martes, 26 de febrero de 2019

El Regalo de la paz

Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional: Isaías 52:1-12
¡Qué hermosos son sobre los montes   los pies del mensajero que trae buenas noticias, buenas noticias de paz y de salvación,
    las noticias de que el Dios de Israel reina! Isaías 52:7 (NTV).

Vivimos días de ambiente de guerra y ambiente de paz. Saltamos de un extremo a otro. Podemos afirmar que La tarea en estos días de la diplomacia mundial, es inmensa. Países grandes y pequeños, con sus mejores hombres reconciliadores, están soñando porque la paz haga su presencia y no la guerra. En realidad en la lucha por la paz que están enfrentando tanto las potencias de las grandes naciones del primer mundo, como la de los países en vías de desarrollo son dignos de admiración en que todavía se sueñe con un mundo de paz, en tiempos como éstos. Por ello, las palabras dichas por estadista oriental hace muchos años, cobran actualidad: “Quien quiera sangrar menos en tiempos de guerra, tendrá que sudar más en tiempos de paz.” Somos pacificadores a tiempo completo, y oramos por la paz.

Todo cristiano nacido de nuevo, es portador de Buenas Noticias de paz. No obstante la historia nos dice que, el sufrimiento, el dolor y la muerte han sido los compañeros de viaje, de los cristianos nacidos de nuevo, mientras llevan la Buena Noticia. Se calcula que al menos unos trescientos cincuenta millones de cristianos, en el mundo, sufrirán en este año, las consecuencias de mantener su fe viva en JESÚS. Sin embargo, en estos días llenos de problemas y dificultades, no debemos permitir que nada ni nadie nos impida llevar el Mensaje. Aquí debemos aprovechar aun las circunstancias adversas para ganar las batallas espirituales que enfrentamos. ¡Llevar noticias de paz y libertad debería llenar nuestro corazón de un optimismo contagioso! Cuando Leonidas, el valeroso general espartano, fue informado de que los soldados de Jerjes eran tanto que sus flechas oscurecían el sol, respondió: “Mejor, así pelearemos en la sombra.” ¡No importa el tamaño de la prueba, sino el tamaño de nuestro Dios!

En el pasaje de hoy, encontramos las palabras del profeta Isaías (“Dios es salvación” es el significado de su nombre), quien profetizó durante los reinados de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías.  A este profeta los especialistas del Antiguo Testamento, lo califican del “profeta evangelista” Por la visión mesiánica del profeta al legarnos numerosas profecías acerca de la venida, el carácter, el ministerio, la predicación, los sufrimientos y la muerte del Siervo de Dios, el Mesías. Pero también habla del triunfo y Reino futuro y eterno del Mesías. Los escritores de Nuevo Testamento, especialmente Pablo, nos presentan al Mesías prometido en la singularidad de la Personas de JESÚS. En efecto, ¡JESÚS es el Regalo de Dios para nosotros los pecadores. Su vida, Su carácter, Su ministerio, Su muerte y Resurrección, nos trajo, la Buena Noticia de la salvación! Conocer al Mesías prometido y aceptar el regalo de su salvación, nos hace propagadores de estas buenas noticias de paz: “¡Qué hermosos son sobre los montes   los pies del mensajero que trae buenas noticias, buenas noticias de paz y de salvación,
    las noticias de que el Dios de Israel reina!” (Isaías 52:6 NTV).

Pues bien, tal vez algunos de nosotros sobrellevamos una batalla secreta de la cual no podemos hablar con nadie, Dios lo sabe. A lo mejor es una enfermedad que nos consume día tras día, las energías se han ido y ya sentimos desmayar, Dios lo sabe. Quizás es un problema que ocultamos a nuestros semejantes; sin embargo, nos persigue constantemente, nos asfixia y, a veces nos hunde en desesperación y tristeza, Dios lo sabe. Cualquiera sea nuestra situación y condición: ¡JESÚS es el Regalo de paz para nosotros! Así es porque esa búsqueda de paz, no es la falta de algo, sino de Alguien: JESÚS. A pocas hora de ir a la cruz, JESÚS le dijo a su discípulos: “Les dejo un regalo: paz en la mente y en el corazón. Y la paz que yo doy es un regalo que el mundo no puede dar. Así que no se angustien ni tengan miedo.” (Juan 14:27 NTV) ¡JESÚS nos regala la verdadera paz con Dios, paz interior y paz con los demás! Aquí no hablamos de paz como ausencia de la guerra, sino de un estado del alma y del espíritu a pesar del rugido de las tormentas a nuestro alrededor. Teniendo a JESÚS, lo tenemos todo. JESÚS es nuestro triunfo sobre el miedo: “Así que no se angustien ni tengan miedo.” ¡JESÚS es nuestra pasión y triunfo¡ ¡JESÚS es el Regalo de la paz!

Oración:
Padre amado, extiende la primavera del Espíritu Santo sobre mi vida, transformando mis conflictos en paz, el caos en orden, inseguridad en la certeza de que teniendo a ti, lo tengo todo. Soy tuyo, y nada ni nadie podrá quitarme el Regalo que me has dado para siempre. Ayúdame a ser un mensajero de tu paz. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
¡JESÚS es nuestra pasión y triunfo! ¡JESÚS es el Regalo de paz!
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?
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