viernes, 23 de marzo de 2012

¿Por qué amo a Israel? (2)

Francisco Aular
Haré que Jerusalén sea como una bebida embriagante que causa que las naciones vecinas se tambaleen cuando envíen a sus ejércitos para sitiar a Jerusalén y a Judá. En aquel día yo convertiré a Jerusalén en una roca inamovible. Todas las naciones se reunirán en contra de ella para tratar de moverla, pero sólo se herirán a sí mismas. Zacarías 12:2,3 (NTV)
¿Por qué amo a Israel? Porque creo en el pacto que Dios hizo con Abraham: “Bendeciré a los que te bendijeren, y maldeciré a los que te maldijeren” (Génesis 12:3). De hecho, JESÚS se caracterizó por su amor a Israel y hasta sus enemigos lo sabían; en una ocasión cuando el Señor JESÚS entró en Capernaúm se le acercaron los líderes religiosos judíos, rogándole que sanase al siervo de un centurión. Ellos vinieron a JESÚS y le dieron los motivos por los cuales debería hacer aquel milagro: “Porque ama a nuestra nación, y nos edificó una sinagoga” (Lucas 7:5). Así que, vemos que el trato de Dios con las naciones gentiles está signado por la promesa del Pacto Abrahámico: “Bendeciré a los que te bendijeren, y maldeciré a los que te maldijeren” (Génesis 12:3).
Ciertamente, los juicios divinos y la consumación de sus profecías se basan en el amor de Dios por Israel: “Después de un período de gloria, el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales me envió contra las naciones que los saquearon a ustedes. Pues él dijo: Cualquiera que te dañe, daña a mi más preciada posesión” (Zacarías 2:8 NTV). En lengua hebrea eso quiere decir: Cualquiera que te toca, toca la niña de mi ojo. En cierta ocasión escuché un mensaje sobre este tema al doctor Adrian Rogers, y él decía, estas palabras de advertencia: “Serías muy tonto y te encontrarías en un terreno muy peligroso si pronunciaras una maldición contra Israel. Debemos bendecir lo que Dios ha bendecido, amar lo que Dios ha amado y orar por Israel.” ¿Qué les ocurrirá a los enemigos de Israel?: “Haré que Jerusalén sea como una bebida embriagante que causa que las naciones vecinas se tambaleen cuando envíen a sus ejércitos para sitiar a Jerusalén y a Judá” (Zacarías 12:2 NTV).
¿Por qué amo a Israel? Porque Dios usó a este pueblo para ser depositario de la revelación divina. En efecto, JESÚS dijo a la mujer samaritana: Ustedes, los samaritanos, saben muy poco acerca de aquel a quien adoran, mientras que nosotros, los judíos, conocemos bien a quien adoramos, porque la salvación viene por medio de los judíos” (Juan 4:22 NTV). En el Pacto Abrahámico Dios prometió: “…Y serán benditas en ti todas las familias de la tierra…”. De esta manera, ya no existe separación entre el judío que viene al mesías JESÚS y el gentil (el no judío, como somos la mayoría de los que estamos en la iglesia de Señor): “Y el plan de Dios consiste en lo siguiente: tanto los judíos como los gentiles que creen la Buena Noticia gozan por igual de las riquezas heredadas por los hijos de Dios. Ambos pueblos forman parte del mismo cuerpo y ambos disfrutan de la promesa de las bendiciones porque pertenecen a Cristo Jesús” (Efesios 4:12 NTV).
¿Por qué amo a Israel? Porque a través de esta nación vino el Mesías prometido: ¡JESÚS, mi Señor y Salvador! He recibido por medio de este pueblo, la Biblia la Palabra de Dios; he llegado a conocer a JESÚS, y si amo a JESÚS, entonces, debo amar al grupo étnico del cual provino en cumplimiento de más de trescientas profecías. JESÚS es el único Ser Humano que  se le dio a escoger el lugar donde debería nacer, vivir y morir, y Él eligió al pueblo judío; nació de madre judía; todos sus apóstoles fueron judíos, en fin, digo como Pablo: “Por mi pueblo, mis hermanos judíos. Yo estaría dispuesto a vivir bajo maldición para siempre —¡separado de Cristo!— si eso pudiera salvarlos. Ellos son el pueblo de Israel, elegidos para ser los hijos adoptivos de Dios. Él les reveló su gloria, hizo pactos con ellos y les entregó su ley. Les dio el privilegio de adorarlo y de recibir sus promesas maravillosas. Abraham, Isaac y Jacob son los antepasados de los israelitas, y Cristo mismo era israelita en cuanto a su naturaleza humana. Y él es Dios, el que reina sobre todas las cosas, ¡y es digno de eterna alabanza! Amén.” (Romanos 9:3-5 NTV)
Oración:
SEÑOR de los ejércitos celestiales, gracias por venir a salvarnos desde el cielo, y comprarnos un lugar cerca de ti, al costo de tu sangre preciosa como la de un Cordero sacrificado por cada uno de nosotros sean judíos o gentiles. Ayúdame a amar a Israel con tu amor, en el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
Algunos líderes internacionales actuales, desean “borrar del mapa” al pueblo judío, sacarlo de la tierra de sus antepasados; pero tropiezan y tropezarán con el Pacto de Dios con Abraham hasta el final de la historia.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?

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