viernes, 15 de mayo de 2020

¡Hoy seré agradecido!

Francisco Aular 
perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional: Colosenses 3:5-17
Y que la paz que viene de Cristo
gobierne en sus corazones. Pues,
 como miembros de un mismo cuerpo,
ustedes son llamados a vivir en paz.
Y sean siempre agradecidos.
Colosenses 3:15 (NTV)

¡Hoy seré agradecido!
Soy el milagro de DIOS y por eso existo. No soy un accidente en este mundo. Soy fruto del cuidado providencial y de la acción soberana del PADRE eterno sobre el universo, y estuve en Su mente: “antes de la fundación del mundo” (Efesios 1:4). En Su gracia, El PADRE me proveyó un nombre en la tierra y otro en la gloria.

¡Hoy seré agradecido!
Frente a mí están todas las posibilidades, porque soy un ser finito con posibilidades infinitas. Hoy me siento con energías suficientes y todo mi ser reclama el sendero que todavía debo andar; he escogido el camino de la gratitud.

¡Hoy seré agradecido!
Lo seré con aquellos que ya no están, y, que durante miles de años, muchísimos hombres y mujeres invirtieron sus esfuerzos y vidas para descubrir y desarrollar los adelantos y las ventajas que ellos no tuvieron, pero que gracias a ellos poseo. Mi gratitud me lleva a recorrer los nombres y recordar a algunos de ellos, verdaderos benefactores de la humanidad, investigadores, astrónomos, físicos, químicos, médicos y otros profesionales, esos, que con desinterés y altruismo a prueba, dedicaron sus vidas a escudriñar en sus laboratorios hasta encontrar la respuesta a la enfermedad, al sufrimiento, y mitigar el dolor que como seres humanos enfrentaremos siempre. Desde muy niño, les debo mi existencia, y nunca me alcanzará toda esta vida para agradecérselos.

¡Hoy seré agradecido!
Estoy en deuda con los autores humanos, pero, inspirados por DIOS, auxiliados por el ESPÍRITU SANTO, los cuales escribieron la Santa Biblia, la Palabra de DIOS. Esta Palabra viviente ha sido mi perfecto tesoro de sabiduría divina, y una fuente inagotable para la sabiduría humana; no pido perdón por hacer de la Biblia mi brújula perfecta para guiarme el resto de mi vida, la creo de pasta a pasta, inerrante y soberana, hasta llegar hasta donde esta Palabra nos promete, “un cielo nuevo y una tierra nueva”.

¡Hoy seré agradecido!
Sigo en deuda con aquellos que trabajaron para mí al escribir las páginas de las grandes obras literarias de cuyas fuentes he bebido desde que aprendí a leer. La lectura no es virtud, sin embargo, forma parte de las cualidades para adquirirla; leer es la fuerza de vivir la belleza que toca mi visión y las puertas de mi corazón para  ennoblecerlo; es el secreto que tiene mi alma para sonar como la lira, nada más que con el contacto del escrito; leer es dejarse iluminar y despertar los ojos del espíritu como despertaron sus autores al abrir el entendimiento, convencer la razón y conmover los sentimientos más recónditos del ávido lector. Razón tenía la sabiduría judía cuando enseñó: “convierte a tus libros en amigos”, y el proverbista cuando aconsejó: “Dirige a tus hijos por el camino correcto, y cuando sean mayores, no lo abandonarán.” (Proverbio 22:6; NTV).

¡Hoy seré agradecido!
¿Cómo puedo agradecer a aquellos que sembraron árboles bajo cuyas sombras me deleito y cuyos frutos me sostienen? La mejor forma de pagar mi deuda con ellos será plantar hoy la semilla de un árbol cuyo fruto no alcanzaré a comer, pero con la esperanza de que un día -cuando ya nadie se acuerde de mí, las aves hagan nidos en sus ramas y los seres humanos se deleiten con sus frutos como yo lo hice con aquellos que no sembré, pero cuyos frutos he gustado desde mi juventud.

