sábado, 31 de diciembre de 2022

¡DESAFÍO DEL AÑO NUEVO!

Francisco Aular
Lectura devocional: Salmo 90
¡Enséñanos a contar bien nuestros días,
para que en el corazón acumulemos sabiduría! 
(Salmos 90:12)…Señor y Dios nuestro, 
¡muéstranos tu bondad y confirma la obra 
de nuestras manos!
¡Sí, confirma la obra de nuestras
manos! (Salmos 90: 17, RVC)

“Madre: esta noche se nos muere un año.
En esta ciudad grande, todos están de fiesta;
zambombas, serenatas, gritos, ¡ah, cómo gritan!;
claro, como todos tienen su madre cerca...
¡Yo estoy tan solo, madre,
tan solo!; pero miento, que ojalá lo estuviera;
estoy con tu recuerdo, y el recuerdo es un año
pasado que se queda”.
(Andrés Eloy Blanco, Madrid, España 30 de diciembre de 1923)

Como el poeta lo señala, es inevitable que en los finales de los años que hemos vivido, los recuerdos, vengan a nuestras mentes, nuestras emociones y lo compartamos. Sin embargo, ante este año 2022 que se está hundiendo en el pasado, aceptemos al año nuevo como un desafío individual, como lo escribió Moisés en este salmo: “Enséñanos a contar bien nuestros días, para que en el corazón acumulemos sabiduría!” (Salmos 90:12,RVC)…

La sabiduría en la Escritura, no es nada más conocimiento intelectual, sino: “el arte de alcanzar el éxito, de formar el plan correcto para llegar a los resultados deseados”. Ya en mi larga vida y siendo un observador de hombres y mujeres que DIOS ha puesto a mi lado, he encontrado sabios, entres ellos. Muchos eran sabios sin ellos saberlo, poca escolaridad formal, pero mucha sabiduría espiritual, y desde luego humana. Otros, que se hicieron sabios a medida que iban escalando la cumbre humana del saber. Usted decidirá que hacer frente al nuevo año que DIOS, nos presenta como un desafío individual. 

¿Seremos sabios o necios? Para ser sabios, Moisés nos aconseja que en el centro de nuestro ser como seres humanos, en “el corazón acumulemos sabiduría”. Los mandatos de DIOS, no son relativos, son absolutos como Él, es. Si se propone enfrentar las demandas económicas y ahorrar para el futuro, ahorre por encima de todo: sabiduría divina.

Ciertamente, en pocas horas, se abre el año 2023. ¿Qué escribiremos en esas paginas que, cual cuadernos de viajas épocas emprenderíamos cada nuevo año escolar? ¿Cuál será nuestra historia que se convertirá en legado? Vano es que hagamos promesas de resoluciones que durarán cuando mucho, nada más hasta enero.

Comencemos en nuevo año como lo indica este famosísimo Salmo 90… ¡Cuánto lo citamos en estos días! Pero debemos de todo corazón depositar lo que somos en manos de DIOS, como lo aconseja el salmista: “Señor y Dios nuestro, ¡muéstranos tu bondad y confirma la obra de nuestras manos!”.

La verdad que creo un la soberanía divina; pero lo que conmueve del TODOPODEROSO DIOS en el cual, si el SEÑOR me permite llegar allí el 11 de abril de 2023, cumpliré 60 años, andando con Él, en Él, por Él y para Él. Sabiamente, uno no puede evaluarse, pero DIOS “confirma la obra de nuestras manos”…

El desafío del nuevo año, es cambiar nuestro egoísmo y orgullo y empezar a vivir en la sabiduría de la obediencia a DIOS y Su Palabra. ¡Más de DIOS y menos de nosotros es la recomendación! ¡Menos de nuestra escuela y mucho más ser discípulos del SEÑOR!: “Y a todos les decía: «Si alguno quiere seguirme, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame”. (Lucas 9:23,RVC). JESÚS demanda (si queremos seguirlo verdaderamente): “Negarse a sí mismo”, “Tome su cruz cada día” y entonces, “sígame”… 

¡JESÚS, nunca rebajó sus demandas del precio para llegar a ser Sus discípulos”. “25 Como grandes multitudes lo seguían, Jesús se volvió a ellos y les dijo:26 «Si alguno viene a mí, y no renuncia a su padre y a su madre, ni a su mujer y sus hijos, ni a sus hermanos y hermanas, y ni siquiera a su propia vida, no puede ser mi discípulo. 27 Y el que no toma su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo”. (Lucas 14: 25-27,RVC).

