viernes, 23 de diciembre de 2022

¡OTRA VEZ NAVIDAD! (2-2)

Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional: Lucas 1:26-38
Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Lucas 1:31-33 (RV60)I

Tu dejaste tu trono
Y corona por mí,
Al venir a Belén a nacer;
Mas a ti no fue dado entrar al mesón,
Y en pesebre te hicieron nacer.
Coro:
Ven a mi corazón oh CRISTO
Pues en él hay lugar para ti
Ven a mi corazón oh CRISTO
Pues en él hay lugar para ti.
II
Alabanzas celestes los ángeles dan,
En que rinde al Verbo loor;
Mas humilde viniste a la tierra, SEÑOR,
A dar vida al más vil pecador.
Coro:
Ven a mi corazón oh Cristo
Pues en el hay lugar para ti
Ven a mi corazón oh Cristo
Pues en el hay lugar para ti.
(ENHP, #36, CBP, El Paso, TX, 1967)

¡Otra vez Navidad! Porque es innegable que el ser humano a través de la historia, buscara para satisfacer el hambre espiritual, una necesidad en él -aunque en relación con DIOS: “Está muerto en sus delitos y pecados” (Efesios 2:1)-JESÚS, no es el producto del paganismo reinante es al contrario, el paganismo a través de los siglos, anduvo buscando a DIOS. Y empezó a adorar a las criaturas creadas, visibles e invisibles, y las tinieblas invadieron al ser humano -desde aquellos días hasta ahora- Por eso vino la LUZ: “Esa luz verdadera, la que alumbra a todo ser humano, venía a este mundo”. (Juan 1:9, NVI).

Siguiendo ese pensamiento, repito: se hizo necesario que en un momento de la historia, Emanuel “DIOS con nosotros”, se hiciera ser humano y en humillación de Su gloria que tiene en el Cielo, puso Su cuerpo entre nosotros, como bien lo dijo Juan en su Evangelio, corona de los relatos de la Encarnación del SEÑOR: “Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad”. (Juan 1:14,NVI). ¡La Navidad es historia! Que debemos contar y celebrar en todo momento!

Sí, el Cristianismo tiene historia, empezando desde un humilde pesebre en la primera venida de JESÚS, hasta llegar a su entronización definitiva como SEÑOR de señores y Rey de reyes al final de la historia, tal y como la conocemos: “Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones, que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza. Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 5:11-13 RV60).

Cierto, ¡otra vez Navidad!, y con esta celebración, una nueva oportunidad se nos presenta a los cristianos nacidos de nuevo para volver a contar la bella historia que cambió al mundo; porque ese hecho fue la culminación de la historia de la salvación del ser humano, lo que habíamos perdido en el Edén, lo recobramos en el pesebre y en el Calvario. La Navidad, la Encarnación del Verbo, es la suma de las verdades divinas reveladas por el mismo DIOS que vino a buscarnos y salvarnos. 

Poco importa si JESÚS nació en diciembre, en abril o en septiembre. Eso es cronológico (en el tiempo humano Kronos), es un hecho. La Encarnación de JESÚS, está en el tiempo de DIOS (Kairós), es por lo tanto un acto de la divinidad del Verbo, que vino y puso en el termino griego: Su tienda al lado de la nuestra.

Por todo esto, la Navidad no es una fecha; es un estado de salvación espiritual concebida en la mente divina para llevarnos a ser familia de DIOS. ¡Esto hay que celebrarlo!, así que cualquier hora, día o mes del año es bueno para hacerlo, porque no es un día al año, nada más. En definitiva, Navidad es la memoria de todas las memorias nobles que el ser humano percibe con todo su ser, espíritu, alma y cuerpo. Recibamos la buena noticia que celebramos en estos días, y digamos con gozo espiritual: ¡Otra vez Navidad! 

Y a usted que me lee, y todavía no ha buscado una relación personal con DIOS, le pregunto: ¿Cuándo le dará entrada su corazón?, no al niño JESÚS del mundo comercial y religioso, sino a DIOS con toda Su plenitud. 

En Su Natividad, los antiguos le ofrecieron un pesebre ¡Usted ofrézcale su corazón! Allí tiene mi dirección, escríbame y yo estaré allí para ayudarlo. También si alguien le envió esta Perla del Alma, es indicado para ayudarlo. ¡Por favor busque ayuda y usted también podrá cantar ese himno de los redimidos:
“Ven a mi corazón oh CRISTO
Pues en él hay lugar para ti
Ven a mi corazón oh CRISTO
Pues en él hay lugar para ti”.

¡Feliz Navidad!

¡Adelante, siempre adelante!

Oración:
Padre eterno:
¡Gracias por darnos esa primera Navidad! Ayúdame a contar otra vez, esa bella historia; que no me pierda nada más en la celebración, sino en ver al Celebrado, y darle un lugar en el pesebre de mi corazón; darle las gracias, por la fe, el amor y la esperanza en Él. En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
Navidad es una fiesta del espíritu vivificado por el mismo DIOS, en donde JESÚS ha entrado dándole VIDA en abundancia.

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