miércoles, 27 de julio de 2011

El pueblo que sirve

Francisco Aular



Así como el Hijo del hombre no vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos. Mateo 20.28 (NVI)


Me encanta la definición que hace Charles R. Swindoll de los filósofos-con perdón de mis amigos filósofos- en su libro Desafío a Servir, él dice: “¡Los filósofos son personas que hablan acerca de algo que no entienden, y nos hacen pensar que si no entendemos, es por culpa nuestra!”. Sea como fuere, lo cierto es que casi todas las definiciones filosóficas son egocéntricas, es decir, enfocan su atención en los beneficios que obtiene quien practica esas enseñanzas. He aquí algunas de ellas: Grecia dijo: “Sé sabio, ¡conócete a ti mismo!”. Roma dijo: “Sé fuerte, ¡disciplínate a ti mismo”. La religión dice: “Sé bueno, ¡confórmate!”. El epicureísmo dice: “Sé sensual, ¡disfruta la vida!”. La educación dice: “Sé ingenioso, ¡expande tu mente!”. La sicología dice: “Ten confianza, ¡haz valer tus derechos!”. El materialismo dice: “Satisfácete, ¡complácete a ti mismo!”. El orgullo dice: “Sé superior, ¡promuévete a ti mismo!”. El ascetismo dice: “Sé humilde, ¡reprímete a ti mismo!”. El humanismo dice: “Sé competente, ¡cree en ti mismo!”. El legalismo dice: “Sé piadoso, ¡limítate a ti mismo!”. La filantropía dice: “Sé generoso, ¡renuncia a ti mismo!”.

Pues bien, desde hace mucho tiempo, y en medio de todas estas filosofías, vino JESÚS y nos enseñó una manera mejor: “¡Sé un siervo, da lo mejor de ti a los demás!: Así como el Hijo del hombre no vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos. ¡Esta no es una elucubración filosófica que no podamos entender!  ¡La verdadera vida no se trata de ti mismo, sino de tu genuina preocupación por los otros! El apóstol Pablo lo entendió así: “No sean egoístas; no traten de impresionar a nadie. Sean humildes, es decir, considerando a los demás como mejores que ustedes. No se ocupen sólo de sus propios intereses, sino también procuren interesarse en los demás” (Filipenses 2:3,4 NTV).

En efecto, una de las principales características del verdadero cristianismo es considerar el hecho de que la salvación es individual pero no es privada, ni indiferente a las necesidades de los demás miembros de la comunidad cristiana y de los otros seres humanos. El SEÑOR nos salva y desde el mismo instante de nuestro nuevo nacimiento nos da un destino eterno y una responsabilidad y misión histórica para cumplir, mientras estemos en este cuerpo en la tierra. Cumplimos nuestra misión como discípulos, cuando servimos a los demás como JESÚS lo hizo. De esta manera, el servir al prójimo alcanzó su máxima expresión en JESÚS, nadie sirvió como Él.

Sus verdaderos discípulos hasta el día de hoy, sirven a la humanidad en muchas maneras. Es imposible imaginarse este mundo, sin la influencia bienhechora de JESÚS. Usted puede sacar a los líderes de muchas religiones de la historia, y nadie, excepto sus seguidores, se dará cuenta. Pero no puede hacer lo mismo con JESÚS, porque desde hace más de veinte siglos, su historia es la historia, como lo dijo un escritor: “Veinte siglos han pasado, y hoy, Él es el centro de la raza humana y el líder de la columna del progreso. Estoy aún lejos de explicarlo cuando digo que todos los ejércitos que han pasado; las naves que se han construido; los parlamentos que se han formado y los gobernantes que han existido, puestos juntos, no han afectado la vida del ser humano en esta tierra tan poderosamente como aquella solitaria vida de JESÚS de Nazaret”. ¡Nadie le quita a JESÚS el derecho de ser el Fundador del pueblo que sirve!


Oración:
Señor, abro a Ti mi corazón y en tus manos lo pongo con humildad y fe. Llénalo de tu amor que es vivo y eterno; dame la capacidad de amar como Tú amas, que sirva con amor, que ore con amor por mis amigos y enemigos; dame la capacidad de invertir esta única vida que poseo temporal en servir a los demás como a mí mismo. En el nombre de JESÚS. Amén.


Perla de hoy:
Servir a otros es dar, y quien da siempre recibe.


Interacción:
¿Qué te dice Dios hoy por medio de su Palabra?
Y en respuesta a ello…
¿Qué le dices tú a Él?


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