lunes, 27 de febrero de 2023

ENTRE LA SOLEDAD Y LA ESPERANZA

Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
MARTES, 28 de febrero de 2022
Lectura devocional Salmo 71:1-9
No me deseches en el tiempo de la vejez; cuando mi fuerza se acabe no me desampares. Salmo 71:9 (RV60)

 

Estoy en mi oficina; escribo y escribo emocionado la última parte de mi próximo libro. Pongo una idea, la estudio, la dejo o la borro. Empiezo de nuevo. Hoy estoy decidido a terminar con ese libro de una vez por todas, antes de mi cumpleaños que se aproxima. Y hasta… cosa rara en mí, cancelé mi almuerzo y me quedé trabajando. No debo perder ni un minuto, la editora me ha dado un plazo y debo cumplirlo. 

En eso, suena el teléfono, no lucho por contestarlo o no, porque hasta mi familia sabe que siempre respondo a cualquier llamada y a cualquier hora. Atiendo, al otro lado de la línea habla una mujer, me habla en inglés. Me pregunta que, si es la Iglesia Bautista Emanuel de Toronto, le digo que sí. —Soy Dorothy…por favor, me dice: ¡Quiero hablar con el pastor!”, -pienso que esa será mi oportunidad para decirle que soy el pastor de la iglesia hispana con nombre en inglés… y que no hablo bien su idioma como para darle consejería-, pero ella no me suelta: —Pastor, ¿qué cree usted sobre la salvación?

Le respondo que la salvación es una experiencia espiritual, que la Biblia llama el nuevo nacimiento, venimos a este mundo con la vida humana que es temporal, y necesitamos una nueva Vida que es la que DIOS nos da por medio de JESÚS. Me responde “¡qué precioso, cuán grande es la gracia de DIOS!”; luego dijo, “nací de nuevo hace más de sesenta años…, pero tenía otra pregunta, y otra más… 

—“Pastor, ¿cree usted en la Segunda Venida de CRISTO?”. Como ese es uno de mis temas favoritos se lo explico con mucho gozo: ¡Si mi amada hermana, JESÚS viene otra vez como lo prometió!  

Seguí hablándole: JESÚS mismo dijo que volvería… Ella no deja que termine y exclama: “¡Gloria a DIOS!”, y entonces la anciana me declara con mucha sinceridad, lo que -yo pienso la motivó a llamarme-: 

— “¿Sabe pastor? mi esposo y yo estuvimos casados por más de cincuenta años… murió hace veintiún años…, siempre, después del almuerzo nos sentábamos a hablar de la Biblia, y sobre todo, de la Segunda Venida de CRISTO…Hoy, en esta tarde, me sentí tan sola…, abrí la guía telefónica en busca de una iglesia, y llamé…, ¡y ya ve, me sale usted y ahora me doy cuenta de que no tengo por qué temer a la soledad, porque mi SEÑOR está conmigo a través del ESPÍRITU SANTO, y un día, muy pronto, vendrá por mí…”. No hablamos más, le dije que iba a orar… 

—Sí pastor, me repitió su nombre, me llamo Dorothy”. Así lo hice, oré. Ambos dijimos, amén. 

Cerré el teléfono y me di cuenta, una vez más en que, como yo, ella también y otros de nuestra generación, experimentamos pasar momentos entre la soledad y la esperanza. Por consiguiente -aunque seamos viejos- según la vida “bíos”, vale decir la vida humana. Ahora, si hemos nacido de nuevo, tenemos la Vida Zoé… ¡DIOS nunca nos dejará! Somos Sus hijos y Él nos trata con ternura, y por eso, podemos afirmar con el salmista: “No me deseches en el tiempo de la vejez; cuando mi fuerza se acabe no me desampares”.

¡Él cumplirá Su promesa, aunque a veces pasemos entre la soledad y la esperanza!

¡Adelante, siempre adelante!

Oración:
Amado PADRE ETERNO:
Cuán preciosa es tu Palabra que nos anima, exhorta y pone alas a nuestra esperanza. Bendito seas por hacerla ancla segura en medio de las tormentas de la vida y luz en medio de la oscuridad. Ayúdame para que la Biblia, tu santo Libro, continúe siendo en mí la única fuente segura, y alimento para mi alma y mi espíritu. En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
Las inmensas riquezas de la verdad de la Palabra de DIOS esperan ser descubiertas al oírlas, leerlas, estudiarlas, memorizarlas, meditarlas y aplicarlas.

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