jueves, 30 de junio de 2022

EVANGELIZAR EL MEJOR REGALO A LA IGLESIA

Perlas del alma

Francisco Aular

perlasdelalma@gmail.com

VIERNES, 1 de julio de 2022

Lectura devocional: Hechos 2:43-47     

Alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos. Hechos 2:47, (RV60) Como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella. Efesios 5:25b. (RV60)

 

En los tiempos en los cuales se escribió el Nuevo Testamento, Grecia era la cuna de la democracia o del “gobierno del pueblo y para el pueblo”, no había un gobierno central; estaba organizada por ciudades estados, cada ciudad principal tenía su propio gobierno. La tarea de gobernar recaía en ciudadanos competente para la buena y recta administración, éstos debían residir en la ciudad y eran llamados a formar la “ekklesía” o asamblea legislativa, el significado de la palabra “ekklesía” era los “llamados afuera” o escogidos con el propósito del servicio a su comunidad. El vocablo griego “ekklesía” fue utilizado primeramente por JESÚS, para referirse a las agencias del reino de DIOS en esta tierra, o sea, a las distintas asambleas que se congregan en el nombre de JESÚS, quien es la cabeza de la “ekklesía” o de su “Iglesia” que el término castellanizado. 

 

Es igualmente importante saber que de las ciento diez veces que se habla de la iglesia cristiana en el Nuevo Testamento, noventa y dos veces se refiere a lo que hoy denominamos la iglesia local, cuando se dice, por ejemplo, “la iglesia de Jerusalén”, “las iglesias de Galacia”, “la iglesia que está en tu casa”. Por supuesto que también se utiliza el término iglesia para designar, en sentido figurado, el Cuerpo total de los miembros de la Iglesia de JESÚS, escogidos tanto en la tierra como en los cielos, que son y serán parte de la familia de Dios en la Nueva Jerusalén, la ciudad que está por venir al final de la historia de la humanidad.

 

Por el Nuevo Testamento, está claro que JESÚS tuvo interés en fundar Su Iglesia (Mateo 16:18; Hechos 2), que la amó y se entregó a la muerte por ella (Efesios 5:25). ¡El alto precio que el SEÑOR dio por su Iglesia, nos da una idea del valor que ella tiene delante de sus ojos! En efecto, JESÚS murió para “congregar en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos” (Juan 11:52). Este cuerpo redimido por la sangre de JESÚS ha sido elegido para ser aquí en la tierra, en cada grupo local establecido, una comunidad “columna y baluarte de la verdad” (1 Timoteo 3:15), y, desde allí, proyectar su influencia bienhechora y la fe salvadora hacia el mundo entero: “Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo” (Mateo 28:19-20 NVI). 

 

“Vayan” es el imperativo que nos mueve hacia la evangelización por dondequiera que Dios nos lleve en esta tierra; “hagan discípulos de todas las naciones” es el imperativo que enfatiza el discipulado a todo nuevo creyente. De esta manera, el creyente nace, pero el discípulo se hace. Además, a las iglesias locales, DIOS le ha dado autoridad para enfrentar con éxito los ataques de las otras “autoridades espirituales”, sean físicas o supra normales, “…edificaré mi iglesia, y las puertas del reino de la muerte no prevalecerán contra ella” (Mateo 16:18b NVI). “El fin de todo esto es que la sabiduría de Dios, en toda su diversidad, se dé a conocer ahora, por medio de la iglesia, a los poderes y autoridades en las regiones celestiales” (Efesios 3:10 NVI).

 

De manera que, la iglesia local a la cual usted asiste es su hogar espiritual; es como el gimnasio en donde usted se entrena para aprender a amar, a perdonar y a crecer hacia la madurez en la vida cristiana. Y, sobre todo, aprender a amar, tal y como JESÚS ama a su iglesia con un amor supremo.

 

Creí en el regalo de la salvación a través de mi fe en DIOS y el arrepentimiento del pecado y mis pecados en mí, en abril de 1963 por cuatro meses busqué como llegar a mi verdadero hogar aquí, en la tierra. Así que el segundo domingo de agosto de 1963, llegué a la Misión Bautista Emanuel, y ahora, Iglesia Bautista Emanuel de la Castellana en Caracas, Venezuela y desde allí, DIOS me formó: aprendí que la misión de la iglesia local es glorificar a Dios trayendo personas a Él, edificándolas como Sus discípulos, y luego enviándolas a plantar nuevas agencias del Reino de Dios, en todo el mundo. 

 

No le regale algo a la Iglesia en donde usted asiste; regálele a alguien por quien usted, ora, ¡evangeliza y discípula! ¡Ese regalo de uno más para CRISTO, será un regalo con valor eterno!

 

Oración:

PADRE ETERNO:

Gracias por haberme traído desde hace años a tu Iglesia para entrenarme en tus caminos, y aprender a servirle a mi prójimo con todo gozo y entusiasmo. Ayúdame a servir como Tú lo harías. En el nombre de JESÚS, amén.

Perla de hoy:

La iglesia se compone de gente como tú y como yo, nosotros debemos hacer de ella lo que DIOS quiere que sea: Una agencia de Su Reino.

  

miércoles, 29 de junio de 2022

EVANGELIZAR: EL MEJOR REGALO AL MUNDO

Francisco Aular
faular@hotmail.com
JUEVES, 30 de Junio de 2022
Lectura devocional: Juan 3:14-21
Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él. Juan 3.17 (NVI)
“Denme 100 hombres que no temen más que al pecado y no deseen más que a Dios y cambiaré el mundo”. Juan Wesley

 

Juan utiliza la palabra "mundo" ciento cinco veces; setenta y ocho en su Evangelio, veinticuatro en sus Epístolas y tres en el Apocalipsis. Si usted lee en el evangelio de Juan, su conocidísimo Juan 3:16, que dice: Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Y, luego se lee en su casi desconocido 1 Juan 2:16: Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. ¿Porque esto es así? En la primera significación, se refiere a los seres humanos, los cuales conforme a su plan eterno, él ha venido a salvar. 

 

En la segunda acepción el vocablo mundo se refiere al sistema antagónico a DIOS, contrario a Sus planes, y que distrae al ser humano engañado por Satanás, vendiéndole lo temporal por lo eterno. Es un lazo que el Diablo ha tendido, inclusive a los cristianos nacidos de nuevo, para desviarnos del verdadero propósito de DIOS para nuestras vidas en esta tierra.

