miércoles, 4 de diciembre de 2019

¿Es la Navidad pagana? (2 de 2)

Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional: Lucas 1:26-38
Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. (RV60)

Recordemos la cita de gran historiador Latourette: “Puesto que el cristianismo tuvo su nacimiento, sus primeros triunfos y su primera plaza fuerte en el mundo grecorromano, fue profundamente afectado por este mundo. En su organización y su modo de pensar se conformaba en parte con él”.   En otras palabras, el cristianismo nació en un contexto pagano, por lo tanto, paganos fueron los idiomas, las vías de comunicación, las distintas religiones que surgieron después del diluvio, el dinero, lo socio-cultural y por supuesto, el gobierno. Así que, le correspondió al Cristianismo, abrirse paso en un mundo adverso. Al menos, es admirable el triunfo del Cristianismo sin el uso de la espada, y el derrumbe del Imperio Romano en el cual nació.  Como lo reconociera el mismo Napoleón: “Alejandro, César, Carlomagno y yo fundamos imperios. Pero ¿sobre qué reposaba la obra de nuestro ingenio? Sobre la fuerza. Jesucristo edificó Su imperio sobre el amor, y aun en este momento millones de hombres darían la vida por Él".

La salvación del pecador es iniciativa de DIOS desde el principio hasta la glorificación del nacido de nuevo en la eternidad futura. ¡Uno no gana ni pierde la salvación por unirse a una celebración casi universal de la mayoría de la Cristiandad, como lo es la Navidad! De paso, ya no será pagana si un cristiano nacido de nuevo la celebra con JESÚS como la razón de ser de la Navidad. Es una gran oportunidad para hablar, hacer el bien, mostrar nuestra paz y gozo por la Encarnación del SEÑOR. Únase al pueblo de DIOS y diga con los ángeles aquella noche de la primera Navidad: “¡Gloria a Dios en la alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!” (Lucas 2:14,RV60).

Otro trasfondo pagano lo tienen el nombre de los meses del calendario y hasta el nombre de los días de la semana que utilizamos hoy, entre ellos el mes de diciembre, sí ¡diciembre!, y lo digo con exclamación, debido a que es un mes de muchas emociones. ¿Fue siempre así? La historia nos dice esto: En el primer calendario romano el año tenía diez meses. Se hacía comenzar el año nuevo en Marzo, por lo tanto, Diciembre era el décimo y último mes del año. Esa es la razón de su nombre actual. Después, el año pasó a constar de doce meses, intercalando los meses de Julio y Agosto, los cuales fueron nombrados así para rendirles honor a los emperadores Julio César y Augusto. Así diciembre pasó de ser el décimo a decimosegundo mes pero conservó su nombre hasta hoy. ¡Parece ridículo y una locura que digamos que no vamos a utilizar el calendario porque es pagano!

Ahora decimos con mucho gozo: ¡Llegó diciembre! Y es un mes de grandes celebraciones en ocasión de fin del año. Entre todas, la más importante: el Nacimiento de JESÚS. Pero la fecha no tiene una fuerte evidencia histórica. Algunas fuentes han sugerido en otoño, algunos piensan en agosto, otros el 29 de Septiembre o en primavera, tal vez el 2 de Abril. La Iglesia Ortodoxa celebra el 6 de enero, el nacimiento de JESHÚA su nombre hebreo o JESÚS en español. 

Todo lo que podamos decir en contra de la celebración de la Navidad, revela nuestra condición legalista y no el énfasis que la celebración lleva implícita: la gracia y el amor de DIOS. Vale decir, que cuando los cristianos lograron la conquista de celebrar en esa fecha el Nacimiento de JESÚS y sustituir con ello la que se hacía en honor del dios sol, hicieron lo que todos nosotros deberíamos hacer, hoy: ¡Abrir espacios para celebrar con mucho gozo de espíritu al SEÑOR JESUCRISTO porque Él y solo Él es y será siempre nuestro Sol de Justicia!:Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada” (Malaquías 4:2 (RV60)). Lo importante es el hecho en sí, poco importa el día o el mes en que verdaderamente nació: “El verbo se hizo carne y habitó entre nosotros”. El Nacimiento de JESÚS no es un accidente, como tampoco lo es el de ningún ser humano, pero en el nacimiento de JESÚS, y Su irrupción en la historia de la humanidad, es avalado por más de trescientas profecías del Antiguo Testamento. En efecto, el SEÑOR JESÚS nació en un paréntesis de la eternidad, como lo es la vida humana. Nació en el tiempo de DIOS y para la eternidad. Con ello, DIOS mismo se puso a nuestro lado. ¡Puso su tienda de campaña al lado de la nuestra! ¡Eso hay que celebrarlo! No solamente en diciembre, sino cada día de nuestras vidas.

Oración:
Amantísimo Padre Celestial:
De todos los goces del espíritu, nada se puede comparar con el hecho maravilloso de la Encarnación de tu Hijo JESÚS. Nada se puede comparar con esa Natividad. Gracias por todos los dones que con Él nos diste, especialmente la Vida Eterna. Como ofrenda de gratitud te ofrezco mi vida para tu servicio. En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
No se tiene el verdadero significado de la Navidad si JESÚS, el Cumpleañero, no está en el corazón de los que celebramos.
Interacción:
¿Qué me dice DIOS hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento por obedecer?
¿Existe un pecado por evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?

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