martes, 9 de abril de 2024

CORAJE CÍVICO

Francisco Aular
Perlasdelalma@gmail.com
MIÉRCOLES, 10 de abril de 2024
Lectura devocional: Esther 4:1-17
Cuando cumpla con esto, me presentaré ante el rey, por más que vaya en contra de la ley. ¡Y si perezco, que perezca! Esther 4:16b (NVI)
 “Coraje es la capacidad de enfrentarse a una situación que presente un peligro inminente, real o supuesto.” 
—Diccionario.


Me convertí al SEÑOR en el 11 de abril de 1963, mañana cumplo 61 años de mi Vida Zoé... -un Jueves Santo por cierto-, me encontraba solo en casa en aquellos días, leyendo la Palabra de DIOS. En el mismo instante el Espíritu Santo, me llevó a la comprensión de que, el Cristianismo bíblico tiene implicaciones colectivas. No podía ser un huérfano espiritual, necesitaba una familia, la iglesia local.


A continuación, busqué una congregación donde asistir y el SEÑOR me llevó a una en agosto de ese mismo año. En el mes de octubre de aquel año cumplí mis 18 años, así que hice dos actos cívicos: Me inscribí en el servicio militar obligatorio y, también, en el Registro Electoral para votar en las elecciones presidenciales que se realizará el 1 de diciembre de 1963. ¡Gracias al SEÑOR fui exceptuado del servicio militar obligatorio, pero seguí con la idea de votar por primera vez, y lo hice!


Aquellos años sesenta, inicios de la democracia en Venezuela eran terribles, porque, entre otras cosas, habían surgido las guerrillas urbanas comunistas, y éstas hacían actos terroristas en muchos lugares del país, sobre todo en Caracas, ya que la capital era su objetivo principal. La extrema izquierda amenazó con matar a los que fueran a votar; yo vivía en un barrio en el que todos nos conocíamos, y sabía quiénes pertenecían a la guerrilla urbana, y ellos estarían viéndome ir a depositar mi voto. Pero no me detuve, mi valor cívico pudo más que el miedo. Voté, y después me fui a mi iglesia a orar y a esperar los escrutinios; la verdad sea dicha: ¡El bravo pueblo venezolano acudió como nunca a votar! ¡Me sentí dichoso de contarme e identificarme con un pueblo así! Desde entonces, votar en toda elección de autoridades es una parte de mi doble condición como ciudadano del cielo y de la tierra.


¿Qué es el coraje cívico? Es el valor de un ciudadano para situarse frente a otros, y decir o hacer lo que cree que es conveniente, aun con el alto precio de perder su única vida humana en el cumplimiento de su deber. Quien se deja conducir por su coraje cívico no puede cegarse a las injusticias de los fuertes sobre los débiles, y tiene valor para enfrentarse pacíficamente y por todos los medios legales posibles, a los que quieren eliminar su opinión y libertad. 


Por eso, me emociono cada vez que en la Palabra de DIOS encuentro a mis héroes en la fe, quienes vivieron en épocas muy difíciles, en las cuales no existían gobiernos democráticos, y por lo tanto, no se podía elegir a los gobernantes. Sus reyes tenían el poder en las manos para encarcelar o asesinar a sus enemigos. 


A nosotros nos toca interceder en oración por nuestros gobernantes como DIOS nos lo recomienda en su Palabra, igualmente cierto es que, “sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien” (Romanos 8:28; RV60). Pase lo que pase, los gobiernos son temporales mientras que el reino de DIOS es eterno, y su triunfo final ya está asegurado, y sabemos que Su “reino no es de este mundo”, por ello, predicar el Evangelio es nuestra prioridad, y no debemos enredarnos meramente en lo temporal. Pero también es cierto que, pacíficamente, debemos acudir a ejercer nuestros derechos como ciudadanos de esta tierra, ante los gobernantes, como lo hicieron los primeros cristianos: “Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios” (Hechos 4:19; RV60).  


Pues bien, muchos de los hombres y mujeres de DIOS en tiempos primitivos, tuvieron el coraje cívico para orar por sus gobernantes, así fuera por Nerón e intervenir usando sus influencias a favor del pueblo judío. Precisamente ese es el caso de la hermosa reina Ester, quien salvó a su pueblo al mostrar su coraje cívico y lograr lo imposible, su determinación fue: “¡Y si perezco, que perezca!”


El ser humano con coraje cívico no puede andar preguntando si hacer el bien o no es correcto, porque cuando se actúa como es debido, no necesitamos tener el juicio de otros, sino la valentía y el coraje para pensar y hacer lo que sabemos es lo correcto.


Así, en la preciosa historia de Ester encontramos a un hombre de gran valor cívico, Mardoqueo, padre de crianza de la Reina, que había sembrado en su hija los valores que sustentaba; el desenlace de la historia tiene un momento crucial, cuando Mardoqueo le dice a su hija: “No te creas que por estar en el palacio escaparás cuando todos los demás judíos sean asesinados. Si te quedas callada en un momento como este, el alivio y la liberación para los judíos surgirán de algún otro lado, pero tú y tus parientes morirán. ¿Quién sabe si no llegaste a ser reina precisamente para un momento como este?”. (Ester 4:13,14, NTV). 


Indudablemente el largo camino de los seres humanos para volver a un modelo democrático, desde los días de Pericles (Atenas, c. 495 a. C.- 429 a. C.). Literalmente, la democracia ha costado “sangre, sudor y lágrimas”. Actualmente, la democracia todavía es perfectible, pero no se logrará desde el caos, porque de allí venimos. Las elecciones o consulta democrática –sin fraude- al pueblo por lo menos, cada cuatro o cinco años, es el mejor sistema de gobierno. En efecto, el sistema de gobierno democrático da el apoyo al coraje cívico de los ciudadanos, en la mayoría de las naciones que han alcanzado, justicia, desarrollo y prosperidad. 


El punto de reflexión es este, cuando por nuestra indiferencia, ambigüedad, comodidad o identificación con la injusticia, no hacemos caso del coraje cívico que está en nosotros en un momento dado, entonces es posible que cuando queramos usarlo, sea demasiado tarde. La bella reina Esther, era la esposa de un tirano. Pero su lema quedó en la historia: “¡Y si perezco, que perezca!”. 


¡Adelante, siempre adelante! 


Oración:

PADRE ETERNO:

Te alabo porque ​Tu poder y gracia no tienen límites. Has creado a las naciones y le has dado características especiales a cada una de ellas. Pusiste en mí un amor especial por mi patria terrenal y por la Patria celestial. Me dice ​Tu Palabra que al final de los tiempos, ​Tú serás la luz de las naciones. ¡SEÑOR haz que mi patria esté allí! En el nombre de JESÚS, amén.

Perla de hoy:

La verdadera libertad no es escoger nuestro propio camino, sino seguir el camino que DIOS nos señala, y tener el valor para andar por él.

*****

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Déjanos tus comentarios