 

Como lo dijo JESÚS: No ruego que lo quites del mundo, sino que los guardes del mal (Juan 17:15). El cristiano nacido de nuevo, tiene una doble nacionalidad, por una parte está en este mundo temporal con sus distracciones y falsos logros, mientras vive confiado en su destino eterno, que en un sentido ya tiene y que espera al mismo tiempo, pero, tiene una misión histórica que cumplir en este mundo, y no puede ser otra que la que tuvo JESÚS mientras caminó en esta tierra, cuando nos dijo: "Yo he venido a buscar y a salvar lo que se había perdido" (Lucas 19:10). Nuestra única misión en esta vida temporal es llevar las buenas noticias de que DIOS nos da  Su salvación en JESÚS, al mundo perdido, tal y como él lo dijo a sus discípulos una vez resucitado, y nos los repite hoy: "Como me envió el Padre, así también yo os envío". (Juan 20:21b).

 

Ciertamente tenemos frente a nosotros un mundo en llamas. Me asomo a este mundo perdido y veo una densa oscuridad en que los líderes mundiales están buscando la solución en donde jamás la encontrarán. Las multitudes necesitan comida, conocimientos, vestidos, salud, pero especialmente necesitan a JESÚS. 50 años después, Juan Su amado Apóstol escribió de JESÚS: 

“En él estaba la vida,

y la vida era la luz de la humanidad.

Esta luz resplandece en las tinieblas,

y las tinieblas no han podido extinguirla”. 

(Juan 1:4,5, NVI)

 

Aunque en el presente sistema los gobiernos prometen acabar con tres grandes problemas: pobreza, analfabetismo y enfermedad, y aunque existen países con mucho dinero para hacer esto, la corrupción del ser humano en un sistema antagónico a DIOS, no lo permitirá. No le pidamos a la tierra que nos dé, lo que solamente el cielo puede dar. Aunque cada cristiano nacido de nuevo tiene, y debe hacer lo posible para aliviar el dolor del ser humano, no abriguemos la esperanza en lo temporal sino en lo eterno. 

 

Ninguna organización humana del mundo como sistema antagónico a DIOS, hará lo que solamente la Iglesia del SEÑOR debe hacer: Evangelizar. Llevar el mensaje de salvación como lo han hecho los hombres y mujeres a través de los siglos, y aun, si fuere necesario dar sus vidas por ello, tal y como hoy está sucediendo en muchos lugares del mundo. 

 

Este mensaje debe ser comunicado a todo los seres humanos, hasta la última frontera, porque evangelizar es el mejor regalo que le podemos dar a este mundo.

 

Oración:

PADRE PERFECTO:

Habrá un día en que las cortinas de los cielos se abrirán para mí, al cambiar de dirección e irme a tu presencia, esto será el resultado de tu gracia y de tu Regalo en JESÚS, mi SEÑOR y SALVADOR. Ayúdame hasta el último aliento a proclamar tu bendito mensaje a cada criatura tuya, no quiero irme de este mundo con las manos vacías. En el nombre de JESÚS, amén.

Perla de hoy:

Todo el cielo se regocija por un pecador que se arrepiente. No dejemos hoy al cielo, sin gozo.

EVANGELIZAR EL MEJOR REGALO A LA PATRIA

Francisco Aular

perlasdelalma@gmail.com

Lectura devocional: Jeremías 31:1-17

Se vislumbra esperanza en tu futuro: tus hijos volverán a su patria —afirma el Señor—. Jeremías 31:17 (NVI)

“Desprecié los grados y distinciones. Aspiraba a un destino más honroso: derramar mi sangre por la libertad de mi patria”.—Simón Bolívar

 

El ser humano necesita una patria para sentirse completo en esta tierra. La palabra deriva del latín "patria", familia o clan, "patris", tierra paterna, "pater", padre. La patria es la tierra natal o adoptiva formada como nación a la que sentimos amar por vínculos familiares, jurídicos, históricos y afectivos. Patria es el recuerdo enmarcado de una época anterior que se remonta a la infancia. 

 

Patria es cabalgar en esta tierra llevando muy dentro de nosotros, todo aquello que nos dio un motivo primario para vivir. Allí contemplamos a nuestros padres, hermanos, los abuelos y demás familiares y amigos; patria es  el olor de la comida en las distintas estaciones del año, es la música cuyas notas se grabaron en nosotros para siempre; patria es la honra a los símbolos nacionales: el himno, el escudo y la bandera. 

 

La patria es la geografía que llevamos grabadas muy dentro de nosotros: las montañas, los ríos, el mar, los llanos, los pueblos y las ciudades; patria es nuestra cultura, y esa forma de hablar tan natural en que nosotros mismos no sentimos el acento particular que nos une, hasta no estar lejos de esa patria en que nacimos. La patria nos dice algo porque nos recuerda otra realidad, algo que nos fascinó en otro tiempo, que puso fuego en nuestro corazón, que irrumpió en nosotros desde el cielo cuando determinó que naciéramos allí.

 

Patria es el reconocimiento a nuestros héroes nacionales. Aquellos que lucharon, entregaron sus fortunas y regaron el suelo patrio con su sangre para darnos una nación libre, independiente y soberana. Patria también son aquellos hombres y mujeres que luchan en silencio para darnos un presente y un futuro mejor: los científicos, los literatos, los poetas, los deportistas, los maestros y profesores que moldean el carácter de nuestros hijos y nietos al sembrar en ellos valores del espíritu.

 

Lamentablemente, el significado de patria suele estar unido a connotaciones, políticas, ideológicas que degradan el verdadero sentido de la patria, reduciéndolo a manipulaciones patrioteras demagógicas y el uso propagandístico con fines únicamente utilitarios para llenar las ambiciones del poder de turno. Así ocurría también en los días del profeta Jeremías. Los israelitas fueron dominados y sometidos a una tiranía que los llevó fuera de la patria. ¿Todo estaba perdido para los cautivos? No. DIOS tenía un mensaje para ellos: Se vislumbra esperanza en tu futuro: tus hijos volverán a su patria —afirma el Señor—. ¡Que nadie nos quite el sueño de una Patria Nueva y que luchemos por ella siendo mejores ciudadanos!

 

Por encima de todo, patria es gente. Gente que viene y va, gente que nace y muere, gente que es: espíritu, alma y cuerpo. Además de todas las carencias materiales, sociales, culturales, necesita saber las buenas noticias de salvación en JESÚS: “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6). Así como nacimos en una nación y somos ciudadanos de ese país. Necesitamos nacer como ciudadanos de la patria celestial:“Antes bien, anhelaban una patria mejor, es decir, la celestial. Por lo tanto, Dios no se avergonzó de ser llamado su Dios, y les preparó una ciudad” (Hebreos 11:16).¡Esa ciudad es la Nueva Jerusalén! Allí JESÚS, está preparando un lugar para nosotros (Juan 14:1-3). 

