lunes, 5 de diciembre de 2016

Navidad:¡Celebremos a JESÚS!

Por Francisco Aular
faular @hotmail.com
Lectura devocional Lucas 1:26-38
Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre, y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Lucas 1:31-33 (RV60)

“Fran, nadie ha venido después de muerto para decirnos como es el más allá…” Me dijo la médico, recién graduada con algunos de sus postulados ateos que había aprendido en sus años universitarios. Pero en mi caso, yo había llegado a conocer a JESÚS, después de haber hecho algunas investigaciones acerca del Ser más extraordinario que ha pisado esta tierra, y le dije: Querida amiga, te equivocas con ese argumento porque precisamente del más allá, vino JESÚS. ¡Ese gran acontecimiento lo celebramos cada año con el nombre de la Natividad del SEÑOR! 
En efecto, JESÚS es la única Persona que nos puede decir quien es Dios y lo que Dios se ha propuesto- desde antes de la fundación del mundo- que seamos para poder morar como Su familia al final de la historia: “Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese.” (Juan 17:5, RV60).
Por esta verdad bílica, podemos seguir a JESÚS, y, saber quien es Dios para servirle como Él se merece. Antes del nacimiento de JESÚS en aquel pueblito de Belén, los seres humanos andaban dominados por ideas vagas y erróneas que se transformaron en religiones y filosofías vanas, que apenas eran esfuerzos para llegar a Dios, era como caminar a tientas en la oscuridad buscando un rayito de luz.
En contraste, ¡este mundo no ha sido el mismo desde que JESÚS hizo Su entrada en él! Los milagros que JESÚS hizo, desde antes de Su nacimiento, lo rodean de divinidad. ¡Nadie pudo nacer como Él nació, nadie pudo morir como el murio, y, nadie pudo resucitar como JESÚS, resucitó! Sus palabras resuenan desde que JESÚS las pronunció y no vuelven vacías, dan resultado, funcionan hoy como cuando Él las enunció por primera vez, por ejemplo: Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. (Mateo 11:28, RV60). El mundo en aquel tiempo y lamentablemente todavía hoy, estaba plegado de religiones que imponían cargas muy pesadas sobre los hombros de los seres humanos. JESÚS, vino a darnos libertad al ofrecernos la Salvación como un Regalo en Él: Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.(Juan 14: 6, RV60). Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.( Juan 10:10b. RV60).
Obviamente, no puedo cubrir en este devocional, todo lo que significa JESÚS para nosotros, los seres humanos y para el resto de la creación. Pero, antes que nada,  lo más grandioso de todo: JESÚS, es la traducción griega del nombre hebreo Yeshua, o Josué que significa El SEÑOR es salvación. Pero también es EMMANUEL, DIOS con nosotros, profetizado por más de trescientas profecías del Antiguo Testamento, como éstas: Por tanto, el Señor mismo os dará una señal: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel. (Isaías 7:14, (LBLA). Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. (Isaías 9:6, RV60). ¡Este hecho hay que conmemorarlo porque JESÚS, Dios mismo está con nosotros!
Indiscutiblemente, ningún otros de los grandes líderes religiosos que en mundo han existido, pudo decir como JESÚS: El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? (Juan14: 9, RV60). Como si esto fuera poco, la reacción de los líderes religiosos, fue intentar asesinarlo, cuando lo oyeron decir: “Yo y el Padre uno somos” (Juan 10:30, RV60) Por consiguiente, JESÚS hizo que Dios se acercara a nosotros y lo contempláramos en toda Su grandeza en el amor, la compasión, la misericordia, el perdón, la libertad y la paz. Con la venida de JESÚS en aquella primera Navidad vino la certeza a lo que Dios requiere de nosotros, y no demos andar más a tientas porque: Él y sólo Él, es la luz del mundo. ¡JESÚS vino del más allá para que andemos con Él, en el más acá!...
¿Qué podemos hacer en esta fecha en la cual recordamos el nacimiento de JESÚS? Postrarnos delante de Él, y abrir nuestro espíritu y corazón para que Él, Dios con nosotros, more en nuestras vidas y reine como Él quiera; debemos exclamar como el Apóstol Tomás al ver a JESÚS resucitado: !Señor mío, y Dios mío! (Juan 24:28, RV60). No puedo decir cuanta luz tenía el afamado español Juan Ramón Jiménez, en su poema Jesús, el dulce, viene; pero ojalá podamos decir como el poeta:  
Jesús, el dulce, viene...
Las noches huelen a romero...
¡Oh, qué pureza tiene
la luna en el sendero!
Palacios, catedrales,
tienden la luz de sus cristales
insomnes en la sombra dura y fría...
Mas la celeste melodía
suena fuera...
Celeste primavera
que la nieve, al pasar, blanda, deshace,
y deja atrás eterna calma...
¡Señor del cielo, nace
esta vez en mi alma!
Por esta razón, en: Navidad: ¡Celebremos a JESÚS!
Oración:
Amantísimo Padre Celestial:
Mi alma se postra delante de ti para alabar tu santo nombre. La sencillez de aquella noche en que naciste hace que se convierta en un emblema para vivir tu vida en mí. Tu Hijo amado en la única respuesta a mis crisis como ser humano, permíteme que celebre este acontecimiento lleno de gozo y gratitud, en el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
El nombre de JESÚS es precioso para Sus hijos y tropezadero para quienes lo rechazan.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?

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