COMO DICE EL ESPECIALISTA en liderazgo John Maxwell “una persona influye en toda su vida, de manera indirecta o directa, en otros diez mil individuos”. ¿A cuántas personas estamos influenciando positivamente? Sin duda un cristiano nacido de nuevo en posición de liderazgo influye mucho más en toda su vida rendido bajo el poder de la gracia de DIOS.
Les confieso que las despedidas siempre me llenan de mucha nostalgia, y eso lo saben muy bien mis compañeros en la Marcha Evangelizadora, tras cada evento que realizábamos, después del “despliegue”, limpiábamos todo asegurándonos que el sitio quedaba mejor que como lo habíamos encontrado. Entonces, acostumbraba a irme al lugar que nos había servido de santuario principal en dónde estuvimos predicando, enseñando, orando, cantando, y mi alma se derramaba delante del SEÑOR.
Los que han estado a mi lado en todos los eventos que he dirigido, saben que soy alguien que necesita un tiempo especial de desapego emocional –para decirlo de alguna forma- entonces me dejaban a solas con mi PADRE Celestial. Sabía que, sin Su gracia, yo no hubiera estado allí; ni tampoco habría bendición para el ejército de marchistas, servidores en el liderazgo y los nuevos convertidos que salían a sembrar la Semilla.
Lo importante es que en cada adiestramiento enseñemos esta verdad, nuestro esfuerzo humano es nuestra respuesta al amor a Su gracia en cada uno de nosotros, Sus hijos. Nuestro “crecer en la gracia”, no se mide de otra manera en que anhelar que el Salmo 126, se cumpla en nosotros: ¿Cómo lograr grandes cosas de DIOS? Es la pregunta, este Salmo nos da la respuesta:
· Anhelar de todo corazón que nuestra nación salga de su cautiverio espiritual: Haz volver nuestra cautividad, oh Jehová como los arroyos del Neguev”. V.4
· Esfuerzo en la gracia de DIOS V.5 “sembraron con lágrimas”. Todo trabajo agrícola demanda esfuerzo. Todo trabajo en la obra de DIOS, es igual. Debemos sembrar con lágrimas porque la gracia que portamos nos dará una buena cosecha: “con regocijo segarán”.
· Necesitamos sentir pasión por lo que hacemos mientras nos esforzamos en la gracia de DIOS, y no detenernos por nada, hasta lograr el objetivo. V.6 “Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla;Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas”.
· El magnífico resultado de esperar grandes cosas de DIOS.vv. 1-3
“Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sion, Seremos como los que sueñan. Entonces nuestra boca se llenará de risa, nuestra lengua de alabanza;Entonces dirán entre las naciones: "Grandes cosas ha hecho Jehová con estos”.
Desde el primer Adiestramiento en Barquisimeto en 1977, memorizamos el Salmo 126. Este es el Salmo de la Gran Cosecha Espiritual que nos espera. Una llamada de urgencia a mi oficina de un aviso que habíamos puesto en la prensa por donde yo escribía una columna: Un hombre con una voz entre cortada, me pidió auxilio. Hicimos una cita inmediata, me dio su dirección de su casa y hacia allá me dirigí, al llegar noté que vivía en un sector de personas adineradas.
La casa una mansión: Mientras la servidumbre me atendía, me sentaron en la sala y allí de memoria, oraba recitando el Salmo 126. Aquel hombre me había dicho…”Mi esposa y yo hemos tenido una confrontación, y tengo un arma…concluyó: —“Si usted no viene ahora, o ella muere, o morimos los dos…” ¡Allí, estaba yo esperando que aquella apareciera! Allí estaban, ambos tal vez en los inicios de sus 40 años de vida. Ambos, hermosos físicamente hablando, sanos y muy ricos; pero infelices. El hombre muy celoso, la acusaba de adulterio, ella no hablaba, negaba las acusaciones que él le hacía, y lloraba. Aquel hombre se consideraba muy religioso, estricto y moralmente impecable. —“¡Háblele a ella, pastor! ¡Ella necesita que DIOS la perdone!”. Concluyó.
Pero yo no me dirigí a ella, sino a él. Poco a poco, el Espíritu Santo le derribó todos esos conceptos que había esgrimido como excusa…Le mostré que él era pecador a pesar de practicar una religión de “salvo por obra”…Le presente, el cuadro de la salvación por gracia, y el Regalo de la Vida Zoé que DIOS, nos envió por Su hijo, JESÚS, admito que yo me había emocionado al contarles mi testimonio personal de cuando en una tarde, leyendo al Evangelio de Juan.
Me vi a mi mismo, al borde del infierno. Pero JESÚS, por Su gracia, había tomado mi lugar en la cruz. “—Yo no era el bueno, sino JESÚS’…Aque hombre, se conmovió. Le pidió perdón a la esposa con lágrimas, y su esposa me dijo: “¡Pastor, yo también quiero aceptar el Regalo de la Vida Eterna! Así lo hizo. Me puse en pie; pero entonces, escuché una voz de una mujer que era la cocinera de ellos. Reconocí a mi hermana Margarita, miembro de nuestra iglesia.
La hermana Margarita, se dirigió a sus jefes —¡Esta mañana, ustedes me despertaron…Me arrodillé y clamé a mi SEÑOR, y creo que lo que estoy viendo aquí, es un milagro de DIOS!... ¡La esposa, se lanzó a los brazos de Margarita y también el esposo, y desde luego, yo terminé aquel maravilloso encuentro de la gracia, el amor y el perdón de DIOS”. En ese instante, recordé y les recité, en mi oración: “Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas”.
Después de esto la hermana Margarita y sus ayudantes nos sirvieron lo que pensé en el banquete de la gracia de DIOS. ¡Gloria y más gloria a nuestro DIOS, Su gracia había crecido en todos los que estuvimos allí! ¡Cada vez que Su gracia es anunciada crece y también se multiplica!
“Crezcan en la gracia”
¡Adelante, siempre adelante!
¡Feliz domingo en la gracia del SEÑOR!
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