¡Hoy seré agradecido!
Lo seré con los ancianos y con los jóvenes, porque:
“La gloria de los jóvenes es su fuerza,
y la hermosura de los ancianos es su vejez”
(Proverbios 20:29; RV60). Los ancianos se tornaron en mis guías con sus ejemplos y consejos cuando yo era un joven con la pasión de renovarme y por el anhelo de emprender obras dignas, por los sueños de ser útil y no venir a este mundo solamente para ocupar un lugar; tuve que tomar la decisión de no quedarme plantado en donde me sembraron, sino salir, como Abraham, a buscar mi propia tierra prometida; mis pies reclamaron el éxodo, el cruce del Mar Rojo y el desierto; debo decir que por gratitud a todas las vidas que en mi andar me han tocado y he tocado, soy un optimista a tiempo completo.

¡Hoy seré agradecido!
No necesité haber nacido en una cuna de oro, ni rodeado de privilegios. Mi triunfo ha dependido de mi actitud frente a la vida, el haber nacido en una choza, no ha impedido que haya tenido el privilegio y la sed inagotables de aprender y compartir lo aprendido; en mi andar, resolví elevarme sobre mis imposibilidades con empeño y nobleza, y sacar lo mejor de mí, sin competir con nadie. Por ello, como Job, si hoy perdiera las pocas cosas que poseo, diría como él:
Desnudo salí del vientre de mi madre
y desnudo estaré cuando me vaya.
El Señor me dio lo que tenía y el
Señor me lo ha quitado.
¡Alabado sea el nombre del Señor!”
(Job 1:21; NTV). El refrán dice “es de bien nacidos ser agradecidos.” Por esto y mucho más: ¡Hoy seré agradecido!
¡Adelante, siempre adelante!
Oración:
PADRE ETERNO:
¡Te creo SEÑOR cuando dices que me amas y tienes un plan maravilloso para mi vida! ¿Cómo no he de creerte cuando me has dado fe, esperanza y amor? Por todo esto estoy agradecido y seré esternamente agradecido. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
Ser agradecido es simplemente descubrir la belleza de vivir dando gracias a DIOS en todo y por todos.
Interacción:
¿Qué me dice DIOS hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?

jueves, 14 de mayo de 2020

¿Por qué sigo amando a Israel?

Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: Apocalipsis 12:1-6
Entonces fui testigo de un suceso de
gran importancia en el cielo. Vi a una
mujer vestida del sol, con la luna
debajo de los pies y una corona
de doce estrellas sobre la cabeza.
Estaba embarazada y gritaba a causa
de los dolores de parto y de la agonía
de dar a luz. Apocalipsis 12:1,2 (NTV)

Israel: ¡Feliz cumpleaños! Hoy hace exactamente 72 años -14 de mayo de 1948-nace el moderno Estado de Israel. Si usted es un amante de la historia ya habrá descubierto que Israel, es un milagro en la Biblia y fuera de ella. ¿Quién la sostiene desde la antigüedad? ¿Qué papel tiene en el devenir histórico de la humanidad? En muchas de sus respuestas, tendrá que ver si usted cree o no cree en DIOS. Por mi parte, yo sigo amando a Israel.

¿Por qué sigo amando a Israel? Israel es el GPS de DIOS en el campo escatógico para guiarnos en estos últimos tiempos. En efecto,  DIOS está obrando, delante de todos nosotros, reuniendo a su pueblo antes esparcido por todo el mundo para cumplir su Palabra profética. ¡Israel tendrá un final glorioso hacia el final de la historia!:
“En aquel día yo convertiré a
Jerusalén en una roca inamovible.”
(Zacarías 12:3 NTV).

