martes, 19 de junio de 2012

Misioneros de la Palabra

Francisco Aular 

Recuerda que desde niño has leído la Biblia, y sus enseñanzas pueden hacerte sabio, para que aprendas a confiar más en Jesucristo y así seas salvo. Todo lo que está escrito en la Biblia es el mensaje de Dios, y es útil para enseñar a la gente, para ayudarla y corregirla, y para mostrarle cómo debe vivir. De ese modo, los servidores de Dios estarán completamente entrenados y preparados para hacer el bien. 2 Timoteo 3:15-17 (La Biblia traducción actual)

Así de entrada, les digo que leer libros es una de las pasiones de mi alma y espíritu; siento un gozo indescriptible con nada más hojearlos; y ya me estoy preparando para nuevas sensaciones al leerlos en sistemas diferentes al del impreso en papel. Cualquier mente que también se nutra y se deleite en la lectura de los libros, y que se mantenga abierta y sin prejuicios al juzgar el impacto y aporte de un libro a la humanidad, no tendrá dudas en afirmar como yo, de que el libro más importante que se haya escrito jamás es la Biblia.
Es tan actual como cuando se cerró como la última revelación de Dios al mundo, hace dos mil años. Su circulación excede a la de cualquier otro libro. Y cada año, ninguna otra publicación supera su venta y distribución. Es decir, desde hace muchos años sus vendedores la han puesto en la lista de “best-seller”. Ha sido traducida a más de dos mil idiomas y dialectos.
Ahora bien, la Biblia no es un solo libro; es una pequeña biblioteca de 66 libros, escritos por unos 40 autores diferentes, y quienes representan todos los niveles de la vida social, desde un humilde pastor de ovejas, pasando por un pescador, hasta el rey en su trono. Encontramos en la Biblia, historia, biografías, geografía, poesía y las leyes que han sido fundamento sobre el cual, muchas naciones basaron sus constituciones y estatutos legales.
La Biblia comienza con la participación de la “serpiente antigua” -Satanás, haciendo caer a Adán y a Eva para él constituirse en el príncipe de este mundo-, pero culmina con la Serpiente echada al lago de fuego para siempre. Inicia con la entrada de la muerte, y termina con la muerte de la muerte para siempre. Vemos, en principio, la caída del primer Adán, pero termina con el triunfo definitivo de JESÚS como el segundo Adán. De esta manera Génesis señala el Paraíso perdido, y el Apocalipsis nos revela el Paraíso recobrado.
He andado por casi cinco décadas estudiando la Palabra de Dios, y usando todas las formas de comprensión literaria posible, pero encuentro que la Biblia simplemente es un tesoro divino: Con ella me elevo hasta las cumbres para encontrarme con Dios, y desciende hasta las profundidades de mi propio ser para guiarme, enseñarme, corregirme y mostrarme cómo debo vivir y morir, también, cómo amar, perdonar y pedir perdón; la Biblia está conmigo en todos los estados por lo que como ser humano atravieso y enfrento con éxito: Los problemas de la vida, el sufrimiento y los desencantos; la Biblia toca por igual el dolor más íntimo y el gozo supremo que en el devenir de mi vida encuentro; las fibras más sensibles de mi alma vibran como una lira tocadas por la Palabra de Dios; la Biblia produjo, conjuntamente con el Espíritu Santo, mi nuevo nacimiento y mi biografía espiritual comienza y termina con su ayuda eficaz; he vivido para ver el deleite que la Biblia produce en sus lectores de cualquier nivel social en que se ha dividido la sociedad, y puede tocar los corazones, con el mismo interés y provecho, del gobernante y su gobernados, del rico y del mendigo, del filósofo y del niño, del letrado y del que simplemente la escucha. Desde que la Biblia surgió inspirada por el Espíritu Santo es tan universal como el ser humano, y su Mensaje va más allá del tiempo, porque como JESÚS dijo, “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (Mateo 24:35 RV60).
Estas son algunas de las razones por las cuales me considero, al igual que millones de personas en el mundo que he experimentado el poder de la Biblia: Un misionero de la Palabra.

Oración:
Padre eterno:
Te alabo SEÑOR por tu sabiduría, gracia y poder infinitos al dejarnos un Manual para llegar a ti como lo es la Biblia. Ayúdame a pasar su Mensaje de salvación a todo aquel que la oye y pone en práctica. En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
La Biblia, como la revelación inspirada de la voluntad de Dios para el ser humano es nuestra regla autoritativa de fe y práctica. Ella es el ancla segura y eterna de nuestra fe.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?


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