ganado.
Voy por el mundo feliz,
el amor de mi Cristo, cantando…
Muy lejos se fue mi temor
marcha conmigo, mi JESÚS amado…
Y digo al final de este año:
Ha pasado el otoño triste,
y el invierno helado…
¡Vive en mí, la eterna primavera
del CRISTO resucitado!…
Un año más, y ahora puedo decir:
Lleno de gozo y bien apasionado:
¡Pasó la siega, terminó el verano
y una gran cosecha el SEÑOR ha dado,
y nosotros… ¡Hemos sido salvos!

Toronto, 30 de diciembre de 2016
(1) Himno #62 ENHP, CBP,1982
 Perla de hoy:
¡Gracias SEÑOR por un año más vivido! Hoy nos empinamos sobre las cenizas del año viejo para dar la bienvenida al Nuevo Año, lleno de fe, esperanza y amor.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?

lunes, 24 de diciembre de 2018

¡Vayamos a Belén!

«¡Vayamos a Belén! Veamos esto que ha sucedido y que el Señor nos anunció»
Lucas 2: 15.b, (NTV)
¡Belén no está lejos de nosotros como en aquella primera Navidad! Allí JESÚS, la Luz del mundo, brilló por primera vez en beneficio de toda la humanidad. Nosotros tenemos que ir al DIOS Encarnado para encontrar la paz, el amor y la esperanza.

JESÚS no está lejos de ninguno de nosotros.

Navidad es tiempo para dar y recibir. Ahora bien, a la luz de la Biblia, DIOS toma la iniciativa en el dar. Él es quien pone delante de nosotros el regalo de su gracia y de su amor. JESÚS, Su amado Hijo, viene como el Regalo de Dios con su oferta de amor y perdón, en el presente y en el futuro: Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16); “porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos” (2 Corintios 8:9); “!Gracias a Dios por su don inefable!” (2 Corintios 9:15); “y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad” (Juan 1:14).

¡JESÚS es la Navidad!
La Navidad no es una fecha; es un estado de salvación espiritual concebida en la mente divina para llevarnos a ser familia de Dios. La Navidad no es algo, sino Alguién: ¡JESÚS! ¡Esto hay que celebrarlo todos los días!, así que cualquier hora, día o mes es bueno para hacerlo, porque no es un día al año, nada más; en definitiva, Navidad es la memoria de todas las memorias nobles que el humano percibe con todo su ser, espíritu, alma y cuerpo. Recibamos la Buena Noticia de los labios angelicales: Les traigo buenas noticias que darán gran alegría a toda la gente.  ¡El Salvador —sí, el Mesías, el Señor —ha nacido hoy en Belén, la ciudad de David!” (Lucas 2:10b-11, NTV).

¡En Belén, El MESÍAS, ha estado con nosotros!

Cuando  el gran compositor germano-inglés G.F Handel, terminó de escribir su famoso oratorio “El Mesías”, y tener la visión de ¿Quién es JESÚS?, según las profecías de la Palabra de DIOS, describe extraordinariamente sobre el pentagrama, el cumplimiento de las profecías en la Natividad del SEÑOR, Su muerte, resurrección, Su triunfo y gobierno eterno. Tras escribir el glorioso “Aleluya” final, arrebatado por su inspiración, cayó exhausto sobre sus rodillas. Handel, había pasado tres semanas de trabajo intenso de noche y de día en un gran arrebato más allá de lo musical, había tenido un encuentro con el SEÑOR y Su Palabra! Cuando su médico personal, vino a atenderlo, le dijo: “¡DIOS me ha visitado…DIOS ha estado conmigo!”…

¡JESÚS, ha nacido en Belén!
¡Emanuel, DIOS está con nosotros!

¡Vayamos a Belén!
¡Feliz Navidad!

viernes, 21 de diciembre de 2018

Navidad: ¡Tiempo de gozo en el SEÑOR!

Perlas del alma
Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional: Lucas 2: 8-20
Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. Lucas 2:10,11 (RV60)

Mis amados hoy celebramos a JESÚS; conmemoramos su Nacimiento ocurrido hace más de 2000 años. La noche en la cual nació JESÚS en aquel establo de Belén, fue milagrosa; en efecto, vemos el cumplimiento de muchas profecías del Antiguo Testamento en esa primera Navidad. Aunque el recibimiento de JESÚS, fue frío por los que Él vino a buscar y salvar, el cielo no guardó silencio y por medio de las huestes de ángeles se expresó: “Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres” (Lucas 2:14 NVI). ¡El primer cántico navideños, lleno de gozo santo, que se expresó fue entonado por ángeles!

