martes, 12 de diciembre de 2023

¡CUÁNTO VALE UN MISIONERO!

Francisco Aular
faular@hotmail.com
Porque ¿de qué le sirve a uno ganarse todo el mundo, si pierde su alma? 
—Marcos 8:36 (RVC)
— Y el Señor le dijo: «Ve allá, porque él es para mí un instrumento escogido. Él va a llevar mi nombre a las naciones, a los reyes y a los hijos de Israel.
 —Hechos 9:15 (RVC)

Dos preguntas iniciales ¿Cuánto vale un alma? ¿Cuánto vale un misionero? El SEÑOR JESÚS, en el Evangelio de Marcos, dice: “Porque ¿de qué le sirve a uno ganarse todo el mundo, si pierde su alma”. (8:36). Esta afirmación tiene dos lados: Todo ser humano, tiene una valiosísima​ alma; pero la puede perder.


El ser humano es tan valioso que el mismo DIOS, envió a Su HIJO como: JESÚS MISIONERO. La Navidad nos recuerda que la empresa misionera, comienza con una semilla y después en un árbol gigante. ¡JESÚS nos trajo en ÉL el Regalo de la Vida Zoé! Y nos comisionó para hacer misioneros de Su Palabra “hasta lo último de la tierra”. (Mateo 28:19,20).


Un alma vale mucho más que todo lo que este mundo nos puede ofrecer. ¿Cuánto vale un misionero? Cada misionero tiene un valor infinito, y DIOS, Quien escoge, prepara y envía el misionero, no los dice a través de la vida y ministerio de uno de los grandes Apóstoles, Pablo: — Y el Señor le dijo: «Ve allá, porque él es para mí un instrumento escogido. Él va a llevar mi nombre a las naciones, a los reyes y a los hijos de Israel.

 —Hechos 9:15 (RVC). 

 

Debe estar muy claro en cada uno de nosotros, en esta Navidad, ¿Cuánto vale un misionero? Y además recordar que todo hijo de DIOS es un misionero de la Palabra de DIOS en lo que es, lo que hace y por dónde vaya!


En lo personal soy fruto de una pareja de misioneros estadounidenses que DIOS envió a Venezuela en noviembre de 1952, hace ya 70 años... En efecto, Charles y Shirley Clark, ministraron en Maracaibo, luego de 10 años allí, se mudaron a Caracas, para pastorear a la Misión Bautista Emanuel. ¡Lo que diré me emociona hasta las lágrimas! No existe casualidad, sino causalidad…Carlos Clark, predicó su primer sermón aquel mes de agosto de 1963, y yo, fui su primer fruto. 


Imposible decir en pocas palabras, cuánto le agradezco al SEÑOR por la vida, ministerio y ejemplo de mis padres espirituales, Carlos y Shirley Clark. ¡Qué el PADRE me los bendiga y premie en esta hora! Por eso puedo decir, no con una pregunta, sino con una fuerte afirmación: ¡Cuánto vale un misionero! Allí va el poema:


¡Cuánto vale un misionero!

Francisco Aular

Porque ¿de qué le sirve a uno ganarse todo el mundo, si pierde su alma? 

—Marcos 8:36 (RVC)

— Y el Señor le dijo: «Ve allá, porque él es para mí un instrumento escogido. Él va a llevar mi nombre a las naciones, a los reyes y a los hijos de Israel.

 —Hechos 9:15 (RVC)

Se marchó en silencio

buscando el sendero.

Se aferró a su Biblia

y miró hacia el cielo;

dejó a sus hermanos

y un hermoso templo;

algunos oraban,

y otros sollozaban;

mientras él se ausentaba

dejando recuerdos.

La luz de la tarde

proyectó en el suelo,

la silueta de un hombre

valiente y sincero,

que ha dejado todo por ser

Misionero.

Llegó el nuevo día

y el pueblo extranjero

Con su movimiento

de vida y misterios;

Hombres y mujeres

caminaban de prisa

no se dieron cuenta

que al puerto llegaba,

un hombre de lejos,

con Buenas Noticias

para todos ellos.

Y al ver el contraste

de tantos criterios,

medité un momento:

“¡Dios mío, cuánto vale

un misionero!” …

¿Qué dios es tan grande

como nuestro DIOS?

Un avivamiento al pueblo cubrió;

miles se salvaron;

el liderazgo se multiplicó;

Iglesias surgieron;

templos se erigieron

honrando al SEÑOR.

Más la iglesia misionera

que aquel hombre envió,

mantuvo la cuerda,

orando y dando

como nunca dio;

pero algunos dudaban…

y al ver el contraste 

de tantos criterios

medité un momento

“¡DIOS mío, cuánto vale

un misionero!” …

En las largas noches

del helado invierno;

o en las cortas noches

del verano nuevo;

de aquel misionero

yo siempre me acuerdo.

¿Tendrá su familia,

protección por cierto?

Y me asalta nuevamente

Este pensamiento:

“¡DIOS mío, cuánto vale

un misionero!” …

Francisco Aular

Toronto, 1997

De “Primicias del alma”
Perla de hoy
Nacer de nuevo en CRISTO, nos hace un cristiano nacido de nuevo; obedecer la Gran Comisión, nos hace un misionero.
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