domingo, 20 de abril de 2014

“¡Ha resucitado el Señor verdaderamente!”


¡Feliz domingo de resurrección para todos! Esta Perla es especial porque no salimos los domingos, pero hoy estoy de fiesta y aquí digo la razón. ¡No te quedes en casa; ve con tus hermanos y hermanas y celebra la resurrección del Señor en medio de su pueblo! La resurrección de JESÚS nos grita la victoria de nuestra fe sobre todas las circunstancias, y sobre todo, que un día resucitaremos en Él, por Él y para Él.
Siempre vuestro pastor y amigo,
Francisco Aular

¡Ha resucitado el Señor verdaderamente, y a aparecido a Simón! Lucas 24:34

¡Ha resucitado el Señor verdaderamente! Es el grito de triunfo del Crucificado. El día viernes, JESÚS muere en victoria, pero su resurrección el día domingo es su día de triunfo definitivo. La resurrección de JESÚS es el sello del regalo de nuestra salvación. La bandera del cristianismo es la esperanza de la resurrección. Todos los que hemos nacido de nuevo, por la vida que vino del cielo a través de JESÚS, sabemos por la Palabra, que así como Él resucitó, ¡nosotros también resucitaremos! Es más, la vida normal del cristiano de hoy, es vivir una vida resucitada y victoriosa por la resurrección de JESÚS.
Cuando el pastor Germán Núñez Bríñez -mi maestro de homilética en el Seminario Bautista de Venezuela- y yo fuimos a Jerusalén, visitamos el Jardín de la Tumba y nos encontramos que en sus alrededores había gente de muchas partes del mundo, al juzgar por sus rasgos físicos y vestimentas. Aunque todos hablábamos lenguas diferentes, nos unía una sola verdad, dicha dos mil años antes: ¡Ha resucitado el Señor verdaderamente! La tumba cedida por José de Arimatea a JESÚS, ¡está vacía!, y un cartel lo anuncia con las mismas palabras que los ángeles les dijeron a las mujeres que vinieron trayendo las especies aromáticas para ungir el cuerpo de JESÚS: No está aquí, sino que ha resucitado. Mi amado hermano Núñez y yo estábamos a punto de llorar de alegría, y con toda esa emoción encima entramos a la tumba, nos colocamos frente a la abertura, y desde allí contemplamos a los demás turistas que habían llegado. De repente, la voz potente del príncipe de los predicadores venezolanos se elevó entonando las notas del himno que cuenta el triunfo del Crucificado; hicimos un dúo, que poco a poco se convirtió en coro, ya que los demás turistas, conociendo este himno internacional, lo entonaron en sus propios idiomas:
Cristo la tumba venció,
Y con gran poder resucitó.
Del sepulcro y muerte Cristo es vencedor,
Vive para siempre nuestro Salvador.
¡Gloria a Dios! ¡Gloria a Dios!
El Señor resucitó
Sí, ¡Ha resucitado el Señor verdaderamente! Y las apariciones que reiteradamente JESÚS hizo a sus discípulos, a sus familiares y a otros seguidores, fue el hecho que afirmó la fe vacilante de ellos, y lo que explica la transformación de sus discípulos, de temerosos el día viernes a los valientes desde el domingo de resurrección hasta nuestros días. ¡La tumba vacía asegura que nosotros los que creemos en JESÚS adoramos a un Dios vivo y no a un dios muerto!
¡Ha resucitado el Señor verdaderamente! Explica la existencia de la Iglesia Cristiana, y por eso, cada semana, millones de hombres y mujeres en todo el mundo salen espontáneamente a predicar y a enseñar las verdades eternas del evangelio. ¡No lo hacen para ganarse la salvación, porque esto ya es un hecho, tal y como lo dijo el Apóstol: "El mismo poder que levantó a JESÚS de la tumba" es el mismo poder que nos ha salvado! Todo servicio en la obra de Dios es un monumento de nuestra gratitud a Él y solamente a Él, porque definitivamente: ¡JESÚS es nuestra pasión y triunfo! ¡Nada ni nadie nos ha podido detener a través de los siglos porque todos los que estamos en esta nueva vida que JESÚS vino a traernos, constituimos un ejército comandado por el Rey de reyes y Señor de señores! A Él no pudo frenarlo este mundo, ni el maligno, ni la muerte. El sepulcro no pudo retenerlo porque Él, ¡mató para siempre a la muerte!". Porque todo cristiano nacido de nuevo, experimenta el hecho de resucitar a una nueva vida, puede exclamar también como los apóstoles aquel domingo inolvidable: “¡Ha resucitado el Señor verdaderamente!”

Camino de Emaús
Lucas 24.17-34
Camino de Emaús marchan
Tristes, cabizbajos,
Cleofás y su compañero...
Lucen bastante cansados,
De espaldas a Jerusalén
Atrás quedó... El Calvario...
Y los recuerdos hermosos
De aquel brillante pasado...
Cuando Jesús de Nazaret
De discípulos, rodeados.
Hacía milagros, portentos,
Dejando al mundo, asombrado.
Pero ahora, hace tres días
Que está en la tumba, encerrado...
¿Qué tristeza es comparable
a la que siente un cristiano?
Cuando piensa que la vida
Se le ha ido en fracasos...
Que ya no quiere creer
En el Cristo revelado...
Ni en la Palabra viviente,
Y huye de otros cristianos...
"¿Qué torpes son ustedes
y para entender, que tardos?"...
Es la respuesta divina,
Cuando se nos pone al lado...
Y nos reclama la fe,
Si ve que se ha disipado...
Porque a veces la tristeza,
Pone los ojos vedados,
Para no ver la victoria
Del Cristo, glorificado...
Que se inclina para oírnos
Cuando todo se ha agotado.
Él enciende nuestro gozo
Y apaga nuestro desánimo...
Pon tus ojos en Cristo.
Él, te llena de cuidados.
Comparte tu testimonio
Del Espíritu, inflamado...
Vuélvete a Jerusalén,
Comparte con tus hermanos,
No dejes que tu corazón,
Vague inútil... solitario.
No busques en Emaús
Lo que, Él, ganó en el Calvario
Ni busques entre los muertos
Al que Dios ha levantado...
¿Arde...ya tu corazón
Con un fuego renovado?
Es porque vive contigo,
El Cristo resucitado...
Pr. Francisco Aular
Toronto, 2006
Oración:
Amado JESÚS, gracias por resucitar en mi corazón hace tantos años. Sé que al final de la historia, sobre las cenizas de un mundo destruido, me levantaré conjuntamente con los millares que hemos creído a través de los siglos y te hemos servido con gozo, fe, amor y esperanza, porque "has resucitado Señor verdaderamente", no pongo mi confianza para mi salvación eterna en nada y en nadie más, sino en Ti y solamente en Ti. Amén.
Perla de hoy:
Alguien dijo que la resurrección es el amén del Padre, el domingo al "Consumado es" de JESÚS del día viernes.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento por obedecer?
¿Existe un pecado por evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo

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