domingo, 10 de septiembre de 2023

TU BIBLIA Y TU IGLESIA

Salutación

Francisco Aular

faular@hotmail.com

Lectura devocional: Hebreos 4:1-13

Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón. 

—Hebreos 4:12 (NVI)

 

Las denominaciones evangélicas en muchos países hispanos, celebran el mes de la Biblia en septiembre. Me parece que recordamos la primera impresión de la Biblia del Oso, traducida al español por Casiodoro de Reina. 

 

En efecto, tras vencer muchas dificultades en el camino por la persecución entre otros de la “Santa Inquisición”, llevado a cabo por la Iglesia oficial, buscaba al traductor para enjuiciarlo y condenarlo a muerte. Sin embargo, la divina Providencia lo evitó. De  esta manera, el objetivo final y legado eterno de su traductor de aquel valiente y erudito español, se había logrado. De esta manera, Casiodoro de Reina, pudo tener en sus manos  el primer ejemplar de la Santa Biblia, aquel 28 de septiembre de 1569, en Basilea, Suiza.

 

En mi caso soy deudor de la salvación de mi alma porque la Palabra de DIOS en mi idioma, me trajo ese maravilloso Mensaje que transformó mi vida. Desde luego, el trabajo del Espíritu Santo me llevó primero a la Biblia, al versículo que de oro para mí aquel día 16 de abril de 1963: “Mas no ruego solamente por estos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos”. (Juan 17:20, RV60).

¡Alabado sea el SEÑOR! Después de mi conversión a DIOS, Él me llevó a mi familia espiritual, la iglesia local.

 

Como ya lo he dicho, de igual forma, ese mismo día espiritualmente vine a la familia de DIOS: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”. (Juan 1:12, RV60). “Así que ahora ustedes, los gentiles, ya no son unos desconocidos ni extranjeros. Son ciudadanos junto con todo el pueblo santo de Dios. Son miembros de la familia de Dios”. (Efesios 2:19, NTV). 

 

El mismo Espíritu Santo, me convenció de que yo tenía que buscar a mi familia espiritual en sentido físicos, mis amados hermanos en la fe, la iglesia local. Un cristiano sin iglesia es un huérfano. Si quieres crecer en CRISTO, no podrás hacerlo solo. ¡Necesitas a tu familia!

 

El  proceso de buscar a mi familia espiritual, me llevó cinco meses para encontrar el hogar al cual DIOS me tenía en Sus planes. Del mismo modo todo aquel que quiera ser discípulo del SEÑOR. Así llegué al hogar que DIOS tenía designado para mí: La Misión Bautista Emanuel en Chacaito, Caracas. Eso ocurrió definitivamente el 11 de agosto de 1963, allí estaba mi familia y allí he estado por 60 años…¡Gloria a DIOS!

 

En ese sentido de tu perseverancia en la vida cristiana, tu Biblia y tu iglesia son el binomio de tu crecimiento espiritual. 

 

En oración tú le hablas a DIOS, por la Biblia Él te habla a ti; pero en la iglesia aprenderás tres propósito fundamentales: en primer lugar a exaltar a DIOS y a conocerlo mejor; en segundo lugar, la iglesia te ayudará a crecer, madurar, descubrir tus dones y ministrar a otros; y por último la iglesia local, te ayudará para ser y hacer tu trabajo como misionero de la Gran Comisión para alcanzar al Mundo para CRISTO. Por ello, es importante que no dejes de ir a la iglesia bíblica más cercana a tu domicilio, porque la Palabra nos dice:

“Mantengámonos firmes sin titubear en la esperanza que afirmamos, porque se puede confiar en que Dios cumplirá su promesa.  Pensemos en maneras de motivarnos unos a otros a realizar actos de amor y buenas acciones. Y no dejemos de congregarnos, como lo hacen algunos, sino animémonos unos a otros, sobre todo ahora que el día de su regreso se acerca”. (Hebreos 10:23-25, NTV).

 

EL LIBRO DE LIBROS

 

“Nacida en el oriente y vestida de forma e imaginación oriental, la Biblia anda por todo el mundo con pies familiares, y entra en tierra tras tierra para hallar la suya en todas partes. 

 

Se ha apren­dido hablar al corazón del hombre en centenares de idiomas. Llega al palacio para decirle al monarca que es un siervo del Altísimo, y luego entra en la casa de campo para asegurarle al campesino que él es un hijo de Dios. 

 

Niños escuchan su relato con admiración y encanto, y sabios la consideran ser parábola de luz. Contiene una palabra de paz en la hora de peligro, una palabra de consuelo en el tiempo de cala­midad, y palabra de luz en la hora más obscura. Sus oráculos se repiten en la asamblea del pueblo; su consejo se susurra en el oído del solitario. 

 

A los perversos y orgullosos les hacen temblar sus amones­taciones, mas a los heridos y contritos les resuena como voz de madre. El desierto y lugar solitario han sido alegrados por ella, y el fuego del hogar ha alumbrado la lectura de sus páginas bien hojeadas. Se ha pasado lentamente a nuestros sueños más preciosos para que el amor, la amistad, la memoria y esperanza, la simpatía y devoción se vistan de la ropa más bella de su lenguaje atesorado que respira incienso y mirra. ¡La Biblia! ¡La Palabra de Dios!”.

 

Autor Anónimo

 

¡Adelante, siempre adelante!

 

¡Feliz domingo del SEÑOR para todos en todas partes!

 

Si no tienes donde congregarte: ¡Ven, te esperamos!

 

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