¿Por qué sigo amando a Israel? Tal como lo indica la profesía. Jerusalén hoy y en futuro muy próximo, ¡son inamovibles! Son muy pesados de mover a pesar de estar rodeados de enemigos que quieren “borrarlos del mapa”. Sin embargo, no podrán. Como lo afirma, el doctor ED Dobson, gran especialista en las profecías bíblicas: “La existencia del Estado de Israel junta la profecía bíblica con la historia moderna, como no se había visto desde los tiempos del Nuevo Testamento. La reunión de los judíos en Israel y su existencia como nación es el evento profético más importante desde que JESÚS ascendió al cielo” (The End, Zondervan Publishin House, 1997, p.44). ¡He sido testigo del cumplimiento de estas profecías y por eso, amo a Israel! He visto y seguido la lucha de Israel conscientemente desde 1967, desde la Guerra de los Seis Días, la cual seguí por radio y la prensa. ¡El triunfo de Israel es mi triunfo! He visto el asombroso cumplimiento de la profecía del profeta, cuando anunció:
Los plantaré firmemente allí en
su propia tierra. Nunca más serán
desarraigados de la tierra que yo
les di”, dice el SEÑOR tu Dios.”
(Amós 9:15 NTV). En efecto, como lo dijo Zacarías 12:3
“Todas las naciones se reunirán
en contra de ella para tratar de moverla,
pero sólo se herirán a sí mismas.” ¡Y por lo tanto, será mejor que no se metan ni con los judíos ni tampoco con nosotros la Iglesia, porque somos uno!:
“No ofendan a los judíos ni a los
gentiles ni a la iglesia de Dios.”
(1 Corintios 10:32 NTV).

¿Por qué sigo amando a Israel? Veamos: nuestro pasaje de hoy, nos hace preguntar ¿Quién es esta maravillosa mujer en el cielo? Comienzo por decirle quien no es. No es la virgen María. Ciertamente María dio a luz a JESÚS y por ella es “bendita entre todas las mujeres”, pero una buena exégesis de este pasaje bíblico, y a la luz de toda la revelación divina, no la describen a ella. Tampoco es la iglesia. Si fuese así, la mujer da a luz a JESÚS; por el contrario, JESÚS dio a luz a la iglesia. Por lo tanto, no es la iglesia. Nos queda solamente una verdad, respaldada por una sana interpretación y de acuerdo a las reglas hermenéuticas: La mujer es Israel.

En efecto, JESÚS vino de la nación de Israel. Israel es la “mujer encinta con dolores de parto” El sufrimiento ha sido una constante de Israel desde su nacimiento como nación:
“Como la mujer encinta se retuerce
y grita de dolor mientras da a luz,
así estábamos en tu presencia, SEÑOR.
También nosotros nos retorcemos de agonía,  
pero nuestros sufrimientos no resultan en nada.
No le hemos dado salvación a la tierra,  ni le
trajimos vida al mundo.” (Isaías 26:17,18 NTV).

Desde luego, Apocalipsis 12:2, describe el nacimiento del Mesías a través del remanente fiel de Israel. Ciertamente, con Juan podemos afirmar:
“Aquel que es la luz verdadera,
quien da luz a todos, venía al mundo.
Vino al mismo mundo que él había
creado, pero el mundo no lo reconoció.
Vino a los de su propio pueblo, y
hasta ellos lo rechazaron; pero a
todos los que creyeron en él y lo
recibieron, les dio el derecho de llegar
a ser hijos de Dios.
Ellos nacen de nuevo, no mediante
un nacimiento físico como resultado
de la pasión o de la iniciativa humana,
sino por medio de un nacimiento que
proviene de Dios”. (Juan 1:9-13 NTV). De esta manera, DIOS nos trajo al Mesías, Sus discípulos todos judíos, nuestra herencia de fe es judeocristiana por todo esto: sigo amando a Israel.

