jueves, 7 de diciembre de 2017

Navidad: “Se hizo pobre, siendo rico”

Francisco Aular
Lectura devocional: 2 Corintios 8.1-15

Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos. 2 Corintios 8:9 (RV60)
Estaba viajando por la carretera 95 hacia Richmond en Virginia, Estados Unidos, iba escuchando un programa de radio evangélico, y entonces el predicador tomó, este versículo de Segunda a los Corintios, y le dio una vuelta a favor de la “teología de la prosperidad”, en donde también hizo pedazos a una sencilla regla de interpretación bíblica: “Sacar un versículo fuera de su contexto, es un pretexto.” El argumento del predicador citado era que JESÚS bajó del cielo para hacer ricos en bienes materiales a los pobres socialmente hablando. ¿Es esto así? Al contrario Pablo el autor de esta Carta,  está dando testimonio en todo el pasaje devocional de hoy, de la generosidad de los hermanos pobres de la Provincia de Macedonia: “que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad.” (2 Corintios 8:2 RV60). Una vez oí al famoso predicador Billy Graham, hablándonos de la generosidad de los hermanos de humilde condición en el Reino, con estas palabras: “No son las donaciones de los hermanos ricos, -que de vez en cuando nos llegan-, que sostienen nuestro ministerio…Sino el aporte constante, año tras año, de los hermanos que envían veinte dólares mensuales.”
Ahora bien, desde que el ser humano pecó y fue echado del Paraíso, empezó a multiplicarse y esparcirse sobre la tierra, entre otras cosas, quedó establecida la gran controversia entre pobres y ricos, los que tienen menos envidiando a los que tienen más; los ricos despreciando muchas veces y explotando a los pobres con el fin de ser más ricos. Los políticos utópicos han explotado esta situación a extremos increíbles. Los pobres sociales son la excusa para ir en contra de los ricos, y hasta citan a JESÚS con palabras fuera de contexto. Desde luego, ellos no saben que JESÚS, se hizo pobre, siendo rico; mientras que otros se hacen ricos, siendo pobres.
En efecto, en este devenir de la vida y de las generaciones a través del tiempo del ser humano sobre la tierra, podemos ver que en el terreno social, ocurren las siguentes circunstancias: Primero, pobres que se han hecho ricos por haberles favorecido rápidamente la fortuna por muchas vías; segundo, ricos que han caído en la pobreza por razones inversas, lo perdieron todo; y tercero, ricos que han ayudado a personas pobres a subir de nivel social. Pero en Navidad por encima de todo lo que han hecho los comerciantes, encierra el hecho único de un gran suceso: JESÚS, “se hizo pobre, siendo rico” para enriquecer con Su pobreza a muchísimos desvalidos de la más pobre condición espiritual y social. Entre los cuales me siento identificado.
Una buena manera de acercarnos a una verdadera exégesis o significado de este texto es la de verlo desde el punto de vista del costo de nuestra salvación. Desde tal punto de vista, ¿cuál es el costo de nuestra salvación?, ¿Cuánto le costó a Dios nuestra salvación para dárnosla completamente gratis, vale decir, por gracia?, y también ¿Cómo agradecerle a JESÚS lo que ha hecho por nosotros los seres humanos pecadores?
Pero debemos responder primero otra pregunta: ¿Quién es JESÚS, el que nació humildemente en el pesebre de Belén?: “Entonces la Palabra se hizo hombre y vino a vivir entre nosotros. Estaba lleno de fidelidad y amor inagotable. Y hemos visto su gloria, la gloria del único Hijo del Padre.” ( Juan 1:4 NTV). “El Verbo”, “la Palabra”, el Hijo de Dios se hizo hombre, tomó con toda su plenitud la vida humana para darnos con toda su plenitud la vida eterna. Me quedo de una sola pieza de la manera como San Pablo, describe a JESÚS: Cristo es la imagen visible del Dios invisible.
    Él ya existía antes de que las cosas fueran creadas y es supremo sobre toda la creación porque, por medio de él, Dios creó todo lo que existe   en los lugares celestiales y en la tierra. Hizo las cosas que podemos ver   y las que no podemos ver, tales como tronos, reinos, gobernantes y autoridades del mundo invisible.
    Todo fue creado por medio de él y para él. Él ya existía antes de todas las cosas    y mantiene unida toda la creación. Cristo también es la cabeza de la iglesia,
    la cual es su cuerpo. Él es el principio,
    es supremo sobre todos los que se levantan de los muertos.
    Así que él es el primero en todo. Pues a Dios, en toda su plenitud,
    le agradó vivir en Cristo, y por medio de él, Dios reconcilió consigo   todas las cosas. Hizo la paz con todo lo que existe en el cielo y en la tierra,
    por medio de la sangre de Cristo en la cruz. (Colosenses 1: 15-20 NTV).
Decir que JESÚS dejó el cielo para venir a la tierra con la finalidad de darme riquezas materiales las cuales al final de esta vida temporal, se quedarán detrás de mí, es por decir lo menos ¡una falta de respeto a la Majestad del Hijo de Dios! Como lo dijera Jim Elliot el mártir cristiano que murió en la selva ecuatoriana de manos de los indios aucas: “No es ningún tonto el que deja lo que puede perder por lo lograr lo que es eterno.” El verdadero propósito para servir a Dios, es la Cruz y una toalla, y no la riqueza, ni mucho menos la espada.
Así el Apóstol nos pone este desafío el verdadero motivo para darle a Dios nuestros diezmos, ofrendas, dones y aun la vida misma, es la gratitud: “Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.” 2 Corintios 8:9 (RV60). ¡No tengas en poca cosa a Aquel que celebramos en esta Navidad!
JESÚS, se dio por nosotros, y nosotros agradecidos nos debemos dar por completos a Él. Aquel que dijo:  “Mía es la plata, y mío es el oro —afirma el Señor Todopoderoso—.” (Hageo 2:8, NVI) En Navidad: “Se hizo pobre, siendo rico…”
Oración:
Padre Todopoderoso:
Al pensar en el verdadero significado de la Navidad, tengo el privilegio, como tu hijo, de no verte nada más como el Creador, sino, ver también, tu despliegue de amor para conmigo pecador. Gracias por tu plan de salvación el cual ideaste y llevaste a cabo por la obra de mi Redención por medio de Jesucristo, tu Hijo amado, por cuyos méritos oro. Amén.
Perla de hoy:
En Navidad: JESÚS, tomó con toda su plenitud la vida humana para darnos con toda su plenitud la vida eterna.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?

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