Si aceptamos el desafío de DIOS en el umbral de este nuevo año, Él nos promete, ser la fuente de: Vida, paz, sabiduría, luz y verdad. Su ESPÍRITU SANTO, se refleja en nosotros como una fuente de agua viva: 37 En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y en voz alta dijo: «Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. 38 Del interior del que cree en mí, correrán ríos de agua viva, como dice la Escritura.» 39 Jesús se refería al Espíritu que recibirían los que creyeran en él. El Espíritu aún no había venido, porque Jesús aún no había sido glorificado. (Juan 7: 37-39,RVC).

En verdad, nunca en los años que he vivido he visto un desafío más grande para los cristianos nacidos de nuevo que esta generación que estamos viviendo. Y, puedo decir, lo que siento profundamente en mí: Estos son los años de grandes desafíos para las iglesias que deben ser los faros de un mundo en tinieblas. Somos como las casetas del faro a las orillas del mar, no nos distraigamos, nada más en la caseta en sí. Por el contrario, mantengámonos con nuestros ojos el objetivo de un mundo perdido y en crisis; cada uno en sí es un salvavidas; nuestros esfuerzos como misioneros de la Palabra, nuestros recursos económicos y nuestra visión y pasión por nuestro amado JESÚS, nos empujan a cumplir Su Gran Comisión.

Aquí aguanto la respiración, pero quisiera venir a contar una experiencia de primera mano con un himno llamado: “La Merced de nuestro Padre” cuyo autor fue Phillip Bliss ( 1838-1876). Mi amado pastor Carlos Clark, descubrió que me encantaba cantar, en verdad muchos himnos del Nuevo Himnario Popular, entre ellos el número 172, así que mi pastor y la pianistas, sabían que lo cantaría. Yo me metía en la letra, y a medida que lo cantaba, al llegar a la tercera estrofa el sollozo no me dejaba continuar… Allí la congregación, y el mismo pastor me ayudaban…¡Gracias SEÑOR! 

Al llegar al Seminario nuestro Vicerrector el amado profesor de música, Efraín Silva Ovalles, Mary y yo, ensayamos ese himno para cantarlo en la capilla; pero los tres sabíamos que yo no lo haría… ¡En este mismo momento casi no veo el teclado…¡Así que mejor: allí les pongo esa letra que nos desafía!

La Merced de nuestro Padre
Phillips P. Bliss, ENHP #172
I
La merced de nuestro Padre,
es un faro en su brillar,
Él nos cuida y nos protege
con las luces de alta mar.
Coro:
¡Mantened el faro ardiendo!
¡Arrojad su luz al mar!
Que si hay nautas pereciendo
los podréis así salvar.
II.
Reina noche de pecado,
ruge airada negra mar,
almas hay que van buscando
esas luces de alta mar.
III.
Ten tu lámpara encendida
que en la tempestad habrá,
algún náufrago perdido
y tu luz le salvará.

“El 29 de diciembre de 1876 Philip y su esposa Lucy abordaron un tren que iba de Pensilvania a Chicago para ayudar en una de las grandes campañas evangelísticas del Sr. Moody. Al pasar por Ashtabula, Ohio, en medio de una tormenta de nieve, el tren cruzaba un puente cuando éste colapsó y el tren cayó a un abismo de unos 20 metros de alto, incendiándose el vagón donde iban los esposos Bliss. Philip sobrevivió el accidente saliendo por una ventana del vagón, pero luego se dio cuenta que su esposa todavía estaba atrapada en el fuego. Queriendo salvar su amada esposa, Philip se apresuró a entrar nuevamente en el vagón del tren. Sus últimas palabras fueron: “si no logro salvarla, entonces moriré con ella”, y así fue. Philip y Lucy murieron en el fuego”. (himnos-cristianos.com) 
SEÑOR:
¡Allá vamos a cumplir nuestro desafío que nos haces!

¡FELIZ AÑO NUEVO 2023!
¡Adelante, siempre adelante!

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