¿Por qué sigo amando a Israel? Un último pensamiento, los días que vivimos son días peligrosos, estamos regresando al nazimos y su odio a los judíos. ¿Qué estamos haciendo los cristianos nacidos de nuevo por Israel?:
“Debido a que amo a Sión,
no me quedaré quieto.
Debido a que mi corazón suspira
por Jerusalén,
no puedo quedarme callado.
No dejaré de orar por ella
hasta que su justicia resplandezca
como el amanecer
Y tu salvación arda
como una antorcha
encendida”.
(Isaías 62:1,NTV)
“Oren por la paz de Jerusalén;
que todos los que aman a esta
ciudad prosperen”.
(Salmo 122:6,NTV)

En Israel hoy, tanto los israelitas como los palestinos, viven. Oremos por ellos, especialmente los Cristianos en ambos pueblos que esperan y anhelan el cumplimiento final de las profecías. Mientras tanto, me viene a la mente, el poema del pastor protestante Martin Niemüller, -aunque él, sí protestó y estuvo en un campo de concentración-, por asumir una actitud valiente contra aquella nefasta dictadura de Hitler, escibió un poema que dice:

Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista.
Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío.
Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante.
Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada.
¡Que mi silencio no sea cómplice cuando vea la injusticia hacia mi prójimo!

Lo siento mucho, no guardaré silencio frente a los enemigos de Israel. Y seguiré dando las razones -aunque nadie me lo pregunte-, sobre: ¿Por qué sigo amando a Israel?
Oración:
SEÑOR de los ejércitos celestiales, aquí estoy frente a tu gracia al contarme por fiel y ponerme en la posición de ser tu hijo. No me elegiste por ser lo suficientemente bueno, sino porque en JESÚS, la justicia y la misericordia se besaron. Ayúdame a proclamar mi amor por lo que tú amas, y rechazar lo que tú, rechazas. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
La reunión de los judíos en Israel y su existencia como nación es el evento profético más importante desde que JESÚS ascendió al cielo.
Interacción:
¿Qué me dice DIOS hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?

miércoles, 13 de mayo de 2020

¿Por qué amo a Israel?

Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional: Zacaría 12
Haré que Jerusalén sea como una
bebida embriagante que causa que
las naciones vecinas se tambaleen
cuando envíen a sus ejércitos para
 sitiar a Jerusalén y a Judá. En
aquel día yo convertiré a Jerusalén
en una roca inamovible. Todas
las naciones se reunirán en
contra de ella para tratar de
moverla, pero sólo se herirán a
sí mismas. Zacarías 12:2,3 (NTV)

¿Por qué amo a Israel? Porque creo en el pacto que DIOS hizo con Abraham:
 “Bendeciré a los que te bendijeren,
y maldeciré a los que te maldijeren”
(Génesis 12:3). De hecho, JESÚS, se caracterizó por su amor a Israel y hasta sus enemigos lo sabían; en una ocasión cuando el Señor JESÚS entró en Capernaum, se le acercaron los líderes religiosos judíos, rogándole que sanase al siervo de un centurión. Ellos vinieron a JESÚS y le dieron los motivos por los cuales debería hacer aquel milagro:
“Porque ama a nuestra nación,
y nos edificó una sinagoga.”
(Lucas 7:5). De esta manera, vemos que el trato de DIOS con las naciones gentiles esta signada por la promesa del Pacto Abrahámico, ya señalado de: “Bendeciré a los que te bendijeren, y maldeciré a los que te maldijeren” (Génesis 12:3) Ciertamente, los juicios divinos y la consumación de sus profecías se basan en el amor de DIOS por Israel:
“Después de un período de gloria,
el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales
me envió contra las naciones que los
saquearon a ustedes. Pues él dijo:
Cualquiera que te dañe, daña a
mi más preciada posesión.”
(Zacarías 2:8 NTV). Es decir: En hebreo, cualquiera que te toca, toca la niña de su ojo. En cierta ocasión, escuché un mensaje sobre este tema al doctor Adrian Rogers, decir, estas palabras de advertencia:
“Serías muy tonto y te encontrarías en un terreno muy peligroso si pronunciaras una maldición contra Israel. Debemos bendecir lo que Dios ha bendecido, amar lo que Dios ha amado y orar por Israel.” ¿Qué les ocurrirá a los enemigos de Israel?: “Haré que Jerusalén sea como una
bebida embriagante que causa que
las naciones vecinas se tambaleen
cuando envíen a sus ejércitos para sitiar
a Jerusalén y a Judá.” (Zacarías 12:2 NTV).