 

Verá, cuando voy a la Palabra de DIOS, en el Salmo 144:12-15, allí vislumbro al salmista David soñar con la Patria Nueva. Si usted es un cristiano nacido de nuevo, sabrá que esa patria no podemos lograrla sino a fuerza de oración, evangelización y discipulado. Evangelización es, hablarles a los no cristianos nacidos de nuevo, desde el corazón de DIOS al corazón humano. Incluye también, la atención espiritual inmediata del nuevo convertido. Luego viene, el discipulado individual: “…que es Cristo en vosotros la esperanza de gloria, a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre”. (Colosenses 1:27b-28, RV60). En otras palabras, forjar discípulos con madurez espiritual que sean misioneros de la Palabra de DIOS por dondequiera que vayan. ¡Son hombres y mujeres de DIOS en todo terreno! ¡Forjadores de una Patria Nueva! ¡Son como un ejército espiritual en orden y en marcha para alcanzar a este mundo para CRISTO! ¡Hombres y mujeres “dispuestos y disponibles todo el tiempo” para el Reino de DIOS, aquí en la tierra! ¡Hasta que no quede ninguno sin evangelizar y discipular! ¡Es ahora o nunca! Por eso el Apóstol, dijo: “Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me siento constreñido a hacerlo; y ¡ay de mí si no anuncio el evangelio!” (1 Corintios 16:9, RVR1977).

 

La pandemia que hemos enfrentado ha enseñado a los seres humanos en término global, -que contrariamente a los que el materialismo nos ha predicado no somos eternos en este cuerpo- vamos de paso. El Covid 19, vino para volvernos a DIOS y por eso estamos en presencia de multitudes hambrientas de lo eterno. Nosotros somos alimentados por el Pan de Vida y Él, nos dice: “Dadle vosotros de comer” (Mateo 14:16). ¡Vamos por ellos! Nación por nación, patria por patria, porque ese concepto seguirá en la eternidad en la Nueva Jerusalén: “Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella”. ¡Hagamos que nuestra patria esté allí!  Alguien dijo sobre el tema que nos ocupa: “Hacer otra cosa en la iglesia y no evangelizar a la patria es como reacomodar los muebles cuando la casa está en llamas.” Por eso creo que evangelizar es el mejor regalo a nuestra patria.

 

¡Adelante, siempre adelante!

 

Oración:

Amado PADRE Celestial:

Mi corazón viene lleno de gratitud delante de ti por haberme permitido conocer que cualquier lugar en que nací y en donde vivo, no es mi verdadera patria. Soy un extranjero en este mundo que va de paso, hacia la patria que tú me tienes en la eternidad futura. Mientras tanto no tengo en poco, la patria que me has dado aquí en la tierra. Ayúdame a proclamar en un mundo perdido, tu amor y salvación, en el nombre de JESÚS, amén.

Perla de hoy:

DIOS es Creador de los seres humanos, y naciones. Hagamos que nuestra patria vuelva a Él. 

martes, 28 de junio de 2022

EVANGELIZAR: EL MEJOR REGALO A NOSOTROS

Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional: 1 Corintios 9:16-27
Sin embargo, cuando predico el evangelio, 
no tengo de qué enorgullecerme, ya que estoy 
bajo la obligación de hacerlo. ¡Ay de mí si no predico el evangelio!
1 Corintios 9:16 (NVI) 

 

Gustavo Torres era miembro de nuestra iglesia El Buen Pastor de Maracay. Estudiaba medicina en la Universidad de Carabobo. Gustavo era hijo de la hermana Guillermina de Torres, una mujer fiel y muy consagrada al SEÑOR y a su iglesia. En realidad, Gustavo venía de vez en cuando a la iglesia, especialmente, en las fechas importantes, así que me sorprendió un domingo en la mañana (pues en aquella ocasión era un servicio regular). Verlo entre la cantidad de hermanos que llenaban nuestro pequeño templo. Confieso que me pareció extraño que cuando me presentó a varios de sus compañeros de estudios, -antes de iniciar el culto- me dijera: “¡Pastor le presento a mis discípulos!”. Esa fue la primera vez que escuché el vocablo discípulo aplicado de esa manera en nuestra denominación.

 

Prediqué y al final del culto hice la invitación para pasar al frente. Gustavo se puso en pie y con él “sus discípulos”. Bajé de la tarima para recibirlos al frente, pero nuevamente, me sorprendió Gustavo cuando en voz baja me dijo: -“Pastor ellos ya son cristianos, vienen para que usted los bautice”-… ¡Casi me caigo para atrás de la sorpresa! Después de eso comencé a estudiar los materiales de Alfa y Omega, es decir, de la Cruzada Estudiantil y Profesional para Cristo y a ponerlos en práctica. Terminamos el culto, pero las palabras de Gustavo Torres, “¡pastor, le presento a mis discípulos!” no dejaban de rondarme en la mente desde que él las pronunciara. Además, Gustavo y “sus discípulos” seguían fieles en la asistencia a todas las clases doctrinales y a los servicios. ¡Tuve el privilegio de bautizar a todos los discípulos de Gustavo!

 

La Semana Santa de 1976 estaba cercana. Yo le había pedido al joven Gustavo Torres de la Cruzada Estudiantil y Profesional Para Cristo (actual CRU), que me consiguiera las Cuatro Leyes Espirituales y la Agenda de Educación Cristiana, que más tarde nosotros llamaríamos la Guía de Atención Espiritual (GAE). Aquellos eran los materiales que él utilizaba con “sus discípulos”. Me suministró lo que le pedí, estudié estos materiales a fondo, pero yo quería tener la experiencia de utilizarlos de primera mano. Con esto en mente, un día por la mañana empecé a tocar puertas y visitar algunos edificios cercanos al templo de la iglesia bautista El Buen Pastor (hoy puedo decir que el Señor guiaba mis pasos hacia el hogar que Él quería que yo visitara).

 

Puso mis ojos y mis oraciones hacia un pequeño edificio en la misma manzana de nuestro templo. Entre los primeros que visité se encontraba el apartamento de un militar, maestro mayor del ejército venezolano: Luis Rodríguez. Me invitó a pasar, me presenté como un creyente en la fe del Señor Jesucristo (no le dije que era el pastor), y que quería compartirle el folleto ¿Ha oído usted las cuatro leyes espirituales? El corazón parecía que se me iba a salir del pecho cuando yo le presentaba el mensaje de salvación; al lado de aquel hombre estaban Cándida su esposa y sus dos hijas adolescentes, Yanet y Yasmín. De ellos cuatro que evangelicé, sólo la esposa dijo que iba a pensarlo mejor, pero los otros tres aceptaron la invitación a orar para recibir a CRISTO. Lo que vino a continuación no podía ser más emocionante para mí, yo estaba conmovido, ellos también. Les dije que volvería al día siguiente para “discipularlos”; también era la primera vez que utilizaba el término.

