sábado, 30 de marzo de 2024

Primera Palabra, después de la cruz: CONSOLACIÓN

Seguimos con la idea de la publicación de LAS PALABRAS DE CRISTO: antes, desde y después de la cruz. ¡Escribo con el gozo del “¡Vamos al Calvario de ayer con el Culto de las Siete Palabras”! Aquí en Calgary, había nevado durante tres días, también nevó durante el culto, hacía un frío de menos 6 grados. Y era la primera vez al cambiar el horario de las tres a las seis de la tarde, a causa de que mucha de nuestra gente hispana, trabajaba. A pesar de todo ello, ¡DIOS trajo a la gente y tuvimos un récord de asistencia! ¡Gracias por ustedes que nos regalan sus oraciones! ¡Feliz domingo de resurrección para todos en todas partes!

Perlas del Alma
Francisco Aular
faular@hotmail.com
DOMINGO, 31 de marzo de 2024
Lectura devocional: Juan 20:11-18
Primera Palabra, después de la cruz:
CONSOLACIÓN
Jesús le dijo:
—Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?
Ella, pensando que era el jardinero, le dijo:
—Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo lo llevaré.
Jesús le dijo:
—¡María!
Volviéndose ella, le dijo:
—¡Raboni! —que significa: «Maestro».
Juan 20:15,16 (RVR1995)

 

Al huerto van

(ENHP#369)

CBP, El Paso, TX)1983

I

Al huerto van a visitar

La tumba en que su cuerpo está

Mujeres son que a ungirlo van;

Mas ¿quién la piedra quitará?

Oh, ¿quién (oh quién) la quitará?

CORO:

Nada temáis; id al huerto;

Ved su tumba abierta ya;

El que buscáis no esta muerto, ¡resucitado ah!

Nada temáis vive y reina vuestro Maestro y Señor,

Vencedor, vencedor,

Del sepulcro vencedor.

 

El silencio del sábado que cubre la etapa de JESÚS en la tumba -por motivos que desconocemos-no son reseñados por ninguno de los Cuatro Evangelios- Al respecto debo señalar que libros provenientes de otros escritos antiguos, llamados libros apócrifos o libros ocultos, lanzan muchas especulaciones al respecto diríamos que son “evangelios novelados”. Llenos de informaciones fantásticas y supersticiones, intentando llenar los silencios de los libros canónicos del Nuevo Testamento. Por mi parte creo como alguien lo señaló: “¡Nosotros debemos guardar silencio en donde la Biblia lo guarda y hablar en donde la Escritura lo hace!”.

 

Una de las grandes experiencias en mi vida fue visitar el Jardín de la tumba en Jerusalén. El siempre recordado y bien amado el Pastor Germán Núñez y yo, nos asomamos a la tumba vacía, y leímos el letrero que allí estaba: “¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?”. (Lucas 24:5b), ¡lágrimas de gratitud brotaron desde un corazón agradecido! ¡No es mi compasión por JESÚS, sino la gratitud en que Él tuvo compasión de mí!

 

En efecto, la consolación (después de la cruz de JESÚS), es el gran impacto de Su resurrección. Los cuatro evangelios lo relatan y ven aquel hecho desde sus perspectivas históricas y el propósito que tenían al escribir sus relatos. Dos de ellos, Mateo y Juan habían andado con JESÚS como Sus discípulos, por lo tanto, fueron testigos de primera mano de la Resurrección del SEÑOR JESÚS; luego Marcos escribió bajo la dirección de Pedro; y luego Lucas -el médico amado- escribió con la guía del último apóstol: Pablo de Tarso.

 

Siguiendo la idea, el autor del himno “Al huerto van a visitar” nos pone en un poema musical la historia por la cual DIOS habló, después de la cruz. En la primera estrofa se fija que, en todos los evangelios, se reseña en gran forma el papel que jugaron las mujeres en el Ministerio de JESÚS, y son las primeras en llegar a la tumba, ellas iban a cumplir con la delicada tarea de ungir el cuerpo de su Amado Maestro, dice el himno: “mujeres son que urgirlo van” …La piedra que se puso a la puerta de la tumba era muy pesada y mientras van se preguntan “¿quién la piedra quitará? 

 

Las mujeres claman unas a otras: “quién (¿oh quién? La quitará. En el relato juanino es María Magdalena que vio primero la tumba sin la piedra, ella debió preguntarse “¿quién quitó la piedra?” ... Entonces, fue y comunicó a los apóstoles “se han llevado del sepulcro al Señor” … Los apóstoles fueron y vieron: ¡La tumba vacía! Por eso, el autor del himno escribió este hermoso coro que nos consuela hasta cuando nuestro amado JESÚS, venga por nosotros Su Iglesia ¡Alabado sea nuestro amado DIOS y Su plan Eterno!

II 

“Nada temáis; id al huerto;

Ved su tumba abierta ya;

El que buscáis no esta muerto, ¡resucitado ah!

Nada temáis vive y reina vuestro Maestro y Señor,

Vencedor, vencedor,

Del sepulcro vencedor.”

 

Nuestra consolación en CRISTO es total. Aquí estamos hoy frente a las secuelas que nos dejó una pandemia, hace un par de años, que nos azotó tanto a los incrédulos como a los creyentes; a los encumbrados en sus riquezas materiales como a los pobres de siempre que tenemos a millones; tanto a los que viven en países desarrollados como a los que van entrando a sus fronteras como refugiados; tanto a los pacientes como a sus médicos. 

 

¡Ninguno de nosotros podemos gritar victoria porque la amenaza es invisible y el futuro desconocido porque lo que no controlamos despierta miedo, angustia y desesperanza! Como los discípulos del SEÑOR, la tentación es sentirnos abatidos. Sin embargo, no desmayemos porque el CRISTO RESUCITADO, nos abrió la esperanza viva en nosotros. ¡Levantemos y digámosle a un mundo desconsolado! ¡Qué JESÚS Resucitado es nuestra única esperanza y consolación!

 

“1Toda la alabanza sea para Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo. Dios es nuestro Padre misericordioso y la fuente de todo consuelo. 4 Él nos consuela en todas nuestras dificultades para que nosotros podamos consolar a otros. Cuando otros pasen por dificultades, podremos ofrecerles el mismo consuelo que Dios nos ha dado a nosotros. 5 Pues, cuanto más sufrimos por Cristo, tanto más Dios nos colmará de su consuelo por medio de Cristo. 6 Aun cuando estamos abrumados por dificultades, ¡es para el consuelo y la salvación de ustedes! Pues, cuando nosotros somos consolados, ciertamente los consolaremos a ustedes. Entonces podrán soportar con paciencia los mismos sufrimientos que nosotros. 7 Tenemos la plena confianza de que, al participar ustedes de nuestros sufrimientos, también tendrán parte del consuelo que Dios nos da. (2 Corintios 1:3-7).

 

¡Adelante, siempre adelante! 

 

Oración:

Amado PADRE CONSOLADOR:

¡Gracias por enviar a tu HIJO amado! Sé que, desde principio a fin de Su preciosa vida en esta tierra, anduvo conforme a tu voluntad. Él tuvo todo el tiempo confianza total en tu plan de salvación para el pecador, desde el pesebre hasta la cruz. Ayúdame Señor a vivir para tu honra y gloria como muestra de mi gratitud a mi SEÑOR y SALVADOR. En el nombre de JESÚS. Amén.

Perla de hoy:

En medio de nuestra batalla el triunfo del CRISTO RESUCITADO nos da Consuelo y Victoria.

 

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