viernes, 11 de octubre de 2024

EL BANQUETE DE LA GRACIA

Gracias a todos mis amados porque en el día de ayer, disfruté del banquete de la gracia de DIOS conmigo, al cumplir mis 79 años, y ustedes añadieron más gracia al regalarme sus oraciones y felicitaciones! Aquí estamos y seguimos: Adelante, siempre adelante!
SELECCIONES
Perlas del Alma
Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
VIERNES, 11 de octubre de 2024
Lectura devocional: Lucas 14:15-24
Jesús respondió con la siguiente historia: “Un hombre preparó una gran fiesta y envió muchas invitaciones. Cuando el banquete estuvo listo, envió a su sirviente a decirles a los invitados: “Vengan, el banquete está preparado.” Lucas 14:17,18 (NTV) 

“VENGAN EL BANQUETE ESTÁ PREPARADO.” Y, ¡usted y yo, estamos invitados”…El autor Philip Yancey en su libro: Gracia divina vs condena humana, hace un relato sobre la película, premiada con un Oscar, “El banquete de Babette” -no es una película cristiana- sin embargo cuenta la historia del contraste en el plano religioso del legalismo y la gracia. 

Pertenecientes a una rama del luteranismo legalista un pastor con sus dos bellas y talentosas hijas, reúne en un pueblo de Austria a su congregación. Sus feligreses lo aman y forma con ellos un grupo que se aísla de la sociedad. Todos visten de negro, todos consumen una misma comida que consistía de pescado y papas sancochadas, aderezada con cerveza y pan. Sólo se cantan himnos cuyas letras prometen un gran futuro en la Nueva Jerusalén. 

Pues bien, el pastor muere y en su lugar deja a sus dos hijas: Martina, llamada así en honor de Martín Lutero, y Philippa en recuerdo de Felipe Melancton, dos de los grandes héroes de la fe. Todo está lleno de austeridad. Sin embargo, el pecado ha hecho entrada entre ellos y con los años, las raíces de amargura han hecho estragos en las relaciones de los lugareños. 

Una francesa de nombre Babette, viene huyendo de la guerra de Francia, en donde ha perdido todo lo que poseía; la mujer en una fría noche de invierno en medio de un torrencial aguacero, llega a la playa cercana de aquella secta. Es casi la medianoche, cuando toca la puerta de la casa de las hermanas Marina y Philippa…Babette les pide posada, y durante 12 años les sirve sin cobrar nada por ello, sólo recibe cuarto y comida. 

Una inesperada circunstancia, pone en las manos de Babette ¡diez mil francos! Las hermanas se alegran de que Babette sea rica, pero saben que con ese dinero ella saldrá a vivir una nueva vida, fuera de ellas. Pero Babette se queda con ellas y como se celebraba el centenario de la vida del pastor fundador de aquel lugar, Babett les promete hacer una gran cena al estilo francés. 

Así lo hace y el 15 de diciembre de aquel año, entre los recelos de las hermanas y de los feligreses, sirve un banquete inolvidable. Los invitados acuden, entre ellos un general que en tiempos atrás había cortejado a Martina e igualmente en Paris había visitado un famoso restaurante: "Café Anglais" donde la jefa de la cocina, era una mujer. 

Los aldeanos empiezan a comer aquella comida tan diferente a los que por tantos años ellos habían saboreado, habían acordado no preguntar nada, sino comérsela toda. Todos los aldeanos hacen lo que ven que el general hace; solamente el general va comentando cada plato y cada bebida; y a medida que la cena va avanzando los feligreses se confiesan unos a otros sus faltas y se piden perdón. Termina la fiesta, en medio de la nieve se pierde el carruaje del general y se ve el cielo azul y estrellado en el horizonte.

“El banquete de Babette” termina con dos escenas inolvidables. Afuera, los ancianos como niños se toman de las manos alrededor de la fuente, y cantan en medio de la noche, sus cánticos de su fe, los cánticos de navidad. Es una escena que refleja que el banquete de Babette les había abierto la puerta a la comunión y la paz los unos con los otros, y había comenzado en la aurora, el despertar de la gracia. 

Como lo dice la autora del libro en el cual se basó la película, Karen Blixen, los feligreses se sentían, “como si de veras sus pecados hubieran sido lavados tan blancos como la nieve, y en este atuendo de inocencia recuperada, estuvieran brincando como corderillos”.

En la escena final, se ve a Babette, sentada y la cocina en completo desorden. Ella luce satisfecha, había honrado a sus visitantes con una gran cena. 

—“Babette fue una escena encantadora” dice Martina con gratitud. Babette, que había cocinado por 12 años la misma comida en aquella casa, añade: “Yo fui la jefa de cocina del Café Anglais”… 

Las hermanas piensan que Babette, después se regresará a París, pero Babette, les dice. He gastado todos los diez mil francos en esta cena. “¡No se asombren. Eso cuesta una cena como ésta en el Café Anglais” ¡Los comensales no habían pagado nada, como la gracia es gratis pero no barata!

¡Qué parábola! Así DIOS por Su gracia, sin que nos cueste nada a nosotros nos invita a la salvación:“Vengan, el banquete está preparado.” … El SEÑOR nos invita a Su cena. Así se unen las dos caras de la gracia para que sea efectiva: La gracia da, la fe recibe. ¡Ese ese es el banquete de la gracia!

¡Adelante, siempre adelante!

Oración:
PADRE DE LA GRACIA
Gracias SEÑOR porque un día viste que yo no tenía en mí, ningún mérito para llegarme a ti; pero por tu gracia me diste el nuevo nacimiento y la nueva vida por medio de tu amado HIJO lleno de méritos, “lleno de gracia y verdad”. Ayúdame a decir a los demás que hay Vida en JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
La salvación por gracia se desprende de la invitación que DIOS nos hace a través de JESÚS. Usted está invitado a este gran banquete, no ponga excusas y honre al Anfitrión.
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