 

Al día siguiente, la cita más importante para mí en la agenda diaria era con la familia Rodríguez Molero; quería compartirles la primera lección de la Agenda de Educación Cristiana, ellos estaban visiblemente gozosos en el SEÑOR y obviamente yo también. La esposa me pidió permiso para ir y prepararme un cafecito, todos sabíamos que era su excusa para no estar en la lección, mientras les compartía las cuatro bendiciones que ellos tenían en sus vidas al recibir a CRISTO el día anterior. Entonces, escuchamos a Cándida que desde la cocina, exclamó: “¡Qué va, yo no quiero perderme esas bendiciones! ¿Puedo yo también entregarme a CRISTO?”. Todos corrimos hacia la puerta de la cocina y lloramos mientras la dama oraba, arrepintiéndose de sus pecados y aceptando el regalo de la Vida Zoé, la Vida Eterna, JESÚS. Al terminar aquel primer encuentro discipular y ver la mano del SEÑOR en todo, mi gozo era contagioso, mientras bajaba las escaleras del edificio el pulso se me aceleraba y quería llegar a casa y decirle a Mary, “mi amor, ¡ya tengo mis discípulos!” …

 

Acordé con la familia Rodríguez Molero, ir cada día de aquella primera semana de convertidos para discipularlos. El hermano Luís Rodríguez, el militar convertido y mi discípulo, me comunicó en uno de aquellos encuentros que toda la familia viajaría a Maracaibo, de donde era su esposa Cándida Molero. Yo sabía que esos días festivos estaban muy próximos y entonces dije algo que yo mismo me extrañé cuando me lo escuché, ¡los desafié a que se prepararan porque ellos iban a ese viaje como misioneros! Eso significaba que tendrían que evangelizar a sus familiares. Me aceptaron el reto. Los entrené en el uso del folleto de las cuatro leyes espirituales; todavía recuerdo cuando nos despedimos en el hogar de ellos, me sentía como el padre que tiene que dejar a sus propios niños en manos extrañas, Mary y yo oramos mucho por ellos. Ni el compromiso de los servicios de Semana Santa, ni los bautismos que celebraría el domingo de resurrección, me impidieron olvidarme de mis amados discípulos.

 

Así llegó el lunes en que ellos retornarían del viaje; el martes en la mañana no habría ninguna cita para mí tan especial como aquella con la familia Rodríguez Molero. “¡Siéntese pastor para que no se caiga por lo que le vamos a contar!” Habló Cándida con ese acento tan característico de los zulianos. Así lo hice y me dispuse a escuchar lo que me dirían. Con voz serena, el hermano Luís Rodríguez me contó su viaje, y de la manera como la familia los había recibido y de cómo ellos sin perder tiempo, les habían testificado a todos los que pudieron. Los resultados de esa evangelización: ¡trece personas recibieron al Señor!

 

Perdóneme, hoy sale un poquito largo este devocional porque hace dos años, hablé con mi amado discípulo Luis Rodríguez. Sigue fiel en el SEÑOR y ha sido miembro de la Primera Iglesia Bautista de Maracaibo por más de tres décadas. Sus pastores me han dado muy buenas noticias de Luis Rodríguez. ¡Alabado sea el SEÑOR! Porque como Juan, escribió: “No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad”. (3 Juan 4,RV60). Por ello, evangelizar es el mejor regalo a nosotros.  

 

¡Adelante, siempre adelante!

 

Oración:

Amantísimo PADRE Celestial:

¡Gracias por aquellos corazones productivos en donde la bendita Semilla del evangelio se convirtió en un frondoso árbol para tu Reino! ¡Ayúdame para seguir sembrando, cultivando y cosechando! En el nombre de JESÚS. Amén

Perla de hoy

DIOS nos ha bendecido con Su salvación para que bendigamos a otros al compartir el evangelio.

 

domingo, 26 de junio de 2022

EVANGELIZAR: EL MEJOR REGALO AL REINO DE DIOS

Mis amados, mi pensamiento y corazón van a un grupo de amados que me han ayudado desde el 15 de agosto de 1977 a extender el Reino del SEÑOR, desde Venezuela hasta la última frontera. A todos ellos y a los que aman y practican, la oración, evangelización y discipulado, va este mensaje: ¡El SEÑOR va con nosotros, no desmayemos y llevemos el Regalo de la Salvación hoy, a las multitudes desde cada individuo, en todo lugar, en cualquier hoya y a cualquier precio: ¡Adelante siempre adelante!

SALUTACIÓN
Francisco Aular
faular @hotmail.com
DOMINGO, 26 de junio de 2022
Lectura devocional: Marcos 1:9-19
Versículo de hoy:
Diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio. —Marcos 1:15 (RV60)

Todo el mensaje de la Biblia se puede resumir de esta manera: “A través de Cristo, Dios en su gracia está edificando un reino de personas redimidas, para gozo de ellas y para gloria de Él.” (Kendel H. Easley). 

De modo que evangelizar es anunciar y extender el reino de DIOS hasta que el SEÑOR JESÚS, retorne en Su gloria como Él mismo lo anunció. De manera que, ningún esfuerzo en la evangelización se pierde. Este reino, se anuncia y con ello se planta la semilla, luego se cultiva y se cosecha. ¿Qué puedo hacer en mi breve paso por esta vida que tenga repercusión para aquí -en el ahora y para la eternidad futura-? El mejor regalo que podamos darle a DIOS es llegar a apropiarnos de la salvación eterna por fe y por el arrepentimiento de nuestros pecados por medio de nuestro SEÑOR Y SALVADOR JESÚS. Él es la vida eterna: “Jesús le contestó:—Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí.” (Juan 14:6, NVI). 

En virtud de ello, su gran discípulo Juan que se especializó en las palabras del SEÑOR, escribió: “Y este es el testimonio que Dios ha dado: él nos dio vida eterna, y esa vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.” (1 Juan 5:11,12, NTV). ¡Más claro imposible!

Ahora bien, el reino de Dios fue planeado desde antes de que el mundo fuese: “y de hacer entender a todos la realización del plan de Dios, el misterio que desde los tiempos eternos se mantuvo oculto en Dios, creador de todas las cosas. El fin de todo esto es que la sabiduría de Dios, en toda su diversidad, se dé a conocer ahora, por medio de la iglesia, a los poderes y autoridades en las regiones celestiales, conforme a su eterno propósito realizado en Cristo Jesús nuestro Señor”. (Efesios 3:9-11 NVI). 

