Francisco
Aular
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Lectura
devocional: 1 Pedro 1:22-25
Mas
la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que por el
evangelio os ha sido anunciada. 1 Pedro 1:25 (RV60)
“¡Pastor, tengo un problemita en casa!...”-me compartió aquel hombre
de unos cuarenta años miembro de una iglesia-. “Verá, se trata de mi esposa,
sin exagerarle nada, todos los días, tiene una doctrina diferente que aprendió
por youtube…” Bueno, allí anduvimos
trabando con la PALABRA en la mano y luchando con el espíritu de confusión que
el príncipe de las tinieblas comanda, desde el principio:
“Si la Buena Noticia que predicamos está escondida detrás de un velo,
sólo está oculta de la gente que se pierde. Satanás, quien es el dios de este
mundo, ha cegado la mente de los que no creen. Son incapaces de ver la gloriosa
luz de la Buena Noticia. No entienden este mensaje acerca de la gloria de
Cristo, quien es la imagen exacta de Dios.” (2 Corintios 4:4,5, NTV).
De hecho, hace dos mil años, los
habitantes de Atenas, y los extranjeros que vivían allí, les gustaba escuchar y
hablar cosas nuevas:
“Es que todos los atenienses y los extranjeros
que vivían allí se pasaban el tiempo sin hacer otra cosa más que escuchar y
comentar las últimas novedades.” (Hechos 17:21, NVI).
Hoy con las facilidades
tecnológicas que poseemos, nos parecemos a ellos y a veces nos enfermamos con
una sobre dosis de información. Estamos tan pendientes del ordenador y de
hablar por móvil, y sacar de los oídos los audífonos, que estamos perdiendo la
sensibilidad como seres humanos. Vivimos en un mundo cambiante. Desde luego,
esto se refleja también en nuestra vida espiritual, el enfriamiento de muchos
hermanos y su alejamiento de la verdadera PALABRA y de la iglesia. ¡No permita
que nada ni nadie le apague su Pasión por el SEÑOR JESÚS!
En esta hora puedo decir, que mis
consejos en la PALABRA, han ayudado a la pareja que cité en el inicio de este
escrito. Han crecido en la fidelidad al SEÑOR y Su PALABRA, y eso se ve en todo
lo que son y hacen. ¡Gracias al SEÑOR!
Por su parte, el cristiano nacido
de nuevo no ha de andar buscando novedades espirituales. La PALABRA de DIOS
está completa tanto, en su composición como en su contenido y sus revelaciones,
desde el final de los tiempos apostólicos del primer siglo. En cuanto a mí, hace
cincuenta y cinco años –todos
estos años, no lo digo con jactancia sino con humildad-, cuando vine al SEÑOR,
lo hice por el Mensaje de la PALABRA. Nací de nuevo por el poder del Espíritu
Santo y de la PALABRA sola y sin aditivos. Busqué después una iglesia y guiado
por la misma PALABRA, encontré una, y allí sigo.
Hoy me asombro al ver, el
surgimiento de “otros evangelios” y que están engañando a muchos, aún dentro de
las iglesias. Las sectas crecen en la misma manera en que dejamos que los
millones de “teólogos electrónicos”, se metan en nuestras vidas. Sin embargo,
la PALABRA está allí, es una e infinita; nunca sondearemos en su totalidad la
profundidad de su Mensaje; podemos hallar en la PALABRA de DIOS alimento para
nuestra alma, vida para nuestro espíritu, y sensata dirección para nuestra
inteligencia espiritual y salud para nuestro corazón y paz con DIOS.
Sí, la PALABRA de DIOS permanece
para siempre.
Oración:
¡Gracias por tu PALABRA que vive en
nosotros por tu gracia!¡Esa PALABRA tengo que oírla, leerla, estudiarla,
memorizar, meditarla y aplicarla! ¡Ayúdame a ser un misionero de tu PALABRA por
dondequiera que vaya y haz que no regrese vacía! En el nombre de JESÚS. Amén.
El Autor de la PALABRA es el mismo que nos hizo a nosotros, y además,
ese Autor vive en nosotros y nos ayuda a descubrir las verdades bíblicas.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?
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