martes, 5 de marzo de 2024

TODAS LAS PROMESAS DEL SEÑOR JESÚS

Perlas del Alma
Francisco Aular
faular@hotmail.com
MIÉRCOLES, 6 de marzo de 2024
Lectura devocional: 2 Pedro 1:3-15
TODAS LAS PROMESAS DEL SEÑOR JESÚS
“Y debido a su gloria y excelencia, nos ha dado grandes y preciosas promesas. Estas promesas hacen posible que ustedes participen de la naturaleza divina y escapen de la corrupción del mundo, causada por los deseos humanos.” 
—2 Pedro 1:4 (NTV)

 

El domingo 4 de agosto de 1963, llegué al Edificio Punto Criollo de Chacaíto, en la Capital de Venezuela. Allí se reunía la Misión Bautista Emanuel. Llegué al Servicio de la noche. Una docena de personas estaban allí. El hermano Adonis Rodríguez, me había invitado; pero él no estaba porque siendo estudiante universitario, andaba de vacaciones en su pueblo falconiano de Mene de Mauroa. Él había venido aquella última semana de julio a recoger sus fotografías al estudio fotográfico Luz y Sombra, donde yo trabajaba como fotógrafo. 

 

Yo me había convertido, estando en mi casa solo, mientras leía la Biblia el 11 de abril de 1963. Así que buscaba una iglesia para congregarme y hoy puedo decir: ¡Gracias SEÑOR aquel pequeño grupo al que me agregaste sería mi familia espiritual hasta hoy! Como dice la Palabra: “Por lo tanto, ya no son extranjeros ni forasteros sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios”. (Efesios 4:19,RVA-2015).

 

La Biblia tiene muchas promesas que el SEÑOR nos dejó, especialmente se reciben cuando uno se hace miembro responsable de una iglesia local. Debo decir que la letra y música de los himnos que cantábamos, me han ayudado en gran manera a ser quien soy. 

 

Aunque DIOS ha puesto 60 años en qué llegué a la Iglesia de SEÑOR. De todas las decisiones de mi vida, hacerme miembro de la Iglesia Local de hace 60 años, es la mejor. Este hecho me obliga a decir que puedo sentir que las cuerdas de mi alma y de mi espíritu, se gozan al cantar estos himnos. “Todas las promesas del Señor JESÚS” es uno de mis favoritos. La verdad mis amados, ¡qué hermosa letra! Aquí va, recuérdelo, cántalo, vívalo.

I

Todas las promesas del Señor Jesús,

Son apoyo poderoso de mi fe;

Mientras luche aquí buscando yo su luz,

Siempre en sus promesas confiaré.

Coro:

Grandes, fieles,

Las promesas que el Señor Jesús ha dado,

Grandes, fieles,

En ellas para siempre confiaré.

II

Todas las promesas para el hombre fiel,

El Señor en sus bondades cumplirá,

Y confiado sé que para siempre en él,

Paz eterna mi alma gozará.

III

Todas las promesas del Señor serán,

Gozo y fuerza en nuestra vida terrenal;

Ellas en la dura lid nos sostendrán,

Y triunfar podremos sobre el mal.

(#155, ENHP, CBP, el Paso, Texas)1955

 

En efecto, el cristiano es poseedor de dos nacimientos, el humano que lo puso en la tierra, y el divino que lo pone en el cielo. La vida humana es temporal, se desgasta, se nos va; la vida eterna, se nutre cada día, se renueva, se fortalece y basada en las promesas de JESÚS, al final, vence. 

 

Desde luego, en esta vida terrenal, enfrentaremos pruebas, tormentas y circunstancias que no veremos su propósito, a menos que como hijo de DIOS nos aferramos a las promesas del SEÑOR, pues, ellas son “gozo y fuerza en nuestra vida terrenal”. Pase lo que pase, estas promesas divinas: “Ellas en la dura lid nos sostendrán”. ¡Alabado sea el Nombre de DIOS! A través de la historia de la fe cristiana, el consuelo de las palabras del Apóstol Pedro, respecto a esas promesas del SEÑOR, resuenan en nuestras vidas y traen aliento y esperanza en medio de las tribulaciones por las cuales pasamos a paso de vencedores:

 

“Y debido a su gloria y excelencia, nos ha dado grandes y preciosas promesas. Estas promesas hacen posible que ustedes participen de la naturaleza divina y escapen de la corrupción del mundo, causada por los deseos humanos.” (2 Pedro 1:4 (NTV).

 

Los que hemos andado en una vida cristiana plena, extendiendo el Reino de DIOS, y moviéndonos en al ambiente de nuestras iglesias, valoramos siempre, -pero en gran manera en nuestros momentos de sufrimiento y dolor-, a los amados que son sostenidos también por las promesas del SEÑOR JESÚS. Por ello, ¡no dejes de congregarte, hoy en el día en que puedes venir a la iglesia! Nunca es tarde para obedecer a DIOS y confiar en Sus promesas. 

 

¡No esperes más, hoy es el día! Tal vez un día no podrás! 

¡Adelante, siempre adelante!

 

Oración:

PADRE ETERNO:

¡Gracias por permitirme llegar a mi familia espiritual, aquí en la tierra! ¡Ayúdamos a plantar nuevas iglesias que servirán para continuar llevando a los que no te conocen, todas tus promesas del SEÑOR! En el nombre de JESÚS. Amén.

Perlas de hoy:

Edifica tu vida humana sobre las promesas de DIOS de la Vida Eterna. 

*****

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Déjanos tus comentarios