El tiempo de DIOS dice el término griego que no se mide por nuestro reloj ni nuestro calendario, el reino de DIOS se encarnó en JESÚS. A este reino pertenecen todos los hijos de DIOS, los nacidos de nuevo. Porque a este Reino se nace por el arrepentimiento y la fe del futuro ciudadano del reino que pone en JESÚS, toda su esperanza y confianza para la salvación eterna. JESÚS vino a devolver el reino a DIOS, que es Su Dueño, y que estaba bajo el dominio de Satanás desde la caída en desobediencia de Adán y Eva. 

Cuando Juan el Bautista le manda a preguntar con sus discípulos: “¿Eres tú aquel que había de venir, o esperamos otro? JESÚS, les mostró el poder de Su reino: “Los ciegos ven, los cojos andan, los que tienen lepra son sanados, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncian las buenas nuevas”. (Mateo 11:4-5 NVI). Pero la máxima demostración de Su poder se encuentra en Su muerte y en Su resurrección. 

El reino de DIOS fue parte del mensaje que predicaron Sus primeros discípulos: “Señalaron un día para reunirse con Pablo, y acudieron en mayor número a la casa donde estaba alojado. Desde la mañana hasta la tarde estuvo explicándoles y testificándoles acerca del reino de Dios y tratando de convencerlos respecto a Jesús, partiendo de la ley de Moisés y de los profetas”. (Hechos 28:23 NVI).

De esta manera el reino de DIOS es tanto una realidad pasada como presente y futura. Al final de la historia como la conocemos hoy, JESÚS el Rey tendrá a Su lado para reinar dos clases de seres: los ángeles con sus cuerpos celestiales y los seres humanos –resucitados y glorificados- que compondrán Su familia por toda la eternidad.  Los seres humanos, que obtuvieron por fe en la Palabra y la obra del ESPÍRITU SANTO, y el arrepentimiento de sus pecados, el nuevo nacimiento, y por ello la entrada al reino, morarán eternamente con JESÚS en Su reino que es la manifestación final de Su soberanía y de Su justicia. Es indispensable nacer de nuevo por la fe en el SEÑOR del reino, JESÚS: “El que en Él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios” (Juan 3.18). Como lo sabemos, este “creer” no es algo meramente intelectual, en realidad la palabra quiere decir “depositar únicamente en JESÚS nuestra confianza para la salvación eterna”, volvamos otra vez a la afirmación de JESÚS: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6).

Como lo han hecho los hombres y mujeres nacidos de nuevo a través de los siglos, debemos llevar el mensaje de la salvación, el mensaje del reino,  porque evangelizar es el mejor regalo que le hacemos al reino de DIOS.

Oración:
Amado PADRE CELESTIAL:
A ti sea la gloria en la iglesia y en tu reino en JESÚS por todas las edades. Te agradezco tu revelación a los seres humanos a través de la Biblia, tu Palabra santa y por haber enviado a tu único HIJO JESÚS para levantar un pueblo que morará contigo para siempre. Ayúdame a ser parte del alcance de los seres humanos con amor y la eficacia conforme a tu plan, en el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
Las iglesias locales son agencias del reino de DIOS en cada lugar en que se plante una. Más, sin embargo, iglesia no es un lugar solamente, sino la gente que la compone. Eso va desde una casa de familia hasta el templo más hermoso de la comunidad.

¡VEN A LA IGLESIA HOY!
¡FELIZ DOMINGO DEL SEÑOR!

sábado, 25 de junio de 2022

SU MENSAJE: EL EVANGELIO DEL REINO

Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: Romanos 1:8-17
De allí mi gran anhelo de predicarles el evangelio también a ustedes que están en Roma. A la verdad, no me avergüenzo del evangelio, pues es poder de Dios para la salvación de todos los que creen: de los judíos primeramente, pero también de los gentiles. Romanos 1:15,16(NVI)

¡El evangelio es la buena noticia de la salvación que la gracia de Dios nos ofrece a los pecadores, solamente por la fe! Trae la gran noticia que hizo tambalear la religión que llevaba dos mil años de fundada, y ni siquiera el mismo infierno pudo frenar su impacto en aquel mundo, tan perdido y adverso como lo sigue siendo hoy. No en vano, palabra griega para “poder” es “dunamis”, la traducimos al español como “dinamita”. 

Este  es el Evangelio, estas son las buenas noticias: la salvación es un regalo, y no un premio. La verdad bíblica es: Todos hemos pecado, y por eso estamos lejos de Dios. (Romanos 3:23 LBLA). El pecado, es una ofensa para la santidad de DIOS. Ahora bien, debemos entender que no somos pecadores porque pecamos, sino que ocurre lo opuesto: ¡Pecamos porque somos pecadores! En realidad, vivimos para pecar –la religión ha calificado los pecados, pero nuestro DIOS santo, no lo hace, para él, pecado es pecado-, poseemos una naturaleza pecadora: Quien sólo vive para pecar, recibirá como castigo la muerte. Pero Dios nos regala la vida eterna por medio de Cristo Jesús, nuestro Señor. (Romanos 6:23 LBLA). 

La religión como institución era tan sólo una sombra de la verdadera salvación en JESÚS. Al nacer JESÚS, vino la Vida con Él, en Él, por Él y para Él: Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.  ¡Eso es buena noticia para aquellos a quienes el Apóstol predicaba y a también a nosotros!: Ustedes han sido salvados porque aceptaron el amor de Dios. Ninguno de ustedes se ganó la salvación, sino que Dios se la regaló. La salvación de ustedes no es el resultado de sus propios esfuerzos. Por eso nadie puede sentirse orgulloso. (Efesios 2:8-9 LBLA). 

Vale la pena recordar que el mismo Pablo, había sido un dirigente oficial de la religión de Moisés, pero él mismo lo dijo así: Me circuncidaron a los ocho días de nacido, pertenezco a la nación de Israel y soy de la tribu de Benjamín; ¡soy más hebreo que muchos hebreos! En cuanto a cumplir la ley, pertenecí al grupo de los fariseos. Tanto me preocupaba por cumplir la ley que perseguía a los miembros de la iglesia. ¡Nadie puede culparme de no haber cumplido la ley! Pero, gracias a lo que Cristo hizo por mí, ahora pienso que no vale la pena lo que antes consideré de valor. Todo eso lo he dejado a un lado, y lo considero basura, con tal de llegar a conocer bien a Cristo, pues no hay mejor conocimiento. Y quiero que Dios me acepte, no por haber obedecido la ley sino por confiar en Cristo, pues así es como Dios quiere aceptarnos. (Filipenses 3:4-9 LBLA).

