martes, 15 de enero de 2013

Manantiales del ayer



Mis amados y amadas, hoy se celebra en Venezuela el día del maestro. Reciban todos los que profesan esta vocación mi reconocimiento, respeto y admiración. Que JESÚS, el gran maestro, los continúe guiando en la hermosa tarea de enseñar a generaciones completas. Mi felicitación sincera y un cálido abrazo.
Pastor y amigo,
Francisco Aular 

Manantiales del ayer
Y me dije: "Que hable la voz de la experiencia; que demuestren los ancianos su sabiduría." Job 32:7 (NVI)

Escuché el cerrar de la puerta de un auto, y rápidamente me asomé por la ventana de mi oficina. Allí estaba él, un anciano que el taxista había dejado, seguro de que todavía funcionaba en el edificio del templo, el servicio de cuidado diario de personas de la tercera edad.
Hacía frío y lo invité a pasar adelante y a sentarse frente a mí. Yo sabía que pasaría varias horas antes de que la familia pudiera venir a buscarlo. “Me llamo Jim”, me dijo mientras se sentaba, “nací en 1920 y serví en el ejército canadiense durante la segunda guerra mundial, cuando tenía 20 años”. Luego me habló de su trabajo en el gobierno, del cual se había jubilado cuando tenía 55 años.
Sus ojos azules parecían no perderse detalle de mi oficina. “¿Escribes?” Preguntó. No me dio tiempo de responderle porque él tenía mucho que contar, me habló de su familia, de sus dos hijos y cuatro nietos, pero se detuvo a relatarme su experiencia en ejército en 1942 en las costas del Mediterráneo y en Normandía, posiblemente, aquel relato lo habría contado miles de veces, y por eso, mientras él hablaba, mi imaginación volaba con su relato; me contó con profunda tristeza la muerte de muchos de sus compañeros, pero levantó la frente con orgullo al hablarme sin reparos del Regimiento Real de Toronto. Luego, me hizo vivir su júbilo cuando le informaron que la guerra había terminado… Al finalizar su relato, se puso de pie y se metió la mano en el bolsillo, y allí, bien envuelta en una especie de pañuelo rojo, estaba la medalla que por su valentía había ganado… Me acerqué a él, lo abracé y le dije lo orgulloso que estábamos, hasta los que no habíamos nacido en tierra canadiense, de un héroe como él. Sentí que su pecho se inflamaba por la satisfacción de haber sido parte de un ejército, que en defensa de la democracia y la libertad había derrotado a Hitler y a su temible ejército alemán. Su esposa, mucho más joven que él, vino a buscarlo en su automóvil. Ella me pidió disculpas, porque sin duda, él me habría distraído de mi trabajo, pero le respondí, como dicen por estos lados: “Jim salvó mi día”,  vi a Jim sonreír, mientras yo le abría la puerta del auto, y calladamente me dijo: “¡Soy feliz!”.
¿En qué consiste la felicidad y la sabiduría de la vejez? Pienso que desde la ancianidad surge un manantial del ayer que es el recuerdo. Desde luego, como alguien dijo, el recuerdo es “el único paraíso del que no podemos ser expulsados”. Pues bien, quien ha vivido muchas cosas, tiene experiencia. Quien ha ido por la vida disfrutando su presente, en el futuro, puede sacar de los manantiales del ayer lo que ha vivido, y así, permanecer lleno de vida. No obstante, no vive en el pasado, sino, más bien, lo que ha vivido es para él una fuente que lo revitaliza cada día, riega el presente con las aguas de los inagotables manantiales de la memoria, y eso lo hace feliz. Incluso, cuando un anciano es abandonado por sus seres queridos, se puede dar su escapadita al paraíso de los recuerdos, y beber de los manantiales del ayer.
Oración:
Amado Padre celestial. Ayúdame a no temer a la gran aventura de la ancianidad, y confiar que al vivir en el presente para tu honra y gloria, tendré en mi futuro, un manantial del ayer que me hará feliz, porque como hoy, tú irás conmigo. En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
El mejor legado para la generación más joven es el buen ejemplo que podemos dar la generación veterana.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Déjanos tus comentarios