martes, 12 de marzo de 2013

Completos en Cristo


Francisco Aular
     
Dios los ha unido a ustedes con Cristo, y gracias a esa unión ahora son sabios; Dios los ha aceptado como parte del pueblo de Dios, y han recibido la vida eterna. 1 Corintios 1:30 (La Biblia en lenguaje actual)

A alguien le preguntaron cómo se sentía y respondió: “Me siento como una mosca mareada en un mundo que va a cien mil revoluciones por segundos”. Sentirse insignificante, y por ello, intentar ser alguien en esta vida es el motivo que impulsa a muchos seres humanos a la fama, a la riqueza, al poder político, a la ciencia y a muchas otras actividades. Pero Dios, en su infinita sabiduría, solo tiene una respuesta para los que se sienten insignificantes, JESÚS. En efecto, JESÚS quiere ser nuestro Señor y Salvador, como lo dice una versión bíblica: “Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención” (1 Corintios 1:30; RV60).
¿Cómo se siente una persona que ha encontrado vida en JESÚS? Lo diré por medio de una joven que conoció el Evangelio, ella era una excelente estudiante universitaria, los jóvenes evangelizadores llegaron a ella y le presentaron el mensaje de salvación en JESÚS, resultó que la joven universitaria era dirigente de un partido político dentro de la universidad, y eso se notaba al verla y hablar con ella, la universidad estaba cerrada por las vacaciones, así que animé a los muchachos a que se invirtieran en ella, así lo hicieron. La joven se dispuso a ser discipulada, tenía una gran fe y sed de la Palabra de Dios. Terminó el verano. Comenzaron las actividades en la universidad, y ese primer día, aquella joven llena de valor y fe, reunió a su círculo universitario político y le dijo: “¡Me he encontrado con JESÚS, y en Él lo tengo todo!”. Eso fue lo mismo que apóstol Pablo expresó: Dios los ha unido a ustedes con Cristo, y gracias a esa unión ahora son sabios. ¡Dios nos ha unido a nosotros, los seres humanos nacidos de nuevo, con Cristo! Ahora somos “nuevas criaturas” (2 Corintios 5:17). ¡En JESÚS lo tenemos todo! Esta comunión con JESÚS se da en áreas diferentes: Comunión con Cristo, con otros en Él, y con otros que no lo tienen a Él porque no lo han conocido todavía.
¿Cuáles son los beneficios de nuestra unión con JESÚS? Puedo amar como JESÚS ama; puedo perdonar como JESÚS perdona; puedo evangelizar porque el amor de JESÚS, quien vino “a buscar y salvar lo que se había perdido”, habita en mí; mi vida ha sido intercambiada por la vida de JESÚS, yo le entregué mi vida llena de derrotas, y Él me dio su preciosa vida llena de victoria, le entregué mis miedos y Él me dio valor, le entregué mi tristeza y el me llenó de gozo, le entregué mis ideas en cuanto a servirle a Dios cuando me esforzaba en trabajar “para Dios”, ahora dejo que Él trabaje por medio de mí; le entregué lo temporal y Él me dio lo eterno, le entregué mis complejos por no haber nacido en cuna de oro, y Él puso en mi corazón este desafío: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13); le entregué el orgullo de mis logros en esta vida, y Él puso en mí este sentir: “Por lo tanto, como dice la Biblia, si alguien quiere sentirse orgulloso de algo, que se sienta orgulloso de Jesucristo, el Señor” (1 Corintios 1:31; LBLA).
Ahora entiendo al apóstol Pablo cuando dijo “con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí” (Gálatas 2:20; RV60). Ahora también puedo cantar como el salmista:Tú cambiaste mi tristeza y la convertiste en baile. Me quitaste la ropa de luto y me pusiste ropa de fiesta, para que te cante himnos y alabe tu poder. Mi Señor y Dios, no puedo quedarme callado; por eso siempre te alabaré” (Salmo 30:11,12; la Biblia en lenguaje actual). Por esto y mucho más, ¡estoy completo en JESÚS!
Oración:
Padre eterno: ¡Te alabo nuevamente en esta hora, en mi tiempo de comunión contigo! Señor, que yo pueda decirle al mundo que Tú eres la única razón para vivir. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
Hoy puedes decir frente a las dificultades que yo no puedo, pero, sí reconocer que JESÚS, quien vive en mí, ¡sí puede!
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?

 

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