¿Por qué amo a Israel? Porque Dios usó a este pueblo para ser depositario de la revelación divina. En efecto, JESÚS dijo a la mujer samaritana:
Ustedes, los samaritanos, saben muy poco
acerca de aquel a quien adoran, mientras
que nosotros, los judíos, conocemos bien
a quien adoramos, porque la salvación viene
por medio de los judíos.” (Juan 4:22 NTV).

En el Pacto Abrahámico, DIOS prometió: “…Y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.” De esta manera, ya no existe separación entre el judío que viene al Mesías JESÚS, y el gentil (no judío como somos en su mayoría, los que estamos en la iglesia de Señor):
“Y el plan de Dios consiste en lo siguiente:
tanto los judíos como los gentiles que creen
la Buena Noticia gozan por igual de las riquezas
heredadas por los hijos de Dios. Ambos pueblos
forman parte del mismo cuerpo y ambos
disfrutan de la promesa de las bendiciones
porque pertenecen a Cristo Jesús.”
(Efesios 4:12 NTV). 

¿Por qué amo a Israel? Porque a través de esta nación, vino el Mesías prometido: ¡JESÚS, mi SEÑOR y SALVADOR! He recibido por medio de este pueblo, la Biblia la Palabra de DIOS; he llegado a conocer a JESÚS, ¡Si amo a JESÚS debo amar al grupo étnico del cual provino en cumplimiento de más de trescientas profecías. JESÚS, es el único ser humano que  se le dio a escoger en donde debería nacer, vivir y morir y Él eligió al pueblo judío; nació de Madre judía; todos sus apóstoles fueron judíos, en fin digo como Pablo:
“Ellos son el pueblo de Israel, elegidos
para ser los hijos adoptivos de Dios. Él
les reveló su gloria, hizo pactos con ellos
y les entregó su ley. Les dio el privilegio
de adorarlo y de recibir sus promesas maravillosas.
 Abraham, Isaac y Jacob son los antepasados
de los israelitas, y Cristo mismo era israelita
en cuanto a su naturaleza humana.
Y él es Dios, el que reina sobre todas
las cosas, ¡y es digno de eterna
alabanza! Amén.”
(Romanos 9:4,5,NTV).

Desde luego, amo a Israel y vivo esperanzado porque las promesas sobre este pueblo,que está en estos momentos –desde el 14 de mayo de 1948- en pleno desarrollo, no fue n evento planeado por las Naciones Unidas, sino por el mismísimo PADRE ETERNO. ¡Estamos en tiempo de decisiones frente a la veracidad de profecías predictivas y las estoy viendo en vivo y en directo, todos los días! Por todo esto y mucho más: Amo a Israel.

Oración:
SEÑOR de los ejércitos celestiales, gracias por venir a salvarnos desde el cielo, y comprarnos un lugar cerca de ti, al costo de tu sangre preciosa como de un Cordero sacrificado por cada uno de nosotros sean judíos o gentiles. Ayúdame a amar a Israel con tu amor, en el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
Algunos líderes políticos internacionales desean eliminar al pueblo judío de la tierra de sus antepasados; pero tropiezan y tropezarán con el Pacto de DIOS con Abraham hasta el final de la historia.
Interacción:
¿Qué me dice DIOS hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo? 

martes, 12 de mayo de 2020

¿Por qué orar por Israel?

Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional: Salmo 122
Oren por la paz de Jerusalén; que
todos los que aman a esta ciudad
prosperen. Salmo 122:6

Frente a la tierra prometida, y muy poco antes de morir, el hombre que había hablado cara a cara con Dios en el Monte Sinaí, Moisés, dijo:
“Las cosas secretas pertenecen a
Jehová nuestro Dios; mas las
reveladas son para nosotros
y para nuestros hijos para siempre,
para que cumplamos todas
las palabras de esta ley”
(Deuteronomio 29:29, RV60).  Todavía recuerdo, la primera vez que escuché este texto, el pastor misionero Eugenio Kimler estaba predicando y comentándolo dijo: “No me preocupan las cosas que no puedo entender de la Biblia, sino aquellas que sí puedo entender y no las obedezco”. Ahora bien, DIOS nos ordena que oremos y todos los grandes hombres y mujeres de DIOS de todos los tiempos han orado. En efecto, orar es una disciplina del espíritu por medio de la cual podemos entrar en la cámara divina, como lo dijo Spurgeon: “La oración es el delgado nervio que mueve los músculos de la omnipotencia”. ¿Cómo es posible que Dios, un ser infinito, inmortal, perfecto y soberano cuyos atributos lo hacen absolutamente santo y apartado de todo mal se pueda inclinar para oír el clamor del ser humano, pecador y finito? Estas son las cosas secretas de DIOS que nunca podremos entender. Con esto en mente, vamos a la pregunta de hoy: ¿Por qué orar por Israel? Estas son algunas de esas razones:

Debo orar por el pueblo de Israel porque Dios lo ordena, principalmente en los Salmos, una y otra vez se nos dice: “Oren por la paz de Jerusalén; 
que todos los que aman a
esta ciudad prosperen”. (Salmo 122:6, NTV). Usted y yo no tenemos siquiera voz en las Naciones Unidas y mucho menos en los ejércitos palestino e israelí, pero, ¿qué cosa sí podemos hacer? Orar. ¡No le de vueltas al asunto, simplemente, créale a Dios, y ore!

Debo orar por el pueblo de Israel porque Dios bendice a aquellos que lo hacen:
Bendeciré a quienes te bendigan
y maldeciré a quienes te traten
con desprecio. Todas las familias
de la tierra serán bendecidas por
medio de ti”.
(Génesis 12:3, NTV). En mis años leyendo la Palabra y en busca de una mayor preparación para entenderla, veo que teólogos de diferentes escuelas de pensamiento hacen malabarismos hermenéuticos explicando lo que DIOS nos dice tan claramente. Es más, yo he visto el castigo de DIOS de aquellos que han maldecido a Israel, antes mi propio asombro. Hasta un niño, lee esto y simplemente obedece. ¡Hay bendiciones de DIOS para los que oran y aman a Israel, desde antes que existiera como nación! No trate de entender esto, y si lo entiende, mejor todavía, ¡simplemente, obedezca y ore!

Debo orar por el pueblo de Israel porque Dios nos otorgó por
gracia una herencia espiritual que vino a través de ese pueblo: “Ustedes, los samaritanos, saben
muy poco acerca de aquel a
quien adoran, mientras que
nosotros, los judíos, conocemos bien
a quien adoramos, porque la salvación
viene por medio de los judíos”
(Juan 4:22, NTV). ¿Por qué Dios escogió a los judíos? Mientras DIOS mismo nos responde a esa pregunta, leamos al gran Apóstol, con esta preciosa perla que salió de su pluma inspirada por el Espíritu Santo:
Ellos son el pueblo de Israel,
elegidos para ser los hijos adoptivos
de Dios. Él les reveló su gloria,
hizo pactos con ellos y les entregó
su ley. Les dio el privilegio de
 adorarlo y de recibir sus promesas
 maravillosas. Abraham, Isaac y Jacob
son los antepasados de los israelitas,
y Cristo mismo era israelita en cuanto a
su naturaleza humana. Y él es Dios,
el que reina sobre todas las cosas,
¡y es digno de eterna alabanza!
Amén”. (Romanos 9:4,5). Mire que yo he escuchado y leído cada cosa intentando explicar lo que estos versículos no dicen, tanto, que mejor prefiero entender lo que está bien claro: DIOS nos dio las Sagradas Escrituras, los pactos, las promesas, a JESÚS y a sus discípulos a través de Israel. ¡Fíjese bien! Muchísimo antes de que usted y yo naciéramos, antes de que existieran los teólogos conservadores estadounidenses, los capitalistas, los sionistas y sus numerosos enemigos, estos textos estaban allí, y dicen claramente lo que dicen. ¡Vengamos delante de Dios y clamemos por Israel porque en su paz, tendremos paz!

