jueves, 2 de octubre de 2025

LA MAYORDOMÍA DE LA VIDA CRISTIANA (1-2)

SELECCIONES
Perlas del Alma
Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
VIERNES, 3 de octubre de 2025
Lectura devocional: Santiago 4:13-17
¿Cómo saben qué será de su vida el día de mañana? La vida de ustedes es como la neblina del amanecer: aparece un rato y luego se esfuma. Santiago 4:14 (NTV)

Primera parte:

EN NOVIEMBRE DE 1963, asistí a lo que se llamó la Primera Campaña de Mayordomía Cristiana en la Misión Bautista Emanuel, dirigida por nuestro pastor, el misionero estadounidense Carlos B. Clark. Yo, tenía apenas tres meses asistiendo a la Misión. Desde allí, llevo 62 años practicándola, tanto en lo personal como en la familia, y también la enseñado por las iglesias por donde hemos pasado.

Pienso que la doctrina debe enseñarse a cada nuevo convertido. Eso explica por​qué en mi libro para nuevos creyentes ​"Sigue a Cristo​", en la página 20, escribo: “La mayordomía es la doctrina bíblica que nos enseña a utilizar los recursos, espirituales y materiales que DIOS, nos ha dado. Esta doctrina reconoce a DIOS como Dueño de todo lo que existe, y nosotros somos Sus mayordomos, es decir administradores de los dones de DIOS”.

Siguiendo la idea, diremos que un buen mayordomo cristiano sabe, practica, enseña y es capaz de responder estas preguntas: ¿Por qué estamos aquí en la tierra? ¿Por qué nacimos? ¿Cuál es el propósito de la vida?¿Es el propósito de la vida buscar la felicidad en las riquezas, placer, fama, poder? ¿Cómo puedo encontrar el verdadero sentido de la vida? ¿Qué de mis anhelos, esfuerzo y trabajo para dejar una huella al irme de aquí y ser recordado en el futuro? ¿Qué hago con mi vida? ¿Entre tantas filosofías, ideologías y creencias en el más allá, quién tiene la razón?

Interrogantes como éstas y muchísimas más pueden venir a nuestra mente, en esos momentos de reflexión, que de cuando en cuando nos atrapan en las encrucijadas de la vida: en la niñez cuando estamos descubriendo tantas cosas, en la adolescencia ante el despertar de las hormonas, el primer día de nuestro trabajo y el primer sueldo, al terminar nuestra carrera universitaria, al decir que sí en el matrimonio, al nacer nuestro primer hijo, ante la muerte de algún ser querido o el último día de trabajo al salir a la jubilación.

Por supuesto que muchos han tratado de disfrutar al máximo su breve paso por la vida, nacieron, vivieron toda clase de experiencias que los marcaron y al final de sus vidas, en esta tierra, dijeron:
“De modo que me hice más poderoso que todos los que vivieron en Jerusalén antes que yo, y mi sabiduría nunca me falló. Todo lo que quise lo hice mío; no me negué ningún placer. Hasta descubrí que me daba gran satisfacción trabajar mucho, la recompensa de toda mi labor; pero al observar todo lo que había logrado con tanto esfuerzo, vi que nada tenía sentido, era como perseguir el viento. No había absolutamente nada que valiera la pena en ninguna parte.” (Eclesiastés 2:9-11,NTV).

Ciertamente al rey Salomón, DIOS en su soberanía le había dado gran riqueza, poder, fama y sabiduría. Sus experimentos al disfrutar y buscar su propósito en la vida no los hizo a medias. ¡Pero nada de ello, lo satisfizo! Reconoció al final, que no había sido un buen mayordomo de DIOS. Descubrió como lo dice él mismo en confesión al inicio de su​ Libro:
“Vanidad de vanidades
—dice el Maestro—,
vanidad de vanidades,
¡todo es vanidad!”.
—Eclesiastés 1:2 (NVI)

¡Qué el SEÑOR nos ayude a ser Sus fieles mayordomos, porque al final de la vida, eso será lo realmente importante pera despedirnos felices de nuestro breve paso por esta vida y dejar ese legado principalmente a nuestra familia!

¡Adelante, siempre adelante!

(Mañana seguimos con la segunda parte de esta Perlas del Alma) ¡Te esperamos!

Oración:
​PADRE CELESTIAL:
Aquí estoy delante de Ti lleno de gratitud tanto por la vida física como la espiritual que me has dado. Con tu apóstol Santiago estoy en conocimiento de la brevedad de la vida, y por ello, te doy prioridad en todo lo que soy y lo que poseo. Si Tú me lo permites quiero vivir para tu honra y gloria; compartir con otros algo de lo mucho que me has dado. En el nombre de JESÚS. Amen.
Perla de hoy:
Mayordomía es el uso sabio de mi vida para darle al SEÑOR lo mejor de mi breve paso por aquí.
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