jueves, 25 de mayo de 2017

¿Cuál es la riqueza verdadera?

faular@hotmail.com
Lectura devocional: Lucas 12:16-21
Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios. Lucas 12:21
Ante JESÚS se presenta un hombre pidiéndole que lo ayude porque su hermano mayor no quería compartir la herencia con él, pero, por la respuesta de JESÚS vemos que no se dejó contagiar con aquel síntoma que apenas señalaba que la enfermedad del hombre era más profunda: la avaricia. En efecto, tenía un deseo desmedido de poseer riquezas. Pues bien, JESÚS fue a la raíz del problema. Aquella ocasión es aprovechada por JESÚS para llevarnos a otro nivel en nuestra vida humana, el verdadero sentido de la vida no consiste en poseer muchas cosas.
¿Cuándo somos ricos? ¿Cuál es la riqueza verdadera? Es imposible planear nuestras vidas hasta el último detalle. No podemos, con lo que vayamos poseyendo, fabricar nuestra felicidad.  La felicidad es estar contentos con lo que tenemos: “He aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación” (Filipenses 4.11). Cuando buscamos la felicidad en las cosas que tendremos en el futuro, siempre hay algo que desbarata nuestros planes. Una desgracia imprevista, una enfermedad contraída, un sistema de gobierno que nos quita nuestras propiedades, o puede ser que la muerte nos llegue. JESÚS lo describe magistralmente con estas palabras: “Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios” (Lucas 12.19,20). ¿Cuál es pues, el propósito de nuestra vida? Al final, tarde o temprano, todo aquello en lo que hayamos empleado nuestra energía, nuestro tiempo y nuestro ser para obtenerlo, nos será arrancado de nuestras manos. Entonces, volvemos a preguntarnos sobre qué tenemos que construir nuestra vida.
JESÚS nos dice que lo importante es ser rico ante Dios. Y sólo puede serlo quien dispone de lo que tiene, de lo que posee y lo que es para usarlo para la gloria de Dios, esa es la persona que se enriquece en Dios. En verdad, Dios es la riqueza verdadera del alma. La Palabra nos dice que por el nuevo nacimiento, el Espíritu Santo viene a morar en nosotros y por ello, nos convertimos en el templo de Dios. ¡Es posible que perdamos hasta la oportunidad de ganarnos una herencia material en este mundo, pero tenemos a Dios y con eso basta! No existe ninguna forma en la cual podamos perder lo que Dios nos ha regalado en JESÚS, la vida eterna: la riqueza verdadera.
Oración:
Amado Padre Celestial:
En ti mi amado SEÑOR, tengo mi refugio seguro. No tengo temor frente al futuro porque algún día saldré de aquí para morar contigo para siempre. SEÑOR, tu eres mi verdadera riqueza. Tú eres el Rey de mi vida. Te alabo y adoro con todas mis fuerzas. ¡Ayúdame a vencer mis debilidades y disfrutar lo que soy y lo que tengo! En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
Ser “rico para con Dios” es hacerlo el Dueño de nuestro granero.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo? 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Déjanos tus comentarios