Debo orar por el pueblo de Israel porque JESÚS nos dio el ejemplo para ello:
¡Oh, Jerusalén, Jerusalén, la ciudad
que mata a los profetas y apedrea
a los mensajeros de Dios!
Cuántas veces quise juntar a tus
hijos como la gallina protege a sus
pollitos debajo de sus alas, pero no
me dejaste. Y ahora, mira, tu
casa está abandonada y desolada.
Pues te digo lo siguiente: no volverás
a verme hasta que digas:
“¡Bendiciones al que viene en el
nombre del Señor!”.
(Mateo 23:37-39, NTV).

La verdad sea dicha ante todo: en la Palabra de DIOS se habla muy claro que desde la caída de Jerusalén 586 A. C, hasta la venida de JESÚS por segunda vez, el llanto de SEÑOR es actual. Dios ha dejado a Israel pasar por muchas pruebas y castigos por su desobediencia. El Israel moderno no es teocrático; es más, en estos días de victoria en el campo de batalla ellos no correrán a dar gloria a DIOS por esa victoria, sino a su ejército, su maquinaria de guerra y su innegable desarrollo científico y tecnológico, sin embargo, como JESÚS nos dio el ejemplo, sigo con mi clamor, y en obediencia a su Palabra, les pido en esta hora: “Oren por la paz de Jerusalén; que todos los que aman a esta ciudad prosperen” (Salmo 122:6, NTV).
¡Adelante, siempre adelante!

Oración:
Amado PADRE ETERNO:
En este momento me postro delante de ti, y te ruego por las víctimas de un conflicto el cual nunca tendrá arreglo humano, pues, la solución es divina. Ilumina a los dirigentes de las naciones en conflictos, particularmente a Israel, especialmente el remanente tuyo entre esos pueblos que hace vida allí, en el nombre de JESÚS. Amén
Perla de hoy:
Cuando DIOS nos ordena como a Jonás ha hacer algo grande a favor de un pueblo repudiado por nosotros. No dudemos, obedezcamos.
Interacción:
¿Qué me dice DIOS hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo? 

lunes, 11 de mayo de 2020

Filantropía sin amor es inútil

Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: 1 Corintios 13:1-8l
Si reparto entre los pobres todo lo
 que poseo, y si entrego mi cuerpo
para que lo consuman las llamas,
pero no tengo amor, nada gano
con eso. 1 Corintios 13:3 (NVI)

Ya dijimos que una de las tres clases de amor que los griegos percibieron es philéo (yo amo). Esta clase de amor se usa para la amistad en general, o también para el amor entre amigos y parientes, y tiene el sentido de amar a alguien porque es merecedor de que lo amemos. De esa raíz viene la palabra filantropía, que describe el sentimiento de amor por la humanidad, ánthropos es el ser humano.

Claramente vemos que el buen samaritano de la parábola que enseñó JESÚS era un filántropo:
"Pero un samaritano que iba de viaje
llegó adonde estaba el hombre y, viéndolo,
se compadeció de él. Se acercó, le curó las
heridas con vino y aceite, y se las vendó.
Luego lo montó sobre su propia cabalgadura,
lo llevó a un alojamiento y lo cuidó.
Al día siguiente, sacó dos monedas de plata
y se las dio al dueño del alojamiento.
"Cuídemelo —le dijo—, y lo que gaste
usted de más, se lo pagaré cuando
yo vuelva" (Lucas 10:33-35; NVI).

De ese mismo sentir era Bernabé, en los comienzos de la era cristiana:
"José, un levita natural de Chipre,
a quien los apóstoles llamaban
Bernabé (que significa: Consolador),
vendió un terreno que poseía, llevó
el dinero y lo puso a disposición de
 los apóstoles" (Hechos 4:36,37; NVI).

