martes, 27 de junio de 2023

JUICIO CON UN PROPÓSITO

Francisco Aular
faular@hotmail.com
MIÉRCOLES, 28 de junio de 2023
Pasaje devocional: Amós:8:4-14
»Ciertamente se acerca la hora—dice el Señor Soberano—
cuando enviaré hambre a la tierra;
no será hambre de pan ni sed de agua,
sino hambre de oír las palabras del Señor.
—Amós 8Ñ11 (NTV)

 

En un accidente de tránsito murieron varios miembros de una sola familia, entre ellos, los padres y el hijo menor del grupo familiar de seis. 


Llegué a la funeraria y alli estaban los tres hijos sobrevivientes: un hombre y dos mujeres. Ellos eran bastante jóvenes. 


Siendo honesto, uno nunca está bien preparado para una ocasión así. Pero yo era uno de los pastores de la ciudad y amigos de aquella familia y fui. 


Hice la larga fila para acercarme a aquellos jóvenes y darles palabras de aliento. La hermana mayor, era miembro fiel de una de nuestras iglesias. Me acerqué y le expresé mis condolencias, nunca he olvidado lo que me dijo: “Pastor, les he dicho a mis hermanos que no preguntemos ¿por qué? Si no ¿para que?” ... 


¡Era la primera vez que oía esa manera lde enfrentarse a una tragedia tan grande! Obviamente, la primera pregunta demanda una razón, la segunda un propósito. La razón solo DIOS la sabe, pero el propósito queda abierto a nuestra madurez cristiana. Aquella ocasión en vez de ministrar fui ministrado, fui a consolar y salí consolado. DIOS no hace ni permite lo que acontece por capricho. 

 

Todo corresponde a Su propósito eterno que tiene tanto para Su creación en general como para nosotros sus hijos adoptados por fe. Saber que DIOS tiene un propósito en todo lo que nos acontece nos llena de un optimismo contagioso como el que poseía Pablo, cuando exclamó: “¿Quién nos separará del amor de Cristo?”. No existe un lugar más seguro que estar en las manos del PADRE, del HIJO y del ESPÍRITU SANTO. 

 

Hemos visto que Amós el profeta menor, valientemente predicó el juicio de DIOS a los gobernantes de turno y le dijo al pueblo de Israel:  “Por tanto, de esta manera te haré a ti, oh Israel; y porque te he de hacer esto, prepárate para venir al encuentro de tu Dios, oh Israel”. (Amós 4:12). 

 

A dos mil setescientos años de esta advertencia, todavía DIOS y ante la muerte que nos espera -como juicio de DIOS- sobre nosotros, dejemos: la crueldad, la desobediencia, la avaricia, el pecado, la opresión y la relelión. 

 

Sin embargo, DIOS tiene un plan maravilloso para los que se arrepientan y le obedezcan: 

»Ciertamente se acerca la hora—dice el Señor Soberano—
    cuando enviaré hambre a la tierra;
no será hambre de pan ni sed de agua,
    sino hambre de oír las palabras del Señor.
La gente deambulará de mar a mar
    y vagará de frontera a frontera
en busca de la palabra del Señor,
    pero no la encontrarán.
En aquel día, las jóvenes hermosas y los muchachos fuertes se desmayarán,
    sedientos por la palabra del Señor.

—Amós 8:11-13 (NTV).

 

Como en los días de Amós, hoy vivimos en un mundo desviado del plan de DIOS para todo ser humano que transita por la tierra. En efecto, como hacía mucho tiempo, no experimentamos una cultura así. Satanás se ha quitado la careta y sus demonios dominan todo. ¡Solamente es detenido por el ESPÍRITU SANTO y la Iglesia del SEÑOR! Sin embargo, como en los días del profeta menor Amós: ¡Hoy encontramos multitudes hambrientas que andan buscando a DIOS! ¡El avivamiento está en marcha! 

 

Ciertamente la vida de un verdadero discípulo del SEÑOR, no es fácil en estos tiempos, pero los que pertenecemos al SEÑOR, vamos con Él… ¡Veo a muchas personas con hambre de DIOS, en estos días como lo vislumbró el profeta Amós! ¡No desmayemos y salgamos a salvar una parte de la gran cosecha que nos espera:

“Restaura nuestro bienestar, Señor,
    como los arroyos renuevan el desierto.
Los que siembran con lágrimas
    cosecharán con gritos de alegría.
 Lloran al ir sembrando sus semillas,
    pero regresan cantando cuando traen la cosecha. 

—Salmos 126:4-6 (NTV)

 

Como seres humanos, seamos cristianos o no, de todas maneras vamos a encontrar dificultades en la vida. Cristianos o no, de todos modos moriremos. Si de todos modos, vamos a morir, los cristianos nacidos de nuevo, tenemos a JESÚS en nuestra vidas, y la Vida Eterna mora en nosotros:

“Jesús le dijo:

—Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá aun después de haber muerto. Todo el que vive en mí y cree en mí jamás morirá. ¿Lo crees, Marta?”. 

—Juan 11:25,26 (NTV).

 

“prepárate para venir al encuentro de tu Dios”…Por lo tanto tomemos la resolución de vivir para la  gloria de DIOS, en la brevedad de nuestra vida humana a través de Su vida eterna (JESÚS) en nosotros. Con un propósito: ¡Servirle!.

 

¡Adelante, siempre adelante!

 

Oración:

PADRE ETERNO:

Gracias por dejarnos Tu Palabra, enviarnos a tu HIJO JESÚS para cumplirla y el ESPÍRITU SANTO para aplicarla a nuestra vida diaria con el propósito de que “seamos más que vencedores”. ¡Ayúdanos en el nombre de JESÚS. Amén.

Perla de hoy:

Déle gracias al SEÑOR y pídale fuerzas para ver un propósito divino en cualquier prueba que le sobrevenga.             

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