miércoles, 27 de diciembre de 2023

LA BREVEDAD DE LA VIDA (2-2)

Francisco Aular
faular@hotmail.com
JUEVES, 28 de diciembre de 2023
Lectura devocional: Salmos 90:1-10
Los días de nuestra edad son setenta años; Y si en los más robustos son ochenta años, Con todo, su fortaleza es molestia y trabajo, Porque pronto pasan, y volamos. Salmo 90:10 (RV60)

 

Cada fin de año es un tiempo para reflexionar sobre nuestro breve paso por la vida humana “bíos” y la fidelidad, gracia y misericordia de DIOS en la Vida Eterna “ZOÉ), que poseemos. En verdad todo cristiano nacido de nuevo, tiene que vivir su misión histórica a la luz de Su vida Zoé, desde el aquí ahora, sujeta a nuestro cuerpo, y la que disfrutaremos en toda su plenitud al salir de aquí.

 

JESÚS consideró que tenía que hacerse un ser humano, como bien lo dice la Escritura: “Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre”. (Hebreos 2:14,15, LBLA). 

 

Ciertamente ¡JESÚS vino a librarnos del miedo a la muerte! ¡Eso es grande! Porque estoy seguro de que millones de personas no pudieron dormir  anoche-sin tomar sus medicamentos contra el miedo a la muerte-. Sin embargo, si tenemos a JESÚS en nuestras vidas, DIOS nos hace libres y podemos confiar en Él, porque Él es capaz de “librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre”. ¡Aleluya!

 

JESÚS, escogió desde antes de la fundación del mundo, Su vida humana y con ella,  Su muerte y Su resurrección. Es decir, JESÚS escogió Su muerte física. Por mi parte,  tardé varios años de mi vida infantil hasta que descubrí que moriría, cuando me dieron la noticia de que un compañerito de juegos, había muerto y estuve en su velorio. Allí estaban sus padres y otros familiares, llorando sin encontrar ningún consuelo. Yo no me podía explicar todo aquello. Recuerdo muy bien que esa noche, casi no pude dormir, pensaba no tanto en que yo moriría, sino que mis padres morirían primero que yo. Las lágrimas me brotaban sin esfuerzo. 

 

En estos tiempos de Navidad y final del año, la Encarnación de JESÚS, nos habla del único propósito de que JESÚS, asumiera nuestra vida “bíos” y nos trajera Su vida Zoé: “ Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. (Juan 3:16)

 

Desde luego, que frente a estas últimas horas de este año que ya se nos va, y la realidad inevitable que al despegar la postrera hoja del calendario de este año, y ver la hoja nueva del año que llega, nos preguntemos ¿Será este año el final de mi vida en esta tierra? ¿Se cumplirán en mí las palabras de Moisés al definir la brevedad de la vida: “como sueño”, “como la hierba que crece en la mañana…A la tarde es cortada y se seca”? Sin embargo, para el cristiano, el final de la vida no es un salto al vacío. Morir es depositarse en las poderosas manos de nuestro SEÑOR Resucitado y plenamente confiar en Su promesa: 

“No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.” (Juan 14:1-3 RV60).

 

Pues bien, mi tiempo con DIOS en el más allá, depende de lo hicimos con Él, en esta vida presente. Debemos tomar conciencia de la brevedad de la vida y del poco tiempo que disponemos para cumplir con el único propósito por el cual DIOS nos puso en esta tierra que es el de conocerlo a través de la Biblia, arrepentirnos de nuestros pecados y confiar únicamente en Él para la salvación de nuestras almas. 

 

El tiempo de DIOS “kairós” según la Biblia es la historia de las intervenciones del PADRE y el gran Regalo de Su gracia, amor, perdón y esperanza que Él nos ofrece para que nuestro tiempo humano “cronos”, se lo rindamos a Él, y vivamos aquí para Su gloria y honra. De allí que el apóstol Pablo nos aconseje: “aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.” (Efesios 5:16). Habrá un tiempo que nunca será perdido: Mi tiempo con DIOS frente al hecho de la brevedad de nuestras vidas como lo afirmó, Moisés.


¡Feliz año 2024! Año de la Buena Voluntad de DIOS para ti y los tuyos!

¡Adelante, siempre adelante!


Oración:

PADRE ETERNO:

Tú eres el Anciano de Días, nosotros vamos de paso. Tu fidelidad con nosotros en nuestros días pasados, nos brinda la esperanza para el resto de nuestros años en esta vida temporal. Gracias en el nombre de JESÚS. Amén.

Perla de hoy:
Mi tiempo con DIOS diariamente es mi única fuente para renovar mis fuerzas y para seguir adelante.

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