jueves, 2 de noviembre de 2017

¿Existe alguna esperanza?

Francisco Aular
faular @hotmail.com
Lectura devocional:Romanos 15:7-14
Le pido a Dios, fuente de esperanza, que los llene completamente de alegría y paz, porque confían en él. Entonces rebosarán de una esperanza segura mediante el poder del Espíritu Santo. Romanos 15:13 (NTV)
Hace años un submarino S-4 de los Estados Unidos, chocó contra un barco fuera de la costa de Massachusetts y se hundió de inmediato. Toda la tripulación quedó atrapada es esa prisión de muerte. Se hizo todo el esfuerzo para rescatar a la tripulación, pero a la larga todo falló. Casi al final de la odisea, un  buzo de mar profundo que estaba haciendo todo lo posible para rescatar a la tripulación, sintió un golpeteo en la pared de acero del submarino hundido. Colocó su casco contra la pared de la embarcación y se dio cuenta de que era código Morse. Emocionado siguió pegado al a la pared, y deletreó mentalmente el mensaje que estaban golpeando desde adentro. Repetía incesantemente la misma pregunta. La pregunta desde adentro era: “¿Existe alguna esperanza?”
Pues bien, viendo la situación que nos rodea, nadie esta exento de sentirse desesperanzado. Los que estamos llevando el Mensaje de la esperanza, nos parece escuchar -como el sonido de las Cataratas del Niágara  al caer-; el clamor de millones de almas desesperanzadas que gritan individualmente: “¿Existe alguna esperanza?” Sin duda, estamos enfrentando una situación parecida al salmista que usó una ilustración que posiblemente era conocida en su región. El agua escasa en aquellos lugares, hacía que los hombres cavaran pozos profundos y se beneficiaran del precioso líquido pero al secarse la fuente, nómadas como eran muchas de aquellos pueblos, dejaban atrás lo pozos abiertos. Las hojas y otros residuos ponían una capa sobre ellos. El pastor llevando a su rebaño a pastar en aquellos lugares, sin advertir el peligro, pisaba y podía caer muchos metros bajo tierra, allí herido gritaba pidiendo ayuda. El salmista nos describe la escena en el Salmo 40:1-4:
Con paciencia esperé que el Señor me ayudara,
    y él se fijó en mí y oyó mi clamor.
Me sacó del foso de desesperación,
    del lodo y del fango.
Puso mis pies sobre suelo firme
 y a medida que yo caminaba, me estabilizó.
Me dio un canto nuevo para entonar,
    un himno de alabanza a nuestro Dios.
Muchos verán lo que él hizo y quedarán asombrados;
    pondrán su confianza en el Señor.
Ah, qué alegría para los que confían en el Señor,
    los que no confían en los orgullosos
    ni en aquellos que rinden culto a ídolos.  (NTV)
“¿Existe alguna esperanza?” Esa es la pregunta que en medio de grandes crisis, muchas personas se hacen. El salmista dice: “Ah, qué alegría para los que confían en el SEÑOR.” Y el Apóstol nos dice en Romanos 15:13:
Le pido a Dios, fuente de esperanza, que los llene completamente de alegría y paz, porque confían en él. Entonces rebosarán de una esperanza segura mediante el poder del Espíritu Santo.(NTV)
En realidad, todo el mensaje bíblico se fundamenta en la esperanza juntamente con la fe  el amor como lo afirma 1 Corintios 13:13:
Tres cosas durarán para siempre: la fe, la esperanza y el amor; y la mayor de las tres es el amor. (NTV)
Esta tres virtudes cristianas acompañan únicamente al cristiano nacido de nuevo. Lamentablemente, el no cristiano ni siquiera puede entender la fe, el amor y la esperanza que puede apreciar en los hijos de Dios como lo dice Efesios 2:12:
En esos tiempos, ustedes vivían apartados de Cristo. No se les permitía ser ciudadanos de Israel, y no conocían las promesas del pacto que Dios había hecho con ellos. Ustedes vivían en este mundo sin Dios y sin esperanza. (RV60). Desde luego vivir en este mundo “sin Dios y sin esperanza” es una situación muy triste y desesperada. Aprovecho para decir que la Escritura nos habla de la esperanza de la salvación que posee el cristiano nacido de nuevo. Tiene dos aspecto, la confianza que pase lo que pase, Dios va con nosotros y en nosotros, dice Colosenses 1:27:
A quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria. (RV60).
¡Imagínese nada más! En nosotros como seres humanos por la fe en el Hijo de Dios, “Cristo en nosotros es la esperanza de gloria”. El segundo aspecto, esto no quiere decir en ninguna manera como una secta lo proclama “pare de sufrir”, ningún cristiano nacido de nuevo, adquiere una póliza contra los sinsabores y problemas de la vida y aún la misma muerte, sino en el sentido de la esperanza de ir por encima de las circunstancias que encuentre a su paso. De esta manera, la Biblia nos dice que la esperanza no es una negación de la realidad, sino firmeza al saber que nuestro Dios puede sacar como decía Agustín de Hipona “de nuestros males, bienes.” El apóstol Pablo, lo explica así en Romanos 5:3-4, la tribulación puede ser el cernidor divino para sacar lo mejor de nosotros:
También nos alegramos al enfrentar pruebas y dificultades porque sabemos que nos ayudan a desarrollar resistencia. Y la resistencia desarrolla firmeza de carácter, y el carácter fortalece nuestra esperanza segura de salvación. (NTV).
“¿Existe alguna esperanza? La respuesta en SÍ. ¡Nuestro Dios es la fuente de la esperanza! Esta esperanza no se rinde. Como decía Martín Luther King “Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol.”
Oración:
Padre Nuestro:
Saber que eres el Autor de nuestra esperanza, podemos confiar que en la noche más oscura de nuestas almas, tu luz nos iluminará y renovarás nuestras fuerzas para continuar y vencer. En el Nombre de JESÚS. Amén
Perla de hoy:
La esperanza hace que toque las paredes del cielo en medio de las aguas profundas y sé que de alli, Dios me librará.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?

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