¡Qué gran testimonio el del Apóstol de la gracia! En esa misma línea teológica, todo el ser y el hacer de los hombres y mujeres del Nuevo Testamento, y de la historia de la Iglesia, demuestran sin duda alguna, que durante los primeros siglos del Cristianismo, las Iglesias fueron establecidas y confirmadas en su fe por la predicación y enseñanza del Evangelio: Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación. (1 Corintios 1:21)

Notemos en las palabras paulinas, que existe una gran tentación para los creyentes, la de avergonzarse del Evangelio. En realidad, el Evangelio es de por sí, una ofensa al mundo, lo ha sido y continuará siéndolo. 

Los líderes religiosos y los intelectuales del primer siglo, lo despreciaron y se burlaron. Para los judíos, con su religiosidad popular, era “piedra de tropiezo”, y para los griegos “locura”, ¡era una bobería! Hoy en día también encontramos oposición al Evangelio, y en algunos lugares, en esta misma hora en que escribo, los cristianos están siendo perseguidos, humillados, encarcelados y asesinados… 

Nos preguntamos, ¡qué hacen las Naciones Unidas!, ¿están mirando hacia otro lado? Nosotros que vivimos todavía en libertad –no sabemos por cuánto tiempo más-, no podemos avergonzarnos de este bendito Evangelio en esta hora en que el mundo debe ser consolado, alentado y enseñado acerca de la gracia de DIOS. Yo sería un ingrato, sino proclamara que la locura del Evangelio me ha tocado y soy lo que soy, gracias a su poder infinito. Sí, doy testimonio de que el evangelio es poder en acción y eficaz.

Oración:

Sembraré la simiente preciosa

Del glorioso Evangelio de amor,

Sembraré, sembraré mientras viva,

Dejaré el resultado al Señor.

Sembrare, sembraré

Mientras viva, simiente de amor;

Segaré, segaré,

Al hallarme en la casa de Dios.

(El Nuevo Himnario Popular #131,CBP)

Perla de hoy:

Este mundo necesita ser cambiado: activemos el poder eficaz del Evangelio, sin temor.

jueves, 23 de junio de 2022

PASIÓN EVANGELIZADORA: SU MOTOR

Francisco Aular

perlasdelalma@gmail.com

VIERNES, 24 de junio de 2022

Lectura devocional: 2 Tesalonicenses 3:1-5 

Finalmente, amados hermanos, les pedimos que oren por nosotros. Oren para que el mensaje del Señor se difunda rápidamente y sea honrado en todo lugar adonde llegue, así como cuando les llegó a ustedes. 2 Tesalonicenses 3:1 (NTV)


Nada es demasiado difícil para nuestro DIOS; pero el alcance máximo de la oración es el éxito en la difusión del Mensaje en todo el mundo. DIOS es honrado al escuchar la oración que podemos regalar a nuestros obreros de la Palabra porque la oración no tiene límites. No exagero al decir que todos somos frutos de la oración, ya en nuestra conversión y al llevar con triunfo el glorioso evangelio por donde vayamos. El apóstol Pablo, oraba por otros y solicitaba al mismo tiempo de la oración de los otros. Aquí les dejo una de esas experencia que tuve al inicio de mi ministerio.


En mi segundo viaje a los Estados Unidos a finales de 1977, DIOS hizo grandes cosas en la evangelización. Primero fue en la Iglesia Bautista Emanuel de Miami, en tan solo una semana, más de cien personas vinieron a CRISTO, entre los convertidos estuvo un hombre que dijo que el diablo lo había enviado a destruir la reunión en la cual, precisamente, se convirtió. Hubiera logrado su propósito porque aunque el templo estaba lleno, sentí una pesadez desde el principio del culto. 


Pero no la sentía yo solo. Tan pronto el pastor Humberto Cruz, me entregó el púlpito. Vi que se dirigió a un grupo de hermanos, salieron hacia el cuarto de oración y se pusieron de rodillas a orar y a interceder por mí. Aquella acción cambió el ambiente del culto. Me sentí lleno de autoridad espiritual y el poder del evangelio empezó a fluir. Hice el llamado, el primero en pasar pidiendo perdón a DIOS en voz alta, fue aquel hombre enviado por el maligno a perturbar, y con él mucho otros más. ¡El Eterno había venido a mi auxilio porque los amados habían orado!


Como lo relato en otra parte del libro Pasión por JESÚS en Marcha. Aquel viaje me permitió ir a Dallas en donde grabé varios programas de televisión con el evangelista Jim Williams y me sirvió de traductor el Dr. Rudy Hernández.


Después de tres semanas en Estados Unidos, regresé a mi casa. Por todas partes contaba lo que el Señor había hecho. Les confieso que sentía un poco inflado por lo que DIOS había realizado conmigo. Pero el SEÑOR es especialista en enseñarnos a ser humildes como Él, es.


Ocurrió que en preparativos para la Tercera Marcha Evangelizadora, en el oriente de Venezuela. Me había comprometido con el hermano pastor Samuel Ramírez, dar un viaje en reconocimiento del terreno. Así lo hice. Vale decir que esto ocurrió una semana después del exitoso viaje a Estados Unidos.


Fuimos viajando desde la ciudad de Puerto Ordaz, en el Estado Bolívar, visitando todos aquellos lugares por donde pasaría la marcha un año y medio después. Así llegamos tarde la noche a la ciudad de El Palmar. Nos alojamos en la casa de la familia Pulgar. Estábamos bajando nuestras cosas del auto cuando la hermana Pulgar, se me acercó y con tono de imploración me dijo. “Perdone usted hermano Francisco, pero tenemos en nuestra iglesia, una anciana que lo ama a usted mucho, ella nos pidió que tan pronto usted llegara lo lleváramos a su casa, ella quiere conocerlo.” Llegamos a la casa de la hermana María Reina, una anciana cercana a los ochenta años, casi ciega. 


La hermana María Reina, había sido una de las fundadoras de la obra evangélica en todos aquellos pueblos conjuntamente con el misionero Covoult. La sala de la casa estaba dividida por un tabique y en la pared de éste, lo tenía empapelado con los artículos del Luminar Bautista que yo había publicado. Me presenté delante de aquella sierva de DIOS, intercambiamos algunas palabras. Pero nunca olvidaré, su gesto y sus palabras. Se levantó de su asiento y tocando mi cara con sus manos, me dijo: “¡Francisco, que te había ocurrido, ¿en dónde estabas estas semanas pasadas? Que el SEÑOR, no me había dejado dormir y puso en mi corazón interceder por ti, noche y día!”


Hice uso de la rapidez de la mente humana y en fracciones de segundo, recordé todas las bendiciones recibidas en aquel viaje en Estados Unidos. ¡La intercesión de esta amada anciana por aquel joven evangelista había hecho la diferencia! Lágrimas de gratitud corrieron por mis mejillas y exclamé: hermana María Reina, no deje usted de orar por mí y por los obreros que estamos en el frente de batalla. 


