viernes, 17 de marzo de 2017

40 años: “Somos victoriosos en Cristo”

faular@hotmail.com
Lectura devocional: 1 Corintios 15:50-58

La XXVI de la Asamblea Anual de la Convención Nacional Bautista de Venezuela, se celebró en la ciudad de Guanare, del 3-7 de enero de 1977; el lema era: “Somos victoriosos en Cristo”, basado en 1 Corintios 15:57. En la primera sesión se dio lectura a una carta de los artistas José Luis Rodríguez “El Puma” y Lila Morillo, la cual se presentó a consideración de la Asamblea; era un proyecto Evangelizador de gran envergadura. La cantidad de dinero que el plan exigía, nos confrontó con la realidad de no tener fondos para respaldar  financieramente como Convención, un plan como el que estos reconocidos artistas solicitaban. La conclusión de la Asamblea fue apoyar el Plan a nivel de promoción. Así lo hicimos.
Al final de la primera sesión, llegó el momento de presentar mi informe como director del recién estrenado Departamento de Evangelización de la Convención y dentro del informe me correspondería dar a conocer el Plan Nacional de Evangelización 1977-1980. Yo había dedicado muchas horas a la elaboración del Plan, la Junta de Misiones presida por el misionero Donald Smith, lo había aprobado, pero la verdadera hora, tanto para el Plan como para mí, había llegado.
Entonces, el presidente de la Convención, Igdalías Núñez me dijo por el micrófono: “Mirá Francisco solo tenéis diez minutos, máximo quince. Empezá, pues”; me acuerdo tanto de sus palabras como de su marcado acento maracucho. Esbocé en ese tiempo, como pude, todo el Plan. Para la exposición, me ayudé con unas cartulinas y como lo traía impreso, muchos me iban siguiendo en la lectura. Al terminar me pareció que en la mente de los asistentes todos estaba tan claro como en la mía. Me equivoqué. La discusión del Plan se tomó toda la sesión de la tarde y parte de la mañana siguiente; recordé que en alguna parte leí un pensamiento que dice: “Nadie valora el triunfo si antes no ha sido cuestionado”. Los que han estado cerca de mí en todos estos años, saben que me refiero a la reunión de Guanare como la plataforma de lanzamiento de la Marcha Evangelizadora, porque así fue.
Agradezco al Señor que Él había trabajado conmigo primero en privado, aquella tarde en Maracay -unos meses antes de llegar a Guanare- aprendí como ser lleno del Espíritu Santo, y había llegado la oportunidad de dejar en Sus manos, nuestra victoria. Así en medio de aquel fuego de opiniones para aprobar el Plan, el mismo Señor de la Marcha y todo plan que en Su gracia nos inspire, siguió adelante; el hermano Pr. Morandi, quien había sido mi profesor de evangelización en el Seminario y estaba muy contento, me pasó un papelito que decía: “Querido Aular: recuerda que sólo se lanzan palos al mango que da frutos”. Esto me hace reflexionar también sobre cómo se sienten algunos hermanos nuevos en la fe, en medio de algunas de estas reuniones en las cuales con toda la libertad, no expresamos. Esto lo digo, porque había conocido a una señorita muy linda en Margarita, discípula de Boanerge y Luz Marina de De Armas, y Boanerge me contó que mientras se desarrollaba la reunión, la joven -que desconocía esa manera de discusión democrática y amplia-, le decía insistentemente, “¡Boanerge defienda usted al hermano Francisco!”, pero Boanerge le respondía: “¡No te preocupes, porque allí donde tú lo ves, Francisco tiene más paz que yo!”…
Sin embargo, al día siguiente: ¡Dios cambió tanto el tono de aquella reunión, como la dirección que tomaba! El siempre bien recordado hermano Guillermo Núñez Bríñez, solicitó que cesaran todas las preguntas y pidió el voto. Otra vez, Sonó la voz inconfundible de Igdalías repitiendo la moción: “Que se aprueba el Plan Nacional de Evangelización presentado ante esta Asamblea por el Director del Departamento de Evangelización, hermano Francisco Aular”. Me quede sentado y atónito, mientras la Asamblea votaba y aplaudía, todo al mismo tiempo. Así lo reseño el Luminar Bautista en su edición número 242: “Aprobación del Plan Nacional de Evangelización, propuesto por el Rev. Francisco Aular, para alcanzar a Venezuela para Cristo”. Con ese voto nació, por lo menos en papel, la Marcha Evangelizadora. Sin el apoyo de esa Asamblea no hubiéramos tenido el nacimiento del Plan Nacional de Evangelización con sus dos brazos principales: La Marcha Evangelizadora y el Ministerio Discipular. Después de cuarenta años de pruebas y triundos, la Marcha Evangelizadora sigue en pie por la autoridad que nos diera aquella memorable e inolvidable Asamblea Anual de nuestra amada Convención venezolana. Sólo podemos decir: “Somos victoriosos en Cristo”.
Cuando este año, lleguemos a Barquisimeto los días 14-20 de agosto para la acción de gracias al Señor por los 40 años de la Marcha Evangelizadora, el lema de la XXVI, lo volveremos a repetir: “Somos victoriosos en Cristo” ¡Los espero!
Oración:
Amado Padre Celestial:
Perla de hoy:
¡La Marcha Evangelizadora no es para contarla, sino para vivirla!
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?

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