Desde luego, la himnología cristiana congregacional tiene una herencia riquísima de cánticos navideños, pudiéramos decir, desde la Reforma Protestante para acá. ¡Gracias al SEÑOR todavía esas composiciones alimentan a nuestros espíritus para adorar cómo los ángeles a nuestro Todoperoso SEÑOR del Cielo y de la tierra! Cuando llegué a la Iglesia Bautista Emanuel de la Castellana, hace 55 años. En aquella mi primera Navidad en el SEÑOR, escuché algunos de esos himnos que nos hablan de la Natividad de JESÚS. ¡Desde entonces esos himnos navideños son mis favoritos! No tengo mucho espacio pero aquí me gustaría señalar al menos dos de ellos.
Se oye un son en alta esfera
¡Gloria a Dios en las alturas! Lucas 2:14
Letra, Charles Wesley, 1739, música Félix Mendelssohon
Himnario Bautista #64
I
Se oye un son en alta esfera:
"¡En los cielos gloria a Dios!
¡Al mortal paz en la tierra!"
Canta la celeste voz.
Con los cielos alabemos,
Al eterno Rey cantemos
A Jesús, que es nuestro bien,
Con el coro de Belén;
Canta la celeste voz:
"¡En los cielos gloria a Dios!"
II
El Señor de los señores,
El Ungido celestial,
A salvar los pecadores
Vino al mundo terrenal.
Gloria al Verbo encarnado,
En humanidad velado;
Gloria al Santo de Israel,
Cuyo nombre es Emanuel;
Canta la celeste voz:
"¡En los cielos gloria a Dios!"
III
Príncipe de paz eterna,
Gloria a ti, Señor Jesús;
Entregando el alma tierna,
Tú nos traes vida y luz.
Has tu majestad dejado,
Y buscarnos te has dignado;
Para darnos el vivir,
A la muerte quieres ir.
Canta la celeste voz:
"¡En los cielos gloria a Dios!"

Charles Wesley (Epworth, Lincolnshire, Inglaterra, 19 de diciembre de 1707 - 29 de marzo de 1788) fue un reformador británico, fundador - junto con su hermano John Wesley - del movimiento metodista. Es uno de los más conocidos y prolíficos compositores de himnos en la historia del protestantismo. (Wikepedia). Cuando contemplamos la hermosa historia de la Navidad no nos queda más que exclamar como Charles Wesley: "¡En los cielos gloria a Dios!"

Como podemos ver, la historia de la Navidad es la más preciosa que jamás se haya contado. Uno puede oírla vez tras vez, y no cansarse de oírla. Nuestro abuelos nos las contaron y también nuestros padres. Por los relatos de los Evangelios, palpamos el gozo que sintieron y proclamaron todas aquellas personas que participaron en la primera Navidad; sentimos el gozo de María, la madre de JESÚS, al saber que estaba embarazada: Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador” (Lucas 1:46,47 RV60). Hubo fenómenos milagrosos movidos por la omnipotencia divina, como la estrella que guió a los sabios-poco tiempo despues- que vinieron del oriente: “Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo” (Mateo 2:10 RV60). Esos sabios fueron guiados durante meses para ir a Belén; llegaron y se postraron llenos de gozo delante de JESÚS para ofrecerles sus regalos navideños: “Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra” (Mateo 2:11 RV60). Después, el descanso definitivo de Simeón porque el Espíritu Santo le había revelado que no moriría sin tener en sus brazos al Mesías prometido; las acciones de gracias de Ana, la ancianita que permanecía en el templo desde hacía ochenta y cuatro años, orando y ayunando en espera del Mesías. Ellos hicieron historia.
Otro de los grandes músicos protestantes que le cantó a la Navidad fue Isaac Watts (Southampton, 17 de julio 1674 – Abney Park, Stoke Newington, 25 de noviembre 1748) fue un cristiano inglés autor de himnos, teólogo y lógico. Un escritor prolífico de populares himnos, parte de su trabajo fue la evangelización. (Wikipedia). Entonemos su himno:
Al mundo paz, nació JESÚS
Cantad alegres al SEÑOR, toda la tierra…Salmo 98:4
Isaac Watts, 1719 Himnario Bautista #76
I
¡Al mundo paz, nació Jesús,
nació ya nuestro Rey!
El corazón ya tiene luz,
y paz su santa grey,
y paz su santa grey,
y paz, y paz, su santa grey.
II.
¡Al mundo paz; el Salvador,
supremo reinará!
Ya es feliz el pecador:
Jesús perdón le da,
Jesús perdón le da,
Jesús, Jesús perdón le da.
 III          
Al mundo él gobernará
con gracia y con poder;
A las naciones mostrará
su amor y su poder,
su amor y su poder,
su amor, su amor y su poder.