La filantropía es el desprendimiento personal de los que tienen muchos bienes, a favor de los más necesitados y las mejores causas que ayudan a la humanidad. En realidad para el cristiano nacido de nuevo, es Dios mismo haciendo la obra a través de ellos:
"Porque somos hechura de Dios, creados
en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales
 Dios dispuso de antemano a fin de
que las pongamos en práctica"
(Efesios 2:10; NVI).

Por otra parte, nuestro versículo de hoy dice, "…si reparto entre los pobres todo lo que poseo", pienso que "los pobres" han sido manipulados tanto por el estado como por la religión. Según ese punto de vista, todo lo que hacen ellos es por "amor a los pobres", ¡pero los pobres continúan allí! Son como Judas, que criticó a la mujer que rompió el vaso de alabastro de perfume muy caro para ungir a JESÚS:
 "Judas Iscariote, que era uno de
sus discípulos y que más tarde lo
traicionaría, objetó: — ¿Por qué
no se vendió este perfume, que
vale muchísimo dinero, para dárselo
a los pobres?” (Juan 12:4,5; NVI), pero Juan, el escritor de este evangelio, nos da la verdadera razón del proceder de Judas:
"Dijo esto, no porque se interesara
por los pobres sino porque era un ladrón
 y, como tenía a su cargo la bolsa del
dinero, acostumbraba robarse lo que
echaban en ella" (Juan 12:6; NVI). No hay mayor humillación y burla a los pobres que esta supuesta "filantropía", y generalmente, los que la practican están dispuestos a dar lo que no es de ellos.

Más, aun, dice Pablo: "…y si entrego mi cuerpo para que lo consuman las llamas", un autor nos dice que en los días de Pablo había un monumento en Atenas llamado "la tumba del indio", –de la India-, allí, un indio se había quemado en público en una pira funeraria, y había hecho que grabaran en su monumento la orgullosa inscripción: "Zarmano-Chegas, indio de Bargosa, según la costumbre tradicional de los indios, se inmortalizó y yace aquí". ¡Esto nos demuestra que allí se levantaba un monumento al orgullo del indio! Ahora bien, dice Pablo, vamos a suponer que uno es más humilde que aquel indio: "¡Si me quemaran vivo por predicar el evangelio, y no tuviera amor, de nada me serviría!".

En este momento tengo que dedicar unas líneas a los que el cristianismo ha hecho a favor de los necesitados, pues, sería injusto no reconocer la filantropía de los hombres y mujeres que han dedicado sus vidas al servicio de las causas más nobles en la historia del sufrimiento de los seres humanos. Dios juzgará los motivos, pero en esta hora doy gloria a Dios por ellos, porque como el mismo Apóstol lo escribiera en su Carta a los Filipenses: “¿Qué importa? Al fin y al cabo, y sea como sea, con motivos falsos o con sinceridad, se predica a Cristo. "Por eso me alegro; es más, seguiré alegrándome" (Filipenses 1:18; NVI).

Por otra parte, creo que Pablo nos está diciendo aquí, en primera a los Corintios, que la filantropía que a DIOS le agrada es aquella en la cual los verdaderos motivos rodean todas nuestras  buenas intenciones y  el amor de DIOA está en el centro. Se cuenta que en una reunión, a una filántropa cristiana que había ayudado financieramente en la construcción de hospitales, templos y al crecimiento del reino en distintas formas, se le preguntó: ¿Qué es una buena obra para usted? Y la mujer piadosa, respondió: "Es un acto de beneficencia que por amor a CRISTO hacemos a alguien o a una buena causa y después nos olvidamos", porque la filantropía sin amor es inútil.

Oración:
PADRE JUSTO:
En esta hora te doy gracias por todos aquellos hombres y mujeres que tu has usado para que me dieran una mano a lo largo de mi vida. Hoy te ruego que tu amor me inunde tanto para ayudar a la extensíon de tu reino sin esperar nada a cambio como para darme a otros. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
No importa cuánto estás dispuesto a dar con amor, pero, nunca puedes superar a Dios.
Interacción:
¿Qué me dice DIOS hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?