lunes, 13 de febrero de 2017

La victoria final del amor

Francisco Aular
faular @hotmail.com
Lectura devocional: 1 Corintios 13:1-13
El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece. 1 Corintios 13:4 (RV60)

Las iglesias son como los seres humanos nacidos de nuevo, y como tales: seres finitos con posibilidades infinitas. Esto lo comprobamos mejor al estudiar el caso de la iglesia de Corinto, El apóstol Pablo y sus discípulos el matrimonio: Aquila y Priscila, según Hechos 18, fundaron la iglesia. Por lo general, el misionero que funda una congregación, deja también su marca, todo depende en que los miembros de la iglesia, sigan sus consejos y su ejemplo, no fue así. Los hermanos de Corinto, que tuvieron el honor de ser fundados por el teólogo y misionero más grande que el cristianismo ha dado, se desviaron. Cuando una iglesia local, pierde su razón del ser y hacer, pierde su esencia. Porque el verdadero propósito al plantar una iglesia local en una comunidad, es la ser la agencia del reino de Dios en esa comunidad para el cumplimiento del mandato de JESÚS: “Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo” (Mateo 28:19-20 NVI)
Por las dos cartas que el Apóstol le escribe a los corintios, nosotros aprendemos que un verdadero misionero, nunca olvida a su rebaño. Lo que le preocupa a Pablo de la situación de la iglesia de Corinto es que se halle perturbada y dividida por la forma en que los dones espirituales se utilizan. Aquel hombre de Dios, les explica que sin amor “ágape” -vale repetir otra vez, el amor de Dios viviendo en nosotros por el poder del Espíritu Santo-, los dones espirituales, aún los milagrosos, son estériles. Son puros esfuerzos humanos y nada más. Así surge, el precioso capítulo 13 de Primera a los Corintios, un verdadero poema al amor, el cual hemos estado considerando en estos devocionales. En esta carta, Pablo señala magistralmente, lo que es y lo que no es el amor. Sin embargo, lo que Pablo dice constituye el panegírico más perfecto al amor que jamás se haya escrito. En sólo quince frases, sin desperdicio alguno, Pablo describe como trabaja el amor en una iglesia, en un matrimonio, en una familia porque tiene poder dado por el Espíritu Santo para transformar toda la vida humana.
Pablo nos dice: “El amor es sufrido…” En esta afirmación, niega lo que predica una secta en estos días: “¡Pare de sufrir!”. Por el contrario, la palabra griega que el Apóstol, utiliza es “makrothymein”, es la palabra que describe la actitud del cristiano frente al sufrimiento que nos causan los demás, la cual siempre significa la paciencia activa con las personas, y no con las circunstancias. “Crisóstomo decía que la palabra que se usa para describir a la persona que es ofendida, y que puede vengarse fácilmente, pero no lo hace. Describe a la persona que es lenta para la ira, y en este sentido se usa de Dios mismo en Su relación con los seres humanos…Tal paciencia no es una señal de debilidad, sino de fuerza; no es derrotismo, sino el único camino a la victoria”[i]
Se cuenta la anécdota histórica que nadie trató tal mal a Lincoln como en un señor llamado Staton. Le llamaba el “Astuto payaso”, le puso el mote de “El gorila original” y decía que los cazadores de gorilas eran tontos al ir al África al tratar de capturar un gorila cuando podían encontrarlo tan fácilmente en Sprinfield, Illinois. Lincoln no contestaba. Por el contrario, cuando llegó a la presidencia, nombró a Stanton ministro de guerra porque era el mejor para ese puesto y desplegó hacia él toda clase de cortesía. Los años transcurrieron y llegó la noche en que la bala de un asesino acabó con la vida de Lincoln en un teatro. Condujeron a una pequeña habitación el cuerpo de Lincoln, allí estaba Stanton, y, contemplando el rostro de Lincoln, dijo entre lágrimas: “Aquí yace el mas grande gobernante de hombres que ha conocido el mundo” La paciencia del amor había conquistado su victoria final.
Oración:
Padre justo y amoroso:
Hoy vengo delante de ti para darte las gracias por tu gran amor al recibirme tal como soy y seguir formándome hasta tu plenitud. Ayudame SEÑOR a vencer toda oposición hasta obtener la victoria final de tu amor en mí. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
La victoria final del amor nos llegará si dejamos que en nuestro carácter reine la paciencia.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?

[i] William Barclay, Comentario al Nuevo Testamento, editorial clie, 2008, pág.640

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