SANGRE, SEMILLA Y PAZ

Perlas del Alma

Francisco Aular

faular@hotmail.com

VIERNES, 12 de septiembre de 2025

Lectura devocional: Salmo 116:1-19

“Estimada a los ojos del Señor

Es la muerte de Sus santos”.

—Salmo 116:15 (LBLA)

“El gran, e incluso legendario, Charlie Kirk ha fallecido. Nadie comprendió ni tuvo el corazón de la juventud en Estados Unidos mejor que Charlie. Fue querido y admirado por todos, especialmente por mí” —Presidente Trump

“LA SANGRE DE LOS MÁRTIRES es la semilla de la Iglesia”. Dijo uno de los padres fundadores del cristianismo: Agustín de Hipona (354-430 d. de J. C.). Llamado también: San Agustín y Doctor de la Gracia.

La historia del Cristianismo revela esa verdad. Y es un hecho que, el luto que Estados Unidos ha decretado y los centenares de grupos de oración de jóvenes y adultos que espontáneamente se han levantado en toda la nación estadounidense por el asesinato de Charlie Kirk, marcan el inicio de una avivamiento espiritual capaz de detener el avance de la “Guerra cultural” que se ha levantado tanto en la nación norteamericana como en Europa y Latinoámerica.

Por lo tanto, quien apretó el gatillo del rifle que infortunadamente asesinó a Charlie Kirk (1993-2025), lo elevó a la categoría reservada para los héroes del cristianismo, y ese desafortunado criminal, sino muere en su huída estará condenado a llevar ese cadaver consigo.

No obstante los que somos y estamos en primera línea del cristianismo bíblico, nos moveremos guiados por el Espíritu de DIOS, ¡Vamos por ellos, llevándoles el Evangelio de la gracia, la misericordia y la paz! Como bien lo señalara uno de los grandes misioneros que murió llevando la Buena Noticia, William Borden (1887-1913). Murió en Egipto y en su Biblia, él escribió:

“Sin reservas”, “sin arrepentimientos” (de haber escogido esta senda), y la terminó con esta otra expresión que no deja dudas, “Sin vuelta atrás”.

Debo aclarar que cuando hablamos de los “santos”, según la Biblia no estamos hablando de esos “impecables” que la religión oficial presenta, porque la Biblia dice: “por cuanto todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios”. (Romanos 3:23).

La connotación de “santos” es el termino muy especificado en el Nuevo Testamento y que quiere decir “apartados para DIOS”. Somos aquellos que considerándonos pecadores, nos hemos arrepentido de ello y clamado a DIOS por perdón y así, lo hemos creído y estamo aquí con la paz de DIOS en nuestros corazones para servir al SEÑOR desde cualquier lugar en que DIOS nos destine. Tal es el caso de Charlie Kirk, hasta ayer. ¡No somos gente de guerras, sino de paz en medio de estos tiempos difíceles que nos ha tocado vivir!

Creo que todos estamos de acuerdo con esto, la guerra no debería ser la solución para la paz que necesitamos en este mundo. Sin embargo, ya Salomón, el rey pacífico, lo había escrito: “Un tiempo para amar y un tiempo para odiar. Un tiempo para la guerra y un tiempo para la paz” (Eclesiastés 3:8,NVI).

No sabemos la fecha ni lo hora en que nuestro amado JESÚS vendrá. Sin embargo, millones de cristianos nacidos de nuevo en todo el planeta, nos acostaremos y dormiremos en la convicción, la fe de la promesa del Retorno del SEÑOR…

Sabemos que las señales ya están en acción: Una nación entrará en guerra con otra, y un reino con otro reino. Habrá hambres y terremotos en muchas partes del mundo. Sin embargo, todo eso es sólo el comienzo de los dolores del parto, luego vendrán más”. (Mateo 24: 6-8; NTV). La causa de todo este mal está en el alejamiento del ser humano de la Persona más maravillosa que ha vivido entre nosotros, ¡JESÚS! Este distanciamiento de DIOS produce mucha guerras y sufrimientos, como lo dijera el profeta: “No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos” (Isaías 57:21).

Al final de la vida biológica de JESÚS, Sus discípulos ¡estaban preocupados por el futuro de sus vidas y no tenían paz! Así las cosas, ocurrió un hecho que los hizo volver a la tarea y los llenó de valor y poder: ¡La resurrección de JESÚS de entre los muertos! La noticia corrió entre ellos, y así, se reunieron de nuevo.

De repente, ¡JESÚS Resucitado atravesó las paredes y apareció en medio de ellos! Así lo reseña la Palabra: “Ocho días después, los discípulos estaban juntos de nuevo, y esta vez Tomás se encontraba con ellos. Las puertas estaban bien cerradas; pero de pronto, igual que antes, Jesús estaba de pie en medio de ellos y dijo: «La paz sea con ustedes». (Juan 20:26 NTV). Entonces, el miedo, la preocupación y el sufrimiento dio pasos agigantados hacia la seguridad y paz que solamente JESÚS nos ofrece.

Aclaro una vez más, no se trata de la paz como cese del sufrimiento y de las guerras, tal y como el mundo la ofrece, sino de ese maravilloso estado de ánimo que nos lleva a depositar toda nuestra confianza en DIOS, y a depositar en Sus poderosas manos todo lo que somos y tenemos, nuestras preocupaciones en medio de los problemas y tormentas de la vida, por ello la Biblia dice:

“¡Tú guardarás en perfecta paz a todos los que confían en ti; a todos los que concentran en ti sus pensamientos!” (Isaías 26:3).

¡Adelante, siempre adelante!

Oración:

PADRE ETERNO: gracias por dejarnos el consuelo inmenso de Tu Palabra, y la seguridad de la Vida Eterna en Tu Hijo amado JESÚS. Si llegara el momento de dar mi sangre para que se haga semilla para la iglesia y que la paz de DIOS llegue a muchos corazones Tú me sacarás con Tu poder y Tu gracia del sufrimiento a Tu paz. En el nombre de JESÚS. Amén.

Perla de hoy:

El secreto de salir del sufrimiento a la paz es confiar plenamente nuestras preocupaciones a JESÚS y creer a su poderosa Palabra.

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