lunes, 5 de septiembre de 2011

Liderazgo portátil

Amados y amadas perlistas:
Hoy estamos de regreso cómo lo había anunciado en julio. ¡Gracias al Señor y a sus oraciones, la labor encomendada en Venezuela fue realizada y he retornado lleno de entusiasmo contagioso al ver el despertamiento espiritual que por tantos años, habíamos esperado! Gracias a todos los que en el viaje y por esta vía, me han reportado la influencia positiva de estos devocionales en sus vidas. Gracias también a todos mis anfitriones, a las vidas preciosas que por la gracia del Señor, tuve comunión con ellas. Uno se queda sin palabras al ver la fe, perseverancia, la esperanza y el amor de nuestros amigos y colegas en la obra de Dios en la patria amada. Por todo ello, ¡bendito y alabado sea nuestro amado Dios!
Con afecto,
Pastor y amigo,
Francisco Aular


Liderazgo portátil
 
Francisco Aular

Lectura devocional: 1 Reyes 19:1-18; 2 Reyes 2:11

—He servido con gran celo al SEÑOR Dios Todopoderoso —respondió Elías—; pero el pueblo de Israel ha roto su pacto contigo, derribó tus altares y mató a cada uno de tus profetas. Yo soy el único que queda con vida, y ahora me buscan para matarme a mí también. 1 Reyes 19:10 (NTV)

El diccionario de sinónimos define a portátil en estos términos: cómodo, movible, móvil, movedizo, trasladable y desarmable. La idea es todo lo que se puede mover o trasladar fácilmente. ¿Cómo es posible que podamos asumir alguna posición de amigo, o cargo en la obra de Dios, o en la vida familiar como algo pasajero? Con la idea en mente de que si no funciona, me voy. Es decir, puedo renunciar así tan fácil como quitarme una camisa y ponerme otra.
¿Algunas veces has tenido ganar de “tirar la toalla” y abandonar todo? ¿Qué puede motivarnos a tirar todo y renunciar a lo que antes amábamos? De la enriquecedora experiencia del profeta Elías, podemos extraer algunas respuestas:

El liderazgo portátil, no toma en cuenta que Dios es quien Él dice ser. Vemos que Elías, hizo una gran demostración de los atributos y el poder de Dios, delante del pueblo de Israel, en todo el capítulo de 1 Reyes 18. Sin embargo, después cuando la malévola Jezabel emprende contra él  una persecución: renuncia y huye. Un líder no puede vivir huyendo de sus responsabilidades sin que Dios, se lo haya permitido. Desde muy joven decidí servirle al Señor en cualquier responsabilidad por grande o pequeña que Él en Su misericordia y conforme a Su plan, me diera en Su obra. Supe que cuando trabajas para Dios la palabra “renuncio” no existe. ¡Eso sí debes saber a comenzar cualquier trabajo para Él, que los éxitos de ayer, no logran tu triunfo hoy!

El liderazgo portátil, no toma en cuenta la verdad de que no podemos huir de Dios. Elías huyó a Beerseba a 160 kilómetros al sur del monte Carmelo. Siguió huyendo y caminó 230 kilómetros más, hasta llegar a Horeb, el monte de Dios. Huir de Dios para buscar a Dios, no es buscar a Dios. ¡Es imposible huir de Dios!

El liderazgo portátil, no toma en cuenta el hecho de que después de grandes éxitos, puede venir el desánimo. Por ello, Dios le pregunta dos veces, al desanimado Elías: “¿Qué haces aquí Elías?” (1 Reyes 19:9,13) En ambas ocasiones, Elías, le confiesa a Dios: “Él volvió a responder: —He servido con gran celo al SEÑOR Dios Todopoderoso; pero el pueblo de Israel ha roto su pacto contigo, derribó tus altares y mató a cada uno de tus profetas. Yo soy el único que queda con vida, y ahora me buscan para matarme a mí también.” (1 Reyes 19:10,14) ¡Qué fácil resulta caer en la conmiseración, el “pobrecito yo” y renunciar a la tarea que Dios nos ha encomendado! Siempre existen dos razones para renunciar: la razón que decimos y la verdadera razón.

El liderazgo portátil con mucha frecuencia se deja llevar más por sus sentimientos que la razón. En efecto, Elías estaba completamente equivocado: “Sin embargo, preservaré a otros siete mil en Israel, ¡quienes nunca se han inclinado ante Baal ni lo han besado!”. (1 Reyes 19:18 NTV) ¡Elías tenía una razón para huir y Dios tenía siete mil razones para que se quedara sirviéndole! ¡Si usted piensa que Dios se va a quedar de brazos cruzados ha que nosotros cumplamos lo que debemos hacer,  para seguir con Su Plan eterno, estamos equivocados!: “He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona” (Apocalipsis  3:11 RV60)

El liderazgo portátil no toma en cuenta que Dios actúa por medio de las circunstancias y los problemas que nos acorralan. El líder cristiano tiene que estar alerta, a veces Dios nos hace pasar por terremotos, fuego y lo apacible, sin embargo, Dios lo permite para que aprendamos que cuando trabajamos para Dios, solamente Él, le pone final a nuestro liderazgo: “Mientras iban caminando y conversando, de pronto apareció un carro de fuego, tirado por caballos de fuego. Pasó entre los dos hombres y los separó, y Elías fue llevado al cielo por un torbellino.” (2 Reyes 2:11 NTV) ¿Cómo podemos convertir un liderazgo portátil en uno eterno conforme al corazón de Dios? Sin duda debemos detenernos, arrepentirnos de nuestra fragilidad pecaminosa al no creerle a Dios, escucharlo y obedecerlo. Así Dios puede escribir nuestra biografía miles de años después de nosotros, como lo hizo con su amado Elías, dos mil años después: “Elías era tan humano como cualquiera de nosotros; sin embargo, cuando oró con fervor para que no cayera lluvia, ¡no llovió durante tres años y medio! Más tarde, cuando volvió a orar, el cielo envió lluvia, y la tierra comenzó a dar cosechas.” (Santiago 5:17,18 NTV) 

Oración:
Padre eterno:
¡Gracias, gracias sin fin, Señor, por haberme tenido por fiel y ponerme en una posición de liderazgo en tu obra! Ayúdame a terminar con gozo la carrera espiritual que he emprendido. En el nombre de JESÚS. Amén

Perla de hoy:
Cuando trabajas para JESÚS y te esfuerzas en Su gracia, la palabra “renuncio” no existe.

Interacción:
¿Qué te dice Dios hoy por medio de su Palabra?
Y en respuesta a ello…
¿Qué le dices tú a Él?




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