lunes, 1 de julio de 2019

Perdonador de pecados

Francisco Aular 
perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional: Mateo 9:1-8
Unos hombres le llevaron a un paralítico en una camilla. Al ver la fe de ellos, Jesús le dijo al paralítico: «¡Ánimo, hijo mío! Tus pecados son perdonados». Mateo 9:2 (NTV)

“¡Aular este caso es para ti!”. -Exclamó el psiquiatra- mientras nos sentábamos a tomar el café, allí en la cafetería del Hospital Vargas de Caracas.  Se trataba de una mujer cercana a los treinta años, un auto la había atropellado y después de varios años, había quedado con una secuela: no podía abrir la mano derecha. Los médicos decían que no se explicaban la razón  porque todos los exámenes, señalaban inequivocamente, que no tenía nada. Por ello, fue referida al departamento de psiquiatría. Aquel afamado doctor que la trataba sin duda era un gran psiquiatra, pero también un ateo consumado. Varias veces yo le había presentado el mensaje y terminábamos igual, él afianzado en su ateismo y yo en la fe. Por ello, sin ocultar su sarcasmo, me la estaba recomendando. Le tomé la palabra, fui al cuarto del hospital en donde estaba la mujer. Así lo hice varias veces hasta que hizo su decisión de fe, la empecé a discipular con las verdades eternas de la Biblia. Llegamos a la parte de perdonar para ser perdonado. Ella guardaba un resentimiento muy grande contra su madre, quién vivía en  otra provincia. Por aquel tiempo, se acercaba el “Día de la Madre” y ella me pidió que yo le ayudara para escribirle una tarjeta. Era el momento que yo había esperado, le dije con la mayor gentileza pero con autoridad espiritual: “_Laura, creo que Dios puede hacer posible que abras tu mano y tu misma escribas esa tarjeta. Pero antes, tienes que perdonar a tu mamá, perdonarte a ti misma y aceptar el perdón de Dios…”. Lloró largamente, pero no pudo perdonarla en aquel momento. Al día siguiente, antes de que yo llegara a su cama. Vino corriendo hacía mí y gritando de tal manera que todos la escucharon: “_¡Francisco, anoche, oré y perdoné a mi mamá!...”. Y diciendo estas palabras, levantó su mano derecha en la cual, sostenía una tarjeta para su mamá, y que inmediatamente, yo envié por correo.

Aceptar el perdón de DIOS y perdonar a otros puede ser la puerta que nos traiga, no solamente sanidad espiritual, sino física también. Cuando el SEÑOR nos mandó a perdonar como Él, nos ha perdonado, no estaba predicando una actitud religiosa, sino también medicina pra nuestros cuerpos.

Escudriñe su corazón y confiese cualquier resentimiento que sienta contra alguien dentro de su círculo de influencia. Dios le oirá.

Oración:
PADRE ETERNO
¡Aquí estoy delante de ti, alabándote y gloficando por tu misericordia y al extender tu amor y perdón hacia nosotros los pecadores! Estas son las mejores noticias que podemos comunicar al ser humano lejos de ti  y de tu gracia. Ayúdame SEÑOR, he visto tu poder en mí y muchos otros en más de cinco décadas de conocerte, en el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
Perdonar puede ser el inicio que abre la puerta de tu salud espiritual, psicológica y física.
Interacción:
¿Qué me dice DIOS hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?

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