Este himno de Whatts, nos habla de la gran verdad de la profecía que tiene dos lados, JESÚS en Su primera venida vino como un bebé parte importante de Su Encarnación. Pero el autor, coloca a JESÚS, en Su segunda Venida cuando venga a gobernar toda la tierra: “Al mundo Él gobernará”…¡Sí la gran verdad es que ¡JESÚS volverá y no como un bebé, sino como REY y SEÑOR!

Todos estos himnos nos enseñan que la Navidad no es una fecha, nada más; es un estado de salvación espiritual concebida en la mente divina para llevarnos a ser familia de DIOS. ¡Esto hay que celebrarlo!, así que cualquier hora, día o mes del año es bueno para hacerlo, porque no es un día al año, nada más; en definitiva, Navidad es la memoria de todas las memorias nobles que el humano percibe con todo su ser, espíritu, alma y cuerpo. Recibamos la buena noticia que celebramos en estos días, y digamos con entusiamo espiritual, ¡Navidad: tiempo de gozo en el SEÑOR!
¡Feliz Navidad!

Oración:
Padre Celestial:
¡Gracias por el Regalo de la Vida Eterna en JESÚS! ¡Cuánto gozo al saber que en el establecimiento de tu Reino en toda la tierra estamos llamados a ser tus siervos para siempre! Ayúdama a proclamar con gozo el verdadero sentido de la Nativad de tu Hijo entre nosotros. En el nombre de JESÚS. Amén
Perla de hoy:
La Navidad no la celebramos los cristianos nacidos de nuevo como entretenimiento nada más, sino como tiempo de gran gozo en el SEÑOR.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?

jueves, 20 de diciembre de 2018

Navidad en síntesis

Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional: Juan 3:1-16
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Juan 3:16 (RV60)

¿Cuál debe ser el propósito de la celebración de la Encarnación o la Natividad de JESÚS? La respuesta es histórica y teológica y Juan el discípulo amado del SEÑOR nos los declara ampliamente en su Evangelio. En efecto, Juan plantea el desafío de la Encarnación frente a sus lectores, diciéndonos esta gran verdad como la gran Noticia de todos los tiempos DIOS se ha encarnado: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre),lleno de gracia y de verdad.” (Juan 1:14, RV60).

Pongo mi firma al lado de los que creen que una de las partes más famosas de toda la Escritura es Juan capítulo 3, y el versículo más famoso es Juan 3:16, el cual presenta una síntesis del propósito del Nacimiento de JESÚS, y con esa declaración, podemos inferir inductivamente respuestas de primera mano, a esta preciosa estación del año al cual llamamos la Navidad. Veamos ¿que nos dice el apóstol Juan del plan de Dios en síntesis?

Lo primero que asombra, es que Juan no presenta la imagen de un Dios airado con un látigo en la mano dispuesto a conducir al ser humano hacia el infierno, sin darle la oportunidad a reaccionar frente al Evangelio. Ciertamente Dios es justo y no puede “dar por inocente al pecador”, pero la Cruz de CRISTO es Su respuesta, tanto de Su justicia como de Su amor, como había dicho el salmista: “La misericordia y la verdad se encontraron; la justicia y la paz se besaron.” (Salmo 85:10, RV60).

