lunes, 9 de marzo de 2020

¿Quién dijo miedo?

Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: Apocalipsis 1:9-19
Al verlo, caí a sus pies como muerto.
Pero él puso su mano derecha sobre mí,
y me dijo: "No tengas miedo.
Yo soy el primero
 y el último, y estoy vivo.
Estuve muerto, pero ahora vivo
para siempre, y tengo poder
sobre la muerte. 
Apocalipsis 1:17,18 (TLA)

Estoy siguiendo el avance del coronavirus Covid 19 y sus efectos colaterales a nivel mundial de más de 4000 muertos y más de 100.000 afectados de ellos se nos informa que más de 60.000 ya se han recuperado de dicha enfermedad. No obstante, las pérdidas materiales se han llevado por delante a la economía china y sus asociados en todo el mundo. Aunque todavía, no es declarada pandemia por la Organización Mundial de la Salud, sí es necesario que tomemos nuestra previsiones que nos recomiendan los especialistas.

En verdad: ¡Nosotros somos la Iglesia cuya cabeza es JESÚS, Él va con nosotros! No es la primera vez que hemos enfrentado a situaciones similares y hemos vencido. Veamos como Iglesia del SEÑOR cómo podemos ayudar, y regalemos nuestras oraciones por los enfermos, científicos y las distintas autoridades que nos dirigen, en todos los niveles de decisiones. ¡La oración hecha con amor y acción llegarán a Su destino! Escuchemos la Palabra y mostremos el amor de DIOS en nosotros:
“En esta clase de amor no hay temor,
porque el amor perfecto expulsa todo
temor”. (1 de Juan 5:18ª,NTV).

Dice una leyenda, que cierta vez un peregrino oriental le preguntó al cólera morbo: “_¿Adónde vas? ¡A Bagdad, a matar a cinco mil personas!”, -contestó la epidemia-. Pocos días después el mismo peregrino se encontró nuevamente con el cólera que salía de la ciudad. “Me dijiste que ibas Bagdad a matar a cinco mil personas, pero en realidad has matado cincuenta mil -observó el peregrino-. “_No -contestó la epidemia-, maté cinco mil como dije. Los demás han muerto de miedo.

En efecto, el miedo es una de las causas del fracaso en la vida de muchos seres humanos. El temor paralizante los tiene presos. Son cautivos y no pueden vivir en libertad. Más daño hace el miedo que la razón psicológica o verdadera, sin embargo, nuestro DIOS es grande en misericordia. JESÚS es el regalo de DIOS, y por eso, le dijo a Su amado Apóstol Juan, cuando JESÚS, se le apareció en una visión para hacerle la invitación a ser el autor del libro de Apocalipsis, vemos la siguiente escena:
“Al verlo, caí a sus pies como muerto.
Pero él puso su mano derecha sobre mí,
y me dijo: "No tengas miedo.
Yo soy el primero
 y el último, y estoy vivo.
Estuve muerto, pero ahora vivo
para siempre, y tengo poder
sobre la muerte.” 
(Apocalipsis 1:17,18TLA).

Te invito a que reflexionemos juntos sobre la declaración más grande que nos ha hecho el SEÑOR, concerniente a la conquista del miedo.

De hecho, JESÚS vino desde el cielo para decirnos: "No tengas miedo”. Es evidente que DIOS sabe que los seres humanos nos enfrentamos a cada momento a situaciones de miedo. Y ciertamente, el problema del temor es un problema que debe ser reconocido en muchas vidas, tratado y eliminado. Sin embargo, hoy nos enfrentamos a muchas situaciones en que el ser humano -es comprensible- tiene miedo; los medios masivos de comunicación presentan noticias que llegan hasta nosotros al minuto de producirse en cualquier lado del planeta, para bien o para mal somos una aldea global, pero como las buenas noticias no bastan para vender, nos llegan también las malas y están también las noticias reales como por ejemplo, el coronavirus Covid 19.

Ahora bien, ¿cómo podemos vencer el temor? Aquí les transcribo una cita grande pero muy valiosa de ese gigante de la fe, llamado el Apóstol Pablo: (Romanos 8:35-39,NTV).
“¿Acaso hay algo que pueda
separarnos del amor de Cristo?
¿Será que él ya no nos ama
si tenemos problemas o aflicciones,
si somos perseguidos o pasamos
hambre o estamos en la miseria
o en peligro o bajo amenaza de muerte? 
(Como dicen las Escrituras:
«Por tu causa nos matan cada día;
nos tratan como a ovejas en el matadero».
 Claro que no, a pesar de todas
estas cosas, nuestra victoria es
absoluta por medio de Cristo,
quien nos amó.
Y estoy convencido de que nada
podrá jamás separarnos del
amor de Dios.
Ni la muerte ni la vida,
ni ángeles ni demonios,
ni nuestros temores de hoy
ni nuestras preocupaciones
de mañana.
Ni siquiera los poderes
del infierno pueden
separarnos del amor de Dios. 
Ningún poder en las alturas
 ni en las profundidades,
de hecho, nada en toda la
creación podrá jamás separarnos
del amor de Dios, que está revelado
en Cristo Jesús nuestro Señor”.
¡Llenémonos con absoluta certeza de nuestro triunfo en CRISTO! Digamos: ¡Aquí en mi vida mora el SEÑOR JESUCRISTO! ¿Quién dijo, miedo?
¡Adelante, siempre adelante!
Perla de hoy:
El ser humano pequeño se apoya en los hombres; el grande se apoya en DIOS.
Oración:
SEÑOR TODOPODEROSO:
Aquí me tienes, doblada las rodillas y el corazón frente a tu grandeza, para agradecerte por la voz de mi fe, el amor y la esperanza. Vengo a agradecerte por la vida eterna que me diste a través de JESÚS. Ningún don podrías haberme dado superior a ése. Ni fama, ni poder ni riqueza, pueden compararse a tu hermosa compañía, no solo en esta vida temporal, sino en la vida eterna la cual ya he empezado a vivir, en mi unión con tu Hijo. ¡Él venció Sus temores para poder cumplir con su propósito eterno! Él, viviendo en mí, me da el triunfo definitivo sobre todo tipo de miedo que me domina, y por eso, ¡soy más que vencedor! Gracias amado DIOS. En el nombre de JESÚS. Amén.
Interacción:
¿Qué me dice DIOS hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo? 

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