miércoles, 27 de marzo de 2019

Entre la alabanza y la esperanza

Francisco Aular        
perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional: Salmos 42
¿Por qué voy a inquietarme? ¿Por qué me voy a angustiar?
En Dios pondré mi esperanza, y todavía lo alabaré. ¡Él es mi Salvador y mi Dios! Salmos 42:11 (NVI)

Aleluya a pesar de todo

“Pastor mi esposo se muere, ¡venga por favor!.” Era la voz de Tatiana, tomé mi auto y salí a la Clínica donde Pedro había sido llevado de emergencia. Él era un profesor de la universidad, muy intelectual y ateo. Sin embargo, me dijo varias veces que él no se oponía a que su esposa fuera a nuestra iglesia. Eso, sí por paradójico que pareza le gustaba -cuando alguna vez acompañaba a su esposa- que cantáramos “Cuán grande es Él”, al final del culto, me decía “gracias pastor, ese era el himno favorito de mi abuela”…Por fin llegué a la Clínica, me presenté como pastor y que quería ver a un paciente que estaba en el Servicio de Terapia Intensiva. Allí estaba Tatiana al verme, lloró en mi hombro. Tania era una gran cristiana fiel y devota, recuerdo muy bien que le dije: “¡Alaba al SEÑOR por Su grandeza y poder. No pierdas la esperanza!”… Me dejaron entrar al cuarto, un técnico, estaba suministrándole a Pedro un medicamento y monitoriándolo con un aparato. Pedro parecía un cadáver, me habían dado minutos y sin perder tiempo le puso mis manos sobre su cuerpo un poco frío… y en voz baja empecé a recitar Isaías 40:28-31 y luego a cantar “Cuán grande es Él”…Yo tenía los ojos cerrados. Entonces, mientras cantaba, escuché al técnico: “¡Maestro siga cantando que el hombre está reaccionando!”… Asi lo hice, en cuestion de minutos, Pedro suavemente cantó el coro del himno comigo… “Mi corazón entona la canción: ¡Cuán grande es Él, cuán grande es Él!” Entonces, Pedro abrió sus ojos… y exclamó: “¡Pastor!... ¿Qué hacemos aquí?”...El técnico estaba emocionado, Tatiana con el grito del esposo había entrado y Pedro y ella se abrazaron, ambos llorando. No está demás decir que Pedro desde allí fue un gran cristiano al igual que su esposa… ¡Otra vez el amor de Dios, nuestra fe, la esperanza y alabanza habían triunfados! ¡Aleluya a pesar de todo!

La esperanza en acción: ¡Dios todo lo puede!

El cristiano nacido de nuevo, está lleno de la esperanza porque la esperanza es el producto del evangelio; la esperanza es el resultado de confiar en la Palabra de Dios; la esperanza es la respiración del alma de los llamado de Dios para ser Sus hijos; la esperanza es la compañera de la alabanza y estás se manifiestan en nosotros por la gracia de Dios; la esperanza es una ventana de gozo hacia el cielo y del cielo hacia la tierra; la esperanza es la base de nuestra salvación; la esperanza es la puerta del sentido de lo posible, pues Dios, todo lo puede; la esperanza es confiar en que la voluntad del SEÑOR es mejor que la nuestra; la esperanza permanecerá hasta el final y, aún después de cruzar el río de la muerte podré disfrutar a Dios cara a cara para siempre.

El discípulo del SEÑOR JESÚS, se mueve entre la alabanza y la esperanza.  Por eso puede decir como el salmista:
“¿Por qué voy a inquietarme?
¿Por qué me voy a angustiar?
En Dios pondré mi esperanza,
y todavía lo alabaré.
¡Él es mi Salvador y mi Dios!”
Salmos 42:11 (NVI)

Oración:
Amantísimo Padre Celestial:
Quiero honrarte en mi corazón y con mis labios en alabanzas a tu Santo Nombre. Tus bondades son infinitas y tu voluntad es santa, agradable y eterna. Con tu pueblo santo puedo unirme en medio del sufrimiento y las pruebas porque nuestra esperanza es una sola. Ayúdame SEÑOR que aunque no entienda todo lo que acontece en la oscuridad de este mundo, en medio de las tinieblas pueda yo ser un vislumbre de tu luz, de tu grancia y de tu poder. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
Dejémonos llevar por las manos de Dios, alabémoslo por lo que Él es y nunca perderemos la esperanza, ni el rumbo de nuestras vidas.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?

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