Nunca más la hermana María Reina y yo, volvimos a encontrarnos en esta tierra. Pero lo sé, sus oraciones me acompañaron siempre. La hermana María, partió con el SEÑOR unos veinte años, después. Como todo intercesor, estoy seguro que su ministerio de intercesión abarcó mucho más allá de mi propio ministerio. Sólo en el cielo, cuando nos encontremos otra vez, sabremos cuanto de lo bueno que hemos hecho en la obra, se lo debemos a la hermana María Reina y su gran ministerio de intercesión, aquí en la tierra. 


Hoy, al escribir este devocional, sé que tengo buenos hermanos que son mis escoltas de oración en varias partes del mundo, que interceden por mí. ¡Regalarme sus oraciones encienden los poderosos motores de sus oraciones a mi favor! 


¿Quieres que el mensaje del SEÑOR se difunda rápidamente, y sin límites de espacio y tiempo? ¡Móntate en el vehículo de la oración! 

¡Adelante, siempre adelante!


Oración:

PADRE MISERICORDIOSO:

¡Gracias SEÑOR por dejarnos la oración intercesora y por los amados que a través de los siglos han clamado delante de ti, deteniendo tu justa ira por un mundo indiferente, y una generación sin salvación, sin paz y sin esperanza! Ayúdame SEÑOR a mantener en alto el estandarte de la oración intercesora y hacer posible que la primavera del ESPÍRITU SANTO, descienda sobre los obreros de tu Reino y las naciones. En el nombre de JESÚS. Amén.

Perla de hoy:

La oración es la clave de todo lo que hagamos en la obra. Activémosla y DIOS hará milagros en la extensión de Su Reino como lo ha prometido

PASIÓN EVANGELIZADORA: SU LIBRO

Perlas del Alma
Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional: 2 Timoteo 3:10-17
Desde tu niñez conoces las Sagradas Escrituras, que pueden darte la sabiduría necesaria para la salvación mediante la fe en Cristo Jesús. 2 Timoteo 3:15 (NVI)


¡La BIBLIA es la historia de DIOS! Porque, si DIOS es DIOS, tenía que dejarnos un mapa infalible para llegar a dónde Él, está. 


¡Ese mapa es la Biblia que me condujo hacia SEÑOR JESÚS! En efecto en la Semana Santa de 1963, toda mi familia se fue a la playa, pero yo me quedé en casa, y como desde muy jovencito he amado la lectura, descubrí una Biblia que le habían regalado a un primo mío, y decidí pasar el día leyéndola. Hacía un año que había oído el Evangelio y una invitación pública para hacer la decisión para salvación en una de las dos noches en que el Dr. Billy Graham, predicó en Caracas, Venezuela, el 21 de enero de 1962. En aquella ocasión, no pasé entre mucha gente que hizo manifestación de fe.


Pero en aquella mañana del 11 de abril de 1963, el ESPÍRITU SANTO me guió hacia Evangelio de Juan, lo leí dos veces y la segunda vez, mi mirada fue a la Oración Sacerdotal del SEÑOR JESÚS, al versículo 20 del capítulo 17: “Más no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mi por la palabra de ellos”. Bajo la convicción del Espíritu Santo, concluí que yo estaba leyendo precisamente la palabra de uno de Sus amados discípulos, así que JESÚS: ¡había orado por mí!... Esa verdad me conmovió y como el salmista dije: “¿Qué es el hombre, para que en él pienses? ¿Qué es el ser humano, para que lo tomes en cuenta?” Salmo 8.4 (NVI), el entendimiento entenebrecido y mi espíritu muerto tuvo el toque divino y la gracia de DIOS, vino a mí y creí.


Concretamente, comprender estas verdades, quitó la venda de mis ojos, confesé mis pecados y me arrepentí, y desde allí, le rendí mi vida a Él. Creí en JESÚS quien es la Vida eterna porque la fe salvadora, viene por el oír la Palabra de DIOS. De hecho, en el evangelio se revela la salvación que proviene de DIOS, la cual es por fe de principio a fin, tal como está escrito: «El justo vivirá por la fe». (Romanos 1:17, NVI). Entonces, mi vida cambió para siempre. ¡El mapa -la Biblia- que DIOS por medio de alguien puso en las manos de mi primo, no era para él, porque no la apreció, era para mí y me condujo a Sus pies! 


Sería muy prolijo contarles en esta hora, a cuantos peregrinos en este mundo he conducido hacia DIOS, utilizando este mismo mapa. Pero además, este libro sagrado me acompaña cada día porque la Biblia es mucho más que un libro religioso, con ella en la mano, en mi mente y el corazón, puedo contar y vivir estos hechos: Me hizo una persona nueva, renueva mi mente, está formando y moldeando mi carácter cada día, me libra del miedo del mañana, de mi culpabilidad de mi pasado, de cobardía frente al peligro, de antipatía y rencor hacia alguien, de pereza cuando hay que trabajar, de la envidia frente al éxito de los demás, de sabiduría espiritual para entenderme a mi mismo y a los otros, me hace ver que simplemente soy un cristiano a quien DIOS mismo está construyendo y transformando cada día hasta que llegue a ser como JESÚS. 


Igualmente, la Biblia transforma las circunstancias, derrota mis tentaciones, me levanta del fracaso al usarlo como oportunidad para empezar otra vez; la Biblia me produce fe suficiente para iluminar las tinieblas; la Biblia es la fuerza abundante para cumplir las tareas que Él me asigna, me enseña la lealtad necesaria para cumplir con los propósito del reino de DIOS en esta tierra, me ayuda a conocer y superar mis limitaciones, sabiduría para enfrentar las demandas normales del vivir humano, me da el poder para ayudar a otros para aconsejarlos y levantarlos si han caído; la Biblia, hace posible que ya palpe desde el aquí y el ahora las bendiciones que DIOS nos tiene guardados para los que le aman, puedo decir, enseñar, escribir, predicar, y cantar una nueva canción, no por lo que alguien me ha dicho, sino por lo que yo mismo he experimentado por más de cinco décadas, he levantado mi vida, fundado un hogar y ser parte de la familia de DIOS guiados por sus consejos. Verdaderamente: ¡Este libro está vivo! ¡No podemos vivir ni morir en paz sin la Palabra de DIOS!


Por eso, y por muchísima más razones, ¡pido la palabra y propongo que la Biblia, sea el libro de la Patria Nueva! Porque tengo una visión y una pasión que algún día se diga que la nación en donde nací, sea el pueblo de DIOS: “¡Dichoso el pueblo que recibe todo esto! ¡Dichoso el pueblo cuyo Dios es el Señor!” (Salmo 144:15, NVI). De allí que proclame a voz en cuello que la Biblia es el libro de la evangelización.