“Porque de tal manera amó Dios…” Le preguntaba a mi hijita cuando era una niña de cuatro años… “Mary Ruth, ¿me amas?” Y ella se ponía sobre sus pies  y abriendo sus bracitos hacia mí, siempre me decía: “¡así de grande papi!”… El Apóstol Juan no encontró algo lo suficientemente grande en el mundo físico para comparar el amor de DIOS y dijo: “Porque de tal manera…” Esa misma verdad es una constante en sus escritos: “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.” (1 Juan 3:1, RV60). Y en 1 de Juan 4:9 dice: “En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.” Por todo esto hasta en nuestros días Juan es llamado el Apóstol del amor. ¿Qué significa la Natividad o la Navidad del Dios Encarnado?: “Porque de tal manera amó Dios…”

Otra verdad que encierra el versículo es la respuesta a la pregunta: ¿a quiénes amó Dios? “al mundo”… ¡Sin favoritismo, no a un grupo seleccionado, no importa tu condición social, política, cultural, sino ¡a todos los seres humanos! Según el corazón de Dios, Él no te trajo al mundo para condenarte, sino para salvarte. Tampoco envío a Su Hijo para condenarte sino para salvarte: “Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.” (Juan 3:17, RV60). Igualmente sigue diciendo: “Él mismo es el sacrificio que pagó por nuestros pecados, y no solo los nuestros sino también los de todo el mundo.” (1 Juan 2:2, NTV). ¿Qué significa la Navidad? Significa ¡que Dios nos ama!...

Ahora bien, otra pregunta: ¿Cómo se demostró este amor de Dios? “que ha dado a su Hijo unigénito…” ¡Dio pudo haber enviado un ángel! Pudo haber escogido a uno de sus muchos profetas que murieron pero toda la Biblia nos dice que JESÚS es el Salvador, El Hijo Eterno de Dios, ¡Dios mismo se hizo hombre por nosotros! La Biblia nos dice que JESÚS se ofreció para venir y salvarnos:
“Por eso, cuando Cristo vino al mundo, le dijo a Dios: «No quisiste sacrificios de animales ni ofrendas por el pecado. Pero me has dado un cuerpo para ofrecer. No te agradaron las ofrendas quemadas ni otras ofrendas por el pecado. Luego dije: “Aquí estoy, oh Dios; he venido a hacer tu voluntad como está escrito acerca de mí en las Escrituras” (Hebreos 10:5-7, NTV).

¡No sé lo que hará usted, pero estoy conmovido por la Natividad del SEÑOR! Como corresponde Navidad, no es asunto de una fecha, sino la celebración siempre de la verdad del amor de Dios. En esta  fecha aún el mundo que no lo conoce sin saberlo, en su ser interior al ver a los hijos de Dios en acción:
“Nosotros sabemos cuánto nos ama Dios y hemos puesto nuestra confianza en su amor. Dios es amor, y todos los que viven en amor viven en Dios y Dios vive en ellos.” (1 Juan 4:16, NTV).

Oración:
SEÑOR JESÚS:
A ti que viniste a Belén a nacer, y que sangre y vida diste por mí, te consagro de nuevo mi ser. Tal como soy mísero y pecador, me entrego a ti, ¡recíbeme, SEÑOR!, y por favor, que nunca me canse de proclamarte. Haz de mi vida también, una canción inmortal para tu honra y gloria. Amén.
Perla de hoy:
El mejor estreno es vestirte con la justicia de Dios; tu riqueza mayor: la fe, la esperanza y el amor; la verdad más poderosa y sublime es ésta: ¡En JESÚS, DIOS nos ama!
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?

miércoles, 19 de diciembre de 2018

JESÚS:¡El poder de la esperanza!

Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional: Isaías 9:1-7 
Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Isaías 9:6 (RV60)

"Este año el horizonte de la esperanza se oscureció (…) parece que el mundo se está derrumbando mientras se acumulan las crisis y se extiende la enfermedad".  Así se expresó hace unos años el Exsecretario General de las Naciones Unidas Ban Ki-Moon, ante 140 jefes de estado de los países que componen esta máxima organización, sobre el oscuro panorama de la situación mundial. Por eso podemos afirmar contundentemente que lo que el mundo necesita es el verdadero mensaje de la Navidad: ¡el poder de la esperanza!

Ahora bien, ¿qué es la esperanza? El diccionario RAE, entre otras acepciones, nos dice: “Es la doctrina cristiana, virtud teologal por la que se espera que Dios dé los bienes que ha prometido”. Pero, la esperanza es más que eso. Ciertamente, la Navidad es el encuentro de muchas escenas en pocas horas, pero, todas ellas en cumplimiento de las profecías predichas en el Antiguo Testamento mucho antes de la Encarnación de JESÚS: “Alaben al Señor, el Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo. Nos envió un poderoso Salvador del linaje real de su siervo David, como lo prometió mediante sus santos profetas hace mucho tiempo” (Mateo 1:68-70, NTV). De esta manera  pudiéramos decir que todo el fundamento de nuestra fe cristiana se resume en la esperanza, al lado de la fe, y el amor (1 Corintios 13:3). ¡Solamente la esperanza nos hace hombres y mujeres de fe y de amor! Sin la esperanza un cristiano nacido de nuevo es solamente un cascarón vacío en un mundo que necesita creer, vivir y vencer.

