SELECCIONES
Perlas del Alma
Francisco Aular
faular@hotmail.com
JUEVES, 24 de octubre de 2024
Lectura bíblica: Romanos 8:28-39
Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
—Romanos 8:37
EL FUNDAMENTO SOBRE el cual se basa el apóstol Pablo, es la gracia y el amor inmerecidos que DIOS exhibió en la Cruz del Calvario. Ese es gran tesoro en nuestros “vasos de barro” que tenemos los cristianos nacidos de nuevo al recibir la Vida Zoé.
Upernikao, es la palabra griega original que en español se traduce con cuatro palabras “somos más que vencedores”. ¡Qué gran noticia! Nos da la promesa de DIOS, desde aquí en nuestra Vida Bíos hasta la plenitud de nuestra Vida Zoé, después de salir de este mundo.
Los que estamos en CRISTO, somos “super-vencedores” y por ello, todos los padecimientos que nos pueden causar las diez realidades espirituales no aminoran nuestro triunfo en algunas visibles y otras invisibles, como lo escribe el Apóstol: “Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor. (Romanos 8:37-39,NVI). ¡Aleluya!
Los amados que recibieron esta palabra en momentos en que serían perseguidos, y muchos morirían martirizados, por eso les escribe como preámbulo: “¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación o la angustia, la persecución, el hambre, la desnudez, el peligro o la espada? Así está escrito:
“Por tu causa siempre nos llevan a la muerte;
¡nos tratan como a ovejas para el matadero!”.
La respuesta a estas preguntas y realidades a los cuales, los discípulos de JESÚS en estos dos mil años del cristianismo enfrentaron, es: ¡Nada, ni nadie porque “somos más que vencedores”…
También nos sorprenden aquellos discípulos de JESÚS, ¡porque ninguno provenía de los religiosos de su tiempo!, eran laicos. Aquellos primeros discípulos describieron su nueva fe, como un estilo de vida que los cambió a ellos y también al mundo que recibió aquellos hombres y mujeres que decían que JESÚS, el que había muerto y resucitado: ¡Vivía en ellos!
Ciertamente, existe una unión inseparable de JESÚS viviendo en el corazón de cada uno de Sus discípulos, esta seguridad les da una victoria interior que no depende de lo externo; el Cristiano nacido de nuevo ya no tiene que andar buscando significados en un mundo que va hacia su final; el cristiano nacido de nuevo por su unión con JESÚS está completo; nadie le puede quitar esa unión dada por el nuevo nacimiento, porque la vida eterna (zoé aionios) está en él; el verdadero discípulo de JESÚS vive una vida intercambiada con su SEÑOR y SALVADOR.
Mediante esta nueva vida le damos a JESÚS nuestros pecados, Él, a cambio, nos da su perdón; le damos nuestra tristeza y Él nos da su gozo; le damos nuestras derrotas y Él nos da la victoria; le damos nuestras debilidades y Él nos da su fortaleza; la damos nuestra pobreza de espíritu y Él nos da sus riquezas; le damos nuestro miedo y Él nos da su valor; le damos nuestros problemas y Él nos da la solución; por último, le damos nuestra muerte y Él nos da su resurrección. Más, aún, Pablo maravillado por esta unión con JESÚS escribió: “Somos más que vencedores”.
¡JESÚS vive en nosotros! Y sé que aquellas diez cosas que puedan aterrarnos e intentamos evitar, sin embargo, son las mismas cosas que nos harán victorioso cuando lleguen… porque “somos más que vencedores”, por lo tanto, porque enfrentemos las mil batallas que como seres humanos debemos luchar, como seres espirituales: ¡JESÚS, ganó el campeonato de todos los tiempos: la batalla contra Satanás y sus huestes! ¡“Somos más que vencedores!”. “Nada, ni nadie podrá arrebatarnos la victoria y gozo infinito de DIOS: “Mucha franqueza tengo con vosotros; mucho me glorío con respecto de vosotros; lleno estoy de consolación; sobreabundo de gozo en todas nuestras tribulaciones”. (2 Corintios 7:4)
Por ello, la existencia de un cristiano nacido de nuevo es un milagro de DIOS. Igualmente, lo es: la existencia de la Iglesia. Tanto en lo individual como en lo colectivo, ¡soy victorioso en CRISTO! Hoy salgo a la calle, alzo mis hombros y pongo en mí una amplia sonrisa de gratitud a mi DIOS; hoy mostraré lo mejor de mí a lo peor de este mundo. No soy mío, pertenezco a JESÚS, mi pasión y triunfo.
Soy: ¡Más que vencedor!
¡Adelante, siempre adelante!
Oración:
PADRE ETERNO:
¡Gracias a Ti! No soy un accidente en este mundo. Asumo con toda consecuencia el hecho de ser un vencedor a tiempo completo. Ayuda a compartir Tu victoria con todos aquellos que no Te conocen. En el nombre de JESÚS. ¡Amén!
Perla de hoy:
“Nada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”.
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