lunes, 18 de febrero de 2019

Amistad y servicio

Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional: 1 Tesalonicenses 2:8-16
Así nosotros, por el cariño que les tenemos, nos deleitamos en compartir con ustedes no sólo el evangelio de Dios sino también nuestra vida. ¡Tanto llegamos a quererlos! 1 Tesalonicenses 2:8 (RV60)

Cuando mi familia y yo decidimos dejar a nuestro país, Venezuela, también decidimos hacerlo del mejor modo posible; entre las decisiones que nos tocó tomar estuvo la renuncia al pastorado de la iglesia Bautista Emanuel de la Castellana en Caracas, dándoles a los miembros su debido tiempo, para buscar una nueva pareja pastoral. Sin embargo, la fecha tope de salida del pastorado no coincidió con la venida a Canadá, así que, los amados de la iglesia resolvieron dejarnos en la casa pastoral hasta que la nueva pareja pastoral llegara.

El tiempo pasaba y la esperada visa no llegaba. Es más fácil entender que si un hombre es soltero, quizás esperar por un asunto de esa naturaleza no sea mayor problema, pero, con esposa y cuatro adolescentes en casa es una agonía enfrentar un tiempo así. Recurrimos a la oración y el Señor se tomo su tiempo para respondernos, y lo hizo a su manera; de un modo sorprendente y dándonos mucho más de lo que pedíamos.

Una noche de aquellas, recibí una llamada del misionero brasileño Calixto Patricio, quien precisamente regresaba a Venezuela tras un tiempo de licencia en Estados Unidos. Aquella llamada no sólo fue valiosa, sino también oportuna, todavía me parece oírlo con su acento portugués: “Fran, Suely y yo hemos pensado que ustedes se vengan a Puerto La Cruz y esperen con nosotros, hasta que la visa para Canadá les llegue…” Así el Señor nos llevó durante tres meses,  al apartamento de la familia Glenn (Miguel y Rebeca), frente a la bellísima bahía de Puerto La Cruz. ¡Nunca habíamos vivido tan bien!

La iglesia Jesucristo es el Camino, que el pastor Calixto pastoreaba, acordó darnos ofrendas especiales y compras de alimentos, durante el tiempo que estuviéramos allí. No nos pusieron condiciones; era un regalo, obviamente, trabajé al lado de nuestros amados. En realidad, Dios quería que mi esposa, nuestros hijos y yo, pasásemos aquel tiempo al lado de una de las parejas misioneras más desafiantes y eficaces que he conocido: Calixto y Suely

¡Imposible olvidar ese gesto de amistad y servicio mientras estemos vivos!

En aquella memorable ocasión nuestro servicio para el SEÑOR compartimos no solo buenas relaciones de amistad con nuestros hermanos, sino también las oportunidades de servir, incluyendo la presentación de las buenas nuevas, amistad, tiempo y dinero. Como dijo el apóstol Pablo: “…nos deleitamos en compartir con ustedes no sólo el evangelio de Dios sino también nuestra vida. ¡Tanto llegamos a quererlos!” El evangelio es ante todo, amistad y servicio.

Oración:
Padre amado: ¡Gloria a tu Nombre! Tú nos cambia el mar de problemas por un remanso de paz y una bahía de amor. Gracias por darnos la victoria hoy y siempre. En el Nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
Una medida de nuestra amistad y servicio nos da una semejanza con JESÚS ante el sufrimiento de los demás.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?

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