Usted no puede leer las profecías de la Biblia sobre el nacimiento del Mesías sin la esperanza de su fiel cumplimiento. Porque dichas promesas se han hecho realidad en medio de situaciones muy parecidas a las que confrontamos es estos días en el mundo: “El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos” (Isaías 9:2, RV60). Nunca como hoy una densa oscuridad se desplaza trayendo sobre la humanidad, dolor y angustia; hay un clima sombrío que amenaza con llevarnos a la depresión y destrucción final como seres humanos.

La Biblia nos habla de cuando nosotros no habíamos experimentado el nuevo nacimiento: “En esos tiempos, ustedes vivían apartados de Cristo. No se les permitía ser ciudadanos de Israel, y no conocían las promesas del pacto que Dios había hecho con ellos. Ustedes vivían en este mundo sin Dios y sin esperanza” (Efesios 2:12, NTV). ¡Es imposible que los dirigentes mundiales de ayer, hoy y mañana nos den de lo que no tienen, esperanza! Solamente los cristianos nacidos de nuevo pueden ser realistas y optimistas al mismo tiempo con relación al mundo y a su futuro: Anunciando el misterio que se ha mantenido oculto por siglos y generaciones, pero que ahora se ha manifestado a sus santos. A éstos Dios se propuso dar a conocer cuál es la gloriosa riqueza de este misterio entre las naciones, que es Cristo en ustedes, la esperanza de gloria” (Colosenses 1:26,27; NVI).

Por otra parte, la esperanza no es solamente sentarse a esperar que Dios nos ayude, ¡la esperanza cristiana no es algo sino Alguien: JESÚS! Es más que una fe subjetiva porque es actuar en hechos concretos como lo hicieron los cristianos nacidos de nuevo del primer siglo. Ellos emprendieron grandes cosas en el nombre de Dios y se lanzaron a la conquista de un mundo en tinieblas, porque creyeron a la verdad bíblica: “Cristo en ellos, la esperanza de gloria”. En otras palabras, como lo dijo un hombre de Dios: “La esperanza se nos da a favor de los que no la tienen”.

Le confieso que la presentación que Dios hace en la profecía del nacimiento de su Hijo JESÚS me deja sin aliento por lo asombrosa: “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz” (Isaías 9:6, RV60). Sí, ¡JESÚS es la única esperanza! Así, que por todo esto soy optimista a tiempo completo. Por ello, hoy viviré con la esperanza que vive en mí y se la mostraré a los que no la tienen.

Hoy renuevo mi fe, amor y esperanza que me conducirán a un mundo nuevo. Utilizaré la esperanza como la llave que me abre el futuro; Dios no me sembró en su viña para la queja, la crítica o el desánimo, sé que no solamente tengo esperanza, sino que soy la esperanza; soy un embajador plenipotenciario del Creador del universo; mostraré con mis hechos y actitudes que esta única vida humana que poseo (bíos) y la vida eterna (zoé) que coexisten en mí, valen la pena vivirlas en la plenitud de la esperanza. ¡No me enredaré en nada que turbe la esperanza que vive en mí!

Hoy, en medio de la aflicción más profunda sacaré fuerzas desde el santuario de mi alma, pondré en mi rostro la mejor de mis sonrisas mientras agradezco a Dios en una breve oración: ¡Gracias Eterno por darme nueva vida y nueva esperanza! Porque a pesar de todo, la Navidad muestra en un humilde pesebre: ¡El Poder de la esperanza!

Oración:
Padre Eterno:
¡Gracias por darme nueva vida y nueva esperanza por medio de JESÚS! Ayúdame a llevar esta Buena Nueva a quienes viven sin Dios y esperanza en el mundo. Que pueda mostrar tu gracia y el poder la esperanza en mí por dondequiera que vaya. En el nombre de JESÚS. Amén
Perla de hoy:
La Navidad muestra en un humilde pesebre: El Poder de la esperanza.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo