martes, 23 de junio de 2020

Señor corazón cerrado

Francisco Aular
faular @hotmail.com
Lectura devocional:
Hay algunos que escuchan el mensaje
del reino de Dios, pero como no lo entienden,
el diablo viene y hace que lo olviden.
Estos son como las semillas que
cayeron junto al camino.
Mateo 13.19 (LBLA)

Sembrando la Palabra de Dios

“A través de Cristo, Dios en su gracia está edificando un reino de personas redimidas, para gozo de ellas y para gloria de Él”. Así lo afirma el teólogo Kendel Easley en su libro: Guía Hollman ilustrada de Historia bíblica, es un estudio del Reino de Dios, a través de la Biblia. Ciertamente, por la gracia de Dios hemos recibido por la fe en JESÚS, entrada al reino de Dios. ¡Al percibir y disfrutar el regalo del amor y la paz de Dios, nos sentimos impulsados a comunicar la Buena Noticia a otras personas! Así nos convertimos en sembradores de la Palabra de Dios. Contribuyendo para la extensión de  reino de Dios aquí en la tierra, desde el ahora hasta la eternidad futura. Podemo apreciar esta verdad al estudiar las parábolas del evangelio relatadas por JESÚS. Entre ellas, el relato titulado “Parábola del sembrador”, aunque en realidad sería mejor enfocarla sobre el tema de la semilla del reino que es la Palabra de Dios y las reacciones de los distintos tipos de terrenos (corazones) en donde la Semilla bendita es sembrada. Esto lo vemos claramente en el Evangelio de Mateo capítulo 13: 1-23.

La semilla y señor corazón cerrado

Una de las verdades del evangelio es que debemos llevarlo a todos, pero no todos lo creerán “son como las semillas que cayeron junto al camino”. Hoy tengo muchas ventajas al haber nacido en un campo, vi a mi padre, labrar la tierra pero también lo vi abrirse camino en medio de un bosque hacia una toma de agua por ejemplo, al principio el sendero es blando, pero a medida que es pisado se convierte en un camino y si muchos van por allí, surgían los caminos reales, cualquiera puede saberlo porque están duros y sería imposible esperar de ellos que produzcan algo, si cayera en ellos alguna semilla. De igual manera, así eran algunos caminos del tiempo de JESÚS. En efecto, el oyente representado por el suelo junto al camino lo personalizo llamándolo: el señor corazón cerrado:
“Y mientras sembraba, parte de la semilla
 cayó junto al camino; y vinieron las aves
y la comieron” (Marcos 13:3)

El lema del señor corazón cerrado: “Si lo veo lo creo”

En mi ya larga experiencia evangelizadora me he tropezado con el “señor corazón cerrado” varias veces, en cuyos corazones la Palabra del Señor que es sembrada, no crece. Son indiferentes y pareciera que su lema es: “Si lo veo lo creo” pero en el vocabulario de Dios, es diferente “Si lo crees lo ves”, únicamente cuando creo en lo que me dice la Palabra de Dios puedo ver, se me quitan las vendas de los ojos y brillan en mi alma: la fe, la esperanza y el amor. El “señor corazón cerrado” es insensible y por eso la Biblia dice que están: “muertos en sus delitos y pecados” (Efesios 2.1-2) JESÚS, explicó:
"Hay algunos que escuchan el mensaje 
del reino de Dios, pero como no lo entienden, 
el diablo viene y hace que lo olviden. 
Estos son como las semillas que 
cayeron junto al camino. 
Mateo 13.19 (LBLA)

¿Existe esperanza para el señor corazón cerrado?

Ahora bien, me he encontrado al “señor corazón cerrado” en varios lugares, pero por increíble que parezca me los he encontrado en las iglesias. ¿Por qué vienen a oír, si el mensaje de la Palabra nunca entra en el corazón? ¿Hay esperanza para el “señor corazón cerrado”? Sí las hay. Todavía recuerdo a uno de ellos, domingo tras domingo, venía a dejar a su familia en nuestro templo y se iba de retorno a sus actividades dominicales, algunas veces cuando le invitaba tenía excusas variadas para no dejar entrar la Palabra en su corazón. Pero un día aquel hombre trajo a la familia, y se quedó detrás de la ventana del templo para escuchar el mensaje. Así lo hizo varios domingos. Al final de mis mensajes siempre doy oportunidad a las personas para hacer alguna manifestación de obediencia a la Palabra de Dios, y les he pido un paso al frente, ese domingo y ante el asombro de todos, aquel “señor corazón cerrado” pasó al frente y aceptó el regalo de la vida eterna en JESÚS. Aquel corazón cerrado se abrió para DIOS. Llegó a ser un miembro responsable y líder de la iglesia, un padre cristiano ejemplar y un fiel esposo hasta su muerte. Partió en el SEÑOR con un corazón productivo para el reino. ¡Alabado sea Dios por Su Palabra viva!

Oración:
Amado PADRE Celestial:
Mi corazón lleno de gratitud viene delante de ti por la semilla que nos has dado que es tu Palabra y por hacernos sembradores de ella, yo no conozco el corazón de los seres humanos; pero tú, sí. En obediencia sembraré tu semilla fielmente y tú las harás prosperar según tu propósito eterno. Dame fuerzas para no desmayar y entender con toda claridad que el único propósito por el cual me has dejado en este mundo es para ser un sembrador de tu Evangelio en toda oportunidad que tú me presentes, en el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
El cielo se llena de gozo por un pecador que se arrepiente; pero sin siembra no habrá cosecha.
Interacción:
¿Qué me dice DIOS hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo? 

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