sábado, 31 de diciembre de 2011

Mis amados y amadas perlistas:
Permítanme unos momentos personales para expresar lo que tengo en mi corazón al finalizar este año y comenzar el nuevo. En efecto, la ocasión es propicia para agradecer a nuestro Dios bendito, SEÑOR del universo, del tiempo y de la vida, ya que sin Él no hubiera sido posible llegar a cada uno de ustedes en esto cuatro años que recién hemos cumplido en octubre, en este año y en los que nos quedan. Gratitud a nuestra amada Iglesia Bautista Emanuel de Toronto que patrocina Perlas, y cuyos miembros me apoyan y admiran esta labor. A mi amada esposa Mary quien desayuna sin mí cada día al venirme muy temprano a escribir. Igualmente, a la hermana Luisa Rivas García en San Fernando de Apure, Venezuela, ella es la editora de mis escritos que revisa todos los días, antes de cada envío, en la parte gramatical; a Jonathan Rivas García quien diseñó y administra otra manera de llegar a ustedes, un blog, para darme una sorpresa: http://perlistasoy.blogspot.com, también desde San Fernando; el pastor Sandor Berta desde Oklahoma, Estados Unidos; él sube todos los días el devocional al Facebook; a ustedes que reciben y reenvían nuestro devocional, y eso hace que lleguemos a unas diez mil personas, quienes nos consultan diariamente en muchas partes del mundo. Un saludo especial a los muchos que son frutos de este ministerio, teniendo un encuentro de salvación con el SEÑOR JESÚS o bien, subiendo a otro nivel en sus vidas cristianas. En fin, a todos ustedes los abrazo al estilo venezolano, con sonido de palmadas en espaldas y todo…, mientras les digo: ¡Feliz Año 2012 con JESUCRISTO nuestra pasión y triunfo!
Desde el corazón del pastor
¡Feliz 2012!

Entonces dijo el SEÑOR a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que se pongan en marcha. Éxodo 14:15 (La Biblia de las Américas)

En mis años de recién convertido al Evangelio, en las iglesias de mi denominación, teníamos una organización que se reunía todos los domingos por la tarde: La Unión Bautista de Preparación, ¡allí forjábamos a los líderes!, y allí me formé yo. Un pensamiento que traía la revista guía de nuestros estudios, y, el cual me impactó, decía: “Pasaré por esta vida una sola vez. Si hay alguna palabra amable que pueda decir, algún acto de bondad, o cualquier cosa buena que puede hacer por mis semejantes, diga yo esa palabra, haga yo esa acción. Pasaré por esta vida solamente una vez”. Esto es particularmente cierto, si retrospectivamente miramos al año 2011, el cual, en pocas horas, se nos irá para siempre. Ciertamente, el 2011 vino y pasó, ya es historia. Las palabras que no dije en el momento preciso, las acciones que no hice a favor de otros, ya son oportunidades perdidas.
De esta manera, estamos en las últimas horas del viejo año, por lo tanto, es el momento de la presentación de cuentas de lo que hicimos en este año que se nos fue: ¿Cuál es el balance final? Al saber el resultado sería muy bueno recordar lo que alguien dijo: "El ayer es un cheque cancelado; olvídalo. El mañana es una nota promisoria, no cuentes con ella. Pero la bendición de hoy está presente y es en efectivo, aprovéchala porque no durará". En otras palabras, no vivas en el pasado, no desperdicies el presente, con San Pablo podemos afirmar: “…olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante” (Filipenses 3:13 RV60). En efecto,  frente al nuevo año tenemos que aprovechar el tiempo, no debemos desperdiciar ninguna oportunidad para ser útiles. Como alguien dijo: “el tiempo es un gran maestro para todos nosotros, el único problema es que este maestro acaba con sus discípulos”…
Frente al nuevo año y a los futuros que tendremos por delante con sus minutos y días, que se irán desgranando unos tras otros y cuyo número disminuye implacablemente hasta el número cero, ¿cuántos años nos quedan por vivir? No lo sabemos. Como Israel en su huída de Egipto, el país donde habían sido esclavos, lo tenían detrás de ellos, y delante, el desafío del mar.  Nosotros tenemos la misma perspectiva que ellos: Dejar que el miedo a lo conocido o a lo desconocido nos paralice y nos robe el presente para siempre, o marchar con la fe puesta en el SEÑOR hacia un fabuloso mañana. Con toda seguridad, ¡el SEÑOR va con nosotros como lo ha prometido!, y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo (Mateo 28:20b.) En su búsqueda de dirección, Moisés recibió de Dios una orden: “¡Di a los hijos de Israel que se pongan en marcha!”,  nosotros ya conocemos la historia, el pueblo de Israel marchó y cruzó el mar en seco y sus enemigos perecieron porque Dios no les permitió llegar a la orilla. ¡Dios hace maravillas cuando su Pueblo se pone en marcha!
¡Pongámonos en marcha y lancemos el salvavidas en este próximo 2012 a los que andan: según la corriente de este mundo (Efesios 2:2)! No sabemos cuántos años más pasaremos en esta tierra, por ello, debemos marchar, es decir, ponernos en acción mientras tengamos fortaleza para hacerlo. ¡Manos a la obra!
Pastor y amigo,
Francisco Aular




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