jueves, 26 de enero de 2023

“¡DÉJALOS IR!”

Francisco Aular

faular@gmail.com

Pasaje devocional: Juan 6: 66-69

“¡DÉJALOS IR!”

Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Juan 6.68

 

En una reunión ordinaria de nuestra Asociación el presidente que también era el pastor de una iglesia, nos contó una experiencia reciente ministerial, con su iglesia. Visiblemente conmovido, nos dijo:

—Nuestra iglesia recientemente cumplió 10 años de fundada. Hicimos una gran celebración para la ocasión. Pero, algunos de los fundadores, se habían ido, y a pesar de muchas visitas que les he hecho, no quisieron volver. y no he podido olvidarlos. Algunos de esos fundadores, se había ido sin decirme nada. Me pareció buena idea escribirles para invitarlos. En eso, el reloj sonó once campanadas. Mi esposa, bajo desde nuestra recámara, con ternura se acercó a mí y me dijo:

—¿Qué haces?... Sin esperar mi respuesta. Tomó uno de los sobres que no estaba cerrado… Vio el nombre de alguien escrito y leyó la carta. Con lágrimas me abrazó, y con ternura me dijo: “Mi amor, ¡déjalos ir!”…

 

Ciertamente, la frase más triste que un pastor o un líder cristiano puede oír es esta: "Hermano, me voy de la iglesia." Generalmente se la he oído a personas que nos dejaron a pesar de haberlos buscado, y de nosotros estar dispuestos a caminar muchas millas con ellos. 

 

En realidad, a los pastores que tenemos vocación, una frase así, nos desconsuela y nos hace preguntar, una y otra vez, ¿en qué fallé? Me parece que algunos de los que van de iglesia en iglesia, sienten deleite en irse de las manos de su pastor, y en decírselo, también. 

 

Se ve a lo lejos que son cristianos nominales, nada más, ellos huyen del compromiso. En esos momentos, el pastor que honestamente ha atendido a esa persona que lo deja, debe orar para encomendar a esa oveja en las manos de otro pastor y dejarlo ir. 

 

JESÚS, nunca atenuó sus demandas a sus discípulos espontáneos, les habló claro, "desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él". Al ver Jesús, esta situación, les preguntó a los doce: "¿Queréis acaso iros también vosotros?"; me imagino la ternura de JESÚS al hacer la pregunta. 

 

Frente a este escenario Pedro reafirmó su fe y lealtad a JESÚS: "¿Señor a quién iremos?"; puede ser que Pedro muchas veces, por ser tan rápido en sus declaraciones, se equivocara, pero, este versículo devocional de hoy demuestra que dijo la verdad más grande, no podemos ir a ningún otro para darle lo que somos, hacemos y tenemos sino a nuestro amado JESÚS, porque no hay otro como Él. 

 

Hace muchos años, vine a JESÚS; DIOS en Su misericordia me llamó, y siendo muy joven le rendí lo único que poseo en esta tierra, mi vida, Él ha puesto 59 años entre aquella ocasión y hoy. A mí también algunos amados, me han dejado, desde luego soy simplemente un ser humano, los seguiré amando porque ellos, son de DIOS. ¿Y si se diera el caso de querer abandonarlo todo por seguirlos a ellos? Mi pregunta, sería: ¿SEÑOR, a quién iré? Y la respuesta sigue siendo la misma: ¡SEÑOR, voy contigo porque tú eres la Vida Eterna! Y, allí sigo.

 

¡Adelante, siempre adelante!

 

Oración:

PADRE JUSTO:

¡Aquí estoy delante de ti, gracias por haberme llamado a servirte! ¡Ayúdame para seguirte y entusiasmar a otros. En el nombre de JESÚS. Amén

Perla de hoy:

JESÚS es único, hazte Su único para Él.

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