martes, 31 de enero de 2023

PALABRA QUE PERMANECE

Francisco Aular
faular@hotmail.com
Pasaje devocional: 1 Pedro 1:22-25
Mas la palabra del Señor permanece para siempre. 
Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada. 
1 Pedro 1.25

En mi temprana juventud, DIOS me habló por medio de hombres mensajeros de Su Palabra, eventos evangélicos y familiares que oraron por mí y por el resto de mi familia para que llegáramos a JESUCRISTO. Sería a finales de 1962, que mi primo Miguel Romero,-quién era maestro de albañilería- llegó a la casa que un libro que traía en sus manos, y dijo: 

—“¡Miren un loco evangélico que trabajó conmigo, me regaló esta Biblia!" Dicho esta la lanzó a la mesa del comedor. Cuando él se fue, recuerdo muy bien que agarre la Biblia y la coloqué en un estante que teníamos para libros y revistas. 

Un día de abril de 1963, jueves santo por cierto, mi familia toda se habían marchado de vacaciones hacia la playa y yo me quedé solo en la casa. El Espíritu Santo cuya obra es darle vida a Su Palabra, vino en mi auxilio, como dijo JESÚS: “Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré.Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio”. (Juan 16:7,8 RV60). 

¡En aquello ocasión, sentí en mi corazón un deseo de leer… pero no cualquier lectura, sino la Biblia y yo sabía en donde la había puesto meses atrás. Le di dos lecturas al Evangelio de San Juan, y me detuve en San Juan 17:20, que dice: “Mas no ruego solamente por estos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos”. Bajo la convicción de pecado, ese versículo se volvió oro para mí ese día. 

Entendí que JESÚS, la noche que fue entregado para Su muerte, había orado por mí! Sentí un profundo dolor por mi pecado y allí mismo, creí en Él, Su muerte y Resurrección cuyos eventos estaba leyendo en la Santa Escritura, me arrepentí de mis pecados, le pedí perdón y lo invité a ser mi SALVADOR Y SEÑOR. Creo sinceramente que, DIOS me oyó porque desde aquel día, hace 59 años. ¡Él y solo Él, JESÚS, es mi pasión y triunfo! ¡Y allí, seguiré!

¿Cómo es posible que un evento que ocurrió hace 2000 años, repercuta en el ser humano de hoy? Eso se debe a que la Palabra de DIOS permanece para siempre.

Ha propósito de la verdad y doctrina sobre la Palabra de DIOS que permanece para siempre, debemos cuidarnos de los que andan buscando u ofreciendo, un evangelio nuevo, una nueva revelación, nuevas experiencias espirituales, lejos todas ellas de la Palabra de DIOS.

Por ejemplo, hace dos mil años, a los habitantes de Atenas, y a los extranjeros que vivían allí, les gustaba escuchar y hablar de cosas nuevas. Hoy en nuestro mundo tecnológico, nos gusta escuchar y hablar sobre cosas nuevas, en eso nos parecemos a ellos y, a veces, hasta nos enfermamos con una sobredosis de tecnocracia. Estamos tan pendientes del ordenador y del móvil, que es necesario sacar los audífonos de los oídos, porque estamos perdiendo sensibilidad como seres humanos. 

Vivimos en un mundo cambiante, nuestra vida actual es movida por esos grandes almacenes tecnológicos a los cuales vamos a ver lo nuevo que ha salido a la venta, pero el avance del conocimiento es tal -y no exagero al decir esto-, que cuando usted está comprando y pagando por su artículo electrónico, ya ha sido sustituido por otro más avanzado.

El cristiano, por su parte, no ha de andar buscando novedades espirituales, la Palabra de DIOS está completa, tanto en su composición como en su contenido y en sus revelaciones, desde el final de los tiempos apostólicos. En cuanto a mí, hace cincuenta y nueve años cuando vine al SEÑOR, lo hice por el mensaje de la Palabra, nací de nuevo por el poder de la Palabra sola y sin aditivos, inmediatamente busqué una iglesia y, guiado por la misma Palabra, encontré una.

Hoy me asombro al ver el surgimiento de otros evangelios y cómo están engañando a muchos, sin embargo, la Palabra está allí, es una e infinita; nunca sondearemos en su totalidad la profundidad de su mensaje. Podemos hallar en la Palabra de DIOS alimento para nuestra alma, vida para nuestro espíritu, sensata dirección para nuestra inteligencia espiritual y salud para nuestro corazón. Sí, la Palabra de DIOS permanece para siempre. 

¡Adelante, siempre adelante!

Oración:
PADRE NUESTRO:
¡Bendigo tu santísimo nombre! Por dejarnos tu Palabra que nos ilumina, lava nuestros pecados, da vida a nuestro espíritu y nutre día tras día nuestra alma y guía nuestros pasos hacia ti. Ayúdame a practicar y vivir sobre los fundamento de tu bendito libro: La Biblia. En el nombre de JESÚS. Amén
Perla de hoy:
No tenemos que buscar un nuevo evangelio, sino poner nuestra fe y confianza en el Evangelio que ya poseemos.

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