¿Quién manda aquí?

Francisco Aular 

perlasdelalma@gmail.com

Lectura devocional: Marcos 1:21-28

El asombro se apoderó de la gente, y todos comenzaron a hablar de lo que había ocurrido. «¿Qué clase de enseñanza nueva es ésta? —se preguntaban con emoción —. ¡Tiene tanta autoridad! ¡Hasta los espíritus malignos obedecen sus órdenes!». Marcos 1:27 (NTV)

Corría el primer trimestre de mi segundo año en el seminario, me encontraba trabajando sobre mi bosquejo de mi tesis de grado como licenciado en teología. La había titulado: “Algunos aspectos del ocultismo venezolano.” Le mostré mi trabajo y la temática a uno de mis profesores, un misionero estadounidense, doctor en teología. Se quedó asombrado, entonces, me comentó: “Perdóneme Franciscoy eso, ¿para qué?” Luego aquel amado hermano, se fue a pasar su año de licencia en Estados Unidos, era a comienzos de los años setentas. Resulta que en la nación norteamericana, había un verdadero “avivamiento” sobre la magia, el espiritismo, las sectas satánicas ya estaban en la escena, y la película “El exorcita” ocupaba el primer lugar en las carteleras cinematográficas, y hasta en las universidades se estaban otorgando grados académicos para estudiar los fenómenos paranormales. Al amado misionero, le bastaron a penas unos días, para dirigirme una carta que decía: “¡Francisco, escribe, que el ocultismo está de moda!”…Hace muchos años un gran cristiano dijo: “El primer engaño de Satanás es hacernos creer que no existe.”

Por otra parte, hoy en día en algunos sectores del cristianismo pareciera que el diablo tiene más poder que JESÚS.  Algunos de los portadores de esa teología en lo que escriben y predican, hablán más del enemigo que de JESÚS. Puedo garantizarle, con la vivencia de quién nació y creció en una familia creyente y practicante del ocultismo, que no es así. Por la misericordia de Dios y Su gran autoridad: “El Señor desnudará su santo brazo a la vista de todas las naciones, y todos los confines de la tierra verán la salvación de nuestro Dios.” (Isaías 52:10,NVI). En mi caso, desnudó Su brazo y extendió Su mano y me salvó. ¡Salir de las prácticas ocultistas es un verdadero milagro porque es saldir de las guerras del mismo Satanás! Hoy soy más que vencedor, no porque yo sea bueno o lo merezca; sino porque Su bendita sangre me marca, Su Espíritu me sella y me señala como Su hijo, y por ello,  el diablo no me toca: “Sabemos que los hijos de Dios no se caracterizan por practicar el pecado, porque el Hijo de Dios los mantiene protegidos, y el maligno no puede tocarlos.” (1 de Juan 5:18,NTV).

Por cierto, yo no le falto el respeto al malígno; pero si me busca no me encuentra a mí, ¡sino a JESÚS Quien vive en mí! Creálo. Vívalo. Practíquelo. Nadie. Ni nada, podrá separarlo del amor, perdón y triunfo de quien tiene toda autoridad sobre lo demoníaco, el SEÑOR JESÚS. No solo ayer, sino hoy, mañana y siempre. Este es el evangelio que tenemos que anunciar. Y decir como el Apóstol: “¡Somos más que vencedores!”… “Y estoy convencido de que nada podrá jamás separarnos del amor de Dios. Ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni demonios, ni nuestros temores de hoy ni nuestras preocupaciones de mañana. Ni siquiera los poderes del infierno pueden separarnos del amor de Dios. Ningún poder en las alturas ni en las profundidades, de hecho, nada en toda la creación podrá jamás separarnos del amor de Dios, que está revelado en Cristo Jesús nuestro Señor.” (Romanos 8:38,39,NTV). ¡Somos absolutamente vencedores! Y con certeza podemos responder la pregunta: ¿Quién manda aquí? La respuesta es: ¡CRISTO JESÚS nuestro SEÑOR!

Oración:

PADRE ETERNO

Mi gratitud será eterna como tú eres, porque me rescataste de las realidades de fuerzas oscuras que gobiernan este mundo. ¡Alabado sea tu nombre porque tus misericordias son nuevas cada día y te has propuesto rescatar tu plan eterno de forjar un pueblo redimido por tu gracia y establecer tu Reino y el gobierno de JESÚS! Dame fuerzas para proclamar el Reino de la luz y porque al final de todo, las naciones verán tu salvación. En el nombre de JESÚS. Amén.

Perla de hoy:

Las victorias de nuestras batallas se logran por Aquel que tiene autoridad en el cielo y en la tierra.

Interacción:

¿Qué me dice DIOS hoy por medio de su Palabra?

¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?

¿Existe alguna lección por aprender?

¿Existe alguna bendición para disfrutar?

¿Existe algún mandamiento a obedecer?

¿Existe algún pecado a evitar?

¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?