¡Adelante, siempre adelante!


Oración:

PADRE ETERNO:

¡Gracias por ayudarme en cada situación en que me ha tocado compartir con otros el “Kerigma”, tu Mensaje; te ruego una bendición especial para cada uno de los que has puesto en sus corazones que te busquen y de los evangelizadores prestos a llevar esta comida celestial a otros en todo lugar, en cualquier hora y cualquier precio. En el nombre de JESÚS. Amén.

Perla de hoy:

DIOS y Su Palabra nos guían en las tormentas de esta vida, y también nos llevarán al puerto seguro al salir de aquí. ¡No pierdas tiempo! ¡Óyela.Léela. Estúdiala. Memorízala., y ¡Vívela!

martes, 21 de junio de 2022

LA PASIÓN EVANGELIZADORA HOY (2-2)

Francisco Aular

faular@hotmail.com

MIÉRCOLES, 22 de junio de 2022

Lectura devocional: Hechos 1:1-8

Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. (RV60)


Quizás después del sufrimiento del pueblo judío a través de los siglos, ningún otro pueblo ha sufrido y muerto por la fe hasta nuestros días, como el pueblo cristiano.


Una de las muchas historias de nuestros mártires que me ha conmovido al leerla ha sido esta: El Coliseo de Roma fue obra del genio de un arquitecto griego. Su inauguración se celebró con una gran fiesta. El emperador tomó su puesto bajo un pabellón de seda adornado con dos águilas y rodeado de 80.00 espectadores. El arquitecto estaba presente, no lejos del emperador. Éste se levantó y dijo:


—Estamos aquí para inaugurar este coliseo y para honrar al arquitecto cuyo genio ha sabido dar forma a este grandioso edificio. La fiesta empezará entregando a algunos cristianos a los leones. Al instante, unos cristianos aparecieron en la arena.


La multitud prorrumpió en gritos llenos de odio en contra de aquellos fieles testigos de CRISTO. El arquitecto amaba a JESÚS, habiéndolo aceptado como su SEÑOR y SALVADOR, y nacido de nuevo, pero ahora estaba viendo a sus hermanos en la fe testificando de JESÚS, dispuestos a morir en la arena, mientras él ocupaba un sillón de honra entre los grandes del imperio. ¿Qué va a hacer? ¿Tendría valor de confesar la verdad o quedaría allí mudo, condenado con su cobarde silencio a sus hermanos?


Un impulso irresistible agitó el corazón. Dio una mirada a su familia. La determinación estaba hecha. Se levantó y exclamó con voz que resonó por el edificio:


—¡Yo soy cristiano! Tal confesión inesperada produjo por un momento un silencio en toda la multitud y en el emperador, pero pronto se desbordó la crueldad de aquel pueblo acostumbrando al circo. Inmediatamente, guardias imperiales agarraron al arquitecto y levantándolo, lo arrojaron  a la arena, uniéndose a la suerte de sus amados hermanos en la fe; decidiendo como Moisés:

“Escogiendo antes ser maltratado

con el pueblo de Dios, que gozar de

 los deleites temporales del pecado”

(Hebreos 11:25 RV60).


En un punto estamos muy de acuerdo los cristianos bíblicos hoy, es que el final de la historia como la hemos conocido, está llegando a su fin. En efecto,  la Biblia que es la historia de DIOS, esta en su último capítulo de la redención de los seres humanos.


El afamado Dr. Kendell H. Easley, estudioso de la historia bíblica, me asombró con una declaración que la escribió en su famosa frase: “A través de Cristo, Dios en su gracia está edificando un reino de personas redimidas, para gozo de ellas y para la gloria de Él.” Bosqueja esta afirmación en su libro: (Guía Holman Ilustrada de Historia Bíblica, Nashville, Tennessee) 2005.


Ante todo, el Dr. Easley, defiende su tesis en las siguientes secciones de su libro:

·      Prólogo, la necesidad de redención.

 Creación y caída, el diluvio y Babel.

·      DIOS forja Su nación Israel desde Abraham  (2091-931 a.C.)

·      DIOS instruye a Su nación Israel desobedece y es castigado (931-586 a.C.)

·      DIOS preserva un remanente fiel. Preparación de tiempo y espacio para el Mesías (586-6 a.C.)

·      DIOS paga el precio de la redención y comienza el reino.

JESÚS el Mesías (6 a C.-30 d. C.)

·      DIOS propaga el reino a través de la Iglesia la era actual, 30 d. C. -? (Hechos y las epístolas)

·      DIOS consuma Su reino eterno se completa la redención (Apocalipsis y otras Escrituras)

·      Epílogo, nuevo cielo y nueva tierra. La Nueva Jerusalén


Sí, contó bien, en esta historia de DIOS que es la Biblia, ¡estamos al final del sexto capítulo, solo nos falta el epílogo!


Cabe destacar que la pasión evangelizadora: Hoy, está anunciando de muchas maneras como nunca, en la historia de DIOS, Su redención y salvación para el ser humano.


¡Hoy como nunca la Iglesia del SEÑOR, será perseguida en toda la tierra; pero la evangelización saldrá triunfadora, DIOS intervendrá de manera tan palpable que millones de personas serán salvas:


“Después de esto vi una enorme multitud de todo pueblo y toda nación, tribu y lengua, que era tan numerosa que nadie podía contarla. Estaban de pie delante del trono y delante del Cordero. Vestían túnicas blancas y tenían en sus manos ramas de palmeras”. (Apocalipsis 7:9,NTV).


¡No perdamos tiempo y hagamos que los millones que no conocen la Salvación de DIOS en nuestros días, escuchen Su voz, a través de nuestras voces impulsados por la pasión evangelizadora de Su Iglesia!


De nuevo, vale la pena repetirlo: pocos minutos antes de retornar a Su gloria, JESÚS prometió que enviaría a Su SANTO ESPÍRITU, y así lo hizo en Pentecostés. Envió Su poder en el cielo y en la tierra, en una Persona cuya obra en nosotros es darnos dones y el fruto de nuestro carácter. Su misión principal es dotarnos de poder para alcanzar a las naciones que serán el pueblo feliz de Su Reino Eterno.


¡Haz algo: ora, evangeliza y discipula! ¡Vamos por ellos!


¡Adelante, siempre adelante!


Oración:

Amado SEÑOR:

¡Quién pudiera vivir mil vidas para vivirla para ti! Este es el Evangelio que nos has encomendado. Te confieso mi cobardía y te pido ayúdame a testificar de tu gracia, y si tú así los has decido a morir adorándote, en el nombre de JESÚS, amén.

Perla de hoy:

La evangelización es una cruz clavada en el alma sostenida hasta el final por el poder del Espíritu Santo.